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Discursos dados por Sai Baba

37. 25/12/93 Que el amor prevalezca

Que el amor prevalezca

Que el amor prevalezca

25 de Diciembre de 1993

Auditorio Purnachandra

Navidad

Aquel a quien los musulmanes adoran como Alá,

los cristianos como Jehová,

los Vaishnavitas como el Señor de los ojos de loto,

los Shaivitas como Sambhu,

ese Dios, que confiere a todos

larga vida, salud y prosperidad,

es uno sólo; tengan esta convicción.

El Señor es todo Amor;

el Amor es Su forma Divina;

ese Amor es el Mantra redentor

para todos los seres de este mundo.

Si no experimentas un fragmento de ese Amor,

oh hombre, ¿cómo puedes experimentar lo Divino?

¡Encarnaciones del Amor Divino! Si un objeto se ha de combinar con otro, o un individuo tiene que asociarse con otro, el amor es la base para la afinidad. El mundo entero está lleno de amor. El mundo es Amor y el Amor es el mundo.

En cada ser humano el amor está presente como una refulgencia que brilla en sus sentimientos. El amor es vida y la vida es amor. Así como el poder de quemar es natural para el fuego, y el poder de enfriar es natural para el agua, el amor es un rasgo natural para el hombre. Sin amor, él deja de ser humano.

El amor y la vida están interrelacionados

El amor es una cualidad innata en el hombre. Es su aliento vital. Cultivamos una planta joven con gran amor. Cuando esa planta crece y luego se seca, la tiramos sin darle ninguna importancia. ¿Cuánto amor le prodigamos a esa planta? La cuidamos mientras tiene vida. Una vez que se seca y muere, no sentimos amor por ella. Desde la infancia sentimos amor por la madre que nos engendró y crió. Sin embargo, cuando ella muere, el cuerpo muerto es quemado sin ningún apego. ¿Qué era amado antes? El ser viviente era amado. Por ende, la vida y el amor están interrelacionados.

Hoy los hombres tienden a olvidar la relación amor-vida. Hoy el amor está mezclado con el interés propio. En el árbol de la vida de cada hombre está el fruto del amor. Para disfrutar este fruto, la cáscara que lo cubre tiene que ser quitada en primer lugar. Las semillas en el fruto también tienen que ser quitadas. El dulce jugo del fruto puede disfrutarse sólo después de que la cáscara y las semillas fueron quitadas. En el fruto del árbol de la vida, la cáscara es Ahamkara (el egoísmo). Las semillas en ese fruto son los intereses egoístas del hombre. Sólo cuando el ego y el egoísmo son eliminados, el dulce jugo del amor puede ser experimentado.

Los Upanishads describen a este amor como “el dulce jugo que es amritam (nectarino) y el Supremo Brahmán”. Esto significa que el jugo (del amor) es el néctar mismo, es verdaderamente Brahmán (Divino). Es la vida misma. Es la Refulgencia Divina, Tejas.

El jugo del amor es igual a Brahmán. Confiere inmortalidad al hombre y lo llena de bienaventuranza Divina. Hoy los hombres son incapaces de captar el significado de este Principio del Amor. Su naturaleza es esencialmente Divina. Por ende, “El Amor es Dios; vivan en Amor”.

No obstante, la mayoría de las personas, en su fascinación por los placeres sensuales y los objetos mundanos, están considerando a estos apegos como amor. Inmersos en búsquedas e intereses egoístas, los hombres buscan todo solamente por razones egoístas y no les interesa lo trascendental. Todo es deseado para el disfrute propio y no por amor, por el amor mismo. Uno debe amar por amor a Dios, para realizar lo eterno. El amor debe ser para experimentar la refulgencia de Jñana.

El martirio de Jesús

Así, el amor es una amalgama de dulzura, refulgencia y sabiduría. La compasión es el reflejo del amor. Jesús es la encarnación de la compasión. Él miraba con compasión a los pobres y los afligidos y los socorría. En aquellos días, las personas solían tratar a las aves y a los animales sin piedad en el templo de Jerusalén. Jesús procuró poner fin a tales prácticas crueles.

Desde aquellos tiempos hasta el presente, quienes se interesan por el bienestar de todos los seres vivientes y la humanidad han padecido muchas pruebas y tribulaciones. Las personas buenas siempre son perseguidas por dificultades y problemas. Los mesías, los profetas, los santos y las encarnaciones de Dios siempre han sufrido a causa de diversos tipos de pruebas y dificultades. No deben preocuparse por eso. Tengan fe en Dios. Cuando ustedes vivan de acuerdo a las verdades en las que creen, serán indiferentes a lo que otros piensan.

Jesús se mantuvo inalterado ante la persecución a la que fue sometido, acusado de traición. Además, sin importar cuánto se intente suprimir a las personas buenas, su bondad no puede ser extinguida.

Un diamante fino no perderá su brillo ni su valor,

aunque esté en una pila de basura.

Una calabaza no perderá su dulzura,

aunque crezca junto a un seto.

Un pavo real no perderá sus colores,

aunque el huevo sea empollado en el nido de un cuervo.

El amor es una expresión de la refulgencia Divina

Del mismo modo, la gloria y la grandeza de los hombres buenos no sufrirá ninguna disminución cualesquiera sean las circunstancias o la situación en que se los coloque. Tal refulgencia Divina brilla en cada ser humano. El amor en una expresión de esta refulgencia. Para manifestar este amor, los hombres deben estar preparados para soportar cualquier clase de sufrimiento.

¿Puede obtenerse el dulce jugo

de la caña de azúcar

para hacer el azúcar

sin machacar la caña?

El cuerpo humano es como la caña de azúcar llena del dulce jugo del amor. Sólo cuando el cuerpo es sometido a las penurias el divino y dulce jugo del amor puede fluir de él. ¿Cómo esperan experimentar la Divinidad sin molestias para el cuerpo, aflicciones para la mente y sin control de los sentimientos? Hoy los hombres aspiran a la liberación sin experimentar sufrimientos. El amor de Dios no se obtiene tan fácilmente. La preciosa gema del amor puede obtenerse sólo en el bazar de Tyaga (sacrificio). Es valorada sólo en el Reino del Amor. ¿Cómo puede obtenerse en el mercado de las baratijas?

Los devotos primero deben renunciar al egoísmo

Hoy la devoción del hombre está llena de egoísmo. Todo lo que él hace surge del interés propio. El primer requisito es renunciar al egoísmo. Debe haber un freno para el orgullo egoísta y la posesividad. La mente debe estar sumida en el amor puro.

Quizás hayan oído hablar sobre la vida de San Pablo. En un comienzo, él se oponía enconadamente a Jesús. Lo criticaba sin cesar. Un día Jesús apareció en su sueño y le dijo: “Saúl, ¿acaso no eres un ser humano? ¿Es correcto de tu parte injuriar a alguien que no te ha hecho ningún daño, que no ha abrigado malos pensamientos contra ti y que no te ha llevado por mal camino? ¿Qué daño te he causado? ¿Por qué me estás insultando? Es una gran insensatez. De este modo te estás rebajando a ti mismo. ¡Ten cuidado, ten cuidado!” Después de pronunciar esta advertencia, Jesús desapareció. Al despertar en la mañana Saúl (como era conocido Pablo antes de su transformación) se lamentó diciendo que había traicionado su naturaleza humana al ridiculizar y condenar a sus semejantes. Él sentía que Jesús estaba haciendo muchas cosas buenas. Era alguien que no podía soportar ver el sufrimiento de otros. Derramaba amor sobre todos. Saúl sintió que era un pecado injuriar a una persona semejante. Desde ese día Saúl se convirtió en un devoto de Jesús y llegó a ser conocido como San Pablo.

De este modo, en las vidas de muchos Avatares uno encuentra que, a pesar de todo el amor y las bendiciones que los devotos reciben y los beneficios que obtienen de los Avatares, algunos de ellos se vuelven contra Dios cuando sus deseos egoístas no se ven cumplidos.

Tres tipos de detractores de Dios

Hay tres tipos de detractores de Dios. En la primera categoría están aquellos que no creen en Dios y siempre se dedican a injuriar a Dios. Sin fe, ¿cómo puede haber devoción? Y sin devoción, ¿cómo puede haber amor? Sin amor, ¿cómo puede alguien ser considerado humano? Las palabras de tal persona carecen de valor.

La segunda categoría de personas son aquellas que adoran a Dios cuando sus deseos son cumplidos y escarnecen a Dios cuando sus deseos no son satisfechos. Ellos imaginan que tienen derecho a recibir favores de Dios. Tales personas de mentalidad mezquina injurian a Dios. Sus deseos son tan altos como el cielo, pero sus merecimientos son mínimos. Sus esfuerzos espirituales son insignificantes. No obstante, ellos critican a Dios cuando sus insaciables deseos no son satisfechos.

La tercera categoría de personas son aquellas que se vuelven contra Dios por celos. Ellas no pueden soportar la prosperidad o la posición de otros hacia quienes consideran que Dios es parcial. Hay un remedio para casi todos los males, pero no hay ninguno para la enfermedad de los celos. Los envidiosos se dedican a calumniar a Dios.

Debido a la presencia ubicua de estas tres categorías de hombres contrarios a Dios, la espiritualidad y los sentimientos divinos de amor se han vuelto cosas raras hoy en día.

Hay un adagio Védico: “El conocedor de Brahmán se vuelve Brahmán mismo”. Ustedes conocen a Moisés, el devoto descrito en la Biblia. Él era alguien que le oraba al Señor incesantemente. Él amaba a Dios fervientemente. Su intensa devoción y amor finalmente transformaron su rostro y lo llenaron de una refulgencia divina.

Del mismo modo, las Gopikas, a través de su intensa devoción por Krishna, se volvieron imágenes vivientes de Krishna. Ratnakara, que era un asaltante de caminos en sus primeros años, adquirió la refulgencia de Rama al cantar continuamente el nombre de Rama.

Desarrollen el sentido de unidad con Dios

Cualquiera sea el Dios al que ustedes adoren, adórenlo con Tadhatmabhava (un sentido de unidad). Los cuerpos pueden ser dos pero el corazón es uno. Éste es el sentimiento con el que Dios debe ser adorado. Sólo entonces alcanzarán el estado en el que podrán declarar: “Tú y yo somos uno”.

Un episodio bíblico ilustra cómo puede ser realizado este estado. En una ocasión, San Juan iba caminando cuando vio a un ángel leyendo un libro. Le preguntó quién era y qué estaba leyendo. Él respondió que era un ángel y que estaba leyendo un libro que trataba acerca de la doctrina del amor. Él le pidió el libro y el ángel se lo dio, pero le dijo: “Debes comer este libro. Cuando estés consumiendo el libro, su sabor será amargo. Sin embargo, cuando lo hayas comido y digerido, se volverá muy dulce”. “Comer el libro” significa absorber los contenidos del libro, practicarlos y experimentar la bienaventuranza obtenida de ello.

Mientras él leía y digería “el libro” la experiencia fue amarga, tal como había declarado el ángel. Sin embargo, a su debido tiempo, se produjo una gran transformación en San Juan. Sus palabras adquirieron una dulzura única. Su mirada era dulce. Todo acerca de él se volvió dulce. ¿Qué significa esto? Transmite la verdad de que ustedes deben identificarse a sí mismos completamente con el amor Divino que buscan obtener de Dios. Este amor no es una mercancía que pueda comprarse.

Hoy la devoción es tratada como un ejercicio de compra y venta de acciones, una especie de asociación de negocios. Esto no es correcto. Los devotos deben sentir: “Todo es Tuyo”. Sólo cuando hay tal sentimiento de entrega total la naturaleza del amor Divino puede ser comprendida.

Las actividades de las “Mensajeras de Sathya Sai”

No hay nada más fácil en el mundo que la senda espiritual. Ella tiene que ser seguida en la forma de Seva (servicio amoroso). Para demostrar al mundo la belleza, la dulzura y la gloria del servicio desinteresado y amoroso, la asociación llamada Mensajeras de Sathya Sai fue formada (por las ex-alumnas del Colegio Universitario Sathya Sai para Mujeres de Anantapur). Estas muchachas, sin importar las familias dentro de las que se casaron ni los países donde tuvieron que ir a vivir, se comprometieron a llevar adelante actividades de servicio. Debe comprenderse correctamente lo que este voto significa. Los hombres tienen mayor libertad para actuar como les plazca. Las mujeres casadas tienen menos libertad. Ellas están bajo el dominio de sus esposos y parientes políticos. A pesar de dichas restricciones, estas ex-alumnas no sólo han llevado adelante sus actividades de servicio sino también han interesado a sus esposos en ellas.

No hay palabras para elogiar las actividades de servicio de las “Mensajeras de Sathya Sai”. Hay estudiantes varones entre nosotros. ¿Para qué sirven? Ellos disfrutan de libertad, pero no están haciendo un buen uso de ella. Ellos no participan de las actividades de servicio. Son egoístas. Sin embargo, las muchachas estudiantes no son así. No les interesa hacerse publicidad. Para mencionar algunas de sus actividades de servicio: En muchas pequeñas aldeas, estas muchachas están construyendo los techos de las casas de los aldeanos, trabajando como hombres. Ellas van a los países extranjeros donde sus maridos están empleados.

El informe anual de las Mensajeras de Sathya Sai menciona que sus miembros están prestando servicio en diferentes países como Kuwait, Australia y Nueva Zelanda. Sus variadas actividades de servicio son sumamente loables. Confío en que muy pronto sus actividades abarcarán al mundo entero y promoverán el bienestar de cada país. Cualquiera sea la tarea que ellas emprenden, la llevan a cabo con firme resolución.

Por ejemplo, hay numerosas escuelas primarias en las que trabajan maestros y maestras. Sin embargo, los maestros no trabajan con el mismo empeño y ahínco que las maestras. En primer lugar, las mujeres por naturaleza están acostumbradas a criar y educar a los niños. Los informes de rendimiento de los estudiantes son mucho mejores en las escuelas donde enseñan maestras que en las que enseñan maestros.

Sigan el ejemplo de las mujeres

Por los últimos dieciséis años, estas ex-alumnas del Colegio Universitario de Mujeres han estado prestando un gran servicio. Durante la última semana las ex-alumnas presentes en Prashanti Nilayam han estado anhelando entrenarse para tareas de seguridad en el Nilayam. Los estudiantes varones no han mostrado este anhelo. Es impropio que los estudiantes varones sean indiferentes a las actividades de servicio. Es una pena que ellos no se hayan sentido impulsados a la acción a pesar de haber estado escuchando los informes de los servicios prestados por las muchachas año tras año.

Había un oficial de nombre Rammohan Rao. Él solía llevar un bigote impresionante. Un día, mientras se dirigía a su despacho, él pasó junto a un hombre que estaba tendido en el camino, herido en un accidente. Continuó su camino sin prestar ninguna ayuda al hombre herido, mientras que unas mujeres corrieron en su ayuda. En su despacho, él reflexionó acerca de su conducta y se sintió avergonzado por no haber ayudado a un hombre herido mientras que algunas mujeres habían ido en su ayuda. Sintiendo que se había comportado de un modo impropio de un hombre, él se quitó el bigote. Cuando fue al club de oficiales al día siguiente, los miembros notaron el cambio en su rostro y le preguntaron cuál era la razón de este cambio. Él confesó que no se había comportado como un verdadero ser humano y que había perdido el derecho de llamarse a sí mismo un hombre. A partir de ese día, él dedicó su vida al servicio social.

El servicio debe ser su lema

Todos aquellos que ocupan altos cargos se desempeñarán como verdaderos seres humanos solamente cuando presten servicio desinteresado a sus semejantes. Sumérjanse en la sociedad y participen en las actividades de servicio. Si las mujeres están realizando un servicio tan espléndido, ¿por qué los hombres van tan rezagados? Si los hombres y las mujeres prestan servicio juntos, Bharat será una nación gloriosamente próspera. No sólo en Bharat, sino en cada país los hombres y las mujeres deben prestar servicio a los necesitados. Se encuentra a muchos devotos extranjeros aquí comiendo y paseándose sin realizar ningún trabajo útil. Ellos deben hacer a un lado su pereza y tomar parte en alguna actividad útil.

El servicio debe ser su lema. El espíritu de sacrificio es esencial. Hablar de devoción sin un espíritu de sacrificio no tiene sentido.

Muchas de las mujeres llevan adelante sus actividades de servicio a pesar de los problemas que enfrentan por parte de sus maridos. Esto muestra su espíritu de sacrificio. Las Mensajeras de Sathya Sai están realizando un servicio notable. Ellas no necesitan limitarse a sus propios miembros. Deben tratar de atraer a otras mujeres hacia las actividades de servicio y esforzarse por mejorar las condiciones de vida de los pobres en las zonas rurales.

Sigan el mensaje de Sai

Si el nombre de Jesús es glorificado en todo el mundo hoy, se debe a Su amor infinito. Él sirvió a los humildes y a los perdidos, y al final, ofreció su vida misma como sacrificio. ¿Cuántos de aquellos que se dicen devotos de Jesús están siguiendo Sus enseñanzas? ¿Hasta qué punto aquellos que declaran que adoran a Rama están siguiendo Su ejemplo? ¿Cuántos supuestos devotos de Krishna están viviendo de acuerdo a Sus enseñanzas? Hay muchos que afirman ser devotos Sai. ¿Cuántos de ellos están siguiendo el mensaje de Sai? Si cada uno busca la respuesta dentro de sí, verá que la respuesta es un cero. Cualquiera que afirme ser un devoto Sai debe dedicar su vida a los ideales de Sai. Esa es la verdadera devoción y la austeridad real. Ese es el sello de humanidad. Esto se reflejará en amor, que hallará expresión en la compasión que genera verdadera Ananda.

La cualidad más grande en cada hombre es el amor. Cuando el amor está ausente, las malas cualidades como el odio y los celos levantan su cabeza. Hagan que el amor sea su aliento vital.


Traduccion Mercedes Wesley