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12. 30/05/96 Sathya y dharma: señas de identidad de la humanidad | 30 de Mayo de 1996
Brindavan
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Sin Verdad, Rectitud, Amor y Paz,
la eficacia de toda caridad es nula.
Sin Verdad, Rectitud, Amor y Paz,
el fruto de cualquier estatus es nulo.
Para la eterna herencia que hoy tenemos,
estas cuatro cualidades son los cimientos.
¿Qué más puedo decirles,
estudiantes dotados de virtuosas cualidades?
¿Es posible aseverar que esto es bueno
y aquello es malo, en esta Creación?
Tanto esto como aquello han sido creados
por el mismo Dios.
¿Quién comprende hoy este principio?
Estudiantes:
en el mundo actual solo se encuentran choques y agitaciones. Los sentimientos de igualdad y hermandad están totalmente ausentes. Desde el individuo hasta el país, en todas partes predominan la agitación, los choques y los sentimientos de diversidad. Choques entre individuos, agitación entre casas, familias y aldeas, diferencias de opinión entre distritos, ideas conflictivas entre estados: esto se ha convertido en el orden del día. ¿Cuál es la causa de esto? La ambición por el poder y el estatus social, los deseos malvados y el egoísmo son los que han causado este malestar en el mundo actual. A esto se suma el debilitamiento de la fuerza de los organismos gobernantes y su negligencia hacia la Verdad y la Rectitud, lo que ha llevado al gobierno a descuidar sus responsabilidades. A su vez, esto ha generado mucho malestar, agitación, anarquía y caos.
La gente dice que Dios, como personificación de la Verdad y la Rectitud, está presente en todas partes. Lo llaman Omnipotente y Omnisciente. Sin embargo, no comprenden el significado de estas palabras ni hacen esfuerzos por experimentar su significado. ¿De qué sirve que haya ollas de néctar, si no se prueban siquiera un par de gotas? En el mundo actual muchos hablan de Dios como la personificación de la Verdad y la Rectitud. ¿Cuántos de ellos han presenciado esta Verdad? ¿Cuántos han practicado la Rectitud? ¿Han experimentado al menos un poco de ellas? ¿Se ha hecho algún intento por llevar a la experiencia siquiera una mínima fracción de la Sagrada Verdad? Sin comprenderla y experimentarla primero, el solo hablar de ella va en contra de las prácticas espirituales.
Grandes santos como Goparaja, Thyagaraja y Ramadasa, entre otros, aspiraron a obtener la gracia del Señor y disfrutar de la felicidad suprema. Para lograrlo, se dedicaron a diversas clases de austeridades (prácticas espirituales). Nunca desearon ninguna posición ni autoridad. Creían firmemente que la gracia de Dios les otorgaría todo lo que necesitaban. Creían que el amor de Dios era su única propiedad. Lamentablemente, por efecto de la era de Kali, los devotos de hoy buscan principalmente riqueza, posición y poder y, en el proceso, atraen la ruina sobre sí mismos. Creen solo en su propio bienestar y no se preocupan por el beneficio de los demás. El único protector es Dios. Ningún poder o posición puede ofrecer ningún tipo de protección. Descartar tal protección y depender de medios mundanos para vivir es una perversión.
El hombre gasta miles de lakhs1 en comodidades y alegrías insignificantes. Sin embargo, ni siquiera una fracción de esa cantidad se destina a acciones justas, caridad o propósitos sagrados. Cuando la señora de la casa pide algo de dinero para comprar flores e incienso para la adoración, ustedes dudan en gastar dinero para esto. Además, se preguntan cuáles son los beneficios de todos estos rituales. Están disfrutando de muchas comodidades y placeres. ¿Qué felicidad les han dado ellos realmente? Estos placeres mundanos, temporales y materiales son todos transitorios. La caridad, la rectitud y el sacrificio son cualidades divinas.
La vida humana es una larga guirnalda. Un extremo de la guirnalda es el nacimiento y el otro extremo es la muerte. Entre estos extremos están entrelazadas las flores de los choques, la agitación, la duda, la falta de confianza en Uno Mismo y otras características similares. El efecto de estas flores intermedias es predominante. La gente mira y cree solo en estas cualidades negativas, de inquietud, anarquía y atrocidades, pero no reconoce la verdad subyacente: sin el hilo, estas flores no podrían estar ensartadas. Ese hilo es el Brahma Sutra: la ley de Brahman. Es el mismísimo hilo de Brahman. Tejidas alrededor de este hilo están las flores llamadas obstáculos, placeres, penas, abusos, acusaciones, ganancias y demás.
¿Por qué se han ensartado tantas clases y colores de flores? La guirnalda queda hermosa cuando las flores son de diversos tonos y tipos. ¿Qué es lo que presta belleza a la vida? Las dificultades prestan un tipo de encanto; las penas aportan otro tipo de atractivo. Los obstáculos añaden su propia belleza a la vida. La alegría es otra fuente de belleza para la vida. Todo esto puede compararse con las flores que prestan belleza a la guirnalda. Cuando el hombre desarrolla este tipo de ecuanimidad, se puede decir que ha asimilado la esencia de la educación. Sin embargo, hoy el hombre no detecta los defectos dentro de sí mismo, aunque está ansioso por señalar las fallas en los demás.
Una vez, una mujer de una aldea viajaba en un tren que cruzaba el río Krishna. Las creencias de los aldeanos son muy sagradas. Si la cultura de Bharat sobrevive en alguna medida, es solo en las aldeas. La presencia de cultura en las ciudades es casi insignificante. Cuando el tren pasaba sobre el río Krishna, ella ofreció devotamente dos monedas al río y se las arrojó. Un joven bharatiya estaba sentado a su lado. Vio su acción y de inmediato la ridiculizó diciendo: —En nuestro país hay mucha pobreza. ¿Por qué desperdicias dinero tontamente arrojándolo al río? ¿Cuál es el beneficio? Aunque ella era una aldeana, no le faltaba inteligencia. De hecho, la sabiduría y el ingenio que poseen los habitantes de los pueblos están ausentes entre los citadinos. Los aldeanos tienen mucho sentido común. La educación moderna hace que la gente que vive en las ciudades pierda el sentido común.
Este joven, después de reprender a la mujer del pueblo, sacó un cigarrillo y comenzó a fumar. La mujer entonces dijo: —¡Hijo! Yo di solo dos monedas como mi ofrenda sincera y devota a Dios. En mi vida, solo de vez en cuando tengo la oportunidad de viajar así. Cuando, una vez en la vida, he arrojado solo dos monedas, tú lo has llamado un gran desperdicio. ¿Te das cuenta de cuánto dinero estás desperdiciando y quemando al fumar tantos cigarrillos todos los días? ¿Cuál es el beneficio de fumar? Te estás exponiendo al cáncer, infecciones pulmonares y tuberculosis. No has reconocido un error tan monumental en ti. En cambio, estás encontrando en mí defectos insignificantes. Primero corrige tus propios defectos, rectifica tus acciones y busca tu propio bienestar. No es propio de una verdadera educación criticar y ridiculizar a los demás. De esta manera, la mujer aldeana le enseñó al joven una valiosa lección.
La divinidad oculta en el hombre es inmensa, pero nadie está haciendo ningún esfuerzo por comprender esto. En una ocasión, para hacer que Pothana se elevara en la sociedad, Srinadha se le acercó con una sugerencia. Dijo: —Cuñado, estás desperdiciando tu valiosa poesía al ofrecérsela a Rama. Estás cometiendo un gran error al hacerlo. ¿Acaso Rama te proporciona alimento, refugio y ropa? ¿Está cuidando de tu bienestar general? ¿Está protegiendo a tu familia? ¡Lejos de eso! Por lo tanto, ofrece tus poemas al rey. El rey te premiará con una lluvia de oro. Tu familia podrá vivir feliz.
Pothana respondió: —Cuñado, estás equivocado. El protector es Rama, no el rey. ¿Cuánto tiempo viven los reyes? ¿Por cuánto tiempo pueden sostenerte? Mi verdadera madre es esta Madre Tierra. Al poner mi fe en esta Madre y cantar constantemente el nombre de Rama, santifico mi vida. Es inútil ofrecer la sagrada historia de Rama a los reyes y alimentarme de las migajas que me arrojen. Prefiero confiar en la Madre Tierra para que me proteja y proteja a mi familia. Mi poesía es la personificación de Saraswati, la diosa del aprendizaje. Saraswati debe ser ofrecida solo a Brahma y no a simples mortales. ¡Qué inapropiado es ofrecer un texto tan sagrado a estos malvados reyes! No puedo rebajarme a hacer tal cosa.
Srinadha se enfureció al escuchar estas palabras y transmitió todo esto al rey. El egoísta soberano se llenó de ira. Se ha dicho apropiadamente que un rey está lleno de rajoguna (el aspecto emocional). Envió algunos soldados para quemar la casa de Pothana. Toda la casa estuvo pronto en llamas. Pothana estaba meditando en Rama, frente al sagrado Bhagavatha. Oraba así: —¡Señor! Tú eres mi madre, Tú eres mi padre. Tú eres mi bienhechor y amigo fiel. Tú eres la esencia de la educación y toda la riqueza, Tú eres mi todo. En poco tiempo, la casa entera se quemó. ¡Pero el Bhagavatha y la sala de oración permanecieron a salvo!
Aquellos que creen sinceramente en Dios nunca sufrirán carencias. La gente solo pronuncia el nombre de Dios con los labios, no con el corazón. Por añadidura, solo con deseos mundanos en mente. En lugar de orar con los labios, es mucho mejor trabajar y prestar servicio con las manos. Lo mismo le transmitió Hanuman a Vibhishana. Dijo: —Vibhishana, estás dedicándote solo a purificar tus palabras. Debes apuntar a purificar tu mente. Ese debe ser el objetivo de todas las acciones. Todas nuestras acciones deben realizarse con el propósito de purificar la mente.
Hoy, el hombre solo corre tras la educación, la posición y el poder, y no hace ningún esfuerzo por aprender la esencia de todo aprendizaje, a saber, la educación del Yo Mismo. El dinero puede ir y venir en este mundo. Ni el dinero ni la educación secular son permanentes.
Uno puede proclamar orgullosamente
que tiene mucha riqueza,
pero en la Tierra no hay ni un poco de felicidad.
Uno puede pavonearse orgullosamente
por tener mucha educación,
pero en la Tierra no hay ni un poco de paz.
Solo el virtuoso con carácter
encuentra un lugar en esta Tierra.
Solo los virtuosos encontrarán un lugar donde residir. Uno podría preguntarse cómo se ve a tanta gente viviendo en este mundo. No todos son virtuosos, y sin embargo, todos parecen tener un lugar. El espacio que tienen es exterior. Su dominio es el espacio mundano. Una persona virtuosa, por otro lado, tiene un espacio en el corazón de Dios. Debemos esforzarnos por obtener un lugar en el corazón del Señor. Los antiguos bharatiyas comprendían esto, y vivían con ideales espirituales tan sagrados que podían proporcionar paz y prosperidad al mundo. Los intelectuales actuales no son rivales para los educados de aquellos días. En los viejos tiempos, los educados ofrecían a Dios lo aprendido. Hoy, estamos entregando nuestro aprendizaje y educación a cambio de dinero. Lo importante no es el dinero, sino la mente. La mente debe mantenerse bajo control y ofrecerse humildemente a Dios.
Hoy, la gente a menudo pregunta sobre la relación entre el mundo exterior y Brahman. ¡En realidad, ambos son lo mismo! Este mundo es el efecto, mientras que Dios o Brahman es la causa. En este mundo no hay nada más que Brahman. Aquí hay un ejemplo. Sembraron una semilla en el suelo y ha brotado un retoño. Pronto crece hasta ser un árbol, con ramas y hojas. En el árbol hay flores y frutos. ¿De dónde han venido estas flores, frutos, ramas y hojas? Todos han nacido de la pequeña semilla. Es la semilla la que se convirtió en las ramas. Es la semilla la que se convirtió en el árbol. Es la semilla la que se convirtió en los frutos y flores. Por lo tanto, ustedes están viendo la misma semilla en diversas formas y tamaños. Por eso se ha dicho en el Bhagavad Gita: «Bijam maam, sarva bhuta naam» (Yo soy la semilla, y también soy las diversas formas que provienen de la semilla).
El barro es uno, aunque las ollas sean muchas.
La leche es una, aunque las vacas sean muchas.
El oro es uno, aunque las joyas sean muchas.
Dios es uno, aunque Sus formas sean muchas.
Todo es solamente Dios. Solo los cuerpos son diferentes, como lo son sus nombres y formas. Esta verdad debe ser comprendida por todos los que se han aventurado en el camino de la espiritualidad. Hoy, lamentablemente, todos los educados ansían dinero y dan al dinero la máxima importancia en la vida. Sin duda, el dinero es esencial. En este mundo no se puede vivir mucho tiempo sin dinero. Sin embargo, el deseo por el dinero debe estar dentro de estrechos límites. El dinero debe gastarse en tareas que sean de algún beneficio para los demás. Si solo se acumula, el dinero es como las piedras enterradas en el suelo. No lo escondan. Hay muchas piedras preciosas incrustadas en el suelo, sin que lo sepamos. ¿De qué nos sirven? Para que tengan algún valor y utilidad deben ser extraídas, pulidas y puestas en el mundo. Se les debe dar un buen uso. De manera similar, si la piedra preciosa de la condición humana no se extrae y se utiliza para bien, se pudrirá y se malogrará.
Cuando la riqueza aumenta, el orgullo crece.
Cuando el orgullo crece, las malas cualidades crecen.
Si la riqueza es limitada, el orgullo se controla.
Si el orgullo se controla, las malas cualidades se van.
El hombre debe recordar y comprender esta verdad. El dinero es esencial. Sin embargo, recuerden usarlo para caridad, acciones justas y el bienestar del mundo, y aprendan a sacrificar. Este gran espíritu de sacrificio también se ve en el Ramayana. Rama lo dio todo. Los Vedas declaran: «La inmortalidad no se alcanza por las acciones, la progenie ni las riquezas, sino solo por el sacrificio». Es por eso que el Reino de Rama obtuvo una fama tan eterna. Rama renunció a sus vestiduras reales y se dispuso a ir a la selva. Dio en caridad gran número de vacas. Estaba dispuesto a entregarse a sí mismo si era necesario. Es debido a esta cualidad de sacrificio que el Principio de Rama ha llegado a ser inmortal. Él no tomó nada para sí, y dio hasta sus sandalias. Este es un ejemplo ideal de vairagya, o la renuncia, que nace del sacrificio total.
Hay una tendencia a confundir la renuncia con abandonarlo todo completamente. En realidad, la renuncia significa alcanzar un estado de perfecta ecuanimidad. La gente puede criticarlos o elogiarlos; tomen ambas cosas con un sentido de ecuanimidad. Uno puede intentar dañarlos, mientras otro puede intentar hacerles un bien; traten ambas situaciones con ecuanimidad. En un negocio puede incurrirse en una pérdida, mientras que en otro puede obtenerse una ganancia. Traten ambas situaciones por igual. La ecuanimidad es el sello distintivo del yoga. Eso proporciona la verdadera seguridad para nuestras vidas. En la medida de lo posible, debemos esforzarnos por proteger y ayudar a aquellos que no tienen a nadie que los ayude. Para poder cultivar este sentido del sacrificio, primero deben desarrollar sentimientos divinos. Todos los demás sentimientos son inútiles si en el corazón faltan los sentimientos divinos.
Los sentimientos dependen de nuestras posesiones, ya sean armas o riquezas. Sita una vez le dijo a Rama: —Señor, estos animales que viven en el bosque no te han hecho ningún daño. ¿No es un gran pecado dañar a estas criaturas cuando no te han perturbado de ninguna manera? Los rakshasas (demonios) deambulan por el bosque de Dandaka. Ninguno de ellos ha cruzado tu camino. Entonces, ¿por qué adoptas la actitud de dañarlos? Estos pensamientos de matar y dañar son fomentados en Ti debido a las armas que llevas. Si dejaras estas armas, tales pensamientos tampoco surgirían. En Ti están presentes la Verdad y la Rectitud, pero también está la cualidad de la violencia, que parece negar las buenas cualidades. Mantén alejada la violencia. Entonces te convertirás en una personificación de la no violencia.
Sita ilustró este punto con un buen ejemplo. Una vez, Indra vio a un sabio meditando. Quiso probar si el mendicante estaba en meditación profunda o solo lo fingía superficialmente. Se transformó en un soldado y apareció ante el sabio con una enorme y filosa espada. Dijo: —Oh, sabio, estoy en una misión urgente. Esta espada es muy valiosa. Te propongo dejarla bajo tu custodia, y recogerla a mi regreso. Por favor, cuídala hasta entonces. El sabio estuvo de acuerdo y dio su palabra de proteger la espada. Desde ese momento, toda su mente estuvo puesta en la espada. Tenía que llevarse la espada a donde fuera, porque había dado su palabra de protegerla. Sin embargo, debido a que tenía esa espada, ciertos pensamientos violentos comenzaron a invadir su mente. Gradualmente, el buen efecto de todas sus austeridades se redujo. ¿Cuál fue la razón? Fue por efecto del objeto.
Por lo tanto, cuando ustedes tienen las armas de las malas cualidades, donde quiera que estén, estas siempre provocarán malos sentimientos y malos pensamientos. Llenen su corazón con la buena cualidad del nombre del Señor. Donde quiera que estén, deben ser un modelo de buenas virtudes. Solo deben dedicarse a buenas acciones y transitar el camino correcto. Estas son las cualidades importantes del hombre. Deben cultivar la tolerancia y desarrollar un amor desinteresado. Estas dos virtudes son la esencia de la educación.
Sin Verdad, Rectitud, Amor y Paz,
el efecto de toda educación es un gran vacío.
La educación secular es necesaria, sin duda. Esta institución fue establecida para ese propósito. Pero la educación de ustedes debe dirigirse también a ayudar a los necesitados. Debe utilizarse para la prosperidad del mundo. Debe dársele un buen uso para el bienestar de la sociedad. Esto no significa que deban descuidarse a sí mismos. Los sentidos que se les han dado deben utilizarse no solo para fines egoístas, sino también para fines desinteresados. Solo cuando el hombre vive con ambos sentimientos, el egoísta y el desinteresado, merece ser llamado hombre. El Ramayana ha promulgado la verdad y la rectitud a lo largo de sus capítulos. Cuando estas dos cualidades están ausentes, uno pierde el derecho a ser llamado hombre. Cuando una brasa pierde su capacidad de quemar, se le llama un trozo de carbón; nadie volvería a llamarlo brasa. Una brasa, cuando se toca, quema. El carbón, por otro lado, solo ensucia. La brasa se convierte en carbón cuando pierde la facultad de quemar y se vuelve negra.
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