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Discursos dados por Sai Baba

28. 18/08/06 At.Rud.MahaYagna : Desecha la ilusión del cuerpo, desarrolla apego a Dios

DESCARTEN EL APEGO AL CUERPO Y DESARROLLEN APEGO A LO DIVINO

DESCARTEN EL APEGO AL CUERPO Y DESARROLLEN APEGO A LO DIVINO

18 de Agosto de 2006

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

Ati Rudra Maha Yajna (10mo. Dia)

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¿De qué sirve toda su erudición si no les ayuda a cambiar su destino? Si entran
malos pensamientos en su mente, toda su educación e inteligencia se vuelven fútiles
y carentes de sentido. (Poema en telugú)

Pueden estudiar una cantidad de temas y aprender muchas destrezas. Pero el valor de toda esta erudición es cero si no desarrollan devoción a Dios. Al no tomar conciencia esta verdad, la gente se vuelve orgullosa de su saber. ¿De qué sirve todo este saber? ¿Qué puedo decir a esta respetable asamblea acerca del resultado final de toda esa educación?

Los Dharmas védicos han declinado;
El hablar la lengua materna se ha vuelto pecado;
La gente está insegura de observar la moralidad en la sociedad;
¡Oh! ¡Devotos! Su deber es proteger el Dharma en Bharat.
(Poema en telugú)

¡Encarnaciones del Amor!
Hoy en día, todo se está moviendo muy rápidamente, sin poner atención al veloz paso del tiempo. Los segundos, minutos y horas pasan raudos en un santiamén. ¿Cuál podría ser la razón de esta vida rápida? Solamente la naturaleza del hombre. La mente del hombre cambia en segundos. Se dice, “Sólo la mente es la causa de la esclavitud y liberación del hombre” (Manah eva manushyanam karanam bandamokshayo). ¿Qué es la mente? Es un fajo de deseos. Estos deseos deben, en cierta medida, ser controlados. El hombre hoy es capaz de controlarlo todo, pero no a sí mismo. ¿De qué sirve controlarlo todo, mientras él se está moviendo sin control alguno?

¡Encarnaciones del Amor!
Primero y principal, la mente debe estar dedicada a Dios. La mente es un don de Dios. Lo que Dios nos ha dado debe serle ofrecido de nuevo a Dios. Solamente si siguen este principio, podrán experimentar la bienaventuranza total.

Cuando el hombre emerge del útero de su madre, él no encuentra ninguna guirnalda alrededor de su cuello. No hay joyas hechas de perlas ni brillantes ornamentos de oro. No hay cadenas engastadas de piedras preciosas como las esmeraldas y diamantes. Pero si hay una guirnalda alrededor de su cuello. Brahmán enhebra las consecuencias de sus acciones pasadas en una pesada guirnalda y se la pone en su cuello en el momento de su nacimiento. (Poema en telugú)

El Señor Krishna declaró, “El eterno Atma en todos los seres es una parte de Mi Ser” (Mamaivamsho jîvaloke jîvabhûtah sanâtanah). Toda esta creación es un don de Dios. Por lo tanto, debemos preservar ese don con cuidado.

¡Encarnaciones del Amor!
El hombre tiene tres cualidades – sattva (la bondad), rajas (la pasión), y tamas (la inercia). Lo que debemos preservar es la cualidad de sattva. Una persona de pensamientos malvados verá el mal en todas partes. Una persona de buenos pensamientos verá el bien en todas partes. Sin embargo, una persona sin pensamientos en absoluto, se volverá un hombre pleno. Será eterno y apacible. Una tela es hecha de hilos tejidos en forma de trama y urdimbre. ¿De donde vino el hilo llamado karmaphala o fruto de nuestras acciones? Vino del algodón de las tendencias adquiridas de varios nacimientos anteriores (janmanthara samskaras). Un hilo está hecho de algodón y tejido para formar una tela. Y esa tela la llevamos nosotros. La tela que llevamos llamada cuerpo humano, es un don de Dios.

Ubhayabharati era la esposa de Mandana Misra, un gran sabio en Vedanta. Ella era un alma realizada. Ella siempre obedecía las órdenes de su esposo y llevaba a cabo los deberes que le correspondían como una esposa veraz.

Un día, Ubhayabharati iba junto con sus discípulas al río Ganges a bañarse. En el camino ella observó a un renunciante (sannyasi) que esta descansando con una calabaza seca debajo de su cabeza. Él la usaba como contenedor para almacenar agua potable y por lo tanto la cuidaba. Ubhayabharati vio ese apego del renunciante por la calabaza y dijo a sus discípulas, “¡Miren! Este hombre se llama un sannyasi, pero él está apegado a la botella de calabaza que él guarda debajo de su cabeza como almohada”. El sannyasi oyó este comentario, pero no pronunció nada entonces. Cuando Ubhayabharati y sus discípulas estaban regresando del río, él tiró la calabaza delante de ellas a fin de demostrar que él no estaba apegado a ella. Observando su acción, Ubhayabharati observó, “Pensé que había sólo un defecto en él, a saber, apego (abhimana). Ahora me doy cuenta que él tiene otro defecto también, ego (ahamkara). ¿Cómo puede uno con apego y ego volverse un sabio (]jñani} y un renunciante?” Su comentario fue como muy iluminador para el renunciante. Él le expresó su gratitud a Ubhayabharati por impartirle el verdadero conocimiento de la renuncia. Ubhayabharati entonces le siguió explicando, “El mundo entero es ilusorio. Hay varios objetos en este mundo que atraen al hombre. Pero no están afuera; son todos reflejo de los pensamientos internos de uno. Son creados por el hombre mismo. Tú desarrollas apego al cuerpo físico. Luego, tú mismo desecharás el cuerpo. Tú eres el que desarrolla apego al cuerpo y tú de nuevo es quien desechará el cuerpo. El desarrollar apego al cuerpo o desecharlo son ambos resultado de tú engaño. Tú estás desarrollando apego al cuerpo. Por lo tanto, deséchalo y desarrolla apego a la Divinidad (Daivabhimana). El cuerpo es un templo de Dios. Considera al Morador interno en el cuerpo como el Supremo Señor (Devadeva).

El cuerpo está hecho de los cinco elementos y está destinado a perecer tarde o temprano pero el Morador interno no tiene ni nacimiento ni muerte. El Morador interno no tiene apego alguno y es El Eterno Testigo. Hablando con la verdad, el Morador interno que está en la forma del Atma, es verdaderamente Dios mismo. (Poema en telugú)

Todos los sentimientos mundanos nacen de la ignorancia (ajñâna). No son verdaderos ni permanentes. Mientras haya vida, uno ama al otro. Mientras haya vida en él, el esposo ama a su esposa y viceversa. Este amor está relacionado con el cuerpo físico. Los dos cuerpos no vinieron al mismo tiempo, ni se van al mismo tiempo.

Punarapi jananam punarapi maranam,
Punarapi janani jathare shayanam
Iha samsare bahu dustare,
Kripayapare pahi Murare.

¡Oh Señor! Estoy atrapado en este ciclo de nacimiento y muerte;
una y otra vez experimento la agonía de yacer en el útero de mi madre.
Es difícil cruzar este océano de la vida mundana.
Por favor llévame a través de este océano y otórgame la liberación.)

Bhaja Govindam, bhaja Govindam
Govindam bhaja mùdhamate
Samprapte, Sannihite Kâle
Nahi nahi rakshati dukrin Karane

¡Oh tonto hombre! Canta el nombre de Govinda;
las reglas de gramática
no vendrán en tu ayuda cuando el final se acerque.

El hombre puede estar sano, vigoroso y feliz hoy, pero nadie sabe lo que le sucederá mañana. El cuerpo es como un carro. La mente es el volante. Si la misma mente no está bajo su control, ¿cómo puede el cuerpo físico estar bajo su control?

¡Encarnaciones del Amor!
Cada uno de los sacerdotes (ritwiks) que se han reunido aquí para conducir este Yajña durante los últimos diez días es grande. Sin importar su configuración mental, sus mentes están firmemente fijadas en esta divina tarea. Hay varios jóvenes también en ese grupo. El país necesita tales jóvenes. Yo me siento muy feliz en medio de los jóvenes. Yo les daré lo que deseen. Yo hablaré con ellos después del Purnahuti (ofrenda final) y les cumpliré sus deseos. Pasaré con ellos algún tiempo muy contento. Hay varias personas que trataron de desarrollar sentido de desapego (vairagya bhava) pero son incapaces de dejar sus apegos. Yo les enseñaré un método mediante el cual pueden fácilmente abandonar ese apego. Nuestro sacerdote principal puede guiarlos a todos a este respecto. Él puede guiarlos con su propio ejemplo. Él es una persona que pone en práctica todo lo que él les enseña a otros. Si siguen tal maestro (acharya), pueden superar cualquier obstáculo y llegar a su destino. Es muy fácil para un ser humano alcanzar la Divinidad. De hecho, Dios les pertenece; ustedes pertenecen a Dios. La relación entre ustedes y Yo es la de padre e hijo. Por lo tanto, lleven una vida de felicidad, valor y bienaventuranza. También Me siento mal ante el hecho de que ustedes se están yendo mañana. Yo iré junto con ustedes. No podemos vivir los unos sin los otros. Deben considerar esta sagrada relación entre nosotros como verdadera y eterna, y esforzarse por mantenerla. Vendré mañana temprano en la mañana y estaré de nuevo con ustedes. Les daré mucha felicidad y bienaventuranza.