.



 

Discursos dados por Sai Baba

11. 29/05/95 Krishna y Balarama como estudiantes

1995

Brindavan

***************************************************

Sadayam Hridayam,

Yasya Bhaashitam Sathya Bhooshitam,

Kaaya Para Hiteyasyaam

Un corazón lleno de compasión,

un discurso lleno de verdad,

un cuerpo dedicado al servicio.

Estos tres son esenciales para la vida humana.

Encarnaciones del amor divino: una mente estable, un discurso veraz y un cuerpo dedicado al servicio, son los tres requisitos más importantes para la vida. En el Vedanta, esto se llama Trikarana Suddhi: pureza de los tres instrumentos. Los Upanishads definen al manava (hombre) como «aquel que confía y en quien se puede confiar». Cada persona vive únicamente en base a esta confianza o fe. Desde el amanecer hasta el anochecer, todas nuestras actividades son posibles solo por la fe.

¿Para qué fines usan las personas la fe? ¿La usan para realizar las tareas cotidianas, para ser dichosos, o para servir a otros? ¿Usan los hombres la fe en la dirección correcta? Tenemos fe en todo. Con fe vamos al mercado o viajamos en un automóvil. Prometemos cumplir tareas en el futuro, esperando plenamente estar vivos al día siguiente. Todas las acciones se inician solo por la fe. Pero los seres humanos, que tienen fe en todo, no tienen fe en la existencia y omnipotencia de Dios.

¿Cuál es la razón? Los sentidos están relacionados con los objetos mundanos. El poder que reside más allá de los sentidos, aunque omnipresente, es invisible. Por esta razón, el hombre no es capaz de creer en él. Pero, ¿cree el hombre solo en lo que ve y rechaza todo lo que no ve? ¿Acaso puede ver su mente? ¿Es su felicidad visible para él? Aunque son invisibles, él sabe que existen. Pero debido a su debilidad, confía solo en lo visible. Por eso no confía en su propia mente, en su Yo mismo. Nuestra antigua cultura nos insta a buscar una educación que cultive una fe fuerte e inquebrantable en la Realidad. ¿Qué tipo de educación? No la educación mundana. La educación mundana solo satisface el egoísmo.

Desde que despiertas hasta que vuelves a dormir,

luchas constantemente solo para llenar el estómago.

Al obtener una educación mundana olvidando al Señor de los Ojos de Loto,

¿qué gran felicidad disfrutas, dime con sinceridad, oh, hombre?

¿Qué felicidad puede disfrutar el hombre gracias a la educación mundana? Las personas solo piensan que obtienen felicidad de dicha educación, pero esto es solo temporal. La dicha duradera se obtiene solo en la educación espiritual. El hombre ingresa a la escuela temprano en la infancia y persevera durante años, aprendiendo muchas materias, solo para cumplir ambiciones de riqueza y reputación. Se siente orgulloso de su aprendizaje y sus títulos. Pero esta educación no es algo de lo que deba estar orgulloso.

Pustakamul Pathinchitini, Poortiga Joochiti Sarva Saastramul,

Nistulamaina Vidyalanu Nerchitinanchunu Garva-mela Nee

Hastayugambu Modchi Paramaatmuni Bhakti To Kolvaleni

Ee Prastuta Vidyalanniyunu Dhaatri Nirartha-kambu

Kada, O Manava?

«He leído textos, he estudiado todas las ciencias».

¿Por qué te enorgulleces tanto de un aprendizaje inútil?

Si no puedes juntar las manos y expresar devoción a Dios,

¿no son todos tus estudios un completo desperdicio, oh, hombre?

Los estudios mundanos, los diplomas y los títulos no pueden llamarse «educación». Incluso estos estudios destruyen gradualmente las cualidades humanas. La serenidad se obtiene solo cuando nuestras cualidades humanas se fusionan con nuestra divinidad.

Tras la muerte de Kamsa, Devaki y Vasudeva organizaron la educación de Krishna y Balarama. Hasta entonces, los niños ni siquiera habían aprendido el alfabeto. ¿Por qué? Nanda y Yasoda temían que si admitían a Krishna en algún gurukula, Kamsa podría enviar demonios allí, poniendo en peligro la vida de muchos otros niños.

En aras de una verdadera educación, en la antigua India era práctica enviar a los niños lejos de casa, a un gurukula, donde todos, ya fueran hijos de emperadores o de personas comunes, vivían como iguales en la casa del gurú. Ustedes ya oyeron la historia de Prahlada. Aunque era príncipe, se quedó en la casa de sus gurús, Chanda y Amarka. No se quedó en casa como los "estudiantes externos" de hoy.

Así, Krishna y Balarama fueron enviados al ashram del Gurú Sandipani. El ashram de Sandipani no estaba ni en Mathura ni en Brindavan. Estaba en la sagrada ciudad de Kasi. Dejando a Krishna y Balarama en Kasi, sus padres vivieron sin temor en Mathura. Los estudiantes de aquellos días destacaban en proezas físicas y agudeza intelectual. Aun así, siempre eran humildes y obedientes, y seguían el camino de sathya y dharma bajo la guía del gurú.

Aunque Krishna y Balarama habían destruido muchos demonios en su infancia y ganado fama universal, realizaban tareas domésticas en la casa de Sandipani, obedecían las órdenes de su gurú y adquirían una verdadera educación. Iban al bosque todos los días a recoger leña para la cocina. Solo siguiendo las disciplinas de los gurukulas con humildad, los estudiantes de aquellos días se transformaban en hombres ideales y establecían ejemplos gloriosos para la posteridad.

Sandipani tenía solo un hijo, que murió joven. Sandipani y su esposa soportaron esta carga de dolor con gran esfuerzo. En aquellos días, existía una práctica llamada guru dakshina. Después de completar su educación, antes de partir para convertirse en jefes de familia, los estudiantes hacían una ofrenda simbólica de gratitud a su gurú. Esta ofrenda era la guru dakshina. Balarama y Krishna también hablaron con Sandipani. De pie humildemente con las manos juntas, dijeron:

—Guru Deva: ha llegado el momento de regresar a casa. Por favor, dinos qué podemos ofrecerte como guru dakshina.

Sandipani dijo: —¡Queridos hijos! Fue mi mayor fortuna ser gurú de estudiantes ideales como ustedes. Su destreza y atributos divinos son conocidos en todo el mundo. Durante su estancia aquí, su comportamiento fue ejemplar, sin requerir una sola corrección de mi parte. ¿Qué puedo pedirles a personajes divinos como ustedes? —Pensando por un momento, Sandipani dijo:

—Balarama, Krishna: ustedes son omniscientes y todopoderosos. Una vez que se proponen una tarea, la logran bajo cualquier circunstancia. He albergado un deseo durante mucho tiempo. Mi hijo murió hace años. Quiero que lo resuciten y lo traigan de vuelta a mí.

Balarama y Krishna se dispusieron a hacerlo. Con sus capacidades sobrehumanas, tras mucho esfuerzo, lograron devolverle la vida al niño. Ellos ejemplificaron cómo los estudiantes deben pasar tiempo en un gurukula, mostrar humildad y confianza en sí mismos, honrar al gurú y elevar la reputación de sus padres.

Mientras tanto, el rey de Magadha, Jarasandha, junto con sus aliados, atacó Mathura. Jarasandha era el suegro de Kamsa. Odiaba a Krishna y quería vengar la muerte de Kamsa. ¡Jarasandha atacó no una ni dos, sino diecisiete veces! Al enterarse de la noticia, Balarama y Krishna se apresuraron a Mathura desde el ashram de Sandipani. Los hermanos pensaron: «¿Para qué hemos tomado Avatares? Para liberar al mundo de pecadores, para fortalecer las fuerzas del bien».

Matar a Jarasandha no agotaría sus gigantescos ejércitos. De modo que decidieron erradicar su ejército y perdonar la vida a Jasarandha. Cada vez que Jarasandha atacaba, Krishna y Balarama aniquilaban su ejército y a él lo enviaban de vuelta ileso. Jarasandha regresaba con otro ejército, volvía a ser derrotado y así sucesivamente. De esta manera, se invitó a sí mismo a la humillación diecisiete veces. Finalmente, Krishna también eliminó a Jarasandha.

Todos los reyes que profesaban amistad con Jarasandha formaron un grupo. Se podía nombrar a cualquier rey, y era un odiador de Krishna. Estos reyes comenzaron a acosar a los Yadavas. Krishna pensó mucho en este asunto. Quería proporcionar un santuario a los Yadavas en un lugar seguro. Convocó al arquitecto de los cielos, Vishvakarma, y le dijo que construyera una ciudad en medio del mar. Vishvakarma podía construir cualquier estructura con solo desearlo. Obedeció a Krishna y construyó Dwaraka. En una noche, Krishna transportó a todos los Yadavas a esta ciudad milagrosa.

El mundo aún abundaba en tiranos y demonios, y Balarama y Krishna idearon estrategias para destruirlos. Dwaraka era la ciudad más hermosa del mundo. La belleza de Dwaraka hablaba de su origen celestial, en contraste con las ciudades hechas por el hombre, que eran simples. Los Yadavas pudieron llevar vidas seguras y felices en Dwaraka. Los estudiantes deben reconocer la diferencia entre los Yadavas y las gopikas.

Los Yadavas pensaban: «Krishna es nuestro pariente, nuestro amigo». Se relacionaban con Krishna con apego basado en el orgullo. Este tipo de apego erróneo alimentaba constantemente su ego, lo que provocó su destrucción muchos años después. Pero las gopikas eran diferentes. En lugar de decirle a Krishna: «Tú eres nuestro», decían: "Nosotras somos tuyas". Esta entraga les otorgó seguridad y amor divino durante toda su vida. La humildad y la obediencia fluían de los gopalas y las gopikas. La humildad y la obediencia son esenciales para todos, especialmente para los estudiantes.

La educación enseña humildad.

La humildad otorga merecimiento.

El merecimiento concede riqueza.

La riqueza facilita actos de dharma.

El dharma otorga plenitud aquí y en el más allá.

La etapa de estudiantes es un período peculiar. Viene y se va como un destello en la pantalla de la vida. Es en la juventud cuando el hombre arruina sus años futuros. Los jóvenes persiguen placeres fugaces y comprometen el resto de su vida. La vida humana en sí misma es temporal. ¡Y este período de juventud es aun más temporal! Los estudiantes de hoy se involucran en chismes innecesarios, cometen actos injustos, persiguen metas destructivas y causan inseguridad a la nación. Esto no es lo que los estudiantes deberían estar haciendo.

Los estudiantes están destinados a establecer paz y seguridad en la nación y en el mundo. Deben servir a sus semejantes y aspirar al bienestar de todos. Este debería ser su principal objetivo. Pero, lamentablemente, siguen el camino opuesto. Los estudiantes modernos no tienen respeto por los gurús, ni amor ni respeto por los padres. ¿A quién más podrían respetar? ¿De qué sirve su educación si tal es su comportamiento? Prahlada dijo: —¡Padre! He aprendido la esencia de toda educación. ¿Cuál es esta esencia? Es la expansión del corazón, el florecer del discernimiento.

Pero los estudiantes de hoy tienen corazones extremadamente estrechos. Su amor está «contraído». Por lo tanto, los estudiantes necesitan practicar la «expansión del amor». Ustedes deben renunciar a las distinciones de «yo»y «ellos». Así como acumulan dinero trabajando diligentemente durante años, deben acumular serenidad y contento al albergar sentimientos divinos. La condición humana puede transformarse en divina solo cuando se permite que florezcan la serenidad y el contento.

Quien sabe nadar (eeta) no se preocupa por la profundidad del agua. Del mismo modo, quien conoce el Gita no se preocupa por los disturbios del mundo. Solo sigue el mandato divino, brinda paz a la sociedad y cruza este océano de nacimientos y muertes.

Por lo tanto, debemos practicar las palabras de Dios en toda situación. No solo practicarlas, sino derivar dicha de ellas y compartirla con otros. En lugar de egoísmo (svaartham), compartan su alegría con otros, en el espíritu de la espiritualidad (paraartham). Solo entonces la sociedad puede volverse ideal.

Estudiantes: ustedes nacieron en la sociedad, fueron criados en la sociedad y viven en la sociedad. Si no son sensibles a las necesidades de la sociedad, ¿por cuánto tiempo esperan que la sociedad los nutra? A través de su educación, deben garantizar paz y seguridad para todos. No debemos llevar una vida de aislamiento, como una gota de aceite sobre una hoja. Deben vivir en armonía, en unidad con todos. Comprendan el sufrimiento y el dolor de los demás y hagan esfuerzos para aliviarlos, aumentando así su propia pureza. Solo entonces la vida tendrá sentido.

Los estudiantes son los futuros líderes. Aquellos en quienes el futuro depositará tal responsabilidad deben promover la rectitud. Si tenemos solo la Gracia de Dios, no debemos temer a donde vayamos. Esfuércense al máximo para ser dignos de tal Gracia. Quien compra un boleto puede sentarse en cualquier lugar de un tren. No está preocupado porque alguien le ordene irse. Pero el pasajero sin boleto confunde a todo funcionario uniformado con el revisor. ¡Está en constante miedo! Del mismo modo, aquel que adquiere el boleto de la Gracia divina puede ir a cualquier lugar sin preocupaciones. No se doblegará en ninguna situación.

Hoy, experimentamos frustración, preocupación y miedo en cada momento. ¿Cuál es la razón? No tenemos fe. La fe es absolutamente esencial. La falta de fe hace al hombre susceptible a temores imaginarios. ¿Qué es la fe? ¡Deben creer en sí mismos! Eso es la confianza en uno mismo. La confianza en uno mismo es la base sólida de nuestras vidas. Sobre esta base, construyan el muro de la autosatisfacción. Sobre este muro coloquen el techo del autosacrificio. Entonces obtendrán la dicha de tomar consciencia de Sí Mismos.

Primero, desarrollen la confianza en sí mismos, sin la cual experimentarán muchos problemas. La confianza en sí mismos es la fe en Dios. Quien tiene tal fe no tiene problemas. La falta de confianza en uno mismo también es la razón para no rendir bien en los estudios. Los estudiantes dicen: «Estudio, pero no recuerdo mis lecciones». Quien no tiene confianza en sí mismo carece de capacidad de memoria. Con la confianza en uno mismo viene la capacidad de la memoria. Por lo tanto, desarrollen confianza, y destáquense como ejemplos.

Estudiantes: ¡primero crean en ustedes mismos! La fe en uno mismo y la fe en Dios: este es el secreto de la grandeza. La vida no tendrá valor si no tienen fe en sí mismos. Ustedes y Dios no están separados. La fe en sí mismos es lo mismo que la fe en Dios.

Swami quiere que los estudiantes sean ideales. Con estudiantes ideales, Bharath se convertirá en una nación ideal. Principalmente, los estudiantes no deben albergar diferencias de comunidad, casta, religión, color o nacionalidad. Todos son hijos de Dios. «Hermandad del hombre. Paternidad de Dios». Las personas de todas las naciones son humanas. Solo existe la casta de la humanidad. Todos son hermanos, hermanos, hermanos.

Pero hay un sentimiento más elevado que el de la hermandad. Es el sentido de unidad, basado en el único Atma. A veces hay animosidad, incluso entre hermanos. Por eso, la unidad del Atma es mejor que la hermandad. No es fácil de desarrollar, pero no se rindan diciendo que es imposible.

¡Pueden lograr TODO lo que deseen! Los estudiantes deben cultivar tal determinación. Sin determinación, no pueden lograr nada. No digan: «Lo intentaré». Digan: «¡Debo hacerlo!». Ni siquiera utilicen la palabra «intentar». Si dicen «intentar», pueden fracasar. De modo que digan: «Debo hacerlo».

Los estudiantes no tienen la culpa. Los padres y maestros los desvían. ¿Cómo? Consideran que la vida mundana es permanente. Sí, necesitamos la vida mundana. Pero hay algo más allá. Un ejemplo: consideren un juego de fútbol con seis jugadores en cada equipo. Hay postes de meta en ambos extremos. Si la pelota pasa entre los postes, se anota un gol. Los dos postes de meta son el conocimiento mundano y el conocimiento espiritual. Nuestra vida es la pelota. Las seis cualidades malignas (lujuria, ira, codicia, envidia, orgullo y apego) forman un equipo. Sathya, Dharma, Santhi, Prema, Ahimsa y Prakruthi Dharma (la responsabilidad mundana) forman el otro equipo. La pelota de la vida es pateada por ambos equipos. La pelota debe pasar entre los dos postes del arco para anotar un gol. Más allá de los postes, solo se trata de "fuera", no es un gol.

Hoy, están pateando la pelota fuera del arco. Por eso no tienen éxito. Actúen dentro de los límites y serán victoriosos. Nah Sreyoh Niyainam Vinah: la felicidad duradera no se puede obtener sin límites ni reglas. Sin límites, la vida carece de sentido. Por ejemplo, la temperatura corporal tiene un límite de 37 grados; 37,2 grados ya se considera fiebre. La presión arterial es normal en 120/80. Si toca los 90, indica problemas.

Del mismo modo, nuestros ojos solo pueden ver una luminosidad limitada. Demasiada luz quema la retina. La vida es una «sociedad de responsabilidad limitada». No cultiven el ego. Gánense el respeto observando los límites.

Con deseos ilimitados, arruinarán su mente. Es normal tener ambiciones, pero asegúrense de que sus ideales sean puros. Noten la diferencia entre deseos (aasa) y ideales (aasaya). No importa si los deseos no se cumplen, pero cuiden de que los ideales nunca se violen. Los estudiantes deben ser disciplinados. Sin disciplina, la vida se convierte en una existencia animal. Cultiven la disciplina en la vida cotidiana y lleguen a ser hombres y mujeres ideales.


Traduccion SBd