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Discursos dados por Sai Baba

11. ../06/78 El Amor vive gracias al dar y al perdonar

El Amor vive gracias al dar y al perdonar

El Amor vive gracias al dar y al perdonar

Junio de 1978

Si uno piensa siempre en la crítica y en los defectos,

su mente se hará impura e inquieta. Si uno piensa siempre en lo bueno,

su mente se hará serena y calma. Si los pensamientos de uno están siempre

llenos de Dios terminará siendo tino con Dios.

Esto es la palabra de Sai que describe la Verdad.

¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: La mente del hombre tomará una forma que estará determinada por sus pensamientos. Las condiciones mentales de cada uno dependerán de sus pensamientos y sus circunstancias. Es en este contexto que se ha dicho que el resultado de cualquier acción que emprendan dependerá de vuestro estado mental. Es mucha la gente en este mundo que desearía lograr la Divina Visión del Señor. Y por esta vía se convertirán en devotos del sagrado Bhagavata. No es posible llegar a este estado por el mero hecho de desearlo. Es fácil ansiar este tipo de dicha, pero muy difícil llegar a vivenciarla. Resulta mucho más fácil prescribir y predicar que practicar. Pero es mejor mostrar aunque no sea sino una cosa en la práctica que hablar sobre cien cosas diferentes. Krishna mora en esta mansión de dicha y de felicidad en Dwaraka. Y para experimentar esta dicha y felicidad divinas, son muchos los devotos que realmente van a Dwaraka. Las gopikas y los gopalas son este tipo dedevotos. No toda la gente logra entrar fácilmente a esta mansión de la dicha. Esta mansión tiene cuatro entradas.

Cada una de estas entradas está guardada por un centinela. Esta mansión llamada Ananda Bhavana (el edificio de la dicha), tiene tres pisos, los cuales son Sathyam, Sivam y Sundaram (Verdad, Belleza y Bondad). Los centinelas que guardan sus entradas tienen las formas de Sama (control), Vichara (indagación), Santrupthi (contentamiento) y Vairagya (desapego). Si no llegamos a satisfacer a estos guardias, no podemos entrar en la mansión, pero nos queda la alternativa de estar estrechamente relacionados o conectados con Krishna mismo, el Divino residente de ella. Podemos ingresar en esta mansión si tenemos el derecho a hacerlo. Pero aquel que no pertenezca a ninguna de estas categorías de persona, no podrá hacerlo. Sama (el control) es uno de los centinelas que custodian una de las entradas. Esta palabra significa el control de los órganos sensoriales internos. Son muchas las ocasiones en que escuchamos estas palabras Sama y Dama. La palabra Dama significa el control de los órganos externos, en tanto que Sama indica el de los órganos internos. En ambos casos se hace referencia a los órganos sensoriales. Para aquel que pueda controlar sus sentidos internos, los órganos externos no implicarán problema alguno y resultarán fácilmente controlables. Para aquel que no es capaz de controlar los sentidos internos, los órganos externos también constituirán una gran dificultad. Si alguien llegara a sentir con fuerza que no ha de ver nada que sea externo a sí mismo, no verá nada aunque tenga los ojos abiertos. Si alguien. está determinado a no comer nada, no probará ningún alimento, por apetecible que sea. Son los órganos internos los que provocan a los externos. De modo que controlar los sentidos internos representa un asunto difícil, pero si logramos hacerlo, podremos controlar fácilmente a los órganos externos. Para alguien que haya nacido como ser humano resulta esencial el control de los órganos, tanto si actúa en la esfera mundana como si lo hace en la espiritual. Esta disciplina nos dará a todos mucha felicidad.

Hay muchas instancias en que el gobierno interviene de manera importante. Cuando los precios suben, el gobierno tomará medidas para controlarlos. Hay un límite para la velocidad a la que pueden ir los ómnibus en que viajamos. También los trenes tienen restricciones en cuanto a su velocidad. De este modo, hasta en nuestra vida diaria se requiere de una serie de tipos de medidas disciplinarias. En este sentido, chocaremos con grandes dificultades si nuestros órganos no se mantuvieran bajo control. Hemos de reconocer que estos sadhanas o prácticas espirituales destinadas a refrenar nuestros sentidos no son solamente medidas alocadas, sino que apuntan a nuestra seguridad. Por cierto que es un asunto difícil controlar nuestros órganos sensoriales y, por ende, en este proceso de la disciplina espiritual no hemos de perder nuestro tiempo en una dirección equivocada. A1 igual que las gopis y los gopalas, si somos capaces de dirigir nuestra visión hacia el Señor y llevar a cabo todas nuestras acciones con Amor y con entrega al Señor, alcanzaremos la felicidad. No es fácil, entonces, la senda del autocontrol. Sin embargo, si podemos tomar por la senda del Prema (Amor Divino), lograremos el control y podremos entrar a la mansión del Señor.

La segunda entrada está custodiada por Vichara o la indagación. En el Bhagavad Gita esto se ha explicado como la capacidad de diferenciar el bien del mal y el aspecto del Alma del que no lo es. Incluso en el caso de una pequeña banana, podremos disfrutar de su sabor sólo si somos capaces de discernir entre lo que puede comerse y lo que ha de ser descartado. La habilidad de separar el bien del mal es esencial en el hombre. Incluso cuando queremos cocinar con arroz, habremos de separar primero las piedrecillas que vengan mezcladas con el grano. Si queremos preparar vegetales, habremos de identificar primero las partes que estén en malas condiciones y quitarlas. De manera similar, habríamos de distinguir en primer lugar entre las cosas permanentes y las transitorias. Cuando dicen que "éste es mi cuerpo", resulta muy claro que son diferentes del cuerpo. Por ende, se hace muy claro que son en verdad el Alma y no meramente un cuerpo. Deberán distinguir la verdad de la falsedad. En cualquier momento el cuerpo puede desplomarse y morir. No es correcto considerar como una verdad permanente a un cuerpo tan transitorio. Hay un ejemplo que les he mencionado muchas veces. Este es un vaso de plata. Si no me gustara, puedo ir a ver a un orfebre y hacer que lo convierta en un plato. Si después de usarlo por unos días tampoco me gusta, lo llevo nuevamente al orfebre y lo hago transformar en una taza. De modo que el vaso ha sido transformado en un plato y el plato, en una taza, pero en todos ellos la plata es el factor común. La forma puede haber cambiado, pero la base es siempre la misma plata. El aspecto invariable del Alma es el mismo en todas las formas diferentes. El Bhagavad Gita lo ha descripto como el Conocimiento Real. Kshetra es el cuerpo o la morada y el Kshetrajña se refiere al aspecto Divino que vive en el cuerpo. Habremos de entender aquí la diferencia entre la morada y la persona que reside en ella. Primero entenderemos el uso de estas palabras. La palabra Kshetra consta de dos sílabas: Kshe y tra, en tanto que en Kshetrájña hay tres sílabas: Kshe, tra y jña. La sílaba extra en la palabra Kshetrajña es: jña. Se debe a esta sílaba extra que la palabra se refiere a quien tiene jñana o alguien sabio. Cuando este jñana reside en el Kshetra, se hace referencia al Kshetrajña. De modo que el cuerpo en sí mismo no tiene sabiduría, mas el Dios que vive en el cuerpo posee toda la Sabiduría y lo lleva a realizar todas las acciones. El individuo que reconozca la identidad de Dios y de Aquel que reside en el cuerpo, podrá entrar en la mansión de Dios.

A medida que aprendan a controlar sus órganos, aumentará la sabiduría en ustedes y esta sabiduría les facultará para entender al aspecto del Alma como algo distinto de lo que no es Alma, y así podrán entrar en la mansión. A medida que se desarrolle vuestro poder de discernimiento a partir de esta sabiduría, y realicen la Divinidad del Alma, automáticamente sentirán la satisfacción y el contento y podrán ingresar en la mansión. Mas, ¿siente satisfacción o contentamiento el hombre de hoy? No, nunca se siente satisfecho. Siempre está pidiendo algo más. Hay un pequeño ejemplo para esto. Un iridividuo muy hambriento rezará para conseguir algo de comida. Si por su buena suerte recibe algo de comida, aspirará entonces a conseguir ropa. Si consigue ambas cosas, querrá tener una casa. Una vez que consigue una casa, querrá casarse y después de eso querrá tener un trabajo. Cuando tenga un hijo, querrá obtener una promoción en su trabajo. ¿Hay algún límite para los deseos del hombre? Para un hombre que en un comienzo no tenía nada que comer, eso ya era bastante pedir y la satisfacción de un deseo no hace sino conducir a pedir más y a acumular más problemas. En una ocasión se le preguntó a Sankaracharya quién era un hombre pobre y quién era un hombre rico. Dijo: "Aquel que es una persona satisfecha es un rico y aquel que tiene muchos deseos es un hombre pobre". El sentirse satisfechos con lo que tienen es tratar de ingresar a la mansión de Dios por la tercera entrada. Ya sea que nos encontremos con pesares o con alegrías, hemos de sentirnos satisfechos y considerarlos a ambos como dones de Dios en nuestro propio interés, desarrollando un espíritu de satisfacción y de serenidad mental.

La cuarta entrada a la mansión está custodiada por Vairagya o desapego. Una vez que una persona se sienta plenamente satisfecha, logrará de manera natural el desapego. Este desapego no ha de ser algo que sientan cuando no poseen nada. Cuando una persona cuenta con todas las comodidades y todas las riquezas y renuncia a estas adquisiciones materiales con el pleno entendimiento de su naturaleza transitoria, ello se puede considerar como desapego. No puede denominarse desapego el que, físicamente, uno abandone hogar y familia y se vaya a una selva. El ser capaz de limitar vuestras necesidades y restringirlas, sintiéndose satisfechos, es el real desapego. Por ejemplo, si tienen un saco lleno de arroz en la casa y quieren alimentarse un mes con él, ¿cómo pueden saber que han de vivir por un mes? Si les nace hoy un hijo, comienzan a ahorrar dinero con el objeto de mandarlo a América para la educación superior en veinte años más. ¿Qué significa esto? ¿Cómo saben lo que puede suceder en el próximo momento? Por lo tanto, sólo habrían de aspirar a gozar de lo que es vuestro en el momento. No ansíen ni corran detrás de más y más cosas. Pueden mantenerse en la familia, pero no dejen que la familia esté en ustedes. Describiendo este aspecto, Ramakrishna Paramahamsa dijo: "Pueden poner una barca en el agua, pero no pongan agua en la barca". Habrán de vivir en el mundo, pero sin acumular cosas para el futuro y estar preocupados por ellas. El verdadero desapego se refiere a cumplir con vuestro deber en un momento en particular y a pensar únicamente en lo que atañe a ese momento. Esto también fue descripto por el poeta Vemana, al decir: "Habla de lo que está sucediendo en este momento y no hables del futuro y hieras a otros". Si cultivan este aspecto, desarrollarán un verdadero desapego o Vairagya. No hagan distingos diciendo que esto les pertenece a ustedes y aquello a Dios. En realidad, todo le pertenece a Dios y debieran desarrollar este sentir. Si deseamos entrar a la mansión de Krishna y experimentar Su Divinidad, tenemos que recorrer alguno de estos caminos. Si pueden adquirir Sama o autocontrol, podrán desarrollar fácilmente el aspecto de la indagación o la discriminación. A través de esto, podrán desarrollar el aspecto de la satisfacción e incluso sin que se den cuenta o que hagan el esfuerzo, lograrán el Vairagya o desapego. Si no pudieran desarrollar el aspecto de Sama o autocontrol, al menos deberían hacer el intento de pensar que la Creación entera está llena de Prema o Amor Divino. Las gopis y los gopalas experimentaron este Amor. En una ocasión, Narada pensó que las gopikas eran muy poco sofisticadas, de modo que trató de enseñarles algo de Vedanta y, con este objetivo, entró a Brindavan. Las gopikas estaban todo el tiempo inmersas en el pensamiento en Krishna y no hablaban sino de Krishna. Todas sus acciones estaban saturadas del pensamiento en Krishna. Narada fue hacia ellas y les dijo: "Ustedes no tienen instrucción alguna respecto de las características de la Divinidad. Yo les enseñaré la senda real y sagrada para alcanzar lo Divino. Vengan y escuchen". Las gopikas le miraron y le dijeron que expresara todo lo que quería decir en forma rápida, como para no hacerles perder mucho tiempo. Narada indicó que el Vedanta no podía enseñarse tan rápidamente y les pidió escuchar con paciencia. Las gopikas le indicaron entonces que no tenían ni el tiempo ni la paciencia para prestarle oídos y dijeron que lo único que les interesaba en todo momento era pensar en Krishna, por lo cual consideraban que oír acerca del Vedanta no era más que un desperdicio de tiempo. Hay mucha gente que predica el Vedanta, pero que no puede ponerlo en práctica. Y le preguntaron a Narada si él llevaba a la práctica sus enseñanzas del Vedanta. Indicaron que nada querían de un Vedanta que no se pusiera en práctica. Las gopikas y los gopalas poseían en ellos el puro aspecto del Prema (Amor Divino).

Krishna llegó a Dwaráka y durante los dos primeros días les habló de los detalles de la batalla del Mahabharata. Para ello reunió a todas las gopis y gopalas y a los demás. Todos se reunieron ansiosos y esperaban escuchar a Krishna. Este les dijo: "Todos estos días he estado lejos de Dwaraka debido a la batalla del Mahabharata. ¿Han tenido dificultades o problemas o han experimentado algún sufrimiento? ¿Les va bien a ustedes y a sus familias? ¿Van bien y sin obstáculos vuestras oraciones?" Y así fue inquiriendo sobre sus problemas y comodidades. Todos los sabios, los ciudadanos y los demás le dijeron que todo marchaba bien, salvo en un aspecto. Krishna, evidentemente, era Divino y podía leer en la mente de las personas, pero se rió y les preguntó sobre cuál era el problema. Le contestaron que el gran problema era la ausencia de Krishna y que eran incapaces de soportar la separación de El. Y rogaron que no volviera a salir de Dwaraka. El les aseguró que no volvería a salir de la ciudad y, a partir de entonces y por un período de treinta y seis años, no abandonó Dwaraka. Krishna es el Señor Divino que cede ante las plegarias de los devotos. El Señor no tiene defecto alguno en El. El es como un espejo y no hace sino reflejar vuestros propios pensamientos. Si piensan que Dios no les habla, ello no es más que una falta vuestra. Si piensan que Dios no está asociado a ustedes, es vuestra falta. Deberían comportarse de una manera tal como para que Dios pueda permanecer en ustedes y con ustedes. Dios no tiene agrados ni desagrados. El no es más que una conciencia testigo. Todo esto no representa más que las distorsiones y las contorsiones de vuestra propia mente. Lo mejor que pueden hacer, es ofrecerle un corazón puro al Señor. Por el camino del Amor Puro pueden hacer que el Señor venga a ustedes. Deberían transformarse de este modo y hacer de sus corazones un campo de Amor. Si no hay Amor en vuestros corazones, Dios no puede residir en ellos. Si quieren que Krishna se quede en vuestros corazones, habrán de hacerlos completamente puros y llenarlos con el Amor a Dios. Entonces el Señor podrá tocar su Murali (la Flauta de Krishna) en vuestros corazones. En cambio, si vuestros corazones estuvieran cubiertos de impurezas, el Señor no tocaría su Murah. Del árbol del Amor obtendrán frutos de Amor y no frutos agrios. Si pueden cultivar el árbol del Amor, pueden obtener fácilmente la Sagrada Divinidad. El camino del Amor es el único camino hacia Dios. Dios es Amor, vivan en el Amor, y todo estará bien. Dejen que otros vivan en el Amor, el Amor vive dando y perdonando, en tanto que el "yo" vive recibiendo y olvidando. El Amor es desinterés en tanto que el "yo" es desamor. El Amor lo es todo. Esta debería ser la forma en que se acerquen a Dios. Este aspecto del Amor es el más importante para la juventud de hoy. La ausencia de este Amor es la responsable de las malas cualidades como las de la ira, la lujuria, la envidia, etc. Vuestra vida debería estar llena de Amor y deberían embeberse de la sagrada cultura de Bharat y fomentar una atmósfera de paz en su país.