14. ??/05/95 Los devotos inmortales del Señor (21 al 29 de mayo) | discursos del 21 al 29 de mayo discursos del 21 al 29 de mayo
Mayo de 1995
Curso de verano
La relación inextricable entre los devotos y el Señor, una relación mantenida por una fe incuestionable e inquebrantable por un lado y un cuidado continuo y amoroso del devoto por el otro lado, fue el tema central de la serie de discursos dados por Bhagavan durante el Curso de Verano de diez días a los estudiantes en Brindavan, desde el 20 de mayo hasta el 30 de mayo. Bhagavan tomó para cada discurso un episodio del Bhagavatam para destacar enseñanzas iluminadoras sobre la naturaleza de la devoción y el papel importante de la Divinidad al ir al rescate del devoto. Publicamos aquí historias narradas por Bhagavan desde el 21-5-1995 hasta el 29-5-1005.
El Avatar Krishna
(Del primer discurso el 21-5-1995)
Hay cuatro calificaciones que todos necesitan para comprender el significado subyacente del Bhagavatam, que describe la devoción como un puente entre la Divinidad y los devotos. Ellas son:
1. Huir de la mala compañía.
2. Buscar la compañía de los piadosos.
3. Dedicarse siempre a actos meritorios.
4. Discernir entre lo eterno y lo transitorio.
Shura, un rey de la dinastía Yadhava, tenía dos hijos, Ugrasena y Devaka. El primero tenía un hijo, Kamsa, y el último tenía sólo una hija, Devaki. Kamsa sentía gran afecto por Devaki, la consideraba su propia hermana y celebró su matrimonio con Vasudeva con gran entusiasmo. Cuando él estaba conduciendo el carruaje de los recién casados para llevarlos a la residencia del novio, una voz etérea declaró que el octavo hijo de Devaki lo mataría. Al oír esta voz, Kamsa inmediatamente desenvainó su espada y decidió matar a Devaki en ese instante para evitar la catástrofe predicha. Inmediatamente Vasudeva le aseguró a Kamsa que le entregaría todos los bebés recién nacidos de Devaki y le pidió que le perdonara la vida. Kamsa cedió y les permitió marcharse. El piadoso Vasudeva mantuvo su palabra y le entregó a Kamsa cada hijo que nació. Al enterarse por Narada que la amenaza a su vida podría venir de cualquiera de los hijos de Devaki, Kamsa mató a seis de ellos.
El emperador de Magadha, Jarasandha, le dio su hija en matrimonio a Kamsa, quien abrigó un odio creciente hacia los Yadhavas, de quienes temía que viniera la amenaza a su vida y también porque, según lo que Narada le había dicho a Kamsa, los dioses encarnarían como Yadhavas con el advenimiento de Krishna.
Dios diseñó Su plan maestro para castigar a los malvados y ayudar a los devotos piadosos y puros. La otra esposa de Vasudeva, Rohini, estaba viviendo en la casa de Nanda, lejos de la tiranía de Kamsa. El Señor, a través de Su Maya Shakti (poder de ilusión) transfirió el séptimo hijo de Devaki al vientre de Rohini. Él era Balarama (que al crecer siempre estuvo con Krishna). También era llamado Sankarshana (transferido de un vientre a otro).
El Señor encarnó como Krishna, el octavo hijo de Devaki, y tanto Devaki como Vasudeva tuvieron una visión de la forma refulgente del Señor, quien dirigió a Vasudeva para que llevara al recién nacido a Repalle (Gokulam), una aldea en la otra orilla del río Yamuna. De acuerdo al Plan Divino, todos los guardianes se quedaron profundamente dormidos, las puertas de la prisión en la que Kamsa había encerrado a Vasudeva y a Devaki se abrieron por sí solas y el río crecido les dio paso mientras Adhisesha protegía al niño de las lluvias torrenciales mientras era cargado en un cesto por Vasudeva. Ningún poder puede oponerse a la Voluntad Divina. El niño fue intercambiado con el que había nacido del vientre de Yashoda, sin que nadie lo supiera, gracias a Yogamaya.
El niño que Vasudeva llevó a su celda comenzó a llorar e inmediatamente los guardianes se despertaron y se lo informaron a Kamsa, que corrió a la prisión. Se apoderó del bebé y lo levantó para matarlo, pero el Bebé escapó de sus garras, se elevó en el aire y anunció que aquel que mataría a Kamsa había nacido y estaba vivo en algún otro lugar. Enfurecido por esto, Kamsa comenzó a matar a todos los bebés recién nacidos. Envió a sus demonios a Repalle también, pero Krishna, aun siendo un bebé pequeño, los destruyó a todos.
Yashoda sentía vatsalya (amor maternal) por Krishna en el nivel físico, mientras que las gopikas del Gokulam sentían verdadera devoción. Ésta fue demostrada simbólicamente por Krishna, que solía ir a robarles su mantequilla en lugar de recibir la que le ofrecía Su madre, Yashoda. La mantequilla aquí significa el corazón espiritual del devoto, que Krishna compartía como la Divinidad. Krishna les demostró a los inocentes devotos de Repalle Su Poder Divino de diversos modos.
La devoción de Ambarisha
(Del discurso del 22-5-1995)
El padre de Ambarisha era Nabhaga, quien había sido recompensado por el Señor Shiva por su actitud de desapego de las cosas mundanas.
Ambarisha era piadoso y devoto y se adhería firmemente a la verdad. Él llevó a cabo un Yajna (sacrificio ritual) con tal fervor devocional que el Señor Narayana se sintió complacido y lo bendijo con Sudharshana, que significa buena visión, y que se manifestó como una rueda de prosperidad, paz y seguridad para su reino. Siguiendo el consejo del sabio Vashishta, Ambarisha llevó a cabo otro Yajna llamado Dhvadhasi Vrata. Un rito importante a ser observado en este vrata era que el rey debía comenzar un ayuno el día antes de Dhvadhasi (el duodécimo día después de la luna nueva), romperlo al comenzar Dhvadhasi y alimentar a toda la gente. Cuando se acercaba el momento de romper el ayuno, llegó el poderoso sabio Dhurvasa y fue recibido por Ambarisha con todos los honores. Dhurvasa aceptó el pedido del rey de ser su invitado de honor y le pidió al rey que esperara hasta que terminara su baño en el río y regresara. Cuando llegaba el auspicioso momento en que el rey tenía que romper su ayuno para cumplir el voto del Yajna, Dhurvasa no aparecía. Siguiendo el consejo del sabio Vashishta, el rey rompió su ayuno ingiriendo una hoja de tulasi con agua, y esperó la llegada del sabio Dhurvasa para ofrecerle comida.
Dhurvasa, que era bien conocido por su mal genio, sintió que Ambarisha había violado el respeto debido a un invitado al romper su ayuno antes de que el invitado hubiera ingerido su comida y, en su furia, creó un demonio para que matara a Ambarisha. El Sudharshana (disco) del Señor Narayana intervino, destruyó al demonio y comenzó a perseguir al mismo Dhurvasa. Dhurvasa se dirigió a Brahma y a Shiva para obtener protección. Ambos se declararon incapaces de salvarlo. Él se dirigió al Señor Narayana mismo, quien le dijo que no podía hacer nada pues estaba obligado por la devoción inmaculada de Ambarisha y le sugirió al sabio que le pidiera perdón al rey. Dhurvasa se acercó a Ambarisha, quien le rogó al Señor Vishnu que recuperara el Sudharshana y salvara a Dhurvasa.
La lección de este episodio es que Dios se considera un sirviente de Su verdadero devoto. Los estudiantes necesitan aprender la lección de que no basta con hacer un buen trabajo, sino que deben hacerlo con humildad y devoción. Ambarisha era la encarnación de la humildad.
La saga de Dhruva
(Del discurso del 23-5-1995)
Dhruva era un niño de cinco años que realizó austeridades con firme devoción y determinación y fue bendecido con la visión del Señor Narayana.
Utanapadha, el mayor de los dos hijos de Manu, quien le dio a la humanidad el Dharma Shastra (el Código de Rectitud), tenía dos esposas, Suruchi y Suniti. Utama era el hijo de Suruchi, la reina más joven, mientras que Dhruva era el hijo de Suniti.
Una vez ambos niños estaban jugando en el jardín. Al ver a su cariñoso padre sentado en el trono, ellos fueron corriendo a sentarse en las rodillas del rey. Mientras Utama se sentaba en las rodillas de su padre, Suruchi se lo impidió al niño Dhruva de cinco años, diciendo que sólo sus hijos tenían derecho a sentarse en las rodillas del rey. Dhruva se dirigió a su madre Suniti y comenzó a llorar. Cuando él empezó a criticar a su madrastra por su acción, su madre lo hizo callar diciendo: “Abstente de criticar a nadie. Si criticas a otros los defectos que señalas vendrán a ti. Acepta todo como algo bueno”.
Diciendo esto, ella le aconsejó a Dhruva que se dirigiera a la selva y realizara austeridades para obtener la Gracia del Señor Narayana, que era la única esperanza para los desvalidos. Dhruva obedeció a su madre implícitamente y se dirigió a la selva sin ningún temor y con plena fe en las palabras de su madre de que Dios era el único refugio de los desamparados. Habiendo notado la maravillosa determinación del pequeño, que estaba dispuesto a enfrentarse a los peligros de la selva con firme determinación, el sabio Narada apareció ante él y trató de disuadirlo de llevar a cabo severas austeridades para ganarse la Gracia del Señor. Sin embargo, Dhruva se negó a regresar y expresó su confianza en que tendría éxito en ganarse la Gracia del Señor con las bendiciones de su madre y su fe inquebrantable. Éste es el ideal que los estudiantes de hoy tienen que aprender. Narada estuvo complacido con la fe firme del joven Dhruva y lo inició en el canto del mantra de doce letras “Om Namo Bhagavate Vasudevaya”.
Dhruva llevó a cabo intensas austeridades, renunciando al alimento y a la bebida, y quedó reducido a un esqueleto. Él trascendió su Annamaya Kosha (envoltura del alimento). Quedó saturado con el nombre del Señor, que cantaba sin cesar con cada aliento. También dedicó su Manomaya Kosha (envoltura mental) al Señor, alejando todos los demás pensamientos. Todo su ser estaba lleno de bienaventuranza en la contemplación del Señor. Éste es otro ideal enseñado por Dhruva a los estudiantes: la meditación debe ser hecha con total concentración en la Forma Divina.
El Señor Narayana apareció ante Dhruva, cuyo resplandor siguió intensificándose a medida que el Señor se acercaba a él. Al ver la majestuosa forma del Señor Cósmico, Dhruva irrumpió en alabanzas extáticas. Él exclamó: “¡Oh, Señor! Hasta ahora Tú estabas en mí y has salido para otorgarme Tu gracia. ¿Vas a dejarme?”
El Señor Vishnu, sorprendido por la asombrosa sabiduría de un niño tan pequeño, le palmeó la mejilla y le preguntó qué bendición quería. Dhruva dijo: “Oh, Señor, después de haber tenido Tu Darshan (visión) y de haber recibido Tu Gracia, no quiero nada más”. El Señor respondió: “Dhruva, tú iniciaste estas austeridades con un pensamiento, sentarte en las rodillas de tu padre, pero ahora hablas en forma diferente. Tus palabras y tu acción son contrarias a tu pensamiento. Debes regresar a tu padre con Mis bendiciones. Él te recibirá con total afecto. Debes gobernar el reino y luego venir a Mí”. El Señor también le aseguró a Dhruva que después de gobernar el reino por largo tiempo él ocuparía una posición sumamente excelsa en el firmamento como una estrella alrededor de la cual girarían la constelación de los Siete Rishis (sabios) y otras galaxias.
Al regresar al reino, Dhruva fue recibido con honores ceremoniales por su arrepentido y feliz padre. Dhruva consoló a su padre recordándole que todas son formas de Narayana. Utanapada le confió el reino al niño Dhruva de seis años, diciendo que un niño que pudo obtener la visión y la gracia de Dios a tan tierna edad podía gobernar el reino. Se retiró a Skanda Ahsrama (una ermita), buscando la realización de Dios.
Dhruva gobernó correctamente y con gran sabiduría por largo tiempo, manteniendo la justicia y la paz. Cuando su permanencia en el mundo llegó a su fin, un carruaje celestial vino a llevarlo a la Morada de Dios. Él le dijo al auriga que al estar Dios en todas partes la cuestión de llevarlo a la morada de Dios no podía surgir. Diciendo esto, él se sentó, cerró los ojos en meditación y se fundió en la Divinidad.
El poder infinito de Bhakti (la verdadera devoción por el Señor) debe ser comprendido por todos. Contiene las seis cualidades, a saber, Bhukti (alimento), Rakti (encanto), Yukti (conocimiento de cómo amar a todos), Anurakti (gran atracción), Virakti (cesación de los deseos) y Mukti (Liberación).
Cuando se toma de la palabra Bhagavan (el Señor) la raíz ‘Bhag’ (relacionada con lo Divino) y se la combina con ‘kti’, que es común a las seis cualidades, se vuelve Bhakti.
La historia de Dhruva debe enseñarles a los estudiantes el valor de la determinación y la devoción a Dios.
El ejemplo de Jadabharata
(Del discurso del 24-5-1995)
Priyavrata era el hijo de Svayambhuva Manu y el hermano de Utanapadha. Habiendo tomado conciencia de la futilidad de las comodidades mundanas, que son transitorias, él renunció a su reino a la temprana edad de 19 años y partió hacia la selva en busca de la realización del Atma. Creía firmemente en la verdad de que el cuerpo humano es dado sólo para realizar y experimentar la bienaventuranza del Atma. Los estudiantes de aquellos días sacrificaban todas las comodidades para seguir sus estudios, a diferencia de los del presente que anhelan los placeres materialistas. Priyavrata desarrolló perseverancia, tranquilidad mental y pureza de corazón. El emperador Manu, su padre, estaba preocupado y trataba de hacerlo regresar al reino. Él se negó afirmando que, sin realizar su propia naturaleza y realidad, él no podía satisfacer al pueblo. Manu buscó el consejo del sabio Narada, quien convenció a Priyavrata de que aceptara gobernar el reino como una orden de Dios.
Después de algunos años, Priyavrata sintió nuevamente que la asociación con la gente y con los objetos mundanos constituía un obstáculo para el sadhana espiritual. Por lo tanto, renunció al reino y regresó a la selva. El rey Rishabha tomó las riendas del reino y gobernó con un sentido de desapego, mientras continuaba con su sadhana espiritual para la realización de la Verdad.
Bharata, el hijo de Rishabha, era un príncipe justo. Él no iniciaba ningún trabajo sin orarle a Dios y pedir la Gracia Divina. Nuestro país, Bharat, recibe su nombre de este rey Bharata. Aunque él no se veía atraído por los placeres mundanos, tenía un apego especial por un ciervo que estaba criando con gran afecto. En el momento de su muerte estaba pensando en este ciervo y volvió a nacer como un ciervo. Posteriormente tuvo un nacimiento humano. Los estudiantes deben tener cuidado de recordar la Forma y el Nombre Divinos siempre, para tener el Nombre Divino en los labios incluso en el momento de la muerte y fundirse en Dios.
En su nuevo nacimiento, Bharata estaba inmerso en la conciencia Átmica desde el principio y era totalmente ajeno a su existencia física. En este estado fue atrapado por una banda de malhechores para ser ofrecido como sacrificio humano a su deidad Kali. Él no se vio afectado en absoluto por lo que le estaban haciendo. Cuando los malhechores le estaban por cortar la cabeza, apareció la Diosa Kali misma, lo rescató y le pidió que continuara en su camino de rectitud.
En ese momento, el rey Sindhu Savira (Rahugana) pasaba por ahí en un palanquín acompañado por algunos de sus asistentes. Los sirvientes que llevaban el palanquín estaban cansados y le pidieron a Bharata que los ayudara a cargarlo por un tiempo para aliviar sus esfuerzos. Bharata tomó esto también como una dispensación divina y ayudó a cargar el palanquín. Como era muy compasivo por naturaleza y tenía cuidado de no pisar ningún insecto en el suelo, se balanceaba continuamente y caminaba con lentitud mientras llevaba el palanquín. El rey se enojó con el movimiento lento y oscilante del palanquín y les preguntó a sus sirvientes porqué estaban caminando con lentitud. Se asomó fuera del palanquín, descubrió que Bharata era la causa del movimiento lento y lo reprendió por caminar como un cadáver. Bharata respondió con calma: “No solamente yo. Todos nosotros somos cadáveres. Sólo el poder de la Divinidad nos hace funcionar”. El rey iba camino a encontrarse con Kapila, el gran sabio, para recibir el Conocimiento Átmico. Quedó sorprendido con la sabia respuesta de Bharata. Descendió del palanquín y se sentó allí para escuchar la exposición de Bharata acerca del Atma.
Como Bharata había obtenido el conocimiento por experiencia propia, fue capaz de influir en varios reyes y eruditos a través de sus exposiciones. Algunas de sus enseñanzas fueron:
- Uno debe tener control de los sentidos; sólo mediante ese control uno puede evitar el peligro del apego a lo físico.
- No tener apego por las comodidades mundanas.
- Reducir los deseos por los objetos mundanos. El hombre no debe tratar de propiciar a Dios para satisfacer deseos mundanos insignificantes.
- Uno no puede escapar a las consecuencias de sus acciones a pesar de la meditación intensa, los peregrinajes o los rituales.
- Así como es el corazón es la experiencia de uno.
- Todos deben forjarse por sí mismos un camino para superar su destino.
Manu y los reyes de su linaje ejemplificaban a los seres iluminados descritos en el Bhagavatam.
Los estudiantes deben aprender a servir a la sociedad desinteresadamente sin esperar ninguna retribución. Ellos deben combinar el sadhana espiritual con los estudios académicos.
Trishanku and Visvamitra
(Del discurso del 25-5-1995)
Trishanku, de la dinastía Lunar, era un rey noble y piadoso, pero desarrolló un deseo irracional de ir al cielo en su cuerpo humano. Su preceptor, Brahmarishi Vashista, le dijo que su deseo era como querer llevar un cadáver al cielo. Trishanku se mantuvo inflexible, pero Vashishta se negó a ayudarlo en su deseo impío. El rey se acercó a los eruditos hijos de Vashishta, que poseían inmensos poderes espirituales. Ellos se negaron a ayudar a alguien que había desafiado el consejo de su propio preceptor, que era el padre de ellos. Finalmente el rey se acercó al sabio Kaushika, que abrigaba un mal sentimiento hacia Vashishta debido a un encuentro anterior con él. Kaushika accedió a tomar el caso de Trishanku como un desafío. Él llevó a cabo un Yajna con el propósito de enviar a Trishanku en su cuerpo directo al cielo. Al concluir el Yajna, los dioses no descendieron para aceptar la ofrenda. Enfurecido por esto, Kaushika concentró todos los poderes que había adquirido a través de sus austeridades en su Brahmadhanda (bastón) para transportar a Trishanku al cielo. Sin embargo, Indra, el Señor de los seres celestiales, le cerró el paso y Trishanku se precipitó hacia la tierra. Al ver esto, Kaushika detuvo su caída en medio del firmamento y procedió a crear un cielo paralelo, con toda su parafernalia. Aun hoy, es conocido como Trishanku Svarga (En la astronomía occidental, se lo conoce como la constelación de la Cruz del Sur, que consta de cuatro estrellas).
Las consecuencias del incumplimiento de una promesa
El rey Trishanku tenía un hijo llamado Harishchandra (no el emperador Harischandra que lo sacrificó todo por la verdad). Este Harishchandra no tenía hijos y le oró al Señor Varuna (el Dios de la Lluvia) por un hijo, con la promesa de que posteriormente sacrificaría a su hijo al mismo Dios. Tuvo un hijo, Rahul. Como se apegó a él, no cumplió su promesa y se vio afectado por una extraña enfermedad.
Rahul, temiendo las consecuencias del incumplimiento de la promesa de su padre, huyó a la selva. Se le ocurrió que la enfermedad de su padre podía ser curada si alguien más era ofrecido a Varuna en su lugar. Al ver a una pareja brahmana con tres hijos, les pidió que le ofrecieran uno de los hijos para ofrecer en sacrificio a cambio de una gran manada de vacas y otras riquezas. El brahmana estaba apegado al hijo mayor y no estaba dispuesto a separarse de él. Su esposa estaba apegada al hijo menor y no quería dejarlo ir. Por lo tanto, el hijo del medio fue ofrecido. Éste prefirió morir como ofrenda a Dios antes que vivir sin el amor de su padre y su madre. Rahul se llevó al muchacho y en el camino pasó por el ashram de Kaushika. El niño brahmana, Shunassepa, le pidió refugio al sabio. Comprometiéndose a protegerlo, Kaushika le pidió a uno de sus hijos que fuera con Rahul, diciendo que el cuerpo humano tenía que ser ofrecido en servicio a otros. Sus hijos se burlaron de esa idea y se negaron a aceptar la propuesta de Kaushika. Entonces el sabio le enseñó a Shunassepa un mantra para propiciar al Señor Varuna. El muchacho cantó el mantra y el Señor Varuna apareció ante él. Reprendió a Harishchandra por aceptar ofrecer a su hijo a Varuna, luego faltar a su palabra y ofrecer a otra persona en su lugar. Le dijo que por haber roto la promesa, él sería consumido por la enfermedad que lo afectaba.
De esta lección los estudiantes deben aprender que no deben desarrollar un apego excesivo por nada y siempre deben mantener la palabra dada. El sabio Kaushika mismo fue víctima del deseo impropio (cuando era emperador) de poseer la vaca que cumplía los deseos del sabio Vashishta. Frustrado su intento, él se dedicó a hacer severas austeridades para obtener el título de Brahmarishi a la par de Vashishta. Perdió los frutos de sus austeridades varias veces antes de poder ganar finalmente el título de Brahmarishi de Vashishta mismo.
La fe de Prahladha lo conquistaba todo
(Del discurso del 25-5-1995) |