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Discursos dados por Sai Baba

13/09/84 d-31 Cumple siempre con tu deber y santifica tus acciones

LA SENDA DE LA ACCION

LA SENDA DE LA ACCION

13 de Setiembre de 1984

Prashanti Nilayam

  

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Krishna dijo: "Arjuna, tú tienes trabajo a realizar, ¡hazlo! Tienes todo el derecho y la autoridad para realizar acciones; centra toda tu atención en realizar buenas y justas acciones, pero no aspires [1] a los frutos que provengan de ellas". “Krishna no dijo Na-phaleshu que significa que no habría frutos de la acción, ha dicho 'Ma-phaleshu’, que significa, no pienses en ello como 'no frutos', sino como 'no aspirar a los frutos'. Los frutos ciertamente estarán allí, pero no debes aspirar a ellos, ese es el mandato, eso es lo que quiere decir. El fondo y la sustancia de esta Enseñanza es que, sea lo que fuere que hagamos, lo hagamos sin estar con la vista puesta en los frutos de la acción.

Cada acción engendra un resultado, un fruto y subsecuentemente para cada fruto habrá otra acción. Estas acciones y estos frutos se manifestarán de manera similar a como lo hacen una semilla y un árbol, los que se siguen el uno al otro como semilla y árbol, árbol y semilla, semilla y árbol, etc. Sin la semilla no llegarian a tener un árbol, sin la semilla que crezca como planta y termine siendo árbol; por otra parte, tampoco podrían volver a tener una semilla. Este ciclo es natural: es así como funciona la naturaleza. Y, si es así ¿por qué habrían de preocuparse de los frutos de la acción? Vuestro deber y responsabilidad primarios son el llevar a cabo la acción sin preocuparse del resultado.

Krishna dijo a Arjuna: “En esta batalla deberás mantenerte indiferente a lo que le pueda suceder a tu gente o a ti mismo. No permitas que tu mente se distraiga con estas cosas. En la batalla, los héroes han de llevar armadura y escudo. La razón para ello es que así cuentan con alguna protección contra el impacto de las armas que blanden sus enemigos en contra de ellos. Son muchos los tipos de armas que pueden ser empleadas en tu contra. Si deseas protegerte en contra de ellas, que son poderosas y temibles, tendrás que usar armadura y escudo. Y esto no solo vale para la batalla real del mundo, sino también para la batalla espiritual". En el campo espiritual, en donde uno debe librar una continua batalla, también debe revestirse de ciertos tipos de armadura. En esto, ellas son la armadura de la sabiduría divina, la de la espiritualidad y la de la devoción y el amor a Dios.

En las batallas o guerras que se libran en el mundo, puede que la lucha no dure sino unos pocos días, como también puede que se arrastre por algunos meses o años, en tanto que la batalla espiritual que libra el hombre viene durando desde tiempos muy remotos. El hombre ha venido luchando desde tiempos inmemoriales, provisto del bien y del mal, de virtudes y pecados, de apegos y desapegos, con sentimientos de 'yo-ismo' y de ‘lo mío', con envidias y otras características de este tipo. Ha librado una guerra eterna en contra del egoísmo y los apegos. Estos dos rasgos, particularmente, poseen una fuerza extraordinaria y son realmente temibles. El hombre que lucha en contra de ellos, en comparación, es débil. Cuando una persona débil debe enfrentarse a tan poderosos enemigos y características, deberá llevar una fuerte armadura y un escudo resistente. En este caso, la armadura viene a ser la de la espiritualidad, de la devoción y de la sabiduría divina, y brinda una efectiva protección ante estos formidables enemigos.

Alguien que lleve una sombrilla en la mano no tendrá problemas bajo un sol quemante. El que calce sandalias no tendrá que preocuparse por las espinas en el camino. El que porte armadura y escudo no tendrá problemas ante las armas que sean lanzadas en su contra. "Es por ello, Arjuna, que debes llevar un escudo y una armadura espirituales" - dijo Krishna -, y en las circunstancias actuales, lo mejor es que vistas la armadura de la sabiduría". En este Samkhya Yoga, Krishna entregó a Arjuna esta armadura de la sabiduría, que fue la primera enseñanza que Krishna le ofreció. Le dijo: "Todos estos apegos que tienes, el deseo de poseer cosas, no son tendencias que hayas adquirido ayer ni el día anterior, están en ti desde numerosas encarnaciones, ellas son las responsables de tus pesares hoy. No tienes manera de saber cuándo te podrás librar finalmente de ellos. Por eso, no deberías preocuparte mucho por liberarte de esos pesares, mejor sería que te concentrases en los medios para sobreponerte al dolor susceptible de manifestarse en el futuro.

Es natural ir en busca de un médico cuando se está enfermo y sufriente, pero es mucho más importante el cuidar de no llegar a sufrir ninguna enfermedad. 'Más vale prevenir que curar' reza el dicho. “Para la batalla en la que estás por pelear - dijo Krisna a Arjuna - te has provisto de una armadura mundana que ayudará a proteger tu cuerpo de los enemigos externos. Pero, ¿cómo te protegerás de los enemigos interiores, los que llevas dentro de ti? Para salvarte de ellos deberás revestirte con la armadura de la sabiduría. Le temes a los enemigos exteriores, y ni siquiera piensas en los interiores, siendo que el que ha sucumbido a los enemigos internos, ¿crees que podrá vencer a los externos? Deberías conquistar, ante todo, a estos enemigos internos. Estos han estado subyugando al hombre desde los primeros tiempos y lo han llenado de pesares. Mientras estés lleno de egoísmo y de apegos te será imposible liberarte del sufrimiento y del pesar. Son las acciones equivocadas las que son responsables de su existencia. Esto no quiere decir que debas abstenerte de la acción, puedes actuar y disfrutar de la acción, pero debes hacerlo de manera correcta. De hecho, no puedes sino actuar, no tienes otra alternativa. Es por ello que debes entender este principio de la actividad o del Karma". Esto es lo que se dice también en el Bhãgavata.

Toda persona nace, se desarrolla y muere en el Karma. El Karma es responsable por el bien y el mal, el pecado y la virtud, la ganancia o la pérdida, la alegría y el pesar. De hecho, el Karma es responsable por vuestro nacimiento mismo. Para el hombre, el Karma es Dios. Debido a ello no deberían mirar a la acción con indiferencia. Toda vuestra vida se asocia a la acción. Por eso, reconozcan la importancia de la acción y llévenla a cabo correctamente. No se descuiden, pensando que no es sino una cosa ínfima. Puede que comience como un pequeño brote, pero crecerá hasta convertirse en un inmenso árbol, al igual que la semilla deberá abrirse paso en el terreno en que ha sido sembrada para lograr convertirse en un árbol. Una vez que haya llegado a ser un árbol, les ofrecerá sus frutos, y el que estos frutos les brinden alegrías o pesares dependerá de la semilla que hayan sembrado. Para lograr los frutos más óptimos, las semillas de las acciones que se lleven a cabo deben abrirse paso a través del egoísmo, como para que se transformen en Yoga. Solamente cuando se hayan destruido las semillas del egoísmo se estará apto para acceder a los frutos de la sabiduría.

¿Cuál es la causa raíz para todo este egoísmo? ¿Por qué deberían sentir egoísmo? El egoísmo surge debido a la ignorancia que le es inherente al hombre. Cada persona debe reflexionar para descubrir por sí misma el lugar de nacimiento del egoísmo y el punto en que termina. Consideren algunos ejemplos. Un autobús viaja a una velocidad de 80 o 90 kilómetros por hora, un avión lo hace a una velocidad de 600 a 800 kilómetros por hora, la luz viaja a 300 mil kilómetros por segundo.

A esta velocidad, la luz viajará miles de millones de kilómetros por año. Consideramos que el Sol está muy cercano; la distancia de la tierra al Sol es de aproximadamente 150 millones de kilómetros. Para nosotros, la esplendorosa luz del Sol es excepcionalmente brillante, pero así nos parece solamente la luz del sol. Existen miles de millones de soles y de estrellas; la distancia hasta la más cercana es de casi 4 años luz, o algo así como 23 o 24 billones de kilómetros.

Parecería que las estrellas estuviesen muy cercanas entre sí, pero la distancia entre dos estrellas cualesquiera es de decenas de billones de kilómetros. Ese incalculable número de estrellas se ve como leche derramada en el cielo. Sin embargo, hay muchas otras cosas que somos incapaces de ver. ¿Qué tamaño tiene la tierra dentro del contexto del universo en el que hay miles de billones de estrellas diseminadas en distancias inconmensurables? ¿Cuál es el lugar de la tierra en el sistema solar, con su Sol, que no es más que uno entre los incontables otros soles? Y en este planeta tierra, ¿qué tamaño tiene la India? Qué tamaño tiene Andhra Pradesh? Dentro de él, ¿cuán pequeño es el distrito de Anantapur? Y, ¿cuánto más pequeña es nuestra aldea dentro de este distrito? En consecuencia, ¿cuánto más pequeños son ustedes dentro de la aldea? Si hemos tratado de imaginar el tamaño del universo y ver el tamaño de ustedes dentro de él, ¿por qué habrían de albergar este sentimiento egoísta? Si solo tomaran conciencia del tamaño de este mundo, de su vastedad, no podrían ser egoístas. Solo alguien que no haya reconocido la magnitud del universo ni el tamaño de la tierra puede estar lleno de egoísmo.

Tal vez se sienten orgullosos de su propio cuerpo. Mas el cuerpo consiste solamente de los cinco elementos, un día cualquiera habrá de perecer. Sólo el morador interno es permanente. No tiene nacimiento, ni crecimiento, ni muerte. Refulge por doquier, este algo fulgurante está en todo el mundo. Se ha dicho que incluso en la ausencia de la paz hay paz, por detrás de cada cosa está este esplendor. Ese esplendor es Param Jyothi. El que mora dentro de este cuerpo inerte. Vuélvanse hacia este morador y no serán engañados por el orgullo y el egoísmo. No sigan fijándose en este cuerpo y sintiéndose orgullosos de él. Este cuerpo está lleno de enfermedades y sufre muchos cambios. No es ni siquiera capaz de viajar por este océano del Samsara y sobrevivir. Oh mente, deja de considerar como permanente este mundo, ¡refúgiate a los Pies de Loto de Hari!

Se sienten orgullosos de este cuerpo, siendo que no es sino una cosa inerte. Este cuerpo no es más que el equivalente de siete baldes de agua, del hierro de cuatro clavos de dos pulgadas, el fósforo de 11 mil cerillas, el carbón que contienen cuatro lápices de grafito y de dos pedazos de jabón. Cuando colocan todas estas cosas con algunas otras clasificadas substancias, lograrán un cuerpo. De modo que si el cuerpo en sí no consiste sino de todos estos materiales inertes, es capaz de moverse y de mostrar vida únicamente porque hay un morador dentro de él.

Consideren ese reloj de pared que cuelga allí. Tiene tres agujas, el segundero, la que indica los minutos y la que señala las horas. Tan pronto como le damos cuerda, las tres se mueven, cada una a su velocidad prescrita. ¿Por cuánto tiempo se seguirán moviendo así? Lo harán por todo el tiempo que el resorte tenga poder para prestarles energía; tan pronto este poder se agote, se detendrán en donde estén. Nuestro corazón puede compararse a la pared. De este corazón hemos colgado un cuerpo que puede ser comparado a un reloj de pared. La respiración puede compararse al resorte. Nuestras acciones pueden compararse con el segundero, nuestros sentimientos con el minutero y nuestro Ananda con la aguja de las horas. Y ahora, en este contexto, podríamos responder al interrogante del por qué realizamos acciones. Podemos observar que el segundero - que simboliza tus acciones - se mueve con bastante rapidez y muy pronto cubre en 60 segundos el recorrido de una vuelta completa. En este punto, el minutero - que representa tus sentimientos - habrá avanzado una sexagésima parte de una vuelta, y únicamente cuando el segundero haya realizado sesenta vueltas de sesenta segundos cada una y el minutero haya completado una vuelta completa, la aguja horaria - que representa el Gozo Divino y la beatitud - se moverá avanzando una división de una hora. La aguja de las horas se mueve con tanta lentitud que ni siquiera podemos percibir su movimiento, aunque podamos observar el de las otras dos. En ello se encierra un secreto. Por una vez cada hora, las tres agujas se encuentran. Cuando la acción asociada con el cuerpo y la naturaleza, cuando el sentimiento asociado con el hombre interior y la alegría asociada con lo Divino se unen, esto se ha denominado Jiveshvara Prakriti que significa el encuentro de la Naturaleza, del Hombre y lo Divino.

Prakriti o Naturaleza, ha sido descrita como Karma Kanda, pues provee al hombre de las oportunidades para santificar sus acciones y alcanzar la meta. Es también Karma Kshetra, el campo de acción. Cuando llevamos a cabo 60 buenas acciones, emergerá un sentimiento de bienestar. De modo que son bastantes las buenas acciones que debemos realizar para tener un sentimiento de satisfacción. Y sólo cuando hayamos experimentado 60 de estos sentimientos de satisfacción tendremos un pequeño movimiento de la aguja horaria, lo que significa una experiencia de verdadero Ananda.

Es por eso que Krishna indicó a Arjuna que realizara buenas acciones. Cuando realizamos innumerables acciones positivas es muy probable que experimentemos uno o dos sentimientos de profunda y duradera satisfacción. Y sólo cuando llegamos a vivenciar innumerables sentimientos de este tipo lograremos alcanzar la dicha del Atma tattva. Para ello es que debemos realizar incontables buenas acciones. El cuerpo ha sido brindado para realizar acciones. Resulta imposible pasar incluso un momento sin estar Ilevando a cabo acciones. Es por ello que se le ha dado tanta importancia en los Vedas al Karma Kanda, el cual incluye un culto ceremonial y ritual. Pero el Karma Kanda no se refiere tan solo a practicar la caridad y hacer penitencia, o llevar a cabo Yagnas. Entre las acciones prescritas en el Karma Kanda se encuentran aquellas de las que no tendríamos ninguna expectativa sobre los resultados o frutos de esas acciones. Ello constituye el Karma Yoga o Nishkama Karma.

Cuando una acción es llevada a cabo sin deseo alguno o sin ningún sentimiento de egoísmo, puede ser calificada de Karma Yoga. Eliminen su egoísmo. Descarten vuestro deseo de obtener los frutos de vuestra acción. Cuando realizan acciones con tal actitud, vuestra acción se convierte en Yagna. Cuando realizan un trabajo con un espíritu de verdadero sacrificio, se convierte en Tapas o penitencia, Yagna o Yoga; las tres acciones implican la misma idea. Cada acción realizada por el hombre debería ser piadosa como el Yagna. Solamente cuando el hombre realice acciones con el sentimiento de un Yagna en su corazón será Karma Yoga. Incluso el inhalar y exhalar el aire son acciones: sin realizar Karma el hombre no podría vivir ni por segundo en este mundo. No obstante, el Karma que se asocie con el sentimiento del ego, el Ahamkara, será siempre mezquino y perjudicial, y es por ello que deben realizar toda acción con el sentimiento del Yagna en el corazón. Los tipos de acciones que lleven a cabo, definen los resultados buenos o malos, benéficos o maléficos. Y las acciones mismas dependen de vuestros pensamientos. Y los pensamientos con los que se entretienen, dependen de los alimentos que consumen. Según sea la alimentación serán los pensamientos. De modo que tenemos aquí la secuencia del alimento que conduce a los pensamientos, estos que conducen a las acciones, las cuales, finalmente, conducen a los resultados. En este contexto es que vemos la necesidad de ingerir alimentos puros y satvicos. Hay otro ejemplo para ello.

Imaginen que prenden un pequeño fuego para llevar a cabo un ritual védico. El humo que se desprenda dependerá del tipo de fuego con el que lo hayan encendido. Se formará una nube como resultado del humo que se haya elevado. El vapor de agua se condensa en la nube y de allí caen gotas de lluvia. La siembra que espera abajo depende de la lluvia y, a su vez, el alimento que será consumido depende de la cosecha.

Por último, nuestro cuerpo, depende del alimento que se ingiera. En el ejemplo que estamos tratando, vemos así que incluso el alimento podría ser atribuido a vuestras acciones, al fuego que han encendido, al Yagna o sacrificio que han realizado. Si nuestras acciones han sido buenas, nuestro nacimiento será bueno. Nuestras acciones constituyen la causa original, nuestro nacimiento representa el resultado final. En este contexto, Krishna dijo: "Centra toda tu atención en realizar buenas acciones y no le prestes ninguna atención a los frutos que provengan de ellas". El fruto se producirá por sí mismo, pero nuestra atención deberá enfocarse en las acciones. Puede que en el pasado hayamos estado asociados a buenas o malas acciones y, como resultado, en el presente podemos estar sufriendo de alergias o pesares.

¿Cómo podemos liberarnos de estos pesares? ¿Cuál es la razón para estos pesares? Nuestras acciones previas son las responsables de nuestros pesares presentes. El pecado nos ha llevado a la acción errada. ¿Cómo nos libramos del pecado y el pesar? Solamente a través de buenas acciones, sólo ellas lo pueden remover. Esta es la razón por la que se le ha dado una importancia primordial a las buenas acciones en los Vedas.

Dushkarma[2] ha de ser reemplazado por Satkarma[3], el que lleva entonces al Nishkama karma[4] y al Karma Yoga. Si nos mostramos descuidados frente a la acción o si desperdiciamos nuestras acciones, haremos que nuestra vida misma sea un desperdicio. La vida nos ha sido dada para que nos dediquemos al Karma correcto y a actividades ideales. El Karma no significa únicamente el realizar acciones con el cuerpo; Karma representa el nombre mismo del cuerpo.

Puesto que el cuerpo es el resultado de acciones realizadas previamente, uno de los significados del Karma es cuerpo. El cuerpo es la consecuencia de la acción, se asocia con el tiempo, la circunstancia y la causa, aunque ello se aplique únicamente al estado de vigilia. En el estado del soñar, el cuerpo se encuentra inactivo, de modo que no puede existir acción alguna, sólo existirá el Mãyã. En el soñar, todos los sentidos permanecerán quietos. En el estado del sueño profundo no existirá ni siquiera la mente. Más allá de este estado se encuentra el Mahakarana. Mahakarana es lo que trasciende este Karana o estado causal. El Principio del Mahakarana mismo equivale a Divinidad.

Aquí hay un pequeño ejemplo para ilustrar estos tres estados. Alrededor de las 16:15 horas vuestro cuerpo habrá salido del alojamiento para dirigirse hacia Prashanti Nilayam, donde llegará a las 16:30 horas. Le habrá tomado 15 minutos. El propósito de este recorrido es el de escuchar el Discurso de Swami. En cada acción que emprendemos estarán presentes Kãla, Karma, Karana y Kartavyam, lo que significa: el tiempo, una actividad, una causa o propósito y un resultado, El tiempo, como lo hemos visto, fue de 15 minutos. La actividad fue la de caminar desde el alojamiento hasta el Mandir. La razón fue la de escuchar la charla sobre el Bhagavad Gita. El resultado es que estarán santificando sus vidas gracias a esto. De este modo, el estado de vigilia puede ser aplicado para nuestro avance espiritual.

Profundicemos un poco más el razonamiento. Luego de terminado el Discurso, retornan al hostal. Después de haber cenado, se relajan en vuestros lechos y terminan por dormirse. Tienen un sueño. En el sueño se ven a sí mismos caminando por la avenida Mount Road en Madrás. ¿Cuándo abandonaron el hostal para viajar hasta Madrás y cuánto tiempo les tomó llegar allá? Este interrogante resulta imposible de contestar: en esto no hay tiempo, no hay Kãla. ¿Cómo viajaron? ¿Fue en bus, en automóvil o en tren? Esto tampoco tiene respuesta. No hay Karma, no hay actividad involucrada en llegar hasta allá. ¿Por qué fueron a Madrás? No lo sabemos, por lo tanto no hay Karana, ninguna razón aparente para estar allí. ¿Qué es lo que hicieron allí? ¿Qué resultado tuvo el viaje? No lo podemos contestar, por lo tanto no hay Kartavyam, ningún resultado proveniente de alguna acción que pueda discurrirse. De modo que en el estado del soñar no hay tiempo, ni acción, ni propósito, ni goce de algún resultado; nada de ello se encuentra aquí.

Supongamos ahora que, poco después de haberse quedado dormidos, vino alguien y les despertó. Se levantan y se dan cuenta que sólo han dormido por cinco minutos. Durante el transcurso de esos cinco minutos tuvieron el sueño y llegaron hasta el Mount Road en Madrás. ¿Cómo ha sido posible? No es posible. No fue sino una experiencia mental. No han llevado a cabo esta acción ni con el cuerpo ni con los sentidos. Esta experiencia mental se asocia con vuestra forma sutil. En tanto que los cuatro factores de tiempo, acción, causación y circunstancia se refieren al cuerpo denso. Vemos que ninguno de ellos interviene en la experiencia sutil, mental asociada al estado del soñar. Sólo debido a los trucos de la mente hemos podido crear un nuevo mundo. La mente es la que ha creado todas las personas, el tráfico y los muchos objetos del Mount Road. La mente es la que posee este poder excepcional. Tiene la extraordinaria capacidad de crear cualquier cosa y de destruir cualquier cosa. Para todas vuestras acciones, la mente es la responsable. Cuando le ofrendan una tan poderosa mente a los Pies de Loto del Señor, le habrán ofrendado también todo lo que hagan. Cuando utilizan la mente para pensar en el Señor, todas vuestras acciones se tornarán sagradas.

Existen tres tipos de Karma, se les denomina: Karma, Vikarma y Akarma [5]. ¿Qué son estos tres tipos de Karma? En Bhadrachalam, Ramadasu[6] solía decir: "Si cantamos Bhajans a Rama y le ofrecemos la luz a Él, el mundo entero se volverá luz y refulgencia". Toma la lámpara con aceite y ofrece la luz al Señor. La mente constituida de deseos puede ser comparada al aceite en la lámpara, la mecha a la verdad y a la sabiduría que han acumulado; cuando reúnen a ambos, sirviéndose de la sabiduría que han acumulado para orientar vuestros deseos hacia Dios, brillan con el resplandor que emana de la luz. Para contener este aceite y la mecha debe haber un recipiente. El cuerpo puede ser considerado como el recipiente del aceite de los deseos en el cual se empapa la mecha de la sabiduría. La alegría y el deleite que obtienen es la refulgencia de la luz que emana de esta lámpara sagrada. Si tuvieran únicamente la mecha y la encendieran, no podrían alumbrarla ya que no arderá, como tampoco si tratan de encender únicamente el aceite. Pero si se asocian la mecha y el aceite, podrán encender la lámpara y obtener luz. También puede comparar al aceite a la acción la cual es asociada a la mente y sus deseos. El Buddhi o intelecto también podría pensarse como siendo la mecha y se asocia con la sabiduría. Cuando asocian Buddhi, el intelecto, a la acción, cuando rinden vuestras acciones sagradas siguiendo a Buddhi, surge la luz, surge Akarma.

Por supuesto, la lámpara puede poseer numerosos atributos individuales, pero estas características pertenecen a la lámpara y no al resplandor de luz que emana de ella. La refulgencia tiene un solo atributo: su naturaleza es la de brindar luz a todos. La llama, en cuanto a ella, puede poseer un cierto número de atributos diferentes; bajo una brisa, la llama vacilará, si cae agua sobre ella, chisporroteará haciendo ruido, si hay impurezas en el aceite, producirá humo, y si ponen un dedo en ella, lo quemará. Pero este Jyothi, esta refulgencia, posee como atributo único el de brindar la luz por igual a todas y cada una de las personas. Este es Atma Jyothi[7] que es igual en todos. Ella no tiene otra característica sino la de “Luz Pura” repartida por igual a todos los seres. Sin embargo, la flama de la vida posee numerosas características y sufre de muchos cambios y problemas. El Karma es como una llama firme. Cuando la llama vacila y parpadea es Vikarma. La luz pura, la refulgencia de Jyothi es Akarma.

Akarma no produce frutos[8]. Pero esto no se relaciona con una condición en la que no se realiza ninguna acción. El realizar las acciones, el tratar a todo el mundo por igual sin esperar nada de los frutos de esa acción y ofreciendo todo lo que haces a Dios, constituye Akarma. Esto se aplica tanto a los deberes terrenales como a las observancias y ceremonias religiosas como Yagnas, rituales y sacrificios. Una persona que lleva a cabo Akarma, realizará acciones, pero le ofrecerá todo a Dios y no se preocupará por los resultados. Los Vedas han declarado que las diversas acciones ceremoniales que se realizan con el interés puesto en los resultados, pueden llevarles únicamente hasta el cielo. Y no deben pensar que el Cielo les dotará de inmortalidad; los mismos Vedas han declarado que, una vez finalizados los méritos acumulados a través de las acciones, habrán de retornar una vez más a la tierra.

Y bien, no deberíamos entrar a polemizar en pro o en contra del valor de lo dicho frente a la doctrina del Karma. Puede que tengan ideas diferentes respecto a estos aspectos del Karma. Simplemente comprendan que si aspiran a los frutos de vuestras acciones, estos se agotarán muy pronto y nuevas acciones habrán de ser emprendidas una y otra vez y el ciclo se repetirá sin fin.

Piensen, por ejemplo, en un miembro del congreso que se presenta a elecciones. Si gana la elección, podrá asistir al congreso por cinco años. A medida que pasa el tiempo, su periodo como legislador va reduciéndose y, al final de los cinco años, tendrá que retornar a su casa. Todos los méritos que hayan ganado a través de sus actividades pueden compararse a este tipo de periodo limitado, como los cinco años en este caso, y al final del mismo tendrán que regresar nuevamente a su hogar. Mientras duren vuestros merecimientos pueden gozar del cielo, pero una vez que se hayan agotado descenderán nuevamente.

Es por ello que, al describir la doctrina del Karma, Krishna dijo: “En lugar de aspirar al pasajero resultado de una acción, aspira a alcanzar a aquella Persona Cósmica Suprema, que hará que, una vez alcanzada, no necesites regresar jamás. Si tu vida no es sino un ir y venir, ¿cuándo alcanzarás la meta final?" He aquí una pequeña historia antes de darle término a este discurso.

Un cierto ladrón fue Ilevado a prisión por causa de los muchos robos cometidos. La corte lo condenó a seis meses de prisión. El tiempo pasó, los seis meses se cumplieron y al día siguiente seria puesto en libertad. Vino el carcelero y le dijo: "Y bien, mañana por la tarde habrás cumplido con tu castigo y tu condena terminará. Puedes prepararte para partir. Puedes pasar a retirar las pertenencias que hemos guardado." El ladrón, no obstante, no se sintió especialmente feliz al escuchar ésto, aunque tampoco estaba descontento, simplemente, le era indiferente, porque sabía lo que iba a suceder, “Prefiero que mis pertenencias queden aquí", dijo. “Pero, ¿por qué? le respondió el carcelero ¿Por qué no quieres llevarte tus cosas contigo?" Y el ladrón le respondió: "No tiene sentido que me las lleve. En un día o dos estaré de regreso. Muy pronto me verán de nuevo. Y, ¿para qué me molesto con ellas, por unos pocos días tan sólo?" El ladrón sabía que se iba a dejar llevar nuevamente por su tendencia a robar, que sería castigado nuevamente y devuelto a la prisión.

De manera similar, nuestras acciones pueden compararse a este ir y venir del ladrón. Llevamos a cabo acciones durante nuestra vida aquí en la tierra, después ascendemos al cielo. Y luego, cuando expira nuestro periodo allí, retornamos a la tierra. Krishna dijo: “Este proceso de ascender y de descender no es nada positivo". Y luego entregó a Arjuna una enseñanza sagrada. Le inculcó una sabiduría inalterable y le orientó para que buscara aquel lugar que es permanente; que es la Verdad Plena y del cual no se regresa jamás.

Notas del revisor :

[1] Aspirar: (NR) “Karmanye Vadhikaraste Ma Phaleshu Kadachana”. Es sumamente importante tomar en consideración este verbo, en el sentido en el cual Krishna expresa esto. Intentaré brindar una explicación, sobre todo para los seres humanos que buscan alcanzar resultados y objetivos en sus profesiones o en sus vidas. Quienes trabajan, siempre apuntan a lograr resultados positivos en sus objetivos. Esto no es incoherente, ya que cualquier persona desea alcanzar objetivos o metas. Esto no es un problema. El problema surge cuando la persona deja de vivir el presente por estar apegada al resultado en el futuro, lo que le genera una expectativa, una preocupación, que le impide ser coherente entre lo que piensa (la expectativa), lo que siente (ansiedad) y sus palabras y acciones, ambos con incoherencia respecto del presente. Esta incoherencia le impide discernir, discriminar y actuar con compromiso y responsabilidad en sus diferentes roles, en el aquí y en el ahora temporal. En el sentido desde Advaita, hacia donde Krishna apuntaba respecto de Arjuna, era para que no reforzase su sentimiento de ego, el Ahamkara, creyendo que él era el hacedor de las acciones y por ende, el experienciador de los resultados, ya que él y los resultados son solamente Mãyã, lo aparente. Sería algo similar a lo que el Sabio Vasishtha le dijo a Râma: “A pesar de actuar de forma natural, en tu interior debes rechazar la idea de que eres el agente de esas acciones. Vive en este mundo, amable Râma, sin la menor huella de sentimiento del ego y libre de sus consecuencias”.

[2] Dushkarma: (NR) Mal karma, acción pecaminosa, maldad, fechoría; pecado, vicio, mal; también se asocia al comportamiento de los Kaurava. Toda acción hecha sin temor a Dios o a caer en pecado. Toda acción llevada a cabo bajo la influencia de los Seis Enemigos Internos: Deseo, Ira, Codicia, Ilusión, Orgullo y Celos. Todas las acciones realizadas que revelan a la bestia en el hombre y que no demuestren que posee: Viveka (discernimiento y discriminación), Vichara (investigación), Vairagya (desapego) y en todos sus actos estén ausentes: Daya (compasión), Satya, Dharma, ©anti y Prema.

[3] Satkarma: Todas la acciones con temor al pecado. Todas las acciones llevadas a cabo con Satya, Dharma, Shanti y Prema en mente

[4] Nishkama-karma: (NR) acción con dedicación; acción desinteresada; acción con ausencia de deseo; Acción dedicada a la Divinidad por parte de quien realiza la acción, sin interés personal alguno por los frutos o resultados. Es la actividad comprometida como dedicación y adoración. El recto obrar desapegado, es decir, sin expectativa de retribución ni cálculo o apetencia por sus frutos. Purifica la mente y es un auxiliar remoto del camino del autoconocimiento (de acuerdo a Advaita).

[5] (NR) Karma es la acción, que traerá sus consecuencias. Akarma es acción realizada sin intención de obtener un resultado. Vikarma es acción hecha intencionalmente.

[6] Bhakta Ramadasu o Bhadrachala Ramadasu: (NR) nacido en 1620, fue un gran devoto de Rama, en la ciudad de Bhadrachalam; fue un poeta considerado santo y fue quien compuso la música conocida como música carnática, la música clásica del sur de la India

[7] Atma Jyothi: (NR) La luz interior inmortal

[8] Frutos: (NR) A mi juicio y modo de comprender, es importante entender como No acción, la acción que no genera reacción, reflejo y resonancia. El factor fundamental es comprender que la mente, (manas) es la que proyecta expectativas o aspiración por los resultados. La No mente, la mente dirigida y entregada a Dios, al Ser, a Atman, A Brahman, es lo que no genera por lo tanto karma, acción con frutos. En tanto nuestro poder de atención se dirija hacia los objetos percibidos por los sentidos, la mente, manas, o el intelecto, buddhi, y al hecho de que obtenga resultados de estos, hay una acción, Karma; Solo aquello que la mente hace es una acción. Por otro lado, si la atención es dirigida hacia el Ser, estos nombres, mente, intelecto, ahamkara, dejan de aparecer. Y lo más importante, esta atención no es más una acción, sino inacción – Akarma - o el estado de "estar quieto". Por eso la mente que se “entrega” al Ser ya no es mente; Asimismo, en tanto se ocupe del sentimiento de ego y el mundo, la mente es la forma reflejada de la con­ciencia. De aquí que, al no ser un esfuerzo, la atención puesta en el Ser no es una acción (karma).


Traduccion Herta Pfeifer

Revision Marcos Erize