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Discursos dados por Sai Baba

03. ../05/95 Nacimiento de Sri Krishna

1995

Brindavan

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Tyaja Durjana Samsargam

Bhaja Sadhu Samaagamam

Kuru Punyam Ahoraatram

Smara Nityam Anityataam

Renuncien a las malas compañías.

Busquen la compañía de los piadosos.

Realicen acciones buenas día y noche.

Disciernan entre lo temporal y lo permanente.

Estudiantes!

para comprender la naturaleza de Dios se requiere merecerlo. Bhaagavatah Idam Bhagavatham: «El Bhagavatham habla de Dios y sus juegos divinos». También se dice: Bhaagavataanaam Idam Bhagavatham: «El Bhagavatham describe las vidas de los devotos». Los eruditos han interpretado esta escritura según sus perspectivas individuales. En verdad, el Bhagavatham ilustra la relación íntima entre Dios y sus devotos. Es el puente entre el Señor y los devotos. Para entender y practicar el mensaje del Bhagavatham son absolutamente esenciales cuatro requisitos.

Primero, abandonen las malas compañías. Las malas compañías no son solo las personas malas. También deben abandonarse los malos pensamientos. Los sentimientos toman forma como acciones. No debe haber vacilación en renunciar a las malas compañías. ¿Por qué? Las malas compañías pueden hacer que incluso un devoto se vuelva ateo y que un renunciante adquiera apegos. «Dime con quién andas y te diré quién eres». El Bhagavatham afirma que una serpiente venenosa es mucho más deseable que las malas compañías. ¿Por qué? Una serpiente muerde una vez y se va; pero una persona malvada muerde repetidamente, día y noche. La alegría de las personas maliciosas radica en la violencia, en hacer llorar a otros. ¡No pueden dormir tranquilos sin criticar o dañar a alguien! La mente humana es impresionable y asume las actitudes de aquellos con quienes se relaciona. En el Mahabharatha, los personajes Duryodhana, Dussashana, Sakuni y Karna son llamados dushta chatushtayam: «los cuatro malvados». Karna era intrínsecamente noble, pero fue corrompido por los otros tres. Por lo tanto, cuanto antes nos alejemos de las personas negativas, antes percibiremos a la Divinidad dentro de nuestros corazones.

No basta con solo dejar las malas compañías. Es necesaria la compañía de los sabios y piadosos. Debemos cultivar la amistad con personas de compasión e integridad y seguir su ejemplo, para percatarnos del valor de la vida humana. Pero incluso estos dos no son suficientes.

Tercero, realicen acciones sagradas día y noche, sin cesar. Vyasa dijo: Paropakaarah Punyaaya Paapaaya Parapeedanam: «Ayudar a otros es mérito, dañar a otros es pecado». ¿Qué es paropakaaram? La gente lo interpreta como «para» (otros) + «upakaaram» (favor) = ayudar a otros. Pero este significado limitado y mundano no es lo que Vyasa tenía en mente. «Para» (el principio que está más allá del mundo) + «upa» (cerca) + «kara» (ir) = «Paropakaara». Es decir que el verdadero mérito es estar en la proximidad del Atma. Cultivar la cercanía con el Bhagavatham, con los devotos y con el Señor es el mérito más elevado. Esto debe seguirse día y noche.

Disciernan entre lo efímero y lo eterno. El discernimiento es esencial en cada acción. «¿Es bueno o malo, correcto o incorrecto?». Tal indagación debe ejercerse hasta el límite de nuestra capacidad intelectual. Primero disciernan, luego sigan lo que es bueno. ¿Qué significa «bueno»? Bueno significa eterno. Abandonen lo transitorio.

Solo cuando cultivamos estos cuatro atributos podemos entender la importancia y los secretos del Bhagavatham.

Soora fue el señor de la dinastía Yadava. El término «Yadava» deriva de Yadu, hijo del rey Yayati, quien fue ancestro de Soora. «Yadava» significa «descendiente de Yadu». Soora dividió su reino en dos partes: Mathura y Soorasena. Su hijo mayor, Ugrasena, gobernó Mathura. Kamsa era hijo de Ugrasena. El segundo hijo de Soora, Devaka, gobernó Soorasena. Devaki era su hija.

Kamsa no tenía hermanos, por lo que consideraba a Devaki como su hermanita. El afecto de Kamsa por Devaki era verdaderamente ilimitado. Para él, ella era su segunda vida. A su debido tiempo, se finalizó el matrimonio de Devaki con Vasudeva, hijo de Soora. Kamsa participó activamente en los arreglos del matrimonio, y con amor ofreció a la pareja muchos ornamentos, caballos y elefantes.

Este afectuoso Kamsa luego se convirtió en una persona cruel y llena de odio. ¿Por qué? Solo por el egoísmo. ¡Incluso hoy hay tales demonios que dañarían a su propia madre, padre, hermano o amigo para cumplir sus deseos! Si es posible, debemos enseñar sabiduría a esas personas. Debemos disociarnos de tales pecadores que consideran el interés personal como lo más alto.

Kamsa colocó a la pareja en una carroza y comenzó a guiarla hacia la aldea de Vasudeva. Era una procesión larga y alegre. De repente, escucharon una voz desde el cielo: «¡Kamsa, necio! ¡La mujer en tu carroza será la causa de tu muerte! Su octavo hijo será tu destructor». Inmediatamente, Kamsa saltó a tierra, tomó a Devaki por el cabello y la arrastró hacia abajo. Levantó su espada en la mano derecha. Todos estaban aterrorizados. Vasudeva intervino:

—Kamsa, has nacido en una gran dinastía. Mancharás su gloria con este acto innoble. Incurrirás en el pecado atroz de matar a una mujer. ¿Cómo puedes hacer esto a tu querida hermana, a quien amabas más que a ti mismo? Cálmate. Indaga. La muerte sigue al nacimiento como la noche sigue al día. Todos están destinados a morir algún día. ¡No ha pasado ni una hora desde nuestro matrimonio! ¿Por qué matar a esta pura dama por aquello que es inevitable?

Kamsa fue duro: —¡Mi vida está en peligro por ella! ¡No puede irse libremente! Vasudeva rápidamente pensó en una estrategia para salvar a Devaki hasta que nacieran sus hijos. Dijo: —Devaki en sí misma no representa peligro para ti, sino su octavo hijo. Te entregaré a cada hijo a medida que nazcan. Déjala en paz. Kamsa consideró la propuesta y quedó satisfecho. Soltó a Devaki y regresó a su palacio.

Los recién casados, que debían llegar a casa con alegría, estaban ahogados en lágrimas. Desde el primer día de su matrimonio estuvieron inmersos en el dolor. ¿Por qué? Fue el resultado directo de relacioinarse con malas compañías, en la forma de Kamsa. El mal en una persona no siempre es visible. Solo se ve cuando se manifiesta en acciones.

A su debido tiempo, nació el primer hijo, una niña. Las almas nobles y virtuosas nunca rompen sus promesas, sin importar el precio. Solo ellas merecen ser llamadas verdaderos humanos. Kamsa era un demonio. Las personas de su categoría deben evitarse. Y los hombres que sostienen la Verdad como Vasudeva deben ser nuestros amigos. Solo las personas viles hacen promesas en tiempos de necesidad y las olvidan convenientemente después. No hay mayor pecado que incumplir la propia palabra. Esto es lo que el emperador Bali también le dijo a su gurú, Sukracharya. El que olvida sus promesas es un gran pecador.

Vasudeva definitivamente no era tal persona. Para él, la Verdad era la mayor austeridad. Llevó a su hija a Kamsa. Cumplió su palabra. Kamsa quedó impactado por la nobleza de Vasudeva. Pensó: «El esposo de mi prima mantuvo su palabra incluso en una situación tan extrema. Tal pureza y adhesión a la verdad están ausentes en mí». La integridad de Vasudeva cambió la cruel mente de Kamsa. Le dijo a Vasudeva: «Tu veracidad siempre te protegerá» y devolvió a la niña. ¿Por qué? Kamsa sabía que su enemigo era el octavo hijo, no el primero. Vasudeva regresó con la niña en sus brazos.

Entonces, el sabio Narada, hijo de Brahma, llegó al palacio de Kamsa. Según la formalidad, preguntó a Kamsa:

— ¿Cómo estás tú, tus súbditos y tu reino?

Luego comenzó a hablar sobre el tema en cuestión.

—¡Kamsa! ¿No conoces la realidad de los Yadavas? Son seres divinos nacidos en la Tierra para anunciar al Avatar. El Señor está destinado a ser tu matador. Devolviste al primer hijo a Vasudeva sin comprender la situación en su totalidad. Nadie puede sondear las intenciones de Dios. ¿Qué significa el octavo hijo? ¡El primero se convierte en el octavo si cuentas hacia atrás desde el ocho! Si el conteo comienza con dos, el segundo se convierte en el octavo. De esta manera, ¡los ocho nacimientos pueden llamarse octavo! Este es un divino misterio.

Después de sembrar esta duda en la mente de Kamsa, Narada partió tranquilamente. La chispa encendida por Narada creció hasta convertirse en un fuego ardiente en el corazón de Kamsa. Con los ojos encendidos de furia, Kamsa corrió a la casa de Vasudeva. Devaki estaba alimentando a su hija. Kamsa arrancó a la niña por la pierna y la decapitó con su espada.

¡No hay límite para la maldad de las personas demoníacas! ¡No tienen ni un rastro de compasión! Cultivan todos los rasgos inhumanos y los muestran como crueldad. Seis hijos fueron eliminados de esta manera. Devaki y Vasudeva presenciaron estos horrendos crímenes y sufrieron terriblemente. Pero también sufrió Kamsa. Desde que prestó atención a las palabras de Narada, Kamsa perdió interés en el alimento y el sueño. Se volvió más y más débil.

En esta situación, Jarasandha, el rey de Magadha, llegó a Mathura y dio a sus hijas en matrimonio a Kamsa. Después de su matrimonio, Kamsa se fortaleció gracias al apoyo de Jarasandha y sus aliados. Usó su nueva fuerza en actos de mayor crueldad. Narada había dicho que los Yadavas eran seres celestiales en forma humana. Kamsa comenzó a hostigar a los Yadavas. No pudiendo soportar sus crímenes, la gente huyó a reinos vecinos como refugiados. Algunas personas decidieron quedarse y actuar según los deseos de Kamsa, sin otra opción.

Debemos intentar entender la naturaleza de la Divinidad. Dios siempre asume formas humanas. ¿Por qué? Solo para la elevación de la humanidad. Solo entonces los hombres pueden sentir una cercanía íntima con Él. Por lo tanto, un Avatar tiene rasgos divinos y humanos. Cuando está en forma humana, la Divinidad a veces se comporta como un hombre ordinario y actúa como si no supiera nada. Los devotos se dejan engañar por su actuación, y piensan: «Parece bastante simple. ¿Cómo puede ser Dios?». La gente se concentra en sus cualidades humanas y olvida su Divinidad. «Come con nosotros, camina con nosotros, habla con nosotros. ¿Qué tiene de especial?» dicen. Por eso se sorprenden con los milagros. Esto sucede en el caso de cada Avatar.

Muchos sabios del bosque adoraron a Rama como el Señor Narayana y lo recibieron en sus ermitas. Pero Rama siempre fingía ignorancia diciendo: «¿Soy Narayana? No lo sabía. Solo soy Rama, el hijo de Dasharatha. Soy un hombre común. Por favor, no me avergüencen». ¡Incluso grandes sabios fueron engañados por Su simulación! Nadie puede comprender la naturaleza de Dios.

Con el paso del tiempo, Dios convocó a «Maya Shakthi». Devaki había concebido a su séptimo hijo. Dios aseguró que todo progresaba según su plan maestro. Vasudeva tenía una esposa, Rohini, antes de Devaki. Ella estaba en la casa de Nanda temporalmente, por miedo a Kamsa. El Señor instruyó a Maya para que transfiriera al séptimo hijo de Devaki al vientre de Rohini. Y la propia Maya entró en el vientre de Yasoda, la esposa de Nanda. Este séptimo hijo, la encarnación de «Adisesha»[1] , fue nombrado Balarama. Por eso Balarama también es llamado «Sankarshana», que significa «transferido». El Señor le dijo a Maya: «Yo mismo entraré en el vientre de Devaki como su octavo hijo».

Siempre que la crueldad y la injusticia alcanzan proporciones intolerables, Dios se encarna en la Tierra y destruye a los malhechores. Dios mismo entra en el mundo. ¿Por qué? ¿No podría enviar a sus delegados para completar la tarea? Si dos personas pelean en la calle, un agente de policía es suficiente para separarlas. Cuando se acumula una multitud, llega el subinspector. Pero si comienza un disturbio mayor, el inspector general mismo es requerido para controlarlo. El remedio debe adaptarse a la gravedad de la situación. Hoy el mundo está hirviendo en una gran injusticia. La gente sufría de manera similar bajo las políticas de Kamsa. Todos sentían como si estuvieran en medio de un fuego. «¿Qué pasará después? ¿Viviré para ver el día de mañana?». Tales eran los constantes temores en la mente de la gente.

Dios decidió encarnarse para destruir al cruel y egoísta Kamsa. Cada Avatar tiene dos causas: las oraciones de los devotos y las atrocidades de las personas malvadas. La unidad de estas dos es esencial para un Avatar. Un ejemplo: Prahlada recordaba el nombre de Hari sin interrupción. Pero Hiranya Kashyapa, su padre, odiaba intensamente a Hari. El amor de Prahlada y el odio de Hiranya Kashyapa se combinaron para resultar en el Avatar Narasimha. Mientras Prahlada cantaba «Om Namo Narayanaya», el Señor lo protegía. ¿En qué situaciones fue protegido? Cuando no podía soportar las atrocidades de su padre. ¡Así, los crímenes de Hiranya se convirtieron en la protección de Prahlada! El odio de Hiranya hizo posible que Prahlada adquiriera la proximidad con el Señor. Estos dos factores deben estar presentes para el advenimiento de cada Avatar: la maldad y la devoción. Es decir que los planes divinos ocultan secretos sutiles.

El Avatar se manifestó. El fulgor divino del niño iluminó los alrededores. Vasudeva y Devaki se inclinaron ante el niño. ¿Cómo lo sabían? Les fue dicho antes que Dios se encarnaría como su hijo. El Señor se les había aparecido en un sueño la noche anterior y dijo: «Al amanecer tomaré nacimiento de tu vientre». Ellos sabían que Él era Dios. Sin embargo, ¡temían por su seguridad si Kamsa irrumpía en el lugar! Esto es «Maya», la ilusión. Si el bebé era Dios, ¿estaba su protección en manos de ellos? Eran los padres de Dios y, aun así, estaban llenos de miedo. ¡Vean los juegos que «Maya» juega en la mente de la gente!

Estaban en una cárcel. Sus manos y pies estaban sujetos con cadenas. Las puertas de la cárcel eran de pesado hierro. Los guardias eran feroces demonios. El Señor había instruido a Vasudeva que lo sacara de allí. ¿Cómo se haría esto? Vasudeva colocó al Señor en una pequeña canasta y se preguntó cómo cumplir el mandato. En un instante, las cadenas se soltaron. Las puertas se abrieron de golpe. Eran las tres de la mañana. Los porteros estaban profundamente dormidos. No había nadie más alrededor. Vasudeva salió silenciosamente de la mazmorra. Mientras avanzaba, hubo una tremenda lluvia: una señal de la intensa alegría y pureza de la ocasión. Incluso las nubes estaban extasiadas por el Advenimiento Divino.

Equilibrando la canasta sobre su cabeza, Vasudeva caminó hacia Gokula. Pero el río Yamuna cruzaba su camino. Cuando Dios mismo camina, ¿qué puede obstruirlo? «Adisesha» también llegó allí y el río se abrió para que avanzaran. En ese momento, Maya nació de Yasoda. Todos estaban dormidos también en Gokula. Vasudeva intercambió a los bebés y regresó. Todo se hizo según las instrucciones divinas. Pero nadie lo cree hoy. Nadie puede entender los planes de Dios. Los juegos de Dios están más allá de toda comprensión.

Incluso las «gopikas» intentaron sondear a Krishna de varias maneras, solo para encontrar el fracaso. Luego le dijeron: «¡Krishna! Eres más pequeño que un átomo, más vasto que el universo. Estás presente como testigo en todas las 8,400,000 especies de seres vivos. Entonces, ¿cómo puede ser posible conocerte?». No hay nada que la Voluntad de Dios no pueda lograr. Él puede convertir el lodo en diamantes y los diamantes en lodo, la tierra en cielo y el cielo en tierra. Debemos depositar plena confianza en el poder divino. A aquellos con tal fe, Dios les revela la Verdad sobre Sí mismo.

Siguiendo el mandato de Dios, Vasudeva colocó al Señor junto a la forma dormida de Yasoda y regresó a Mathura con la niña. ¡Los caminos de Dios son sumamente misteriosos! Solo después de que Vasudeva regresó y colocó a la niña en los brazos de Devaki, los guardias de la cárcel despertaron. La niña lloró fuerte. ¡Se informó a Kamsa del OCTAVO NACIMIENTO! Kamsa no estaba durmiendo, de todos modos. Estaba en constante tormento, ansioso por noticias de la cárcel. Los pecadores siempre sufren por sus acciones, de esta manera. Kamsa irrumpió en la mazmorra y, como de costumbre, intentó decapitar a la niña. Pero la niña se deslizó de su agarre y voló hacia arriba, transformada y brillando en toda su gloria como «Yoga Maya». Exclamó: «¡Necio! ¡No conoces la Voluntad de Dios! Tu vencedor sobrevive en otro lugar. Es imposible hacerle daño. Reconoce esta verdad. Vinaasha Kaale Vipareeta Buddhi: “Un intelecto distorsionado es una señal de la fatalidad que se aproxima”. No puedes escapar de tu destino. Dios es una encarnación de “kaarya-kaarana”: causa y efecto. No has entendido las leyes de causa y efecto». Diciendo esto, «Yoga Maya» desapareció.

A partir de entonces se desarrolló una obsesiva búsqueda del divino niño por parte de Kamsa. Incapaz de limitar sus sentimientos de «yo» y «mío», Kamsa inició una masacre de todos los infantes en su reino. Miles de personas fueron tratadas con una crueldad inconmensurable. Pueden preguntar, ¿por qué deberían ser masacrados niños inocentes? ¿Qué pecados han cometido estos bebés? ¿Por qué debería Dios tratarlos tan cruelmente? Tales dudas pueden surgir. En primer lugar, fue la base para la destrucción de personas demoníacas. En segundo lugar, solo el cuerpo muere, no el Atma. No se puede escapar de la muerte. En tercer lugar, el Señor los creó y los destruyó; ambos son actos de su Voluntad. No es fácil comprender la Voluntad de Dios.

Gradualmente, Kamsa puso sus ojos en Gokula. Envió muchos demonios allí, todos los cuales fueron destruidos por el niño Krishna. Ni un solo malhechor regresó vivo. En este momento, Yasoda se preocupó intensamente por la seguridad de Krishna, aunque percibía señales divinas en Él. Luego vino Putana, una ogresa. Tomó la forma de una bella dama y se acercó a Yasoda: «Hermana, escuché que diste a luz a un hijo después de muchos años. Estoy sorprendida y encantada. ¿Puedo verlo?». No había nada extraño en esta solicitud. De hecho, la gente a menudo venía de esta manera. Yasoda llevó a Putana adentro sin sospechar, ya que Putana había asumido la forma de una de sus amigas. Luego Putana insistió en que se le permitiera amamantar al bebé. Surgió una discusión entre las dos, momento en el que Krishna comenzó a beber la leche de Putana. No solo su leche, sino que también su fuerza vital fue absorbida. Putana cayó muerta. Todos en Gokula quedaron asombrados por los poderes sobrehumanos del infante.

Krishna mostró muchas «leelas» de esta manera. En la vida de cada Avatar, los primeros dieciséis años son «leelas», juegos. De los dieciséis a los treinta y cinco años son «mahatmyas», milagros. De los treinta y cinco a los setenta y cinco años es el período de enseñanza. Cada Avatar pasa por estas tres etapas. Hasta su decimosexto año, Krishna mostró al mundo muchas «leelas». Es imposible limitar estas «leelas». Exhibió innumerables «leelas» a las «gopikas» y «gopalas». Pero ellos no podían comprenderlas.

Una vez, Balarama y Krishna estaban jugando. Krishna comenzó a comer lodo. Balarama se quejó con Yasoda, quien vino corriendo. La gente en Gokula estaba en constante temor de Kamsa. ¡Yasoda imaginó que el lodo también podría estar envenenado por Kamsa! Preguntó: —Entonces, ¿comiste lodo, verdad? Por sus respuestas, Krishna le dio destellos de su realidad. —¡Madre! ¿Soy un niño pequeño para comer lodo? ¿Estoy loco? No, no. Ni siquiera es hambre. Yo no soy un niño. ¿Qué quiso decir Krishna? Al negar lo que no era, Krishna quiso decir: «Soy Dios». Pero atada en los sentimientos de afecto maternal relacionados con el cuerpo, Yasoda no pudo reconocer la Divinidad de Krishna. Dijo severamente: —¡Abre la boca! Quiero mirar dentro. Krishna obedeció. ¡Yasoda vio todo el universo dentro de su boca! —¿Es un sueño, una ilusión… qué está pasando? ¿Soy Yasoda? se preguntó. Estaba totalmente confundida. De esta manera, Krishna dio destellos de su Divinidad a sus padres y amigos.

Balarama era muy travieso. Ridiculizaba a Krishna o, más bien, fingía hacerlo, para que los milagros de Krishna fueran conocidos por todos. Le dijo a Krishna: —¡Oye, Krishna! ¡Tú no eres hijo de la madre Yasoda! Madre y padre son de tez clara, pero tú eres oscuro. ¿Cómo puedes explicar eso? ¡Esto era la verdad: Krishna no era hijo de ellos! Krishna corrió hacia Yasoda y preguntó con la mayor inocencia: —Madre, dicen que no soy tu hijo porque soy oscuro. Por favor, dime la verdad. Insistía y no la soltaba. Yasoda no sabía la verdad y dijo: —Querido hijo, realmente eres mi hijo, mi propio hijo —y lo abrazó con fuerza. Luego Krishna comió su alimento y se fue. Krishna vivió como un niño corriente, se comportó como si no supiera nada, mostró poderes infinitos y constantemente dio pistas sobre su Divinidad.

El nombre Krishna es mucho más dulce que nombres como Hari, Narayana y Vishnu. De manera similar, Radha es más dulce que Lakshmi, Durga, Saraswati, Sathyabhama y Rukmini. ¿Qué palabras son más fáciles de decir y más dulces también? ¡Krishna-Radha! ¿Quiénes son Krishna y Radha? Krishna es «Purusha», Dios. Radha es «Prakruthi», la Naturaleza. Todos aman la Naturaleza y la adoran. La Naturaleza es la base de Dios o «dhara», que es lo mismo que Radha. El Bhagavatham fue escrito para revelar estos conceptos divinos.

Un tallo de caña de azúcar es dulce, sin duda, pero también tiene duros nudos entremedio. ¿Pueden exigir que una caña de azúcar sea dulce de principio a fin? De manera similar, cuando hablamos de Dios, también experimentamos lo desagradable. Encuentran lo malo dentro de lo bueno. Las acciones de Dios son la combinación de lo bueno y lo malo. La felicidad suprema no tiene valor sin el dolor. Por esta razón, el advenimiento de un Avatar está precedido por pérdidas, penurias y dificultades en el mundo. Esto es cierto no solo acerca de Dios, sino también de los humanos. Cada persona tiene lo bueno y lo malo en su vida. Incluso un millonario tiene algunas preocupaciones que le roban la paz mental.

¿Por qué, incluso los renunciantes tienen preocupaciones? Vashishta era un sabio divino. Era el epítome de la grandeza, maestro de todos los poderes divinos. Incluso este divino sabio a veces no reconocía a la Divinidad. Sabía que Rama era la encarnación del Señor Narayana. Una vez le dijo a Dasharatha: —¡Rey Dasharatha! No deseo nada de ti. Realmente no tengo necesidad de venir a tu reino y quedarme aquí como tu Sacerdote Real. Pero sé que el Señor Narayana se encarnará en tu casa. Quiero verlo, servirlo. Ese es el único deseo que me hace quedarme aquí. No he venido en busca de fama, respeto, riqueza ni comodidad. Vashishta mismo era competente para adquirir toda la prosperidad mundana con solo desearlo. ¡Tal gran sabio luego transmitió a Sri Rama la colección de enseñanzas conocida como «Yoga Vashishtam»! ¿Por qué cayó Vashishta en un error de concepto? Fue porque Rama se comportaba como un hombre normal, mostrando su divinidad solo ocasionalmente.

La forma exterior asumida por los avatares engaña a todos. Otro ejemplo: los eruditos determinan «mahurtas», o momentos auspiciosos, para ocasiones importantes como matrimonios e inauguraciones de proyectos. Vashishta hizo un «mahurta» para la coronación de Sri Rama. Después de mucho estudio y meditación, Vashishta decidió que las 7:00 de la mañana de un determinado día sería lo más apropiado para instalar a Rama como rey. Este «mahurta» estaba destinado a la coronación, pero resultó en el exilio. Entonces, ¿cuál fue su eficacia? Recuerden, este no era un «mahurta» ordinario establecido por un brahmán cualquiera. Vashishta era un «Brahmarishi»[2]. Un «mahurta» establecido por él no puede ser inválido. Sin embargo, ¿tuvo lugar la coronación? No. No solo eso, ¡sino que Rama fue exiliado al bosque! ¿Cómo pasó esto? La razón es que NADA PUEDE DETENER LA VOLUNTAD DIVINA, ni siquiera la voluntad de un «Brahmarishi». Rama planeó estos eventos para mostrar su Divinidad al mundo.

Recuerden: solo la Voluntad de Dios triunfa, y la de nadie más. Dios es sarva sanga parityagi: «Aquel que ha renunciado a todo apego». Pero hay un vínculo que Dios no puede renunciar: el vínculo del amor puro entre Él y su devoto. Dios cambia su propia Voluntad para que la voluntad de su devoto pueda ser sostenida. Markandeya nació por la bendición del Señor Shiva y se le asignaron solo dieciséis años de vida. Se dijo a sí mismo: «Solo dispongo de dieciséis años. Estos años no deben desperdiciarse. Ofreceré cada momento a Dios. Adquiriré una buena reputación para mí y para mis padres». Contempló al Señor incesantemente. Complacido por la pureza y el amor de Markandeya, el Señor suavizó su propia condición, al bendecirlo para que permaneciera con dieciséis años para siempre. Dios es Bhakta paraadheena: «Aquel que se somete a sus devotos». ¡Tal es la poderosa eficacia de la devoción! Nadie puede limitar el poder de los devotos.

Pero los devotos modernos son devotos a tiempo parcial. Un momento son devotos («bhakta») y al siguiente, buscadores de placeres mundanos («bhuktas»). Son astutos y engañosos. Muestran piedad y humildad en la presencia física de Swami, pero se convierten en personas diferentes cuando están lejos. Esto no puede llamarse devoción. Es hipocresía. ¡Solo se están engañando a sí mismos, a nadie más, mucho menos a Dios! ¿Quién puede engañarme? Yat Bhavam Thath Bhavati: «Así como actúan, así es el reflejo y la resonancia». No soy dañado por nadie. No odio a nadie. Los devotos podrían imaginar que no me agradan ciertas personas. Ese es su odio, no el mío.

En la Divinidad no hay ninguna mancha, de ningún tipo. Es inmaculada, sagrada y supremamente pura. El corazón de ustedes también debe hacerse así de puro. Pero hoy no es ese el caso con los devotos. Los devotos deben concentrarse en la divinidad del Avatar. No se dejen engañar por su vestimenta. Piensan «es humano» un momento y «es Dios» al siguiente. Esta condición humana del Avatar es falsa. Esto es «maya».

¿Qué es «maya»? Ver lo que no es real es «maya». Olvidar lo que realmente existe es «maya». ¡Olvidan lo que ven y entienden y, en cambio, albergan dudas desconocidas! Concéntrense en la verdadera esencia del Avatar, que también está presente en ustedes. Eso es lo que Sanjay Sahni dijo antes. Cuando preguntan: «Swami, ¿eres Dios?», la respuesta es: «Sí, soy Dios, y ustedes también lo son». Todos son una forma de Dios. Sin embargo, hay una diferencia. Aquí [en Swami] la Divinidad aparece sin obstrucción, pero en ustedes, está oculta.

Antes de la guerra del Mahabharatha, Krishna le preguntó a Arjuna: —¿Por qué estás tan abatido?. —¡Señor! Una colosal guerra es inminente. Montones de mis amigos y parientes pueden perecer. —¡Necio! Estas personas no están aquí por primera vez. Han pasado por innumerables nacimientos y muertes, como nosotros, desde tiempos inmemoriales. No eres el matador y ellos no pueden ser matados. Tu apego te está velando la Verdad. Tú no puedes matarlos ni otorgarles vida. —Señor, ¿por qué es que tú conoces esta verdad y yo no? Solo conozco el presente, pero no el pasado lejano del que hablas. ¿Cuál es la razón?

Entonces Krishna dijo : —Escúchame con atención. ¿Cuántos años tienes?

—Ochenta y cuatro años.

—Krishna continuó, "Estabas vivo hace diez años, ¿no es así? "

—Obviamente, mi Señor, porque estoy vivo ahora.

—Bien. ¿Y cuándo te casaste?

—Arjuna dio la fecha exacta, que era sesenta años antes.

—¿Cuándo naciste?

—Hace 84 años, en tal y tal día.

—Bien. Ahora, dime qué estabas haciendo hace tres años, en el día de luna llena de “Karthika”.

—No puedo recordarlo.

—Pero, ¿no estabas vivo entonces?.

—Por supuesto que estaba vivo, Señor. Pero no puedo recordar los detalles.

—¡Toma nota, Arjuna! Recuerdas tu matrimonio de hace sesenta años. Pero has olvidado lo que pasó hace solo tres años. ¿Por qué? Porque lo primero es importante para ti.

De la misma manera, la gente olvida la Divinidad porque no es importante para ellos. Ustedes recuerdan detalles mundanos de su vida porque eso es importante para ustedes. Su meta es el mundo y, por lo tanto, construyen lazos mundanos. No aspiran a la Divinidad, por lo que no pueden reconocerla, aunque es su verdadera naturaleza. Es confuso entender la Divinidad del Avatar, que está nublada por Su condición humana. ¿Es verdadera Su condición humana? ¿Es verdadero Su poder sobrehumano? ¡Ambos son falsos! Ignoren la cubierta y concéntrense en la Divinidad: eso es verdadero.

Otro ejemplo: un día, el rey Janaka estaba descansando después de la cena. Su reina estaba a su lado. Janaka sintió sueño. La reina despidió a los asistentes. Janaka tuvo un sueño vívido en el que los reyes vecinos habían invadido su reino y lo habían expulsado al bosque. Vagaba como un indigente en el bosque. Estaba abrumado por la desolación y el hambre. Comenzó a gritar: «¡Tengo hambre! ¡Tengo hambre!». Algunos tribales estaban cerca, comiendo arroz. Corrió hacia ellos. Los tribales le dieron una hoja como plato y compartieron su arroz con él. De repente, un águila se abalanzó sobre la hoja y esparció el arroz en el suelo. Janaka gritó de angustia.

En este punto, Janaka realmente comenzó a gritar en su sueño. Su reina lo sacudió: —Señor, ¿por qué estás gritando? Janaka despertó y vio a su reina, su blanda cama y el opulento entorno. Pero en su sueño estaba exhausto, hambriento y desolado. Vio esto y vio aquello. ¿Qué era verdadero: esto o aquello? Janaka comenzó a preguntar en voz alta: —¿Es esto verdadero o aquello verdadero? La reina estaba desconcertada: —Mi Señor, ¿qué palabras extrañas son estas? Pero Janaka repetía la pregunta muchas veces: —¿Es esto verdadero o aquello verdadero?

La reina entró en pánico, temiendo que Janaka se hubiera vuelto loco. Envió a buscar al sabio Vashishta. Janaka no se dio cuenta de la entrada de Vashishta y continuó preguntando: —¿Es esto verdadero, o aquello verdadero? Con su visión divina, Vashishta comprendió la situación. Le dijo a Janaka: —Oh rey, ni esto es verdadero ni tampoco aquello. Solo tú eres verdadero. Estás presente en el estado de vigilia y en el estado de ensueño. Esto es un sueño diurno, y aquello fue un sueño nocturno. Ninguno de los dos está presente en el otro, pero tú estás presente en ambos. Tú eres la Verdad.

De manera similar, los devotos perciben la divinidad y la humanidad del Avatar, y luego dudan: «¿Es verdadera esa divinidad, o es verdadera esa humanidad?». La divinidad que piensan que ven no es verdadera; tampoco lo es la humanidad. Subyacente a ambas está la santidad del Avatar. Cuando su visión es pura, perciben la santidad del Avatar. La Divinidad atrae la santidad.

Todas las «gopikas» fueron a ver a Yasoda y se quejaron: —¡Madre! Tu hijo Krishna entra sigilosamente en nuestras casas, rompe nuestros recipientes y roba manteca y leche. ¡Esto era algo diario! Yasoda atrapó a Krishna y lo regañó: —No comes lo que te sirvo. Vas a otras casas y robas. Estás arruinando nuestra reputación. ¿Por qué no comes la manteca que te doy? ¿No es sabrosa la manteca en nuestra casa?

¿Cuál es el significado profundo de este incidente? La madre sirve con afecto maternal. ¡Pero las «gopikas» servían el mismo alimento con amor puro, con sentimientos divinos! No era la manteca lo que atraía a Krishna, sino la pureza de sus corazones. La manteca simboliza el corazón de las «gopikas», que estaba lleno de pureza, enfoque único y desinterés. La manteca de Yasoda era apego, mientras que la de las «gopikas» era «prema». Esta es la diferencia entre el amor y el apego.

El apego nace de la conciencia del cuerpo. Lo que está relacionado con el corazón es el amor. Las «gopikas» estaban llenas de amor. Ya sea que sus suegras gritaran o sus esposos vociferaran, ellas no respondían ni peleaban. Nunca tenían miedo. La forma de Krishna estaba impresa en sus corazones como palabras en un papel. No es posible separar las letras del papel, ¿verdad? Este es el principio del amor divino, que debemos esforzarnos por percibir. El verdadero amor solo da y da, nunca recibe. El amor mundano implica dar y recibir. Esta es la diferencia entre el amor mundano y el divino. Dios nunca desea ni recibe nada. Solo da, como un tráfico de una sola vía. Pero ustedes dan y reciben, van y vienen. Por eso Sankaracharya dijo:

Punarapi Jananam, Punarapi Maranam,

Punarapi Janani Jathare Shayanam.

«Nacer una y otra vez, morir una y otra vez,

dormir una y otra vez en el vientre de la madre.

Bhaja Govindam, Bhaja Govindam

Govindam Bhaja, Moodha Mate.

Sampraapte Samihite Kaale

Nahi Nahi Rakshati Dukrunkarane.

Canten la gloria de Govinda.

¡Canten Su gloria, oh necios!

Cuando se acerque la muerte,

las reglas de la gramática no los salvarán».

Canten la gloria de Dios sin interrupción. No se limiten a las «reglas de la gramática», es decir, la identificación con el cuerpo. Eso es la verdadera adoración, la verdadera fe. Si el cuerpo es su meta, y se limitan a repetir como loros «Dios, Dios», lograrán solo el cuerpo, no la divinidad. Hay muchas «confusiones» de este tipo en el principio del Avatar. En ninguna época de ningún Avatar hubo personas que tuvieran una visión ininterrumpida de su Realidad. ¡Incluso los «Sapta Rishis»[3] no fueron una excepción! Reconocieron a Rama, pero cayeron en dudas de vez en cuando. ¿Por qué? Después de todo, también tenían algunos rastros de identificación con el cuerpo.

La identificación con el cuerpo es la causa fundamental del error de concepto. Olviden el cuerpo y miren hacia el interior. ¿Por qué nuestros antiguos sabios evitaban las ciudades y elegían vivir solos en los bosques? Porque seguían Tyaja Durjana Samsargam, «abandona la compañía de las personas malvadas», la primera condición para entender el Bhagavatham. Se alejaron de las personas que estaban inmersas en la identificación con el cuerpo. La devoción es la misma, ya sea viviendo en su casa o en el bosque. Pero las malas compañías son definitivamente evitables en el bosque. Nuestros sabios se iban a los bosques con este puro objetivo.

Para alcanzar la Divinidad, renuncien a las malas compañías. Luego cultiven buenas compañías. Realicen buenas acciones día y noche. Por último, disciernan entre lo evanescente y lo eterno. ¡Si los estudiantes mantienen estas cuatro máximas en mente, pueden lograr todo lo que quieran!

El Bhagavatham no es solo un relato sobre el Avatar Krishna. En esta escritura, las hazañas de sagrados devotos como Dhruva y Prahlada destacan como ejemplos gloriosos. Si prestamos atención a estos devotos, llegaremos a saber todo lo que hay que saber. Estos devotos tenían una fe absoluta en Dios. En esos tiempos antiguos, su fe inquebrantable les valió experiencias gloriosas con Dios. Hoy no tenemos tal fe; y si la tenemos, no es constante. Debemos calmar la oscilación de la mente y permanecer firmes en todas las circunstancias.

Vasudeva es un ejemplo brillante de constancia. ¡Entregó a Kamsa su primera hija, solo para mantener su palabra! ¿Haría eso algún padre hoy? ¡Nunca! Harischandra trabajó en un crematorio e incluso vendió a su esposa, solo para sostener la verdad. Su hijo murió, y perdió su reino. Aun así, no cedió a la falsedad. Sathyam Naasti Paro Dharmah: «No hay dharma más grande que la verdad». Nunca rompan su palabra. Toda adoración, meditación y sacrificio son un desperdicio si incumplen su palabra. Dios no se guía por sus acciones exteriores, sino solo por su corazón. Dios es «Bhaava Priya». Se deleita en el sentimiento interior. Ustedes son «Baahya Priya». Ansían lo exterior.

Estudiantes: la juventud es un período caracterizado por la inconstancia. La juventud puede convertirse en presa de varios tipos de confusión. Pero también es el período de oro en la vida. Es una etapa sagrada de la vida. Ahora mismo deben lograr la constancia. Cultiven una fe inquebrantable en Dios y eliminen de su mente la inquietud. Entonces su vida habrá sido bien empleada. No hay nada permanente en este mundo. Este mundo se llama «Jagat». ¿Por qué? «Ja» (ir) + «Gat» (venir) es la naturaleza del mundo: nacimiento y renacimiento, creación y destrucción, alegría y dolor. Pero la Divinidad ni viene ni va. Este principio divino fue dado en forma escrita por Vyasa en esta Escritura, el Bhagavatham.

Vyasa compuso tanto el Mahabharatha como el Bhagavatham. Por su grandeza, él es llamado sloka daata: «dador de versos divinos». Dios es Loka Daata: «Dador del mundo mismo». A pesar de escribir tantos «slokas», el «soka» (dolor) de Vyasa no llegó a su fin. ¿Por qué? Cuando escribió el Mahabharatha, describió la lucha entre las fuerzas buenas y las malas. Así como piensan, en eso ustedes se convierten. Al visualizar a Duryodhana y Dussashana, Vyasa mismo se contaminó. Cualquiera sea el «actor» en el que mediten, la acción de él entra en la mente de ustedes. Por eso Narada aconsejó a Vyasa: —Has escrito el Mahabharatha. Compusiste esta epopeya, pero en el proceso ensuciaste tu corazón. Pensaste en personajes buenos y malos. Ahora, escribe solo lo bueno.

Los Vedas dicen: «Thath Thwam Asi» (Tú eres Eso). «Yat bhavam Thath bhavati» (Te conviertes en lo que piensas). Cuando piensan constantemente en las faltas de otros, ese mal entra en ustedes. ¿Cómo? Cuando tienen una cámara en la mano, en cualquier dirección que giren y hagan clic, esa es la imagen que capturarán. Su cuerpo es como una cámara. Su visión es la lente, su corazón es la película y sus pensamientos forman la escena. Su intelecto es el obturador. Con su intelecto, absorban en su corazón solo aquellas impresiones que sean espirituales. Si piensan mal, eso se imprime en su corazón. Así que no fomenten malos pensamientos.

Narada continuó: —Aquello ocurrió mientras hablabas de las malas acciones de los Kauravas, cómo molestaron y engañaron a los Pandavas. Deja ir el pecado de los Kauravas. Deja ir también la virtud de los Pandavas. Brahmavid Brahmaiva Bhavati: «Piensa en el Señor y te convertirás en Él». Cuando escribiste el Mahabharatha, pensaste en Prakruthi (La Naturaleza, la Creación) y no en Purusha (Dios). Por eso, la inquietud de la Creación de Dios entró en ti. Desde mañana, describe solo al Señor, sus juegos y sus cualidades. Sin duda, lograrás la serenidad. Así llegó a escribirse el Bhagavatham.

Debemos experimentar al menos una fracción de los sentimientos puros de Vyasa. La purificación de la mente debe venir primero. Una mente pura resulta fácilmente en la visión de Dios. El Bhagavatham es un relato de las experiencias de los devotos, su felicidad suprema y las relaciones cercanas que tuvieron con el Señor, todo lo cual debemos absorber.

¿Qué relación debemos desear con Dios? ¿Qué actitud resulta en cuál relación? ¿Qué esfuerzo espiritual produce cuál meta? Indaguen en estos temas. Después se arrepentirán si no responden ahora estas preguntas. Hagan un esfuerzo por saberlo todo. La conciencia es vida. Deben saber qué es bueno y qué es malo. Luego, tengan lo bueno en el corazón y renuncien a lo malo.

[1] La serpiente de mil cabezas sobre la cual se reclina el Señor Vishnu.

[2] Brahmarishi: “Alguien establecido en Brahman (el Uno Mismo). Un sabio del máximo calibre.

[3] Los Siete Sabios, conocidos en la tradición de Bharat por su sabiduría y poder espiritual, recibieron el conocimiento divino y lo compartieron con la humanidad, componiendo y preservando los Vedas.


Traduccion SBd