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Discursos dados por Sai Baba

51. 08/12/64 viajen lijeros

Viajen ligeros

Viajen ligeros

8 de Diciembre de 1964

Hyderabad

Prashanti Vidvanmahasabha; 2° día

Los que hablan de manera agradable son legiones, porque necesitan sólo satisfacer el deseo del hombre por lo placentero. Por el contrario, el número de aquellos que hablan de manera útil, provechosa y benéfica es pequeño, pues pocos saben lo que es realmente útil, provechoso y benéfico para el hombre. La mayoría de las personas se ocupan solamente de lo inmediato. El doctor que prescribe restricciones y dieta generalmente no es bien visto por los pacientes; protestan ante tales órdenes. Pero un médico debe ig norar esas respuestas y cumplir con su deber; debe insistir en las prohibiciones y prescripciones, aun a riesgo de la consiguiente impopularidad.

En la actualidad, los sabios y eruditos de todas las áreas sufren de una terrible enfermedad; la del “subdesarrollo de la fibra moral”.

En los planes nacionales de desarrollo no se pone énfasis en el crecimiento de la virtud; el hombre virtuoso es ridiculizado como un ignorante que no conoce el arte de “pasarla bien” en el mundo.

Pero, como lo proclama el libro de los Vedas dedicado a establecer el sendero de la acción recta, el Karma Kanda, todos los actos deben contribuir a la elevación del carácter, a la purificación de las emociones, pasiones e impulsos que infestan la mente, a la ampliación de la visión y al fortalecimiento de los lazos del hombre con lo universal del cual forma parte.

En el Bhagavad Gita, Sri Krishna se dirigió a Arjuna como Kurunandana; Kuru significa karma, y la expresión significa que uno es el producto de su karma o acciones, que uno es formado inevi tablemente por las palabras, actos y pensamientos que tiene.

Mien tras conserve algo de ignorancia, es un Kurunandana; así, Krishna se dirige a Arjuna de este modo con el fin de llevarlo de la región de la acción (karma) al reino de la devoción (bhakti) y el conocimiento (jñana).

El hombre puede ser declarado sano sólo cuando esté plenamente consciente de su realidad y se esté esforzando con alegría por alcanzarla ¡En la actualidad, es el hijo de la inmortalidad dando tumbos, impotente, hacia la muerte! ¡Qué destino tan lamentable es éste! Su pequeño ego es alimentado por la mente y los sentidos hasta que se vuelve una enorme conflagración y se encuentra atrapado por el fuego de la desgracia. El egoísmo le hace ver gloria en pequeños logros, felicidad en triviales adquisiciones, alegría en la autoridad temporal sobre otros cuando lo inmortal en él está es perando ser descubierto para conferirle la bienaventuranza y liberarlo del nacimiento y la muerte.

Hay una técnica específica mediante la cual esa chispa inmortal puede ser descubierta. Aunque pueda parecer difícil, cada paso hacia adelante hace más fácil el siguiente y una mente adiestrada por la disciplina es capaz de descubrir la base divina del hombre y de la creación en un destello. No hay atajo para llegar a esta consumación.

El hombre debe abandonar todos los impedimentos que ha acumulado hasta ahora y aligerarse para el viaje. La lujuria, la codicia, la ira, la maldad, el orgullo, la envidia, el odio, todas estas tendencias deben ser abandonadas. No es suficiente escuchar los discursos de Sai Baba y contar lo que han escuchado. Miles están hoy aquí delante de mí; pero esa cifra no tiene significado; solamente cuentan aquellos que practican por lo menos una de las cosas que yo señalo.

El Señor apareció delante de Bhishma,(1) después de la guerra del Mahabharata, porque Bhishma estaba orando por verlo a él delante de sus ojos cuando se fuera de este mundo. El devoto anhela a Bhagavan, pero, créanme, Bhagavan también anhela al devoto. Es por esto que asume forma humana y se mueve entre los hombres.

Él obtiene tanta felicidad como el devoto cuando se mueve con él.

De hecho, cuando el devoto da un paso hacia él, él da diez pasos hacia el devoto. Ésa es la medida de su gracia y de su bienaventuranza.

El Señor está en todas partes, en la casa, fuera de ella, delante, detrás o al lado del devoto; pero los hombres no lo reconocen ni se dan cuenta del valor que tiene el reconocerlo como tal.

El Señor es la base invisible sobre la cual se construye su vida.

Él es la fuente, el sostén y la fuerza. Sin su voluntad no se puede mover ni una hoja ni puede temblar una brizna de hierba. ¿Qué base más firme que ésta pueden desear? Una vez que sepan que el Señor, el Omnímodo Poder, es el origen de su vida, ya no tendrán temor alguno. Si sospechan de los cimientos de una casa, tendrán miedo de entrar en ella; si sospechan de la destreza del fabricante, estarán nerviosos de montarse en un automóvil. Bhishma y otros devotos, como Shankara, sabían que el Señor es el sostén, la base, y así, no tuvieron temor. Pero esa fe no se ha enraizado en los hombres de hoy y por ello esta época está llena de temor, ansiedad e intranquilidad.

Gandhi confiaba en la gracia y en el poder de Dios y ganó. La bomba atómica tendrá efecto con toda su mortal potencia únicamente sobre las mismas naciones que confían en ella. Conocen la historia de Bhasmasura, cómo ganó de los dioses el don fatal mediante el cual ¡podía volver ceniza todas las cosas y todos los seres sobre los cuales pusiera su mano! En un momento de descuido, colocó su mano sobre su propia cabeza y el don resultó ser como una bomba que acabó con él.

Conozcan al Atma que es su realidad; sepan que ésa es la fuerza interna de este universo. Hagan que su inteligencia penetre esa verdad. Analícense a sí mismos y descubran las varias envolturas de la conciencia, la física, la sensorial, la mental y la intelectual, y lleguen al centro mismo de la última envoltura, la de la felicidad.

Las cinco envolturas (panchakoshas) deben ser trascendidas para que puedan alcanzar la verdad que es el Atma.

El Atma puede ser captado solamente por un intelecto agudizado y una mente pura. ¿Cómo purificar la mente? Privándola de los malos alimentos tras los cuales corre, como los placeres objetivos, y nutriéndola con alimentos sanos, como los pensamientos de Dios.

El intelecto también se agudizará si se dedica al discernimiento entre lo transitorio y lo eterno. Dejen que sus pensamientos se concentren en Dios, en su nombre y en su forma; entonces encon trarán que estarán siempre con lo puro y lo permanente; entonces tendrán alegría pura y permanente. Ésa es la razón por la cual doy tanta importancia al namasmarana (Recordación del Nombre Divino) como práctica espiritual.

Hyderabad, 8-XII-64, Prashanti Vidvanmahasabha; 2° día (1) Bhishma, protector y preceptor de los Pandavas cuando eran niños; luchó contra ellos en la gran guerra que se relata en el Mahabharata.