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Discursos dados por Sai Baba

02. ../05/74 'Dios' y 'Bharat' (la India) como tema de los discursos que seguirán

Dios' y 'Bharat' (la India) como tema de los discursos que seguirán

Dios' y 'Bharat' (la India) como tema de los discursos que seguirán

Mayo de 1974

Obtendremos la cosecha del arroz sólo si sembramos la semilla del arroz. No obtendremos cosecha alguna si sembramos arroz frito. Aquel que logre la sabiduría necesaria podrá liberarse de los repetidos nacimientos. Esto se logrará sólo adquiriendo el correcto tipo de conocimiento. Presten oídos a esta gran verdad: ¡Oh bravo hijo de Bharat (la tierra con apego al Señor)! Los ciudadanos de este país siempre han vivido de la esperanza. Perder la esperanza no es una característica de nuestros conciudadanos. Sufrir de falta de fe y de desesperanza representa una debilidad y el cultivo de esta debilidad les hará perder toda la fuerza humana que poseen. El entusiasmo y la dedicación son las cosas que mostrarán el camino hacia la prosperidad del hombre. Cada individuo que posea este entusiasmo y esta dedicación logrará con seguridad el éxito y la gloria en cualquier tipo de actividad que emprenda. Nuestra propia cultura nos muestra que el que posee dedicación e interés siempre triunfará. Hemos de hacer el intento de recorrer el trayecto de nuestras vidas con interés y antusiasmo. Los ciudadanos de nuestro país creen en el karma, los frutos que brotan de nuestras propias acciones. Y debido a esta fe firme en la doctrina del karma, siempre enprendenios buenas obras y nos mantenemos alejados de las malas. Nos adelantamos prestamente a ejecutar una buena obra, pero vacilamos en involucrarnos en una mala. Vyasa escribió en los Puranas (escritos que describen los poderes y hechos de los Dioses) que nos prestamos para las acciones positivas y para decir cosas buenas, pero que vacilamos en hacer algo malo o en pronunciar cosas no sacras, porque sabemos que ello hiere a la gente. La filosofía del karma (de la acción) que aceptamos en este país es algo muy sagrado y es por eso que se dice que creemos en la necesidad de hacer bueolas cosas. Representa una característica importante de nuestra cultura el que, tanto como individuo, como familia o como sociedad, haya una considerable tolerancia y dependencia mutuas. Cuando se llega a reconocer la conexión entre estas tres características y cuando uno puede reconocer y respetar los preceptos espirituales que se nos entregan, prestándole simultáneamente suficiente atención a los deberes mundanos, no cabe duda de que la sociedad prosperará y que habrá paz en el mundo. Debido a que nuestro pueblo ha reconocido la conexión existente entre el pensamiento mundano y el aspecto espiritual, es que le es posible transitar por la senda correcta y llegar a ser líderes en el pensamiento mundial. Aquí siempre se ha enseñado que los aspectos mundano y espiritual no pueden contradecirse. Imaginen que llevan al cuello un collar de oro. Si sólo miran la forma que tiene, diremos que es un collar, pero si consideramos al material del que está hecho básicamente, diremos que es de oro. No obstante, no es posible que el oro sea una cosa y el collar una distinta. No es posible fabricar el collar sin el oro. De modo que si nos referimos a él como a un collar de oro, ello no hace sino demostrar la unicidad del material básico, vale decir el oro, y el nombre y la forma, vale decir el collar. No hay lugar para establecer diferencias entre lo fundamental y el adorno. De igual manera, deberíamos ser capaces de proclamar la grandeza de nuestra cultura y de nuestra educación reconociendo la unicidad de la humanidad por una parte y la Divinidad por otra.

La relación entre el Individuo, Dios y la Naturaleza (Diva, Iswara y Prakriti) es algo inseparable. Sin algodón no podemos tener fibra y sin fibra no podemos tener la tela.

Para que una pieza de tela tome la conformación que posee, el material básico son los hilos. En tanto que la tela tiene como base estos hilos, los hilos tienen como base el algodón. Algodón, hilo y tela representan tres nombres referidos a tres formas diferentes, pero es una sola cosa la que los tres contienen y ella es el algodón. La Naturaleza (Prakriti) viene a ser como la tela en esta analogía. Es el conglomerado de nuestros deseos lo que toma la forma de Naturaleza. Estos deseos emanan de nuestro corazón y tienen su origen en él. Sin embargo, no vemos a nuestros deseos en torno de nosotros. Somos incapaces de ver, en su apariencia externa, aquello que se encuentra latente en nuestros corazones en la forma de deseos. No es posible ver nada exteriormente si su origen no residiera como una entidad latente dentro de nosotros. Si cerramos los ojos, nos parecerá como si nada de la Naturaleza que nos rodea existiera. Pero cuando los abrimos, vemos muchas cabezas diferentes que nos rodean. ¿Ha llegado gente de alguna parte o se ha ido gente de aquí mientras teníamos los ojos cerrados? No... todos han estado aquí todo el tiempo. Si no tuviéramos ojos, no podríamos reconocer ni nuestro propio cuerpo. De modo que podemos reconocer toda la Creación sólo a través de nuestra visión. No hay nada que sea separado en cuanto Creación; ella se convierte en realidad debido a nuestra visión. De igual manera, lo bueno y lo malo, lo correcto y lo equivocado, el cielo y el infierno se nos aparecen todos como resultado de nuestra propia proyección visual. La mente del hombre es la única responsable tanto de su esclavitud como de su liberación. La diferencia entre esclavitud y liberación no existe sino en nuestros pensamientos. Entre ambas no hay una diferencia intrínseca o de base. Seremos capaces de apreciar el aspecto de lo Divino tan sólo cuando sacrifiquemos el aspecto de lo individual. Nada podemos lograr ni haciéndole daño al individuo u ofreciéndole nuestra adoración ritual a lo Divino. Hemos de reconocer que el individuo visible y viviente y lo Divino invisible son lo mismo y reconocer también la unidad entre estos aspectos.

Nuestros ancestros prescribieron varios rituales que nos permitirían desechar nuestra arrogancia y nuestro ego. Estos rituales también se han denominado Yagna (sacrificio, llegar a dominar las tendencias negativas y arrojarlas al fuego del sacrificio) y Yaga (peregrinación). La palabra "Yagua" proviene de la raíz "Yag". Hemos llegado a reconocer al Yagna ritual como algo importante dentro del contexto de nuestra adoración del Señor. Las declaraciones que nos entregan nuestros Vedas (Escrituras Sagradas) nos indican sacrificarlo todo, para que a través del sacrificio lleguemos a lograr una visión de lo Divina en nosotros. Si no hubiera sacrificio, la sociedad no permanecería integrada. Si no hubiera sacrificio, no habría vida ni podría uno reconocer la Verdad. Si no hubiera sacrificio, no habría creación ni habría sustenta. Mirando las cosas desde una óptica mundana, si no entregáramos el aire que inhalamos, no podríamos vivir; si no elimináramos el alimento que ingerimos, después de su digestión, no podríamos vivir; si no circulara nuestra sangre por todas partes en cada instante, no podriamos vivir. Si las nubes cargadas de agua no la dejaran caer, no podrían permanecer como nubes. Es por ello que se ha dicha que todo lo que no puedan alcanzar por medio del conocimiento o el esfuerzo, lo pueden lograr por medio del sacrificio. Ya sea lo bueno o lo malo, henos de seguir sacrificando cosas. En este proceso, uno jamás ha de prestarle atención al cuerpo. Si pensamos que algo es bueno y recibimos con agrado la bueno, también algunas cosas malas pueden venir en este procesa. Aquello que les produzca felicidad al venir hacia ustedes, también les causará pesar cuando se vaya. Tomemos un pequeño ejemplo. Cuando nace un hijo en una familia, el evento produce considerable felicidad, pera la muerte del mismo causará un pesar y un dolor terribles. El hijo que nace o que muere es el minino, pero el cambio del evento de nacer o de morir es el que cambia la felicidad en dolor. El hombre no puede vivir sin sacrificio, pera no hace sacrificios conscientemente. Cierto es que cada individuo hace sacrificios, pero no sabe que lo está haciendo. Uno debería tener el sacrificio conscientemente en la mente y habría de inquirir en lo que es permanente y lo que no lo es, e indagar en aquello a lo que ha de renunciarse y que ha de aceptarse.

El cuerpo y el país son como el objeta y la imagen. El cuerpo es el lugar en donde reside lo Divino. La diferencia entre Kshetra y Kshetragna, es decir, entre el lugar de residencia y el residente, está en el "gua". Interpretamos esta diferencia diciendo que aquel lleno de conocimiento y de sabiduría es quien reside en el cuerpo y, puesto que esta letra "gua" no se encuentra en "Kshetra", se dice que el cuerpo carece por completo de conocimiento g de sabiduría. De modo que, manteniendo en mente al Señor, que es la personificación del conocimiento y la sabiduría y que reside en el cuerpo, deberíamos ser capaces de prestarle la suficiente atención al bienestar de éste. Si el Omnisciente no residiera en el cuerpo, éste no tendría santidad. ¿Le danos el apelativo de Kshetra a todo? No, únicamente ciudades, aldeas y ríos específicos llevan el nombre de "Kshetra". Sólo aquellos lugares a los que se les reconoce alguna santidad en particular la llevan. Benares, Tirupati, Gaya, Badri y Prayag son algunos de los lugares que son llamados Ivshetras. Ello se debe a que se asocia con estos lugares una santidad reconocida y la presencia de tal santidad es lo que les otorga el nombre de Kshe±ra. De manera superficial, uno reconoce que éste es un lugar en el que reside Dios. En el Bhagavad Gita se describe a nuestro cuerpo como "Ksshetra" (el lugar de residencia) y el Alma Universal que reside en el cuerpo es llamada "Kshetragna" (el residente). No somos capaces de darnos cuenta en qué forma debemos usar este cuerpo nuestro en el que reside Dios. Los devotos que tienen un corazón piadoso y que albergan pensamientos sagrados realizan peregrinaciones a estos santos lugares. Lo hacen porque creen que estos lugares son sagrados. Si no lo fueran, no tendría sentido que realizaran estos viajes ni gastaran dinero y energía en ellos. En tina analogía se podría decir que, debido a que el cuerpo humano es sagrado, hay mucha gente que se conecta entre sí y trata de emprender una peregrinación y de llevar su vicia por una senda sagrada. Si el cuerpo de un individuo no emprendiera en verdad una tarea sagrada ni llevara una vida sagrada, nadie querría tener ningún tipo de relaciones con un cuerpo así. Por ende, todo el que declare mantener sagrado su cuerpo, debería intentar llevar a cabo únicamente acciones positivas, tener únicamente buenos pensamientos y volcarse en buenas obras.

Si tomamos un pocillo lleno de ponche y vertimos ghee (manteca derretida, clarificada) sobre él, ¿puede la fragancia del ghee eliminar el mal olor del ponche que hay en el pocillo? De manera Similar, si vuestro corazón está lleno de ideas y de pensamientos malos y pretenden, externamente, ser buenos y estar en buena compañía con el sólo propósito de exhibirse, ¿puede esto eliminar las impurezas de vuestro forazón? No importa que no anden en buena compañía ni que realicen buenas obras. No importa que no participen en la meditación y en la repetición del Nombre. Lo que sí es absolutamente esencial, es que mantengan el corazón puro y limpio. La esencia de todas las religiones les enseña que han de mantener puro el corazón. Tanto en el mundo material como para los logros espirituales, resulta esencial el control de vuestros órganos sensoriales. No es conveniente que controlen por completo ni rígidamente todos sus sentidos, como tampoco resulta deseable que les dejen una plena libertad. Uno habría de adoptar el camino del medio. Aquí hay un pequeño ejemplo al respecto. Muchos hombres están acostumbrados a afeitarse, y saben que si presionan demasiado con 1a hoja de afeitar se cortarán la piel y que si la pasan con mucha suavidad no alcanzan a cortar la barba. Por lo tanto, sólo al hacer uso de una presión moderada en este proceso obtendremos el resultado deseado. La mente humana es como el filo de una navaja. Sin controlarla con demasiada rigidez ni permitirle demasiada libertad deberemos estimularla hacia los buenos actos y controlarla cuando muestre alguna tendencia hacia los negativos. Así, distinguiendo entre los actos positivos y los negativos, nos será posible guiar de manera moderada a la mente entre los dos extremos. Controlar la mente y los pensamientos es básico para el Yoga, y ello ha sido declarado por muchos. También hemos de considerar al cuerpo como sinónimo del hombre y al hombre como sinónimo de la mente. Si la mente de uno se comporta de la manera en que ha de hacerlo, uno se comportará como un hombre. Si no lo hace, uno no se comportará como tal. Todo el país depende de los hombres que lo constituyen. Si el país no está en la forma en que debería estar, ello significa simplemente que las mentes no se están comportando como debieran y por eso el país no es lo que debería ser. Lo bueno o lo malo de un país es algo que está determinado por los hombres que lo constituyen. La confusión que prevalece en el país, la falta de disciplina y el temor que se notan en todas partes, no son sino resultados de nuestra propia conducta. Esta situación se ha producido debido a que no somos capaces de mantener nuestras mentes en la forma en que debiéramos y a que los hombres que constituyen el país no se comportan en la forma en que debieran. Si la mente y los pensamientos son buenos, los hombres serán buenos y si los hombres son buenos el país será próspero y gozará de felicidad.

Decimos que éste es nuestro país, pero han de recordar que el país no posee una entidad corporal separada. Es el conglomerado del pueblo lo que se denomina un país. Hay un pequeño ejemplo para esto. Hacemos referencia a un pequeño grupo de personas como a una sociedad o asociación. Ni la sociedad ni la asociación poseen alguna forma distintiva. Los individuos que la componen tienen formas específicas. Debido a que estos individuos dotados de formas específicas se han hecho miembros, es que el grupo se llama sociedad. Deberíamos plantear la pregunta respecto de si esa asociación posee las cualidades que habría de tener. No hemos de considerar el número de sus miembros como criterio primario. El mero número no justifica el nombre de sociedad. Lo que la convierte en una sociedad es la unidad de pensamiento entre sus varios miembros. Se puede concluir que cuando el individuo es justo y cuando todos los individuos que componen la sociedad son correctos, la sociedad misma será justa y correcta. Hoy en día se observa confusión y falta de paz en todas partes, porque no hay unidad ni unicidad entre los que componen un grupo, y esto en todas las esferas: ética, moral, educacional, espiritual y científica. Se puede hacer referencia en cuanto sociedad a un grupo de individuos, sólo cuando todos ellos tengan una base común v acepten un modo común de pensar. Pero hoy en día, en una sociedad que consista de diez personas, encuentran diez modos de pensar y de planes individuales. Si estas diez personas siguen diez caminos diferentes y no hay unidad entre ellas, ¿tiene algún sentido el llamarles una sociedad u organización? Como los grupos o asociaciones sociales no tienen la fuerza como para unificar a los individuos, están pasando penurias. Debemos hacer un intento por convertir las ideas individuales en ideas sagradas.

Uno no debería dedicarme a discutir lo bueno y lo malo de otros. Aquel que se dedica a mantener a distancia lo malo que hay en él y que trata de promover lo bueno en sí mismo, podrá avanzar realmente. Si nos llenamos de mil ojos para ubicar las faltas en los demás y usamos todo nuestro tiempo en este proceso, nuestro corazón se hará impuro y desarrollaremos ideas nocivas. Nuestro corazón es como el lente de una cámara. El objetivo en el que centremos nuestra atención se imprimirá en la mente a través del lente del corazón. Los jóvenes deberán velar para que cualidades co,no los celos, el odio y la falta de tolerancia no entren en sus mentes. Todos los que alberguen tales ideas serán destruidos con el tiempo, por muchas riquezas o conocimientos que puedan poseer. Si abrigaran en su mente estas malas cualidades, estarían tomando voluntariamente por un mal camino y es seguro que van a caer.

¡Estudiantes! ¡Encarnaciones del Alma Sagrada!: Ha sido habitual en estos cursos de verano tomar un tema en particular, haciendo resaltar la idea central, sintetizando y corelacionando las ideas conexas, para grabarlas en vuestras mentes. Este año, la idea importante será la de la histara del nombre de nuestro país "Bharat" y su significado. Este país ha sido llamado “Bharat" o "Bharat desa". Es habitual que el nombre se asocie con el del hijo de un rey que gobernara el pais en una época lejana. Pero éste no es el significado correcto. Todo el mundo ha sido llamado Bharataclesa. No lla sido entendida la relación entre el nombre de Bharata y los Vedas. Deberíamos ser capaces de derivar desde la autoridad de los Vedas el nombra de Bharata.

También es común que nuestro pueblo use frecuentemente la palabra "Brahman" (Dios). Debemos entender lo que significa este término "Brahman". ¿Significa el tradicional Dios, de cuatro caras, significa el sonido tipificado como Brahma o representa al Creador de toda esta "Creación"...? En los treinta días que vienen, habrán de llegar a entender dos palabras importantes: Brahman y Bharata (Dios y la India), refiriéndose a la autoridad de nuestros Vedas (Escrituras Sagradas), Puranas e Itihasas (épica histórica). Pasaré los próximos treinta días explicándoles el sentido interno de estos dos términos. ¡Si uno no puede entender el significado del nombre que le ha sido dado a la propia patria, cuál sería el sentido de haber nacido en el país y de llamarse ciudadano de Bharat! Aquel que es incapaz de reconocer la importancia del nombre de la madre patria, habrá de ser considerado como un ciego o como incapaz de reconocer el propio cuerpo. Hoy en día hay muchos que son incapaces de reconocer el sentido del nombre que se le ha dado a sus cuerpos. Si no son capaces de reconocer esto, ¡cómo podrían reconocer la importancia del nombre dado a su patria! De modo que lo primero que uno ha de hacer es poder entender el significado del nombre que ha recibido y del nombre de su patria. Durante estos treinta días habrá muchos maestros que podrán enseñarles la importancia de varias otras materias, pero yo les hablaré de la importancia de dos palabras: "Brahman" y "Bharat", y espero que podrán apreciar el pleno sentido de ellas.

La gente que alberga pensamientos e ideas sagrados siempre conservará el punto de vista de la Filosofía NoDual (Advaita) en todo lo que digan. Deberán intentar encontrar el bien en todo lo que vean. Ya sea que vean lo bueno o lo malo, habrán de considerarlo como bueno. Si, por el contrario, comienzan por buscar lo malo en las cosas buenas que ven, ello es pecaminoso. En la Biblia se encuentra un ejemplo muy bueno que entrega el Cristo para una situación así. Había un perro muerto en un lugar y había pájaros y otros animales de rapiña que se estaban comiendo los despojos del perro. Muchos pasaban y evitaban mirar esta escena repulsiva. En esos momentos, sucedió que Jesús pasó por ese camino y observó que la gente daba rodeos debido al perro muerto. Indicó que uno ha de aprender a ver el aspecto positivo en cada cosa y preguntó si alguien había notado los limpios y hermosos dientes que tenía el perro. De esta manera les aconsejó a todos ver solamente el lado bueno en todas las cosas. También les enseñó la lección de que en todos hay mala sangre y mala carne y que en cada uno hay algo que, en verdad, habría de hacer que los demás le rehuyeran. Hemos de practicar ver sólo las cosas buenas, hacer lo bueno y escuchar lo bueno, y toda nuestra experiencia habrá de ser una experiencia sagrada. En verdad, si llegamos a pensar que de un país tan vasto sólo un pequeño número de estudiantes han logrado la oportunidad de participar en este curso de verano, ello demostraría que ustedes son muy afortunados. Es mi esperanza que serán capaces de sacar el mejor provecho y de poner en práctica todo lo que aprendan aquí. No vayan a abusar de la oportunidad que han tenido la suerte de conseguir. Seguramente habrán de tropezar con algunas dificultades. Habrán de reunir todo lo bueno que puedan sacar de una oportunidad así. Y espero que serán capaces de hacerlo, pese al hecho de encontrarse con algunos inconvenientes.