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Discursos dados por Sai Baba

26. 15/08/06 At.Rud.MahaYagna : Nadie puede escapar a las consecuencias de sus actos

NADIE PUEDE ESCAPAR A LAS CONSECUENCIAS DE SUS PROPIAS ACCIONES

NADIE PUEDE ESCAPAR A LAS CONSECUENCIAS DE SUS PROPIAS ACCIONES

15 de Agosto de 2006

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

Ati Rudra Maha Yajna (7to. Dia)

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“El Karma es responsable por el nacimiento, existencia y muerte del hombre.

Domina todas las etapas de su vida como le misma deidad de la existencia humana.

Es responsable por la alegría y la aflicción del hombre.”

(Poema en telugú)

¿Qué es el karma? Es la acción que realizamos. El karma es la causa del nacimiento del hombre, de su vida sobre la tierra y de su muerte al final. La existencia misma del hombre depende del karma. No puede haber ninguna vida humana sin karma. Las prácticas espirituales como los yajñas (sacrificios) y yagas (ofrendas) son también formas de karma. El bienestar y la prosperidad del mundo dependen de estas prácticas espirituales. La base misma del mundo es la acción. Por lo tanto, cada cual debe necesariamente llevar a cabo acciones. Debemos esforzarnos por alcanzar la realización en Dios cumpliendo con nuestro deber. Así como es la acción así es el resultado. Nadie puede escapar a las consecuencias de sus acciones. El karma no significa meramente las acciones que realizamos con los miembros de nuestros cuerpo, hasta el proceso de respirar constituye karma. El comer, el beber, el caminar, el sentarse, son todos varios tipos de acciones que el hombre realiza. Así, no es posible conocer las consecuencias de nuestras acciones. Deben inquirir en la naturaleza del karma antes de hacer cualquier cosa.Siendo seres humanos, debemos indagar si las acciones que vamos a realizar son las que corresponden a la condición de ser humano o no. Si realizan la acción sin la indagación apropiada, no tendrán los resultados deseados.

¡Encarnaciones del Amor!

El karma es verdaderamente Dios. Dios no está separado de ustedes. Dios está presente en forma sutil en cada acción. Dios existe en la forma de karma en todo desde el microcosmos hasta el macrocosmos. “Brahmán es más sutil que el más sutil y mas vasto que lo más vasto” (Anoranîyam manato mahîyan). El hombre debe necesariamente realizar acciones y debería ofrecer todas sus acciones a Dios. “Hagan todas las acciones para complacer a Dios” (Sarva Karma Bhagavad Prîtyartham). Si las hacen de esta forma, no estarán atados por las consecuencias de sus acciones.

“Dios es el Morador Interno de todos los seres” (Ishvara sarva bhutanam). Él está presente en todos los seres, sea un ser humano, una serpiente o un escorpión. Él realiza las acciones apropiadas a la vestidura que Él asume. Desarrollen un pensamiento claro y no echen a perder su mente pensando innecesariamente en algo que ustedes no conocen. El hombre hoy se aventura a campos acerca de los cuales él tiene muy poco conocimiento. Esa es la razón por la cual él enfrenta tantos problemas. Por lo tanto, los hombres y mujeres deben emprender las acciones apropiadas para ellos.

En la infancia, uno desarrolla un interés absorbente en el juego y disfruta de la

compañía de de sus compañeros de juegos. En la juventud y la mediana edad,

uno está absorto en cultivar relaciones mundanas y ganar dinero.

En la vejez, uno se arrepiente por no haber hecho esto y aquello.

De esta manera, el hombre desperdicia su precioso nacimiento humano.

(Poema en telugú)

Desde su mismo nacimiento hasta la muerte, el hombre debe llevar su vida de acuerdo a su nacimiento como ser humano. La divinidad es inmanente en cada ser humano. El hombre pasa por varias etapas de la niñez, la juventud y amo de casa, y finalmente, se pone viejo. Con el avance de la edad, él hombre no piensa en Dios y se arrepiente acerca de lo que no ha obtenido en la vida. ¿De qué sirve preocuparse en esta etapa? Debemos tener el pensamiento apropiada desde el mismo comienzo. El joven líder Vinay Kumar Me rogó que le dijera qué debían hacer los jóvenes. Así que Yo lo dije que los jóvenes deben siempre permanecer jóvenes y enérgicos. Cuando los jóvenes usan mal el poder de los sentidos, pierden su energía y empiezan a envejecer. Deben siempre permanecer jóvenes y nunca envejecer con el avance de la edad. Deben preservar su energía. Miren Mi cuerpo. Tengo 81 años de edad. ¿Puede alguien decir que tengo 81 años de edad? Mi cuerpo está libre de toda enfermedad. Hace algún tiempo, Mi pierna fue fracturada cuando un muchacho cayó accidentalmente sobre mí. Por esto estoy caminando así. Yo camino muy libremente dentro de Mi residencia. Pero el doctor aconsejó que debería usar el soporte de uno o dos muchachos cuando me moviera entre los devotos. En base al consejo de los doctores,uso el soporte de un muchacho mientras camino. Puesto que es Mi naturaleza el satisfacer a cada uno, sigo este consejo para la satisfacción de los doctores. De todos modos, sigo diciéndoles a los muchachos, “No Me sostengan, no Me sostengan”. Pero, quizás no lo sepan, pero hay un sutil significado detrás de todo lo que Yo hago. Nadie puede conocer la realidad de Mi naturaleza. Nunca he sufrido de ninguna enfermedad en Mi vida, sea una fiebre, resfriado o dolor de cabeza. Siempre he estado sano. No soy solamente sano sino rico también (fuerte aplauso). Nada escapa a Mi atención. Noté a un par de jóvenes ritwiks (sacerdotes) hablando entre sí durante la realización del Yajña. Oigo todo lo que hablan. Pero, para Mí, lo bueno y lo malo son lo mismo. No encuentro nada malo en este mundo; todo es bueno. Similar es el caso con lo correcto y lo erróneo. Algo puede parecer correcto en el momento actual, pero, al indagar, puede resultar equivocado. El placer es un intervalo entre dos dolores. Podemos comer platillos muy buenos y deliciosos hoy, pero, ¿por cuánto tiempo permanecen buenos? Al día siguiente puede resultar en algo totalmente diferente. La diferencia de tiempo determina lo que es bueno y lo que es malo. Por lo tanto, debemos comprender todo claramente y actuar con cuidado en la vida.

En la guerra del Mahabharata, Duryodhana y Dussasana y otros de los hermanos Kaurava pelearon con los Pandavas debido a que los odiaban, pero ellos no los pudieron vencer ya que Krishna estaba de su lado. Puesto que los Kauravas no podían vencer a los Pandavas, un día encontraron a Abhimanyu, el hijo de Arjuna, totalmente solo y diseñaron el Padmavyuha (una formación militar en la forma de un loto), y retaron a Abhimanyu a entrar en ella. Abhimanyu era un muchacho joven entonces. Su padre Arjuna no estaba allí; solamente Dharmaraja estaba presente en ese momento. Él buscó el permiso de Dharmaraja para entrar al Padmavyuha. Dharmaraja le dijo que no era una tarea fácil para él. Entonces él fue con su madre Subhadra y buscó su permiso y bendiciones. Ella trató de disuadirlo diciendo, “Amado hijo, es una formación difícil diseñada por Dronacharya mismo. Además, tu esposa está encinta en este momento; no sabemos si el momento es favorable para nosotros o no. Tu padre Arjuna y tu tío Krishna tampoco están aquí para darte la necesaria guía y apoyo. Por lo tanto, abandona la idea de entrar al campo de batalla”. Abhimanyu se molestó al oír las palabras de su madre y le dijo, “Siendo el hijo de Arjuna, yo tengo que aceptar el reto del enemigo. De otra manera, el nombre de mi padre quedaría deshonrado. Aunque pierda la vida, lucharé en el campo de batalla”. Él estaba muy firme en su resolución y muy confiado de salir exitosamente del Padmavyuha. Entonces le dijo a su madre, “Voy a atacar a los Kauravas como un tigre listo para saltar encima de la horda de elefantes. Tú debes bendecirme para que salga victorioso de esta pelea disparando las divinas flechas sobre el enemigo. En lugar de bendecirme, ¿es apropiado de tu parte impedirme ir a la batalla?” Escuchando las palabras de su valiente hijo, finalmente ella dio su consentimiento.

¡Que te cubra la misma clase de protección que la madre Gauri le confirió a su hijo Kumara

cuando él salió a luchar contra Tarakasura, o la bendición conferida por Kausalya a

Rama cuando él iba a la selva a resguardar el yajña de Vishvamitra! ¡Que tales grandes

y auspiciosas bendiciones, además de la más grande de todas, la protección de Sri Rama,

estén contigo y te protejan! (Poema en telugú)

Con estas bendiciones, ella lo envió al campo de batalla. Él ofreció sus salutaciones a su madre y entró al campo de batalla. Él penetró en el Padmavyuha. Cuando su padre Arjuna le narraba acerca del Padmavyuha a Subhadra, Abhimanyu, aún en el útero de su madre, lo escuchó. Arjuna estaba a mitad de la narración cuando Krishna apareció en la escena y le advirtió que su hijo en el útero de su madre estaba escuchando todo esto. Krishna le aconsejó que detuviera la narración de inmediato. Así fue como Abhimanyu pudo conocer cómo entrar al Padmavyuha, pero no cómo salir de él. Como resultado, él quedó atrapado en el Padmavyuha por los Kauravas que lo mataron. La lección a aprender de este episodio es que uno nunca debe ignorar el consejo de los propios padres y mayores. Uno debe escuchar el consejo de los padres con cuidado, contemplar sobre él, asimilarlo y ponerlo en práctica. Por esto los Vedas declaran “Reverencia a tu madre y a tu padre como a Dios” (matru devo bhava, pitru devo bhava). Cualesquiera que sean las circunstancias, dondequiera que se encuentren, deben siempre obedecer las órdenes de sus padres.

Cuando Arjuna regresó, se llenó de ansiedad al no encontrar a Abhimanyu quien siempre corría a la puerta para recibirlo siempre a su regreso. Cuando Arjuna supo que Abhimanyu había muerto en el campo de batalla, él se entristeció mucho. Entonces, Krishna le pidió que no se desanimara, diciendo, “Lo que estaba destinado a suceder sucedió”. Él también le dijo a Arjuna que los Kauravas quienes ya habían conspirado contra los Pandavas en el pasado había de nuevo recurrido a maniobras sucias y matado a Abhimanyu. En este momento de gran angustia, Arjuna le habló a Krishna en términos muy fuertes que por qué no le había dicho antes acerca de la muerte de su hijo y así lo había traicionado. Como era su naturaleza, Krishna escuchó todo esto, sonriendo todo el tiempo.

En el momento de la muerte de Abhimanyu, su esposa Uttara estaba esperando un hijo. Con el niño todavía en el útero de Uttara, Ashvatthama atacó al niño con el arma Brahmastra. Como resultado, Uttara dio a luz a un niño muerto y los Pandavas quedaron muy afligidos. Culparon a Krishna por toda su miseria porque Abhimanyu había sido muerto en el campo de batalla, los hijos de Draupadi fueron muertos por Ashvatthama y el hijo de Uttara había nacido muerto. Así, no había nadie para continuar el linaje. Krishna trató de apaciguarlos y les aconsejó que fueran calmados y compuestos. Él entonces le pidió a Draupadi que trajera al niño nacido muerto ante Él. Ella trajo al niño en una bandeja. Krishna vio al niño y dijo, “miren sus ojos, miren su nariz, miren su cara, él se parece exactamente a su padre Abhimanyu”. Cuando Krishna estuvo describiendo al niño muerto así, los Pandavas se enojaron mucho. Sentían que Él estaba describiendo al niño muerto sin que le importara su deplorable condición. Krishna entonces sostuvo al niño en sus manos y le dio palmaditas en la espalda y el estómago. Inmediatamente, el niño empezó a llorar, ante la alegría de los Pandavas. Krishna nombró al niño Parikshit porque Él trajo al niño a la vida después de someter a los Pandavas a una prueba (pariksha). Sin la prueba nadie puede aprobar el examen y pasar a una clase superior. Por esto Dios somete a Sus devotos a prueba. Nunca debemos considerarlo como una prueba como tal; más bien debemos adquirir un gusto por tales pruebas. Todas las pruebas que Dios da serán de buen gusto.

Cuando Parikshit se volvió rey del imperio de los Pandavas, Krishna lo protegió de varias maneras. Lo que voy a narrar ahora nunca sucedió en ninguna otra parte, en ningún país, en ningún momento.

Después de que Krishna se fue a Su divina morada, un afligido Arjuna regresó de Dvaraka. La Madre Kunti, al desconocer los sucesos en Dvaraka, le preguntó a Arjuna por el bienestar de Krishna. Arjuna lloraba inconsolablemente diciendo, “Madre, Krishna ya no está”. En el momento en que Arjuna le dijo que Krishna había dejado Su cuerpo mortal, Kunti colapsó y expiró su último aliento. Los Pandavas estaban inmersos en la aflicción. Pensaron, “Krishna era nuestro mismo aliento vital. Él ha sido nuestra fuente de fuerza y valor. ¿Cuál es el uso de nuestra vida sin Krishna?” Decidieron coronar a Parikshit y a ir a los Himalayas. Dharmaraja le ordenó a Arjuna hacer los arreglos para la cremación del cuerpo de su madre. Al mismo tiempo, él dio la necesarias instrucciones para los arreglos para la coronación del joven Parikshit. Después de ello, él le dijo a Nakula y Sahadeva que hicieran los preparativos para su Mahaprasthana (viaje final) a los Himalayas.

Después de la cremación de su madre y de la coronación del joven Parikshit, los Pandavas iniciaron su marcha a los Himalayas, prosiguiendo uno detrás del otro. Dharmaraja conducía la marcha. Bhima, Arjuna, Nakula y Sahadeva lo seguían en ese orden. Y Draupadi caminaba detrás de todos ellos.

Cada cual tiene que enfrentar las consecuencias de sus acciones, quienquiera que sea.

Nadie puede saber lo que el futuro le reserva.

Pero sí es seguro que cada uno tiene que cosechar las consecuencias de sus acciones.

(Canción telugú)

Durante su Mahaprasthana, Draupadi, Bhima, Arjuna, Nakula y Sahadeva fueron muriendo uno después del otro. Dharmaraja continuó su marcha solo.

Dharmaraja nunca había pronunciado una mentira en su vida. Sin embargo, durante la guerra del Mahabharata, él dijo algo que pudiera considerarse como una la cual causó la muerte de Dronacharya. Cuando un elefante llamado “Ashvatthama” fue muerto en el campo de batalla, Dharmaraja declaró, “Ashvatthama Hathah Kunjarah”. El deliberadamente bajó su tono mientras pronunciaba la palabra ‘Kunjarah’ (elefante). Al no poder escuchar Dronacharya la palabra ‘Kunjarah’, él pensó que su hijo Ashvatthama había sido muerto. Él se desanimó totalmente y en consecuencia él expiró su último aliento. Dharmaraja tuvo que pasar algún tiempo en el infierno como resultado de haber pronunciado esa ‘mentira’. La gente puede preguntarse, cómo es que aun Dharmaraja, la misma encarnación del Dharma, tenía que pagar una visita al infierno. El hecho es que no importa cuan grande y noble uno pueda ser, uno no puede escapar a las consecuencias de sus propias acciones. Cuando Dharmaraja entró al infierno, Draupadi y los otros cuatro hermanos estaban ya presentes allí. Los cinco Pandavas eran como los cinco alientos vitales. Eran encarnaciones del Dharma. Por esto su mera presencia en el infierno alivió el sufrimiento de todos los que estaban siendo castigados por sus pecados. Cayeron a los pies de Dharmaraja y le rogaron que se quedara allí por algún tiempo. Dharmaraja respondió, “¡Amados míos! No se me permite quedarme aquí más tiempo. Yo estoy siendo despachado de aquí por el Señor del infierno”. Después de ello, los cinco hermanos Pandava y Draupadi se fueron a su morada celestial.

De esta manera, aun los Pandavas que eran las mismas encarnaciones de la rectitud y moralidad y que habían adquirido gran mérito, no pudieron escapar a las consecuencias de su karma. Draupadi era una gran pativrata (mujer de castidad). Aun ella tuvo que enfrentar las consecuencias de su karma. Una vez hubo un debate acerca de quien era la mayor pativrata. La gente expresó varias opiniones. Fue el Señor Krishna quien dio el veredicto final diciendo:

Ella obedeció debidamente las órdenes de sus esposos. Ella nunca le decía a alguno de ellos que ella no tenía tiempo para servirle. Ella estaba satisfecha con lo que ella obtenía en la vida. Ella era el supremo ejemplo de la castidad y ninguna pudo igualarla a este respecto. (Poema en telugú)

En esta Era de Kali, las mujeres encuentran difícil de obedecer las órdenes de sus esposos. Imaginen el caso de Draupadi. Ella tenía que obedecer las órdenes no de uno, sino de cinco esposos. Ella nunca se quejaba. Ella siempre tenía tiempo para servir a cada uno de ellos. En estos días encontramos mujeres cuyas exigencias son mucho más de que los esposos pueden cubrir. Cuando el esposo está recibiendo un salario de cien rupias mensuales, su esposa exige un sari de doscientas rupias. Pero Draupadi no era así. Ella siempre estuvo satisfecha con lo que fuera que tenía. Por esto es que se ganó la reputación de la más grande pativrata. Los hermanos Pandava estaban siempre conscientes de su nobleza y castidad. Ellos siempre tomaban su punto de vista en consideración y actuaban en consecuencia. Por esto su nombre y fama permanecieron firmemente grabados en los anales de la historia.

Una persona es respetada hasta por pequeños actos de nobleza. Sin embargo, mientras se realiza cualquier acción, hay siempre la posibilidad de que haya algún error. Cualquiera que sea el error cometido, uno no puede escapar a sus consecuencias. Por ende, uno debe siempre hablar la verdad, seguir la rectitud y llevar una vida llena de amor. Este es el deber primordial del hombre. Deben considerar los cinco valores humanos de la verdad, rectitud, paz, compasión y amor como sus cinco alientos vitales (pancha pranas). El que carece de estos cinco valores es verdaderamente en cadáver viviente. Nunca digan una mentira ni siquiera en broma. Nunca se burlen de otros. Es el peor de los pecados criticar a los demás. Por ende, no importa lo malvada que sea una persona, nunca deben criticarla. Amen a todos, el Amor es Dios. Dios es Amor. El Amor es su vida misma.

(De acuerdo a las instrucciones de Bhagavan, los estudiantes cantaron la canción “Love is My form, Truth is My breath, bliss is My Food…” (El Amor es Mi forma, La Verdad es Mi aliento, la bienaventuranza es Mi alimento…) Luego Bhagavan continuó Su discurso.)

Desarrollen amor. Dondequiera que estén, así sea en la selva, o en el cielo, así sea en la ciudad o en la aldea, así sea en el pico de la montaña o en medio del profundo mar, el amor es su único refugio. Amen hasta a su enemigo. Si lo ven, no volteen su cara. En lugar de ello, salúdenlo con amor diciendo, “¡Hola hermano! ¿Cómo estás?” Llenen su vida de amor. Desarrollen valor y convicción. Sólo entonces puede la calidad humana (manavatva) ser transformada en Divinidad (Divyatva). Deben propagar este principio del amor a todos y cada uno. Este es Mi mensaje principal para ustedes hoy.


Traduccion Arlette Meyer

Revision Verónica y Carlos Fazzari