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26 de Marzo de 1971
Ugadi
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Bhagavan Sri Sathya Sai Baba - Divino Discurso, 26 de marzo de 1971
La paciencia es la verdad misma. La paciencia es la conducta correcta. La paciencia es Yoga y Ahimsa. La paciencia es lo que ustedes deben practicar. Es igual a toda bondad. Está presente en todas partes y es importante para todos en el mundo entero. La paciencia no es otra cosa que la Verdad. De hecho, es todo lo que importa en la vida de cada persona, en todas partes del mundo.
Así como un pequeño agujero del tamaño de una cabeza de alfiler puede vaciar toda el agua de una vasija, si en el corazón hay un pequeño agujero del tipo de la ira, toda la felicidad y toda la prosperidad puede perderse completamente a través de ese pequeño agujero de la ira.
Encarnaciones del puro Atma:
La vida está llena de felicidad por la conexión con los demás, y de dolor por la separación de los demás. La vida conoce muy bien diversas situaciones en las que abandonamos los viejos hábitos y las viejas cosas. Adoptamos nuevos hábitos y nuevas cosas. Hoy estamos despidiendo al año viejo. Mañana vamos a dar la bienvenida a un año nuevo. El año que lleva el nombre de Sadharana está terminando. Mañana comienza el año con el nombre de Virodhi o Vikruti. “El enemigo” y “De mala forma”.
Si en el año que tiene un nombre tan suave como Sadharana hemos tenido tantas situaciones hostiles y tantas formas extrañas, tantas conductas extrañas, tantos pensamientos extraños, ¡muchos se preguntan si en el proximo año encontraremos situaciones más hostiles y pensamientos más extraños! No debemos perturbarnos simplemente por escuchar el nombre y por tomar el significado literal de ese nombre. Es posible, a pesar del mal nombre, que disfrutemos de cierta cantidad de paz, cierta cantidad de bien y cierta cantidad de felicidad en el año. Entre nosotros los indios hay una debilidad, y esa debilidad consiste en un miedo ilusorio que surge al escuchar un nombre que implica cierto temor.
Siempre hay alguna diferencia, algún contraste entre el nombre y la conducta que sigue, entre el nombre y el fruto que sale. Damos diferentes nombres a nuestros hijos. Tomemos el ejemplo de uno que tiene el nombre de Soundarya Rajan. No significa que ese individuo tenga un rostro hermoso, en absoluto. Por el contrario, su rostro puede ser muy feo. De hecho, es para nuestra satisfacción, la satisfacción de los padres, que damos nombres que tienen un buen significado. No significa que el niño tendrá una conducta o forma consistente con el nombre que le han dado sus padres. Muchas personas llevan nombres como Rama, Lakshmana, Bharata, Shatrughna y demás. ¿Vemos que las personas con el nombre de Rama tengan una conducta aproximada a lo que conocemos de Rama? Generalmente no vemos en ellas nada de Dharma, nada de conducta recta. De hecho, en el Kali Yuga, quien toma el nombre de Rama muy a menudo no exhibe ninguna conducta del tipo de la rectitud. En lugar de ser un Rama en el Kali Yuga, a menudo es un Kama (deseo) en el Kali Yuga.
En aquellos días su hermano Lakshmana tenía tal actitud hacia Rama que siempre lo acompañaba y estaba con él en todo momento como su sombra. Aunque Lakshmana tenía su propio reino, tenía sus propios padres, su propia familia, su esposa e hijos, lo dejó todo, sacrificó todo por el bien de Rama y lo siguió adonde quiera que fuese, como su sombra. Por este sacrificio de Lakshmana, dondequiera que se mencione el nombre de Rama, también se menciona el nombre de Lakshmana. Por el bien de su hermano lo sacrificó todo, y debido a la sacralidad cntenida en este sacrificio, Rama pudo llevar a su hermano Lakshmana dentro de sí mismo. Así es como Lakshmana, quien acompañó a Rama y siguió sus pasos, pudo ser elevado por Rama al estado supremo.
Pero hoy, hermanos como Rama y Lakshmana acuden a los tribunales por sus propiedades. No importan los nombres que tomamos hoy y los nombres que prevalecían en la antigüedad. No importa si el tiempo es bueno o malo, no importa si el yuga en el que vivimos es bueno o malo. Puede que llueva, puede que no, pero de cualquier manera, si tenemos buenos pensamientos y buenas ideas, será posible hacer buen uso de nuestra vida.
Hoy, para el hombre es esencial que tenga buenas ideas, que tenga buena conducta, que tenga una buena mente y un buen corazón. Esto ha sido descrito por la palabra Jnatum, que significa que debemos conocer en el mundo lo que debemos conocer, con una mente limpia. Después de haber pasado por este proceso de conocer lo que debemos conocer, debemos proceder al siguiente paso, Drashtum, es decir, ver lo que debemos ver.
Sin embargo, simplemente viendo una cosa no estaremos alcanzando el final, no estaremos cumpliendo nuestro deseo. Por ejemplo, si queremos obtener alguna fruta, con solo mirarla en el mercado no vamos a obtener el beneficio de poseer esa fruta. Hay que ir más allá.
El siguiente paso se describe con la palabra Tattvena Praveshtum (penetrar en la esencia verdadera). Tenemos que tomar esta acción, la acción de tomarla dentro de uno mismo.. Este es el ideal que nos ha sido transmitido por el Bhagavad Gita.
Estos tres pasos, Jnatum, Drashtum, Tattvena Praveshtam, conocer, ver y experimentarlo, estos son los tres pasos en los que debemos poner nuestra vida. Sin embargo, hoy, ya sea en el asunto de desarrollar nuestra devoción o en el asunto de conducir nuestras sadhanas, sabemos que hemos estado introduciendo ciertas relaciones externas en estas prácticas. Hoy, si estamos adoptando algún tipo de sadhana, lo estamos dividiendo en dos tipos.
Estamos llamando a algo el “trabajo de Dios”, y estamos llamando a lo demás “nuestro trabajo” o “mi trabajo”. Dividir el trabajo en dos partes, la primera como el trabajo de Dios, la segunda como el trabajo de ustedes, es equivalente a dividir su propio corazón en dos partes. Una tarea noble, cualquier trabajo que hagan, considérenlo como el trabajo de Dios. En el Bhagavad Gita se nos ha dicho: Mat Karma Purtam, es decir, haz Mi trabajo, haz el trabajo de Dios.
Dios les dice que ustedes son seres inanimados. “Tu cuerpo no tiene ninguna actividad que le sea propia. Todo lo que haces está siendo hecho por Mi deseo”. Por lo tanto, deben considerar que cada trabajo que hacen se está haciendo en el nombre de Dios.
En Su mandato para ustedes, Dios no solo ha dicho que cualquier trabajo que hagan es Su trabajo. Además, cualquier trabajo que hagan debe hacerse en los términos de Él. También ha dicho que debe ser en devoción a Él.
No estamos tomando el significado apropiado y bueno de este tercer mandato, nuestra devoción. Esta palabra significa que uno debe tener el deseo de alcanzar lo divino, alcanzar a Dios. Quien lo hace, tiene derecho a ser llamado Mat bhakta (Mi devoto). Pero si esta persona está queriendo cumplir su deseo con respecto a algún logro mundano, y para alcanzar ese deseo mundano reza a Dios, entonces se convierte en un bhakta de ese deseo mundano. No es un bhakta de Dios.
Hay un pequeño ejemplo para esto. Un funcionario desea obtener un ascenso en su servicio. Tiene una foto del Señor y reza al Señor. Esto no puede llamarse devoción a Dios; esta es devoción a su ascenso. Otro individuo reza a Dios diciendo que quiere un hijo. Este tipo de devoción no puede ser devoción al Paramatma; es devoción a un hijo. Un joven estudiante puede estar rezando a Dios para obtener la nota máxima en su examen; esto solo puede ser devoción al examen, no devoción al Paramatma.
Noten que en el Gita han sido descritos como Mat bhaktaha, es decir, bhaktas del Señor. Esto significa rezar al Señor diciendo que solo lo quieren a Él, que quieren ser uno con Él, que quieren Su gracia, y que en última instancia quieren fusionarse en Él. Esto puede llamarse devoción a Dios. Por otro lado, si tienen en su mente algo que es material y conectado con el mundo y quieren alcanzar eso, y rezan a Dios para que se les cumpla este deseo particular, eso significa que son Vishaya bhaktas, es decir, están dedicados a este deseo material y no al Señor.
Por otro lado, si desarrollan el sentimiento de que el mundo entero es de Dios, y Dios está presente en todas partes en el mundo, y luego rezan al Señor “que sea lo que sea”, estarán rezando a uno que llena el mundo entero, y esa es una actitud razonable.
El cuarto mandato dado en el Bhagavad Gita es Sanga varjita, uno que abandona la sociedad circundante. Hoy estamos entendiendo la palabra Sanga como sociedad, pero en asuntos espirituales no significa la sociedad externa que estamos acostumbrados a llamar sociedad; es algo más.
El cuerpo ha sido llamado Anga. En este cuerpo está el Sanga o sociedad. En la sociedad está Janga (adherencia a prácticas espirituales). En Janga está el Linga. Anga, Sanga, Janga, Linga. El conglomerado de estos cuatro, Anga, Sanga, Janga y Linga, es nuestro cuerpo.
Esto también ha sido llamado Yantra, Mantra y Tantra. El cuerpo es la máquina, o Tantra. La inhalación y la exhalación, Soham, Soham, es el Mantra.
Nuestra mente es el Tantra. Pueden tener una máquina muy valiosa, con un alto costo, pero esa máquina funcionará solo cuando la conecten con la corriente eléctrica. De lo contrario la máquina no funcionará.
De la misma manera, esta máquina de nuestro cuerpo humano solo puede funcionar cuando existe la respiración, la respiración de Soham (y ese es el mantra que está contenido en esta máquina). Pero hay algo que es una especie de síntesis entre el mantra y la máquina, y eso es el tantra. Debe haber alguna conexión entre esta máquina que es el cuerpo, y el mantra o la corriente que es el Soham.
Esta conexión es llamada tantra, y es el chitta, o el antahkarana en el cuerpo, que tiene que conectar el cuerpo y la respiración. Todos los órganos del cuerpo que se han reunido y que tienen que trabajar con este chitta, esto funciona como una unidad. Esta unidad del cuerpo, que tiene que funcionar, que contiene cinco órganos, que contiene los cinco aires vitales, que contiene los cinco tipos diferentes de sustento, esta unidad son los panchendriyas.
El significado de sangavarjita, tal como es enunciado en el Bhagavad Gita, es que tenemos que irnos, abandonar varjita sanga; es decir que todo lo conectado con estos cinco sentidos tiene que ser abandonado. Esto también puede describirse diciendo que tenemos que ir más allá de los cinco sentidos.
El siguiente mandato que se da en el Bhagavad Gita en esta serie es adveshta sarvabhutanam, no odien a ninguno de los seres vivos.
No debemos desarrollar odio hacia nadie. Podemos preguntar : si no odiamos a nadie, ¿vamos a obtener el fruto de eso? No, también se nos ha enseñado que no solo no debemos odiar sino que también debemos amar y mostrar prema. Ambos mandatos, es decir, no odiar y también amar, han sido descritos, uno como destruyendo tu odio, y el otro estableciendo necesariamente tu prema.
Hay un pequeño ejemplo para esto. Tenemos un pedazo de tierra; queremos cultivar esa tierra y obtener alguna producción. Para hacer eso, lo primero que uno debe emprender es arar la tierra, eliminar todas las malas hierbas innecesarias y preparar la tierra antes de poner la semilla.
Esta parte del ejercicio, es decir, eliminar las cosas innecesarias, ablandar el suelo y prepararlo para recibir la semilla, ha sido descrita como vidarana sakama marga, es decir, eliminar cosas innecesarias. Ahora bien, preparando la tierra y eliminando las malas hierbas, ¿vamos a obtener el fruto de la cosecha? No, tenemos que hacer algo más, y eso es elegir la semilla apropiada para la cosecha que quieren, ponerla en la tierra y también construir una cerca alrededor de esa tierra. Entonces, en el mandato de Gita que parece decir, no odien a nadie, hay dos partes de este proceso.
La primera es el vidarana sakama marga, la segunda es el vidhayaka marga. Eso significa no odien a los demás, y también muestren prema a los demás. Sin embargo, hoy en el Kali Yuga, no vemos a ninguna persona que no abuse de otra persona. Esta no es una conducta apropiada para los devotos.
Incluso entre los devotos, es una ocurrencia común que un devoto abuse del otro. Si por lo tanto, de esta manera, estamos desarrollando odio y abuso hacia otros y pasamos nuestra vida odiando a otros, significa que estamos perdiendo nuestro tiempo. Cuando adoptamos este acto de abusar de otros, entonces por más sagrada que sea intrínsecamente la vida de ustedes, hay todas las posibilidades de que caigan a las profundidades más bajas de la degradación.
Este tipo de comportamiento también resultará en que los abusos que escucharon sobre otros se vuelvan contra ustedes y les causen daño. En el momento en que abusamos de alguien, hay un sentimiento de felicidad, de alegría, porque hemos abusado de alguien. Pero inmediatamente después, el odio generado por tal abuso o el daño que puede derivarse de tal abuso, se hace intolerable.
Si se encuentran con una persona que no les gusta, es mejor que no se ocupen de ella ni de buena manera ni de mala manera. Pero no es deseable que abusen de ella o le causen algún daño. Nuestros textos del Mahabharata nos han dado una muy buena ilustración de lo que está contenido en lo que se ha dicho ahora.
Cuando Dharmaja iba a comenzar el Rajasuya Yaga que había emprendido, hubo una discusión sobre a quién Dharmaja debería dar el primer tambula (obsequio ceremonial de una porción de betel). En ese momento, Dharmaja, cuya vida misma estaba enriquecida por Krishna y para quien Krishna era como su propio corazón y en todos los sentidos —Krishna había ayudado a los Pandavas durante toda su vida— Dharmaja no pudo olvidar a Krishna en ese momento, de modo que preparó todo para darle a Krishna el primer lugar de prominencia en ese Yaga.
Pero en esa congregación había muchas personas que eran de edad avanzada, que eran guerreros y que habían exhibido sus grandes poderes de fuerza de muchas maneras diferentes. Como surgiendo de la nada, Shishupala comenzó a preguntarle al Señor Krishna: “¿Qué es todo esto? ¿Por qué se te debería dar el primer lugar de prominencia? ¿Es porque robaste los saris de las Gopikas que estaban bañándose y les causaste una gran vergüenza? ¿O es porque entraste en las casas de las Gopikas y comiste sigilosamente toda la manteca que había en ellas? ¿Qué es lo grande que has hecho en tu vida por lo que mereces este lugar de prominencia? Deberías cerrar la boca y salir del salón de este gran Yaga”.
Pero este hombre intrínsecamente malo, Shishupala, solo podía poner el dedo y recordar algunas acciones que parecían malas acciones en la vida de Krishna. Shishupala no podía ver las muchas cosas buenas que Krishna había hecho durante su vida. Porque Shishupala tenía una vista enfermiza, tenía una mala vista.
Miraba a Krishna y no podía ver la grandeza que está contenida en el ser sobrehumano, en los muchos actos de gran coraje que había realizado y que estaban más allá de las capacidades humanas. Solo podía ver con su visión enfermiza, algo que parecía malo en Krishna. No es que no hubiera razón para estos celos particulares.
Cuando Shishupala intentó casarse con Rukmini, llegó Krishna y se casó con Rukmini. La razón para esta actitud y conducta de Shishupala es que en el momento en que pretendía que Rukmini se casara con él, Krishna entró en escena, se llevó a Rukmini y se casó con ella. Este es un acto individual que había desarrollado estos celos y este odio en Shishupala.
No es raro que muchos individuos den importancia a tales pequeños eventos que solo tienen un significado individual, y buscan cualidades malas en personas buenas, para poder apoyar su actitud de celos. El resultado de tales malas expresiones y de tales malas cualidades exhibidas por Shishupala fue que su cabeza fue separada de su cuerpo. A veces abusamos de otros por varias razones, y si uno recibe un castigo por eso, no es que Dios le hubiera dado ese castigo. El castigo es siempre el resultado de malos pensamientos y malas acciones de cada individuo. Ya sea bueno o malo, ya sea apegado a Dios o no, no es el resultado de malos pensamientos y malas acciones.
Es nuestro bien el que puede darnos bien. Es nuestro mal el que puede darnos mal. Por lo tanto, cuando se trata de bien y mal, no es el resultado de nuestros malos pensamientos sino que es el resultado de lo que Dios nos ha dado. Cualquier cosa mala que les suceda es el resultado de lo bueno que puedan haber hecho y lo malo que puedan haber hecho.
No tiene nada que ver con la ira de Dios o la gracia de Dios. Es propio de ustedes. Si un actor viene al escenario, en un acto puede verse muy triste y llorar. En otro acto, puede verse muy agradable y puede ser un rey. En un tercer acto, puede venir como un mendigo. En estos tres actos, está la luz del escenario, el reflector que lo está iluminando.
En los tres casos, ya sea un rey o un mendigo o alguien que llora, el reflector es solo un testigo. No está participando en todas estas acciones del actor. El propósito de este reflector en el escenario es solo dar la luz necesaria en los tres casos.
Alguien enciende la luz en su propia casa y escribe continuamente Sairam, Sairam, Sairam. Otro enciende la misma luz y se pone a arreglar varias cosas en su casa. Un tercero enciende la misma luz y comienza a contar los billetes en su caja de dinero.
Para todas estas personas, la luz simplemente está dando la luz necesaria. No es como si tuviera alguna conexión con una de ellas. De la misma manera, el mundo es un escenario. Dios es una fuente brillante de luz. Los actores en este escenario mundial son diversos tipos de personas: ateos, teístas, teístas-ateos, ateos-teístas, gente rica, gente pobre, yogis y muchos tipos más.
Pero aunque hay tantos tipos diferentes de personas en el escenario mundial, la Divinidad no toma ninguna actitud particular hacia uno de ellos. No es posible que ningún tipo de abuso llegue a la Divinidad. Todo consiste en la propia acción de ustedes, y muy a menudo su propia acción, su propio abuso volverá a ustedes como una reacción y los lastimará.
Por lo tanto, deben conducir su vida de modo que no causen daño a nadie. Cada devoto debe tener en mente los mandatos que han sido dados en el Bhagavad Gita. Es decir: en Mi trabajo, en Mi nombre, Mi bhakta debe abandonar todo lo que es mundano y no debe odiar a nadie.
No hay individuo en quien no esté Dios. Ya sea que lo crean o no lo crean, Dios está presente en todas partes. Sin embargo, es muy necesario que el hombre tenga algo de coraje y que pueda hacer las cosas con coraje.
Hoy, la sabiduría aparece en el mundo de muchas maneras diferentes. El conocimiento es de varios tipos. El conocimiento puede ser de los Shastras, el conocimiento puede ser del tema de la música, el conocimiento puede ser de asuntos mundanos y ciencias, pero de todos estos tipos de conocimiento, el que es totalmente superior a todos los demás es el conocimiento del aspecto espiritual.
Si quieren promover el conocimiento espiritual, es necesaria una cantidad de coraje. El hombre tiene tal coraje, pero está poniendo esta cualidad en la dirección equivocada. Podemos tomar a Valmiki como un buen ejemplo de esto.
Valmiki, en una época fue llamado Ratnakara. En los bosques, cuando pasaba gente que tenía mucho dinero, este Ratnakara mostraba un coraje incomparable al ir a su encuentro, cortarles la cabeza y llevarse toda la riqueza disponible. Sin embargo, al entrar en contacto con los Maharshis, al escuchar las enseñanzas de los Maharshis y recibir sus bendiciones, experimentó un cambio en sí mismo, y puso todo ese coraje y capacidad en pronunciar el nombre de Rama. Esta extraordinaria audacia y coraje que Ratnakara poseía cuando se cometía robos y cortaba cabezas, parecía indicar que no tenía corazón. La misma persona, cuando volvió su audacia y coraje hacia pronunciar el nombre del Señor Rama, se convirtió en uno de los más grandes Rishis.
Se convirtió en Valmiki, y le dio al mundo un texto invaluable, al escribir el Ramayana.
Un devoto expresó este sentimiento en un hermoso poema. El poema dice que la mayoría de las personas pasamos una cantidad considerable de la vida pensando en nuestros hijos, en nuestros nietos, en cómo acumular riqueza, cómo usar la riqueza para obtener placeres materiales, etc.
De esta enorme cantidad de tiempo que pasamos en el pensamiento de deseos materiales y en el pensamiento de nuestros hijos, nietos y otros miembros de la familia, si podemos pasar una muy pequeña fracción de ese tiempo en el pensamiento del Señor, entonces pueden colocarse a los pies del Señor. No es difícil por tal devoción durante una pequeña cantidad de tiempo abrir las puertas más difíciles para que cualquier individuo alcance la divinidad y se fusione con Él.
Del tiempo que tienen, pueden pasar 23 horas y 55 minutos en asuntos egoístas como los mencionados. Pero con que pasen 5 minutos de ese día recordando el nombre del Señor, esto es suficiente y esto los llevará a la posesión más difícil, la de la salvación. La razón por la cual Dios nos ha dado este cuerpo, mientras este cuerpo nos dure, es participar en cosas sagradas, hacer trabajo sagrado.
Pero si cultivamos el sentimiento de que Dios se ocupará de todo y hará todo por nosotros y no necesitamos usar ninguna porción de la fuerza que Dios nos ha dado, eso no va a ser de ninguna utilidad en absoluto. Solo un pequeño ejemplo para esto. Si queremos limpiar nuestra mano, necesitamos agua. Pero el tipo de grasa que tenemos en nuestra mano se ha acumulado durante muchos nacimientos, y esa grasa no va a ser quitada solo con agua. Tenemos que usar alguna ayuda externa como un jabón o un champú o una de esas nueces de jabón, para poder eliminar la grasa más fácilmente.
Nuestra devoción es como el agua sola. Japa o meditación, estos son como los diversos auxiliares, jabón, champú y demás. Es al reunir estas cosas que podremos limpiar nuestra mano. Sin práctica, sin sadhana, son como un holgazanes, que se sientan diciéndose “Oh, Dios lo hará todo”, “Dios me ha dado nacimiento, ¿no encontrará la comida necesaria y cumplirá mis necesidades? Él lo hará todo”. Esa no es la actitud correcta. Debemos al menos hacer lo que es útil para los demás, eso es el servicio a la sociedad. Hay una pequeña historia para esto.
Había un maestro de música. Solía tener algunos niños y darles clases particulares y enseñarles música de muy buena manera. Pero los exámenes se acercaban. Solía ir por la mañana a las 7 en punto y regresar al mediodía, a las 12.
Un día tuvo que dar algunas clases especiales y clases particulares especiales a los estudiantes, y no regresó a casa al mediodía. Tampoco a la 1 ni a las 2. Su esposa comenzó a imaginar qué le habría pasado, si tuvo un accidente de auto o de moto en la carretera, etc. El marido llegó a las 3, con hambre. También la esposa tenía hambre. Si ella hubiera sido como una de estas esposas modernas, ya habría tomado su comida y estaría descansando. Pero esta señora no era así, no comió hasta darle comida a su esposo. Esa era la costumbre y tradición en esos días.
Ella le dijo, “Oh, has llegado muy tarde, yo también tengo hambre. Ve al pozo, báñate y vuelve rápido, y comeremos. Él fue al pozo que estaba en el patio, se quitó la ropa, sacó agua con el balde, se la echó encima y se aplicó jabón en la cara. Cerró los ojos, y parado junto el pozo comenzó a cantar: “ Oh Señor, toda la responsabilidad descansa sobre Ti”.
La esposa entró en la casa, preparó comida y la puso en el plato, pero escuchó a este hombre cantando. Intrigada, corrió al pozo. Dijo: “¿Qué pasa?¿Todavía disfrutas de la música? ¿Por qué no vienes de una vez a comer?”. No hubo respuesta. “...Oh Señor, toda la responsabilidad descansa sobre Ti…”. (Risas) Ella temía que se hubiera vuelto loco. Se acercó a su esposo y le dio una palmada, y preguntó: “¿Qué te pasa?”. La única respuesta fue “...Oh Señor, toda la responsabilidad… etc.”. (Risas)
La mujer entró, trajo un recipiente de agua fría, la vertió sobre la cara de su marido y preguntó: “¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema contigo?”. Entonces él dijo: “El balde se me cayó dentro del pozo. Yo no podía hacer nada”. Entonces la esposa le dijo: “Eres un holgazán, seguiste pasando el rato aquí en lugar de pedir que te ayuden a sacar el balde. Le pides a Dios que te ayude. Eso está mal, debes hacer lo que puedes hacer tú, antes que nada”.
En la medida que tengamos la fuerza para hacer nuestro trabajo, debemos hacerlo. Si simplemente nos volvemos holgazanes y le decimos a Dios que haga todo por nosotros, esto es solo un símbolo y síntoma de pereza en nosotros. Cumplir con nuestro deber, hacer nuestro trabajo y pensar en Dios, así es como debemos pasar nuestro tiempo.
Esa es la manera sagrada de pasar nuestro tiempo. Incluso si no pronunciamos el nombre del Señor de ninguna otra manera, al menos pensar en el Omkara, es algo sagrado. Así como una fila de vagones no puede moverse si no hay una locomotora, y así como poner simplemente ceros no tiene valor si falta la unidad, “1”, el valor viene de este Om. Sin el Omkara, cualquier otro nombre del Señor no es suficientemente seguro.
En este Omkara están contenidos el nombre de Rama, el nombre de Vishnu, el nombre de Ishwara. Algunas personas pueden tener la duda de que el Om es pronunciado solo por los Shaivitas, y no debe ser aceptado por los Vaishnavitas. En la esfera de la espiritualidad, no hay cabida para tales diferencias.
El Omkara consiste en tres sílabas A, U, M. Estas tres sílabas representan respectivamente a Lakshmana, Bharata y Shatrughna. “A” también representa a Agni, que está asociado con el Sol y la Luna.
Así como A, U y M juntos forman el Omkara, así también, estos tres hermanos que significan estas tres sílabas, Lakshmana, Bharata y Shatrughna, cuando se unen, se convierten en uno y ese es Rama. Rama es como el Omkara. No debemos introducir diferencias entre las tres sílabas.
Lo que está en tu corazón, lo que viene de tu corazón, no importa qué nombre del Señor sea. Poder aceptarlo con plena confianza de que eso representa lo divino, es la manera de tener una vida sagrada.
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