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Discursos dados por Sai Baba

21 Discursos 1960 a 1992

20 de nov 1985 Estadio Hillview ( no figura en SSS 18 )

Divinas Palabras

( Impreso en castellano en Divinas Palabras 1985 I )

Divinas Palabras

20 de Noviembre de 1985

Estadio Hillview

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Dedícate a acciones que sean buenas, pías y nobles, lleva a cabo sacrificios, sin que te mueva motivo alguno; mientras estés en este mundo, desarrolla el amor promoviéndolo, cultivándolo y sustentándolo, y lleva a cabo actos de caridad y dedícate a la caridad y a la filantropía, y piensa incesantemente en Dios, solamente en Dios. ¡Conduce así tu vida, oh hombre!

¡Encarnaciones del Alma Divina! Si sienten que han alcanzado la Divinidad, el indicador será que tienen la confianza de que se han conocido a sí mismos. ¡Todo lo demás es insignificante! Realizarse uno mismo, el atma, ello es lo que en verdad les confiere la inmortalidad. Nuestra vida es el puente que une el mundo de aquí con el del más allá. Si quieren conversar con este Atman, entonces será este pranava el lenguaje que han de elegir. Constituye un deber primordial de cada ser pensar en el Ser del más allá. Este es también la chispa del jñana dentro de uno. Hay dos tipos de jñana. Uno es aquel que pertenece al mundo, el segundo es aquel que pertenece a Brahma. Aquello que no puede ser visto ni oído, pero que puede sentir a través de la percepción sensorial del cuerpo y que llena vuestra mente con algunas cosas, eso es este mundo. Pensando que éste es el verdadero sentido de la vida, cada individuo se empeña por lograr un sentido de perfección en ellos. ¡Esta es su parte! Aquello es lo que está sometido al cambio, de segundo en segundo. Lo que hace que la mente se pierda en sí misma, que les lleva por la senda de Dios y les muestra la forma de alcanzarlo, eso es Brahmathathwa y esto es akshara, que no tiene fin.

Esto es algo que no cambia. Este Parabrahma que no cambia, ése es el origen de todo lo que está en torno vuestro y que sufre cambios. El principio de este no cambio en Brahmathathwa es el dar origen a esta creación, el sustentarla y, finalmente, llevarla a fundirse en Sí Mismo. El alcanzar esta Divinidad, eso constituye el principal deber del hombre. Este akshara Parathathwa es la naturaleza del atma, este atma es verdad que es real, que no cambia. Todo lo demás es irreal, efímero y momentáneo. Este atma que no tiene fin, está encerrado en el cuerpo que segundo a segundo sufre cambios, mas el hombre siente que su cuerpo es real e ignora al atma que está dentro.

Para ir más allá de las limitaciones del cuerpo y de lo que éste nos ofrece, uno debe trascender lo interno y buscar al atma que reside en el interior. Ese conocimiento sobre el que piensan en términos de dominio de los Vedas, los Vedangas, o el de los Sastras, o en cuanto a la perfección de las Bellas Artes, como la escultura, la danza, la música, etc., no es todo él sino conocimiento mundano. Estos están para sustentarlos en vuestra existencia física. No basta si llegan a saber cómo ganarse la vida en este mundo. Es preferible que lleguen a la base misma de las cosas y retengan con fuerza esa realización.

Deben comenzar a considerar esta base primaria de vuestra existencia y la meta final y vuestro empeño, como las dos alas que los llevarán a lo largo del trayecto de la vida. Las Upanishads han declarado que este mundo es un templo, que es la Belleza. Es imposible que no se crucen con algo que no les muestre esta verdad, que es Dios, este Parathathwa que lo permea todo.

Desde lo más ínfimo, de lo pequeño a lo más inmenso de lo grande, todo es este Parathathwa, esta Santidad que sienten, que ven y que perciben. El monte Meru proclama para ustedes la majestad de Dios. El océano, por su lado, les habla del poder y la majestad de Dios, la verde vegetación que ven, las flores fragantes y los frutos que entregan su jugo sabroso y deliciosamente dulce, todos les proclaman la compasión, la misericordia y el amor de Dios. El sol y la luna, por su lado, les proclaman al Dios Todopoderoso y Omnipotente. Es así que la naturaleza que los rodea les habla de varias maneras de Dios. Mas, siendo ignorante de este significado interno de lo que la naturaleza le dice así, el hombre es arrastrado, en un estado de ignorancia, hacia los efímeros placeres del mundo. Todos ellos son transitorios y momentáneos, son irreales y no perduran para siempre. Un sinónimo para este término de ignorancia, es maya. Maya significa que algo tiene una existencia propia, con la forma de un mensajero o cualquier otra forma concreta, porque maya también es un reflejo de Dios. En este mundo tienen la verde vegetación; en el terreno aquello que una vez fuera un pequeño brote, se ha desarrollado en un árbol que da flores y frutos. Si profundizan algo más en este fenómeno, encontrarán que los árboles, las flores y los frutos no son sino otra forma o manifestación de este terreno.

De manera similar, la araña teje su tela con un tenue material que se origina dentro de ella misma, y se deja atrapar en esa tela. ¿De dónde ha provenido el material para la tela? ¡De la araña misma! ¿Quién creó la tela? La araña misma. ¿Quién ha atrapado así a la araña?... ¡La misma araña! Así también, aquello que ha nacido de Dios surge de,sí mismo de tantas maneras y, finalmente, se esclaviza a sí mismo.

Aquello que nace de un fuego ardiente tiende a trastocar al mismo fuego que lo originó. ¿De dónde provino la ceniza? Del mismo fuego, ya que responde a su naturaleza que, habiendo nacido del fuego, vuelve a cubrir al fuego. Así también, el musgo nace del agua de la pileta y termina por cubrirla. De igual manera, esta visión borrosa tiene su origen en el ojo mismo. Nada de ello ha provenido desde afuera, sino que ha tenido su origen dentro de la propia entidad. Similarmente, en este mundo tendemos a establecer distingos entre lo bueno y lo malo, siendo que, en verdad, no se trata sino de una manera de mirar las cosas, y nada tiene que ver con la naturaleza de ellas.

Si miran el fuego y ven las chispas que saltan de él, entiendan que las chispas no son en absoluto distintas del fuego mismo. Todo lo que asocian con el fuego puede ser parte de él. Así también el jiva (individuo) nacido de Dios, proclama en cada instante las cualidades de Dios. Ustedes, empero, no se adentran en esta idea básica de todo lo que es noble y sacro en esta existencia. Y es así que, debido a sus propias limitaciones, maya puede aherrojar al hombre. Maya asume diversas formas. Lo que es puro es maya, en tanto que ustedes tienen este tamoguna que es tamas. Tratamos de establecer distinciones entre maya, tamoguna, tamas y el similar ajñana, etc., mas la diferencia reside únicamente en el nombre; en verdad, todos son la misma cosa. Este maya es intrínsecamente puro y en él se refleja Eeshawara, en tanto que lo que se refleja en este avidya, este rajo, es el jiva, y lo que se refleja en este tamas, este tamoguna es esta creación o naturaleza que les rodea. De modo que aquí el principio básico que se enfatiza es el atma y es siempre uno y el mismo, mas la base de cada uno de ellos es diferente. En el mundo que los rodea tienen estos gunas que saltan a primer plano y todo lo que ellos conforman es esta naturaleza.

Es por ello también que esta creación o naturaleza también es una sola cuando tienen a los tres gunas reunidos. En los tres deben ver al Uno, ésa es la tarea primordial que se nos ha dado: El realizar esta Unicidad que es este parathathwa, y hay tres caminos para lograrlo. El primero se llama bhava, el segundo sadhana y el tercero es upasana.

¿Qué es este bhava de que hablamos? Debería ser Brahmabhava, es decir, los pensamientos centrados en Brahma. Ello quiere decir que para todo lo que nos rodea hay una base común; sin esta base no tendrían la entidad sustentadora y esta base primordial para todas las cosas es Brahma. Esto debe visualizarse de manera resuelta, sin un asomo de duda. Se requiere de esa fe implícita de que en verdad existe Dios para vivir la vida, y una vida que se vive así se denomina bhava. Y, de todos modos, sin fe o confianza no les es posible tener éxito en ninguna empresa.

Esta fe es esencial y también bhava es necesario. Se debe a este bhava que pudo ser llevada a la superficie la Divinidad innata en el hombre a través del sentido del sadhana. ¿Qué se quiere decir con sadhana? Movidos por un sentimiento de intensidad, por aquello que ansían, por aquello en lo que creen firmemente, y guiados por un sentido de discriminación, más precisamente por este atmathathwa presente en todas partes, para buscar a este atma, ése es vuestro avedana, esas ansias, ése es vuestro sadhana.

De modo que este intenso anhelo es esencial para el hombre. Sin este anhelo no pueden llegar a realizar al atma. Y sin comenzar por la fe, no llegarían a creer en lo que se sitúa más allá de ustedes.

Por lo tanto, la fe es vuestro verdadero aliento vital. Los mortales ordinarios, sumidos en sus tareas diarias, tienen dificultades para captar esta verdad. El mundo en que viven persigue lo efímero y transitorio. El poder ver lo que es permanente en este mundo impermanente, si realmente logran hacerlo, representa en verdad una gran fortuna.

Además de vuestro propio esfuerzo necesitan también de la Gracia de Dios para realizar este Principio permanente en este mundo impermanente. Por añadidura necesitan también el resultado de las buenas obras de vuestras vidas pasadas. No se le da fácilmente a todos.

De modo que si comparan y contrastan sus propias existencias mundanas con lo que es eminente, elevado y la propia Verdad, ¡se darán realmente cuenta del abismo de diferencia! ¿Qué significa la vida? Vivir como un animal o una bestia, pasando todo el tiempo pendientes del estómago y dedicados a actividades como el dormir, etc., esto no es el significado de la VIDA. Deben tomar conciencia que entre todas las formas de vida, la más elevada, la más noble y la más difícil de conseguir, es la del hombre. No deben pensar que, sólo porque el hombre también siente la sensación de hambre, la necesidad de comer y de dormir, y busca la forma de cobijarse, de vestirse y de mantenerse, esto constituye el objetivo primario de la vida.

Todo ello no va sino a satisfacer lo que los sentidos reclaman. Ustedes deberían ir más allá de los sentidos y ocuparse de las necesidades de la mente, del intelecto y del atma. Deberíamos vivir una vida que satisfaga al atma. No somos el cuerpo, ni la mente, ni el intelecto, ni los sentidos, ¡más bien somos el atma! Los anteriores no son sino cosas que necesitan ser sustentadas, lo que los sustenta es algo distinto. Si pensamos de acuerdo a estas pautas y buscamos la experiencia de los mayores y de las personas que hayan vivenciado estas cosas, podemos progresar en nuestro trayecto.

Porque el atma no tiene forma. Aquello que es sustentado tiene forma, mas lo que está dentro no la tiene. Así como la bombilla eléctrica que ven allá. Logran tener luz con ella, la bombilla tiene forma, mas la luz misma no la tiene. De manera similar, este cuerpo que está conformado por los cinco elementos, tiene forma. Todo lo que emana de este cuerpo les da la impresión de ser algo muy importante. Los ojos tienen la capacidad de ver cosas, nuestra impresión es que nuestros ojos tienen la capacidad de ver, mas ellos no actúan sino como instrumentos para hacer surgir algo que está en lo profundo de ustedes mismos. Salen a la oscuridad, por ejemplo, abren los ojos, pero no pueden ver nada. Los ojos están abiertos. ¿Cómo es que no pueden ver nada? Los ojos están allí para ver, los oídos para escuchar, la mente está allí para experimentar y la lengua está allí para pronunciar palabras. Todos ellos están vinculados al atma interior y es por ello que pueden llevar a cabo sus funciones.

Es esta fuerza interior la que hace que los sentidos realicen lo que son capaces de hacer. En un cadáver, los ojos, los oídos, la mente están allí, también están todos los miembros, pero ninguno de ellos es capaz de realizar sus tareas. Aquello que ha estado permeando todo su accionar antes, ha desaparecido, de modo que ahora han quedado inutilizados.

Ahora que estoy hablando, lo que lleva mis palabras el micrófono está aquí, y los parlantes, allá. Entre ambos la corriente eléctrica. Sin ella no podrían escucharme. Y así también está allí esta tremenda energía sagrada, que está más allá de vuestra comprensión y que es infinita en su magnitud, al igual que la corriente eléctrica de acá. Y podemos realmente decir que vivimos nuestras vidas, cuando tratamos de entender y de vivenciar este shakti, esta energía. Sólo entonces estarán viviendo en conformidad con la declaración que señala que, después de todo, la vida como hombre es lo más difícil de obtener. Sin embargo, en contraposición con ello, tienen la forma de hombres, en tanto que sus acciones son muy contrarias a la nobleza de vuestra existencia. Por ello no es ésta la forma en que debamos esforzarnos por dominar a estos tres gunas. Deberíamos tratar de promover la causa de todo lo que es puro y sagrado. Hay dos cosas que oscurecen al hombre: el apego y el odio. ¡Velen por que ellas no entren en ustedes! Son ellas las que los llevan al desastre. Cuando el hombre es arrastrado por estas ideas del apego y del odio, se comporta como un alienado y pierde de vista su propia existencia. De modo que el primer sadhana que debemos emprender es cuidar que nada que sea malo o perverso entre en ustedes, que se mantengan libres de su influencia. El primer paso en este sadhana es el satsongha, la compañía de los buenos y los virtuosos.

Cuando estamos en companía de los bueno y los nobles, tenemos también la oportunidad de recoger pensamientos nobles.

Cuando estamos en compañía de los malos y perversos, tendemos a seguir sus rasgos negativos. Por ello, busquen la compañía de los buenos y, en la medida de lo posible, traten de evitar la compañía de los malvados. Nuestra visión, todo lo que escuchemos, nuestras palabras, todo debe ser sagrado. Tendemos a correr tras estas efímeras posesiones materiales. Si tenemos éxito, éste le allana el sitio al ego; si fracasamos, tendemos a volvernos más y más codiciosos. Traten de alejarse de estos rasgos malvados, ya que con éxito o sin él, en ambos casos tendemos a pervertirnos. Esfuércense por refrenar sus deseos. Lo que deberían buscar, en cambio, es el propio Yo, nuestra propia naturaleza. Nuestra naturaleza no es este cuerpo, nuestra naturaleza es ananda o dicha. Para poder experimentar esta dicha, todos nuestros esfuerzos deben ser dirigidos. La felicidad del mundo es momentánea, es como las nubes que pasan. Si aspiramos a tan efímeros placeres, quedamos sometidos al desaliento y al abatimiento en el proceso, y perdemos de vista nuestra propia existencia.

¡Encarnaciones del Amor! Mantengan el sentimiento del amor, el amor es Dios. Una vida sin amor es como una casa desechada. Debemos vivir una vida plena de amor. Con la confianza de que el amor es Dios, debemos llenarnos de amor.

Así es como debemos viajar por esta Senda del Amor. Llenémonos de amor, dejemos que el amor permee todos nuestros pensamientos y nuestras acciones y realicen a Dios por este medio. Espero y los bendigo para que tengan éxito, y con ello doy fin a este discurso.