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Discursos dados por Sai Baba

11. ../05/74 El niño comienza a tomar forma ya en el útero materno

El niño comienza a tomar forma ya en el útero materno

El niño comienza a tomar forma ya en el útero materno

Mayo de 1974

"Swa" (Yo y Dios) es Verdad, "swa" es Rectitud, "swa" representa al Veda, "swa" representa a la No violencia, "swa" es ofrenda, "swa" es conducta, "swa" es bondad, "swa" es, en verdad, todo lo que encontramos en todos los mundos. ¡Encarnaciones del Amor! ¡Estudiantes!: Lo que se les ha dado ayer como significado para la palabra "swadha" (alimento) es también el significado que tiene según los Vedas. Esta palabra encierra una considerable importancia. Hay personas que discuten que el origen de esta palabra no se encuentra en los Vedas. Se ha dicho que tiene algo que ver con la ceremonia del Homa (ofrenda ritual) y que no deriva directamente de los Vedas. En el contexto de Homa, la palabra que describe las ofrendas que le hacemos a los Dioses, habitualmente termina con "swaha" como sufijo y de allí que la gente haya pensado que no tiene nada que ver con los Vedas. Otros han creído que tiene algo que ver con nuestros antepasados, porque usamos esta palabra cuando le hacemos ofrendas a nuestros ancestros, siendo "sWaha" la que se asocia con los Dioses. Se ha explicado el significado de estas dos palabras "swadha" y "swaha" como si estuvieran relacionadas. La palabra "swahaz se ve como término en palabras como "Kesava ya swaha", "Madhava ya swaha", "Indra ya swaha", etc. En nuestro ritual diario aparecen muy frecuentemente estas palabras. Durante las ofrendas hacemos uso de varias palabras y varios materiales se colocan en el fuego, y la palabra "swaha" se usa para indicar que todo ha de quemarse por completo y ha de ser digerido. Para indicar lo mismo, también se emplea la palabra "suhuta".

Es inevitable que a uno le asalten dudas en este sentido. Pronuncien o no la palabra "swaha", todo lo que echen en el fuego es seguro que se quemará por completo. Está en la naturaleza y la cualidad del fuego el incinerar y tragarse todo lo que se ponga en él. Si es éste el caso, ¿por qué empleamos las palabras swaha y swadha y pedimos que sea incinerado todo lo que le ofrecemos al fuego para que lo incinere? Pero también las usamos en conexión con los Vedas. El Veda nos ha estado indicando el sentida interno de que estas palabras tienen el propósito de satisfacer al Dios en el contexto del Homa y también de satisfacer a la persona que encabeza la ceremonia. Si consideran la palabra "swaha", llegaremos a la conclusión de que proviene de la combinación "swa vak aha". Y en esta combinación entendemos también que esta palabra "swaha" es la palabra hablada de Prajapati.

En esta palabra "swaha" describimos a Saraswati como la encarnación de todo lenguaje. Hemos de entender también que esta palabra significa el hecho de que ella es la encarnación de todo lo que contienen los Vedas. Otra manera de ver el origen de esta palabra es el verla como "Su aha", lo que significa que la prosperidad que se asocia con la voz de Prajapati le es otorgada al mundo. Hay otra combinación que también resulta en la palabra "swaha": "swa atmanam aha". Esto lo entendemos como algo que trata del Conocimiento del Alma y ello nos muestra el sentido pleno de la palabra Sakthi (energía).

Vemos entonces que esta palabra "swaha" ha sido interpretada de muchas maneras diferentes y que se le han adjudicado varios significados alternativos. Entendemos que se trata de algo relacionado con la energía de Prajapati, pero no es correcto confundirlo con que tenga algo que ver con la finalización de una ofrenda. Para cada una de las palabras del Veda hay que considerar dos aspectos, el de Prathyakshá y el de Paroksha, o sea lo que ven directamente y lo que han de inferir, respectivamente. Para la palabra "Agnihi" hay un aspecto que deriva de "Agrihi", la forma de la autoridad directa. Estas palabras "Agnihi" y "Agrihi" representan a las anteriores "Pratyaksha" y "Paroksha", la manifestación directa y la inferencia. El mismo aspecto ha sido descripto por Kalidasa en el texto "Kumare Sambhava", en cuanto a que Prajapati tiene dos aspectos: el directo y el inferido. ¿Cuál sería la evidencia con que contamos en cuanto a que la palabra "swaha" satisfará a los Dioses y que éstos, complacidos, satisfarán al maestro de ceremonias? Nuestros Vedas nos han indicado que, debido a la fuerza vital que contiene la palabra "swaha", los Dioses se sienten satisfechos con su uso y por eso responden satisfaciendo al maestro de ceremonias. Los mantras (fórmulas místicas con el poder de iluminación espiritual) contienen varios tipos de fuerza. A veces tenemos la impresión de que no son sino una colección de palabras que no tienen fuerza específica alguna. El poder que hay en los mantras no puede ser entendido sino por aquellos que sean bien versados en ellos. Pese a que no somos capaces de ver directamente la conexión que existe entre lo Divino y lo humano, podemos sentir esta conexión por una evidencia inferida a través de los mantras. En las cosas simples, como por ejemplo las máquinas creadas por el hombre, vemos una evidencia directa de su potencia, y no es correcto pensar que no tengan potencia los mantras creados por Dios. Aquí va un ejemplo al respecto.

Supongamos que viajan por avión desde Bangalore a Delhi. Saben que el piloto se puede mantener en contacto tanto con el aeropuerto de Bangalore como con el de Delhi, aunque no tengan ninguna evidencia visual de la conexión entre la nave y cualquiera de estos aeropuertos. No vemos la evidencia dirécta en este caso, pero la potencia que está presente tanto en los aparatos del avión como en los de los aeropuertos, les permite mantenerse en contacto. Como ejemplo de una evidencia directa y visible podemos tomar el caso de una conversación telefónica entre este lugar y Bangalore. En este caso, vemos que hay alambres que conectan una estación telefónica con la otra y que son ellos los que transmiten la comunicación. Este es un ejemplo para ilustrar el "pratyaksha". Cuando echamos diferentes materiales al fuego, vemos que son reducidos a cenizas y esto es lo que podemos denominar "pratyaksha" o ver directamente. Pero el hecho de que los materiales que fueran reducidos a cenizas le sea transmitido a la persona en cuya intención se ofrecieran a través del mantra sakthi, es algo que no podemos ver directamente. Aquí es el "paroksha" o la conexión implícita la que emana de esta transmisión y este aspecto le resulta comprensible únicamente a quienes dominen por completo los Vedas. La inferencia de que el sacrificio que se ofrece mientras se pronuncian los nombres de Indra, Rudra o Varuna llegue realmente hasta ellos, es "paroksha" y será entendido por aquellos que conozcan el poder de los mantras. Para ellos resulta tan claro como la evidencia directa.

Tomaremos otro ejemplo. Un anciano que creía en el ritual formal, le ofrecía una vez algo a su padre extinto en el día del aniversario de su muerte. Uno de sus jóvenes nietos, de ideas algo más modernas, se burló del anciano por pensar que la ofrenda llegaría realmente hasta su padre y por tener esa fe ciega. El sabio anciano le señaló a su nieto que el poder del mantra era tal que podía ciertamente transmitirle las ofrendas a su padre muerto, y agregó que sólo podía ser apreciado por los que estuvieran versados en los mantras y que quedaba fuera de la comprensión de la gente común. El nieto era avispado, pero le faltaban buenas cualidades. Quiso que el abuelo se fuera a la planta baja de la casa para ver si llegaba hasta él la ofrenda mientras se recitaba el inantra. Cuando el abuelo le confirmó que la ofrenda no había llegado hasta él, el nieto arguyó que, si con la ayuda del mantra la ofrenda no podía alcanzar ni hasta la planta baja de la casa, menos podría llegar hasta el padre del abuelo que seguramente se encontraba a mucha distancia en un mundo distinto. El experimentado abuelo le respondió indicando que el mantra que se recitaba era el apropiado para un mundo diferente y, en estas circunstancias, difícilmente podría alcanzarle en el piso bajo. Y le preguntó a continuación: "Si tu padre reside en Madras y le escribes una carta que envías a Bombay, ¿le llegará la carta a Madras?" Así tampoco podía alcanzarle la ofrenda mientras estaba sentado en la planta baja, ya que la energía del mantra es algo que se refiere al otro mundo. De modo que hay que recitar el mantra apropiado, referido al lugar en el que se quiere que aparezcan los resultados y así es seguro que los resultados se producirán donde deben. Aunque no sepan hasta qué lugar ha de llegar la ofrenda y aunque no sepan quién ha de llevarla, no cabe duda de que a quien le corresponda el deber de transportar la ofrenda a su destino, estará dispuesto a hacerlo. En este contexto también podemos tomar un ejemplo mundano. Supongamos que uno de vuestros amigos vive en California, en tina casa situada en el Napoleón Drive y le envían una carta a esa dirección. No saben qué gente es la que manipula la correspondencia en el correo ni conocen la casa, la calle o la dirección en California, pero la carta llega a manos de vuestro amigo. ¿Cómo se explican esta situación, siendo que son personas a las que no conocen ni han visto nunca las que llevan la carta a un lugar del que nada saben? ¿Tendrán dudas debido a que no conocen a los individuos que constituyen el departamento postal o debido a que nada saben del lugar al que está dirigida la carta, de que ésta no le será entregada a vuestro amigo? Vuestro deber no es más que escribir la carta y con la dirección correcta en el sobre, pero la responsabilidad de que llegue a su destino recae sobre el servicio postal y no en ustedes. De modo que aunque no conozcan a quienes entregan la carta ni hayan visto el lugar al que está dirigida, vuestra carta será entregada en la dirección correcta. De manera similar, si han pronunciado las palabras "swaha" y "swadha", han recitado el mantra apropiado y le han hecho la ofrenda al Dios del fuego, no cabe duda alguna de que el Dios del fuego la entregará en el destino deseado.

Debido a que en los tiempos pasados había personas santas que entendían el poder de tales mantras, les era posible tener a todo el mundo en la palma de sus manos. Hay una pequeña historia al respecto. Uddalaka tenía una hija única llamada Sujatba, la que estaba casáda con un gran erudito de nombre Ekapada. Ekapada pasaba su tiempo felizmente, enseñándole los Vedas a sus discípulos. Mientras ocupaba así su tiempo, tampoco la mujer perdía el suyo, porque realizaba los trabajos relacionados con la tarea de enseñanza de su marido o ayudándole en otra forma. Sujatha se atenía siempre al acento y a la pronunciación correcta de los Vedas, e incluso cada vez que se cometía un error, el bebé que llevaba en las entrañas indicaba que se trataba de una equivocación. Ekapada se puso furioso al notar que el niño no nacido ya comenzaba a corregirle y le maldijo deseando que naciera malformado. Pasado el tiempo el niño nació y, en verdad, mostraba ocho deformaciones en su cuerpo debidas a las maldiciones de Ekapada. Cuando Sujatha estaba en el noveno mes, Ekapada abandonó el hogar para dirigirse a la corte del rey Janaka, con la intención de participar en un certamen de discusiones sobre los Vedas, y para ganar mucho dinero por este medio. Antiguamente, los sabios no tenían la costumbre de ahorrar para el futuro, porque advertían que la vida era sólo transitoria y no pensaban más allá del presente. En tanto, ahora, tratamos de prever el futuro hasta muy lejos, tanto que apenas nace un hijo, comenzamos a depositar dinero en un banco con el objeto de poderle mandar después al extranjero para seguir estudios superiores, sin saber siquiera si nuestro hijo vivirá por tanto tiempo o si va a ser capaz de aprender tanto. Fue así que Ekapada abandonó el hogar para ganar algo de dinero con qué hacerle frente a los gastos del hijo. Sin embargo, por mala suerte, Ekapada perdió en la discusión que sostuvo con otros doctos estudiosos y, por haber perdido, hubo de quedarse como esclavo en la corte del rey. Entretanto, Sujatha había dado a luz a su hijo a quien puso por nombre Ashtavakra, y se dio cuenta de que su marido ya no volvería a casa. Por la misma época, también dio a luz la actual mujer de Uddalaka, y tuvo un hijo a quien llamó Svetaketu. Ambos se convirtieron en primos. Como no volviera el marido de Sujatha, Uddalaka se la llevó a su casa, junto con su hijo. Desde aquel día ambos muchachos crecieron juntos como compañeros y Ashtavakra pensaba que Uddalaka era su padre. Un día en que estaba sentado en las rodillas de Uddalaka, Svetaketu llegó y le dijo que se bajara de allí porque él quería sentarse en las rodillas de su padre. Ashtavakra corrió donde su madre y le rogó que le aclarara su nacimiento y le informara sobre su verdadero padre. Sujatha le contó toda la historia. Al enterarse de lo ocurrido, los dos jóvenes se dirigieron a la corte del rey Janaka, salieron victoriosos en los certámenes de discusión que se realizaban allí y con ello obtuvieron la libertad de Ekapada, volviendo con él a casa. La madre Sujatha se sintió muy complacida y contenta y comentó que aunque muchos padres, además de engendrar a sus hijos, habían logrado liberarles en ocasiones, aquí se había dado el raro caso de un hijo que había devuelto al padre al hogar, y le alabó por haberle traído este presente. El niño había logrado estas cualidades estando aún en el útero materno, sólo gracias al poder del mantra.

Otro caso en nuestros Puranas en que un niño recibió el Conocimiento antes de nacer, es el de Abhimanyu, quien aprendiera detalles del Padmavyuha mientras estaba aún en el útero materna Debido a esto, era habitual en aquellos días que las mujeres encintas fueran atendidas con especial cuidado, que se tratara de que estuvieran siempre felices y que se les permitiera que no escucharan sino hablar de historias y de cosas sagradas. Se les daban sólo las buenas noticias. En este contexto, el bebé en el útero no experimentará sino situaciones agradables y se convertirá en un individuo alegre y feliz. Las mujeres encintas hoy en día, empero, van a ver diferentes películas durante su embarazo, muchas de las cuales no son positivas, de modo que el bebé desarrolla malas ideas ya en su vida intrauterina y puede que ellas lo lleven por la senda equivocada después de nacer. Es así que todo el futuro de un niño dependerá de los hábitos y de la conducta de la mujer en cuyo útero se desarrolla. Si comenzamos desde ahora a seguir por la senda sagrada y a hacer las cosas correctas, no cabe duda de que nuestros hijos en el futuro llegarán a ganarse una buena reputación y a seguir por la misma senda.

Pese a que uno no puede ver directamente la grandiosidad de un mantra, por inferencia puede vislumbrar las consecuencias. Hay gente que arguye que no es necesario leer los mantras con la acentuación adecuada y el énfasis correcto en el lugar preciso, diciendo que se pueden considerar como meros conjuntos de palabras. Nuestra juventud no entiende ni está familiarizada con la Senda Divina ni con nada relativo a la cultura de nuestro país. Se ha convertido en moda el distorsionar la visión de las cosas y el dar respuestas irrelevantes. Un abuelo devoto estaba un día recitando su "Sandhya mantra" y, a lo largo de ella, pronunciaba "Kesavayaswaha, Narayanaswaha, Madhavayaswaha", etc., bebiendo una pequeña cantidad de agua entre cada nombre. El nieto que estaba haciendo sus deberes escolares en una mesa cercana, le preguntó por qué no bebía toda el agua de una vez, si estaba tan sediento. El abuelo no le respondió de inmediato, ya que no quería ser interrumpido en sus devociones. Más tarde, el nieto seguía haciendo sus tareas y entintaba continuamente su pluma en el tintero, cada vez que se le secaba. El abuelo lo observó y luego le preguntó al nieto por qué entintaba cada vez la pluma en lugar de vaciar el tintero de una vez como para tener toda la tinta junta. El nieto le respondió que si vaciaba la tinta sobre el papel, no se verían las palabras. Entonces el abuelo le señaló que, también en su caso, si bebía toda el agua de una vez, no se podrían oír los mantras.

En el caso del mantra, a menos que pronuncien el nombre correcto en cada momento, usen el apéndice de swaha y hagan lo que deba hacerse, no obtendrán el real beneficio. Al igual que en el caso de la escritura han de usar moderadamente la tinta para que las letras sean claras y no se formen borrones, debemos reconocer también la situación que plantean los Vedas. Si no entienden, es mejor que se abstengan de plantear preguntas irrelevantes. Deberían tratar de entender la importancia de estos mantras. En el mes que asistan a las clases aquí, espero que le presten oídos al material que les será explicado por los diferentes estudiosos que les enseñarán, y que así reconozcan el valor de la sagrada cultura de nuestro país y adquieran la fuerza necesaria como para entender lo que los maestros les enseñarán durante los discursos de la tarde.