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Discursos dados por Sai Baba

32. ../05/74 ¿Quién es Sathya Sai Baba?

Quién es Sathya Sai Baba?

Quién es Sathya Sai Baba?

Mayo de 1974

Con la apariencia de una persona descuidada, llevando sobre la cabeza una mata de cabellos, sin mostrar seña alguna que indique alguna religión o secta en particular, sin marcas específicas sobre el rostro que muestren alguna casta, aparece de improviso en algún momento y desaparece con igual rapidez, luego se presenta ante ustedes vistiendo una túnica que a veces le cubre los pies y otras no. Belleza y atractivo son obvios en sus juegos y su cantar. Estos son los aspectos de Shiva Shakthi que se encarnan en El. Ni el tipo de su cabello, ni alguna característica particular de su cuerpo, ni el tipo de las túnicas que viste, nos dan indicación alguna respecto de su nacimiento. Todas estas cosas describen al joven Sathya Sai tal cual aparece en cuanto a su forma exterior. Siempre está sonriente y encuentran en él los aspectos de Shiva (el Dios compasivo, Padre del Universo) y de Shakthi (la Madre del Universo). ¿Será posible para alguien entender el secreto de Sathya Sai, cuya forma responde a esta descripción?

¡Estudiantes!: Durante estos días que han pasado, hemos llegado a entender el significado y la importancia de los aspectos de la Diosa del saber y del lenguaje, Saraswati, y de nombres como los de Bharata y Prajapati. Se ha dicho que son muchos los que, desde tiempos inmemoriales, han querido saber quién es Dios y cuáles son sus atributos y cualidades, si es que los tiene. ¿Cuáles son sus poderes y fuerzas especiales? Este es el tipo de indagación que se ha llevado a cabo desde hace milenios. También hay respuestas para estos interrogantes. Ya en tiempos remotos hubo Maliarshis que llevaron a cabo austeridades y obtuvieron respuestas para ellas, reconociendo que el Señor autorresplandeciente se encontraba presente en ellos mismos en la forma de Praja. Se dieron cuenta de que lo que buscaban saber se encontraba dentro de ellos y dentro de cada individuo en la forma de Conocimiento Superior. Es cierto que, haciendo uso de la visión externa, uno puede experimentar esta divinidad de manera limitada y externa, pero al usar la visión interna, uno la puede comprobar como la esencia misma del Alma. Eso fue lo que entendieron estos sabios y lo que le enseñaron a la gente. Las dos palabras que se usan en conexión con esto son "Charma" y "Sarma". Ambas ya se han mencionado antes y ustedes han aprendido lo referente a la diferencia esencial entre ellas. Sarma equivale a dicha, en tanto que Charca responde a algo externo y equivale a este tipo de revestimiento de cuero que cubre el cuerpo humano. Este tipo de revestimiento externo no ha sido creado para impedirles llegar a realizar el contenido interno de este cuerpo. No es un revestimiento que oculte los aspectos humanas internos. Aquel individuo que realice o reconozca que el cuerpo humano tiene por objetivo llegar a entender el aspecto del Sarma o aspecto interno, se encontrará en la senda correcta. Ya aprendimos acerca de los métodos por medio de los cuales podemos experimentar esta dicha y felicidad. Pero el mero conocimiento sobre la forma de lograrlo no les llevará a ellas. Sólo llegarán a tener la capacidad para disfrutar la real dicha, cuando lleven este conocimiento a la práctica. Si desean encontrar piedras preciosas, tendrán que buscarlas en medio del polvo y los cascajos en la tierra, porque si las buscaran en el cielo abierto no las hallarán. Este cuerpo viene a ser como el polvo y únicamente en él podrán encontrar al Señor. El deber del hombre consiste en hacer el intento por encontrar la joya del aspecto Divino en este cuerpo humano. Si tomaran un recipiente de oro, lo tapizaran exteriormente con piedras preciosas y lo usaran luego para hervir en él cualquier líquido, estarían haciendo algo muy similar a la situación en que nos encontramos ahora. El cuerpo humano que contiene la joya divina está siendo utilizado para satisfacer los bajos deseos y pensamientos humanos. ¿Existirá algún necio que tome un arado de oro para preparar la tierra y siembre luego plantas inútiles en ella? ¿Habrá algún necio que vaya por la ciudad mendigando alimentos cuando tiene en su propia casa una comida sabrosa a disposición? Así también, aunque están presentes en vuestro propio corazón la sagrada paz y la felicidad, ¿tiene algún sentido que las estén buscando por fuera, en cualquier parte, salvo dentro de sí mismos? Siendo que consideramos que Dios es Omnipresente, en la práctica lo buscamos por todas partes, excepto dentro del propio corazón. Es una necedad buscar al Absoluto Universal en cualquier parte que no sea el propio corazón. Nuestros Puranas nos han estado indicando que el Ser Supremo es así y asá, que tiene tales o cuales atributos y cualidades, etc. Todas estas descripciones surgen, en realidad, de los propios sentimientos íntimos y de la imagen de Dios que cada cual proyectaba. Son muy pocas las personas que pueden describir los verdaderos atributos del Señor. Aunque el Señor está presente en todo y es el responsable por todo, a nadie le es posible entender Su plena significancia. Todo es Dios y cada aspecto de la Creación es una faceta Suya. Y no es correcto declarar que Dios está presente en todo y buscarlo al mismo tiempo en algunos lugares específicos. Esto carece por completo de sentido.

Todas estas declaraciones hechas por diferentes personas no dependen sino de sus ideas, de sus fuerzas y flaquezas, de sus agrados y desagrados, y sobre la base de estos caprichos es que han estado entregando las variadas descripciones del Señor. Esta base para la descripción del Alma Universal la constituyen para ellos todo aquello que les resulta evidente en el mundo y lo que representa su propia experiencia, ya que no les es posible, a ninguno de ellos, entregar una descripción correcta del Señor. De hecho, todos aquellos que han experimentado realmente la gloria del Señor no intentan darle una descripción a otros. No es correcto que alguien que no ha logrado superar sus propias flaquezas, deseos y características trate de describir al Señor como esto o aquello y tales intentos no han de considerarse sino como vanos y huecos. ¿Si un individuo está sometido a los gunas, cómo podría reconocer al Señor que está por encima de ellos y describirle? De modo que cuando alguien así describe a Dios, no estará hablando por experiencia propia, sino hablará sobre la base de lo que haya leído en los libros que otros han escrito. El océano es muy amplio e infinito, y de él un individuo podrá sacar tanta agua como sea el tamaño del recipiente que lleve, y nada más. En un vasto territorio, cada persona y cada religión estarán atadas a restricciones y captarán sólo algún aspecto en particular del Señor, pero creen que este aspecto en particular representa el cuadro completo de lo Divino. Estas limitaciones artificiales de lo Divino son de un tipo tal que sólo aquello que entre dentro de los límites de su comprensión podrá ser entendido. Y, ¿cómo podría meterse el ilimitado aspecto de Dios en un espacio estrecho apropiado sólo para limitaciones específicas? Los devotos de Vishnu proclaman que su entendimiento es el mayor de todos. Los devotos de Shiva proclaman que el aspecto de Shiva es el mayor. Los devotos de Ganapati sostienen que Ganapati es la mayor de las deidades. Los devotos de Sarada dicen que ella representa al mejor de los aspectos de Dios. Los devotos de Alá proclaman que él es el más grande. Otros dicen que todos son lo mismo. ¿Cómo puede alguien decir quién es el más grande? ¿Cuál es el cuadro verdadero?

Deseo darles un lindo ejemplo al respecto. Siete ciegos se acercaron a un gran elefante. Uno de ellos se aproximó hasta tocar una de sus patas, la tocó y cuando describió al elefante, dijo que era como un gran pilar. Otro le tocó una oreja y lo describió como un gran abanico. Un tercero le tocó la cola y lo describió como una gruesa cuerda. Un cuarto le tocó la panza y decidió que era como un muro. Y así fue que cada uno de los ciegos tocó una parte diferente del elefante y llegó a la conclusión de lo que era correcto como descripción en lo que a él concernía. Cada cual llegó a la conclusión de que el aspecto del elefante que había examinado correspondía a la forma total y final del animal. Todos describieron correcta y completamente el órgano en particular del elefante que cada uno había tocado, pero un órgano aislado jamás podrá representar la totalidad del elefante. Es la combinación de todos ellos lo que puede llamarse "elefante". De manera similar, cuando la gente trata de entender la religión universal, se aferra de algún aspecto en particular e imagina que aquello que ha logrado representa el aspecto total de la religión. La religión universal es, en verdad, el consenso de todos estos diferentes aspectos captados por diferentes personas. Es el contenido común y armonizado de todas las diferentes religiones del Universo. En todos estos componentes deberá fluir la misma sangre saludable. Es verdad decir que el Amor representa la sangre que fluye en todas las religiones del mundo. En esencia no hay sino una sola religión y ella es la religión del Amor. Este Amor es la corriente que fluye a través de todas las religiones y constituye la esencia de todas ellas. Sin reconocer esta corriente esencial del Amor que contienen todas las religiones y prestándole atención tan sólo a la forma y al ritual externos, los seres humanos se han enfrentado unos a otros luchando por el status de cada religión. Los que tienen por meta únicamente la forma externa no podrán llegar a ninguna conclusión verdadera. De manera similar y también en lo que respecta a Sai, hay personas que sacan conclusiones basadas únicamente en las apariencias externas y por este medio tratan de entender la naturaleza de Sai. No hacen intento alguno por reconocer la verdad básica, las inalterables y permanentes cualidades de verdad que hay en Sathya Sai. Todos los poderes están bajo el control de Sai. Pero, lamentablemente, mucha gente instruida que se tilda de yoguis, mahayoguis, filósofos y de contar con todo tipo de calificaciones, no habla sino de los milagros que realiza. No hacen intento alguno por reconocer el poder y la verdadera naturaleza del Sai que aparentemente ven. Hoy en día viene mucha gente instruida y orgullosa de la clase de educación que ha obtenido y, sin percatarse de la verdad que está presente aquí, habla de sus conocimientos sobre las Upanishads, los Vedas y los Sastras. No se dan cuenta de que la base misma para todo lo que hablan está presente aquí en Brindavan. No hacen intento alguno por comprender esta verdad. Muchas de estas personas le asignan una gran importancia a sus propias enseñanzas y conocimientos, y se muestran ansiosas por exhibirlos. Todas ellas no se dan cuenta de que han llegado a un lugar que representa la base misma del conocimiento y que deberían tratar de obtener el Darshan (la Visión Divina) de esta base, en lugar de hacer exhibición de sus propios conocimientos. Cuando uno observa a personas con esta actitud, resulta muy claro que no tienen experiencia alguna de la verdadera Divinidad y que lo único que han adquirido es el saber de varios libros. No tienen ni conocimientó ni sabiduría respecto de las cosas que realmente importan.

Para nadie es posible reconocer el verdadero aspecto de Dios. Desde los tiempos remotos hasta los tiempos actuales, aunque Dios apareciera en medio de los hombres, no les ha sido posible a ellos experimentar y apreciar los verdaderos aspectos de Dios. La razón para ello es que son desafortunados. No hay límite alguno para mi poder. No hay razón alguna para que limite o confine mi poder y mi gracia a ningún lugar en especial. En mis manos se encuentran poderes ilimitados e ilimitada Gracia. Se hace necesario a veces que declare estas cosas respecto de mí mismo. De nada sirve decírselo a personas que se rehúsan a saberlo, y para los que lo saben, no hay necesidad de decirlo. Pero, para aquellos que saben y, sin embargo, no saben, se hace necesario que presente lo que llamo "mi tarjeta de visita". Por ende, si hoy día he decidido hablarles de mí mismo, no me lleva sino el propósito de presentarles mi tarjeta de visita y ningún otro que puedan tener en mente.

En toda nuestra historia espiritual, encontramos que solamente Krishna proclamó de esta manera su Divinidad. Incluso durante el Avatar de Krishna se produjeron algunos reveses superficiales y algunas dificultades en determinados momentos. Pero ello no es nada inusual. No se trata sino de una apariencia pretendida y forma parte integral del aspecto Divino. Se aparentan estas derrotas para hacerle ver a la gente que se hizo un intento y que éste resultó infructuoso. Durante el Avatar de Krishna, llegaron muchos reyes hasta El y le preguntaron por qué, estando El presente, habría de tener lugar la espantosa guerra de Mahabharatha y no hacía algo por detenerla mediante negociaciones de paz. Krishna replicó a ello diciendo que había hecho realmente un esfuerzo, pero que no había tenido éxito. Esto no hay que interpretarlo como un fracaso de Krishna. En realidad acuerda con un plan que había concebido. (quería que el mundo viera y supiera de todos los esfuerzos posibles que había desplegado, pero que los malvados Kauravas no habían escuchado sus consejos. Esto le mostraría a la gente que se habían hecho esfuerzos, pero que los Kauravas eran pérfidos y no quisieron escuchar a Krishna. De modo que intentó las negociaciones y le demostró a la gente que los Kauravas no tenían interés en tener paz. Dependiendo de la naturaleza del país, de la gente y del ambiente, se hace necesario para Dios montar tales situaciones y pretender hacer ciertas cosas. En este Avatar de Sai, no queda lugar en absoluto para tales pretensiones ni tales reveses. Lo que he decidido como Deseo Divino (Sankalpa) fructificará con toda seguridad, pero no necesito recurrir a un Deseo Divino si no lo deseo. Mis pensamientos, mis Deseos Divinos y mis ideas dependen de cómo se comporten los devotos. Mi Gracia y mi deber son estar por completo a disposición, en beneficio de los devotos. Debido a que soy como un individuo común cuando hablo y juego con ustedes, mucha gente no entiende mi verdadera naturaleza. En este contexto, incluso gente con gran fuerza mental no es capaz de reconocer la verdadera naturaleza de este Sai ni la diferencia entre la apariencia externa y el real aspecto interno.

Mi objetivo es el de establecer la unidad en el género humano y revelarles el aspecto de la Divinidad que es Brahman (Dios), la única meta a la que uno ha de aspirar.

También es mi deber hacerles realizar el tipo de relación que debiera existir entre un hombre y otro y establecer que el aspecto de la Divinidad se encuentra presente y latente en todos los seres humanos. Las personas no llegarán a ser grandes por recitar meramente los Vedas y hacer discursos rimbombantes, y a mí no me empequeñece simplemente no hacer estas cosas. Tengo la capacidad como para resolver los más intrincados problemas, pero es muy absurdo que la gente piense que soy sólo un hombre de milagros y nada más, simplemente porque no presumo de esta capacidad ni hablo como si pudiera resolver todos los problemas. Los milagros despiertan en mí la misma sensación que podría tener un elefante cuando se le para un mosquito en el lomo. Ellos no ocupan más que un lugar insignificante en mi totalidad. A veces siento ganas de reírme de la ignorancia de la gente, cuando le asigna importancia a mis milagros. Hablan de estas pequeñas cosas y se olvidan del aspecto tanto mayor que hay en mí. La más sagrada de las cualidades que hay en mí es el Amor. Este Amor es inconmensurable. Por mucho que alguien trate, jamás logrará una medida del alcance de mi Amor. Nunca podrá ser medido ni realizado. Sólo aquellos que han reconocido la existencia de este Amor en mí, pueden atisbar la idea de lo que soy. ¡Estudiantes!: Dense clara cuenta de que el único camino ancho para alcanzar a Dios es el del Amor. Podrán saborear esta dulce miel del Amor sólo a los Pies de Loto del Señor. Mas, atención, esta miel está en el Loto y no es que se la haya aplicado a los Pies del Señor. Cuando nos referimos a la palabra Loto, tenemos que entender otro sentido significativo para ella. Un loto se origina en aguas turbias y nace en el barro, sin embargo no asimila ni el barro ni el agua. Pero si carece de agua, el loto no puede sobrevivir ni un instante. Lo interesante aquí es que, aunque sólo sobrevive en presencia del agua, no la asimila. Al igual que en esta analogía, la vida humana nace desde algo exterior a la vida que podría compararse con el barro, y vivimos en este mundo temporal que podría compararse con el agua. Haber nacido del barro y vivir en el agua y, sin embargo, no atraer hacia nosotros a ninguno de los dos, es el aspecto de los Pies del Señor. Esta es la razón por la cual los diferentes miembros del Señor se denominan como el Loto y se hace referencia a los Pies de Loto, los Ojos de Loto, etc. Por ende, todo lo que hace el Absoluto Universal está hecho sin apegos y El no es afectado por nada. La senda que sigue no le deja marcas. Está siempre limpio e inmaculado. Su visión no es nunca negativa y su mente no es nunca impura. Son características del Señor una visión limpia y una mente que no vacila. Es de experiencia común que cuando uno toma algo grasiento, la mano quede engrasada y haya que lavarla con jabón. Pero han de recordar que aunque la mano se engrase cuando uno come alimentos grasos, la lengua nunca se engrasa, aunque haya grasa en lo que se come. Es debido a que la lengua no atrae grasa ni nada de lo que pase por ella, que se la ha descripto siempre como un órgano sagrado y no ha de ser usada más que para pronunciar palabras sagradas, como los nombres de Dios. Sólo la lengua tiene el derecho de pronunciar estas sagradas palabras, porque todos los demás órganos permiten que la grasa se pegue en ellos.

Es costumbre de las mujeres usar lápices o tinturas para embellecer sus cejas o pestañas, pero nadie permitirá que la tintura toque el globo del ojo. Así como el ojo no acepta la tintura, nuestros Sastras nos han dicho que nuestra visión habrá de mantenerse siempre perfectamente clara y nunca habrá de albergar ideas oscuras. Otro significado para la palabra "Conocimiento Superior" es el de "visión". El Sruthi nos ha enseñado que la realización del aspecto del monismo, de la no dualidad, es él mismo una visión. Cuando hacemos uso de la palabra visión, implicamos que sólo los ojos pueden ver, porque no hay ningún otro órgano en el cuerpo que tenga esta capacidad. Además, nuestra visión nos enseña también otra lección. Si un individuo se para frente a nosotros, podemos ver nuestra propia imagen reflejada en sus ojos y él podrá ver su imagen en los nuestros. En este proceso, notamos que para permitirle ver su imagen, es el ojo el que se está empleando como espejo. De igual manera, si queremos tener una visión del Señor, habremos de usar el ojo de la sabiduría como superficie que lo refleje. Cuando queremos ver las cosas del mundo, abrimos los ojos y vemos muy bien. Si no podemos ver bien, usamos anteojos para ayudarnos. Sin embargo, cuando vamos a un templo para tener la visión del Señor, cerramos los ojos y ofrecemos Namaskar (poner el ego a los Pies del Señor). ¿Qué significa esto? Van a un templo, quieren ver a Dios, pero cierran los ojos. Deberían examinar lo que significa esto. El ojo físico no sirve de nada para vuestro intento de lograr una visión del Señor y habrán de recurrir a vuestro ojo de la sabiduría. Que cierren los ojos implica que entienden que el ojo fisico no es apropiado para ver al Señor. Se puede concluir de esto que todo lo que ven con los ojos físicos es falso y que únicamente aquellos que pueden hacer uso del ojo de la sabiduría pueden obtener una imagen verdadera de mí.

En la corte del rey Janaka se había establecido una práctica, según la cual invitaba a grandes estudiosos y conversaba con ellos. Eran tres los tipos de conversaciones que se permitían en la corte de Janaka. El primero consistía en argumentos e intercambio de palabras. El segundo consistía en citas, y el tercero, en lógica. El primer tipo significaba que el individuo ponía plena atención a lo que quería expresar y podía adoptar cualquier método para exponer la verdad. El segundo método consistía en usar un Sastra o citar de las Escrituras para establecer lo que el individuo quería expresar. El tercer método consistía en el uso de una lógica profunda, a través de citas de los Vedas para confirmar sus ideas. Este método reviste un profundo análisis y establece lógicamente lo que uno desea, por medio de la cita de la autoridad de los Vedas. De esta manera se hicieron los arreglos para tener estas tres maneras de presentar los temas en la Corte de Janaka. Eran muchos los reputados estudiosos que solían visitar la Corte. Personas que detentaban variados títulos para indicar su versación iban a participar en los debates y usaban el Rudraksha (rosario de semillas de un árbol) como símbolo de su erudición. Entre ellos llegó un tal Ashtavakra que era muy joven y ambicioso. Cuando intentaba entrar a la Corte para participar en los debates, los estudiosos de más edad pensaron que no era digno de ellos el discutir con este joven. Una actitud así no hace sino indicar arrogancia y orgullo intelectual. Trataron de evitar de muchas maneras su participación. Pero Ashtavakra era obstinado y luego de implorarle al rey Janaka, le fue permitido entrar en la Corte. Tan pronto como entró, todos los sabios que lo observaban se echaron a reír. Como réplica, él se rió más ruidosamente. Los sabios se sintieron sorprendidos, ya que pensaban que tenían una razón válida para reírse, pero no veían razón valedera alguna para que se riera Ashtavakra. Uno de los viejos le hizo callar y le preguntó por la razón de su hilaridad. Otro indicó que nadie que viera el deforme cuerpo de Ashtavakra podía dejar de reírse. Entonces, el joven dijo que si querían escucharle les explicaría la razón de su risa. Dijo que había venido hasta la Corte de Janaka a participar en la función, porque había oído decir que personas muy listas e inteligentes estarían presentes, pero que se había visto obligado a reír al ver que el rey Janaka y sus ministros habían tomado por sabios y eruditos verdaderos a este conjunto de personas necias y tontas. Ashtavakra usó la palabra "mala" que connota a una comunidad de zapateros remendones, y ante esto, todos los sabios se pusieron furiosos. Ashtavakra les indicó que los trataba de zapateros remendones, porque sólo un zapatero conoce la naturaleza del cuero que se usa para hacer el calzado y ellos se comportaban como tales al asignarle tanta importancia al cuero que cubre el cuerpo externo.

Los sabios serán verdaderos sabios sólo si son capaces de ver dentro del corazón con su visión interna. En cambio, si la gente no mira sino los rasgos externos y le atribuye una importancia indebida a estas cosas, pertenecerá al mismo tipo de remendones que describió Ashtavakra. No es correcto el hablar todo el tiempo del Vibhuti (ceniza sagrada) que doy, de las cosas que materializo o de los milagros que realizo. incluso la gente instruida no es capaz de reconocer mis aspectos sagrados. ¿ Es esto resultado de la educación que han recibido? ¿Qué valor podríamos atribuirle a su educación si no son capaces de ver los aspectos internos y más importantes, y sólo le atribuyen importancia a los detalles secundarios ? ¡Estudiantes!: No han de tomar por este camino. Habrán de tomar por el camino por el cual puedan ver profundamente dentro de Mi corazón y vivenciar Mis diferentes aspectos Divinos. Deben entender el Omnisciente poder en Mí. No se dejen desviar por la gente que no hace sino hablar de la medalla, el reloj o el anillo que recibieron de Mí. Estas cosas no tienen un significado profundo. Si pueden llegar a ganarse mi Gracia, eso equivaldría a recibir todo el mundo. No hablen de Mis milagros, sino hablen del Amor que pueden obtener de Mí por su conducta. Esto es más importante y deben empeñarse en lograrlo. Puesto que hay un valiosísimo diamante en Mí, es eso lo que deben tratar de conseguir. ¡Qué sentido tendría que quieran conseguir cosas menores: No deben apartarse de este invalorable tesoro. Deber, mantenerse tan cerca de él como sea posible. ¡Es necesario que lo tomen y lo atesoren! Puede que se pregunten dónde está la necesidad de que nos ganemos cosas como la Gracia y el Amor Divinos. En este contexto, es útil que sepan del tipo de Amor que proviene de la Divinidad presente en Mí.

Puede que le haya dado un talismán protector a un devoto y ese individuo lo habrá usado ya sea colgando del cuello o de cualquier manera sobre su cuerpo. Ustedes no necesitan pensar constantemente en Swami. El estará con ustedes y cuidándoles aunque no lleven un talismán protector encima. No obstante, el propósito de este talismán, es que si el individuo que lo lleva se encuentra en algún peligro o dificultad, el talismán me traerá la noticia en un instante y vuelve a él con Mi Gracia. Esta es la función que cumple el talismán que doy. Constituye una especie de nexo entre Mí y el portador en momentos de peligro. Estos regalos materiales han estado protegiendo a miles de personas. Para darles un ejemplo específico, puedo citar el caso de una persona que está justamente aquí ahora. En el mes de abril de este año, vino conmigo a Bombay y tomó parte en varios programas. El último día, sin embargo, tuvo que abandonar Bombay para viajar a un país extranjero. Terminó su trabajo allí y, cuando se preparaba para volver a la India, enfermó y cayó inconsciente. No sabía nada de sí. No había nadie que lo conociera, ni amigo alguno con él. Cuando llegó al aeropuerto para embarcar, no tenía su billete de avión ni los papeles que necesitaba consigo. Si uno debe viajar desde un país tan distante, ni aunque esté bueno y sano podría hacerlo sin el correspondiente pasaje. No estaba plenamente consciente y estaba como en un estado de amnesia. Buscó por todas partes, pero no encontró su billete y estaba en serias dificultades. En ese momento, el anillo que llevaba me entregó como un rayo el mensaje. Y en unos segundos llegó un funcionario del aeropuerto y lo embarcó en el avión, aunque no tenía su billete, y él mismo no llegó a saber cómo fue que llegó a India.

Hay otro ejemplo de este tipo en el caso de un devoto de Calcuta que solía quedarse en Londres y que vino a esta Escuela de Verano hace algunos días. Cuando intenté regalarle un anillo, me rogó que lo excusara, porque no había llevado nunca un anillo en su vida. Yo insistí en que debía llevar el anillo que le di. Me contestó que lo llevaría, puesto que le daría la Gracia de Swami. Se lo puso y viajó a Londres. Yo le había dicho que cualesquiera fueran los peligros a los que se viera abocado, ellos se traspasarían a Swami y él estaría a salvo. Si pudiéramos ver la terrible velocidad a la que corren los automóviles en Londres, uno se sentiría mucho más a salvo en un avión. Sucedió que el coche en el que iba este devoto fue impactado por otro, quedando prácticamente desintegrado, con sus partes diseminadas por la carretera. En lo que concierne al ocupante, que no era otro que este devoto al que le había dado el anillo, no supo cómo se vio sentado en medio del camino, aparentemente en buenas condiciones. Estando allí sentado, llegó otro automóvil para llevarlo y, entonces, miró el anillo que le había dado y vio que Mi imagen en él se había roto en mil pedazos. Para cuando llegó a su casa había llegado un telegrama Mío. Sólo mandar un telegrama de Brindavan a Whitefield toma de seis a siete minutos, pero en los pocos minutos que le llevó al devoto llegar a su hogar en Londres, desde el lugar del accidente, el telegrama ya lo estaba esperando. El telegrama decía: "¡Sé feliz! Estoy contigo. No te preocupes por el accidente". Miró el telegrama y se sintió profundamente emocionado. Volvió de inmediato a la India. El motivo por el cual les estoy contando esto a los jóvenes sentados aquí, es para hacerles ver que Mi aspecto es tal que se relaciona con el corazón. Estas cosas externas y materiales proveen el nexo de corazón a corazón, y funcionan cuando se requiere que funcionen. Este tipo de funcionamiento y de conexiones de corazón a corazón no se producen de a una ni de a dos, sino por miles. De hecho, estos incidentes son tantos como cabellos hay en Mi cabeza. El propósito con el que he venido, no es el de satisfacer pequeños deseos o atender a pequeños incidentes como éstos que les he mencionado. Hay grandes verdades que he venido a establecer.

Hay un considerable cambio en los puntos de vista humanos que tengo que producir. Nadie me podrá detener ni apartar de cumplir con las tareas para las que he venido, vale decir, el establecimiento de la Verdad única e invariable. En esta tarea tienen una parte que desempeñar y habrán de desempeñar este papel en el cumplimiento de la misión de Sai que está aún por delante de nosotros. El establecimiento de la Rectitud es la tarea a la que hemos de atender de inmediato y espero que todos desempeñen sus papeles, por pequeños que estos sean, para completar el trabajo de Sai.

Puesto que todo depende de la Verdad, esta Verdad no es algo que deba ceder ante nadie. La falsedad es la que debe subordinarse a casi todos aquellos con los que entra en contacto. La Verdad jamás se subordinará a nadie. Esta forma es la forma de Sathya Sai o la encarnación de la Verdad. En el nombre de Sai Baba, "Sa" representa a lo Divino y "ai" a la Madre, de modo que Sai representa a la Divina Madre. Baba significa "Padre". De modo que el nombre de Sai Baba significa Madre y Padre Divinos. Las palabras Sambasiva y Sai Baba significan la misma cosa. Sa Amba Shiva significan Padre y Madre Divinos, lo mismo que Sai Baba. Debido a la existencia del aspecto madre y padre y debido a que ambos están presentes, esta forma se puede describir con justeza como "Encarnación del Alma y la Energía de Shiva". Como una madre, seré tierno y suave y les daré felicidad, y como un padre, les castigaré y les criticaré cuando sea necesario, y con estos métodos les llevaré hasta un alto nivel. Hasta vuestros propios madre y padre en el sentido mundano, se ponen egoístas a veces y pueden castigarles con palmadas de egoísmo, pero esta Madre y este Padre Divinos no tiene ninguna traza de egoísmo. Es desinteresado y los castigos que les imponga no son sino para llevarles a un. nivel más alto. Si una madre tiene dos hijos y uno de ellos está enfermo, le dará a éste alguna medicina amarga, en tanto que al otro le dará lo que pida. Y si lo hace así, no es porque quiera al uno más que al otro, lo hace porque se da cuenta de que es para el bien del niño enfermo el darle la medicina amarga. Si se acerca a Mí un individuo que tenga buenas cualidades, soy dulce con él. En cambio, soy duro con el que tenga malas cualidades y no dejo que se me acerque. No es que me sea más grato el uno que el otro, sino que doy la medicina que cura las malas cualidades cuando se hallan presentes. También hay personas que son creyentes y otras que no lo son, y los creyentes están siempre preparados para disfrutar de la dicha de estar cerca de lo Divino. Los no creyentes se sienten perturbados, incluso ante la sola mención del nombre de Dios. Debemos examinar en esto la razón por la cual les disgusta el nombre de Dios a los no creyentes. Esto no significa que Dios les disguste. Es como una enfermedad en ellos. En las reuniones que hacemos para celebrar los casamientos u otros actos, les servimos dulces a todos los invitados. Pero hay algunas personas que dicen que no los quieren. Esto no se debe a que no les gustan los dulces, sino que los rechazan, porque sufren de diabetes. Y las personas que no quieren acercarse a Dios son como los pacientes diabéticos. Sufren de una enfermedad y sólo cuando se cure ésta, disfrutarán tanto como cualquier otra con el dulce nombre de Dios. Cuando alguien sufre de malaria, todo lo que coma le sabrá amargo. El sabor amargo no procede de lo que come, sino que lo produce la enfermedad. Después de curarse de la malaria, lo dulce les sabrá dulce. En este contexto, uno tendrá que tratar de curar la enfermedad más que forzar a la persona a comer un dulce. Desde mi punto de vista, en todo este mundo no hay nadie que sea un no creyente. En verdad, el individuo tiene algún motivo egoísta como querer establecer una organización propia. Su atención se desvía hacia el cumplimiento de tal tarea. Sólo aquel que no sea capaz de quererse a sí mismo podría ser tildado de ateo o de no creyente, pero en este mundo no hay nadie que no se ame a sí mismo. Hay mucha gente que dice: "No tengo fe en Dios", pero también dice: "Tengo confianza en mí mismo". Pero no piensa en quién es este "yo" de sí mismo. El "sí mismo` en él es Dios. Sigue diciendo: "Mi cuerpo, mis ojos, mi mente", etc., pero, ¿quién es este "yo" que reclama la propiedad? Al decir todo esto, no se están identificando con su cuerpo. No son el cuerpo. Por ende, la mente, la inteligencia, la conciencia y todas estas cosas le pertenecen en realidad al "yo" y no son el "yo" mismo. De modo que confianza en uno mismo es sinónimo de fe en Dios. Todas las personas que tienen confianza en sí mismas deberán ser llamadas creyentes.

No pueden ser tildadas de no creyentes. El Alma Divina brilla en todos como una llama autorresplandeciente en la forma de Conocimiento Superior. Es en este contexto que se ha dicho: "El Yo es idéntico a Brahman". Brahman está presente en cada uno en la forma de Sabiduría Divina.

No tiene sentido decirle a alguien que carece de Dios. ¡Estudiantes! ¡Encarnaciones del Alma Divina!: Hoy he hablado por mucho tiempo, causándoles algunos inconvenientes. Pero nuestras conversaciones llegan a su fin hoy, aunque la separación a partir de mañana sólo abarcará el asunto de los discursos y las charlas. La cercanía entre nuestros corazones es tal que no se terminará. Mantengan el aspecto de Sai en sus corazones. Quise hacerles entender algunos aspectos de Sai que muchas personas desearían conocer, aunque a nadie le es posible entender o sondear las profundidades de Sai. Este es el fondo del hecho de querer hablar de mí mismo. Quería hacerles entender algunas cosas que ningún otro les puede comunicar. Desde mañana mismo traten de poner todo esto en práctica y disfruten de la Dicha Divina y lleguen a ser uno con la Divinidad. No llenen sus cabezas con meras informaciones y conocimientos. Llenen sus corazones de Amor. Espero que van a llenar así sus corazones con el contenido esencial de Mis discursos para prepararse así para la vida futura.