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Discursos dados por Sai Baba

28. 22/11/84 Mantengan los ideales de Sai

Mantengan los ideales de Sai

Mantengan los ideales de Sai

22 de Noviembre de 1984

Existen Maestros de Vedanta que podría enseñarles a los rishis de antaño,

Existen Maestros de arte y escultura que pueden darles vida a piedras inanimadas y hacerlas bailar,

Existen valientes héroes que pueden jugar con las cabezas de los enemigos.

Todos estos existen en grandes números en la tierra de Bharat hoy en día.

Pero, ¿de qué sirven todos estos, ¡Oh Estudiantes! si no hay uno entre ellos que oíga siquiera una vez los quejosos gritos de la gente a su alrededor?

¡Encarnaciones del Divino Âtma! Podemos oír en Shikshâvallî, el primer capítulo del Taittiriya Upanishad, la voz de los bienquerientes maestros impartiendo sus últimas instrucciones a los que habían estudiado bajo ellos en las ermitas (gurukulas) y estaban en el umbral de asumir los deberes establecidos para los amos de casa.

La educación (vidyâ), de acuerdo con el Shikshâvallî, no es el mero dominio de las letras. La educación debe mezclarse armoniosamente con la vida y darle significado y propósito. Se dice que la sabiduría (vidyâ) es lo que libera.

Lazo entre el sol y el corazón del hombre

Hay cuatro subcapítulos (samhitas) en el Shikshâvallî: Loka Samhita, Aloka Samhita, Vijñâna Samhita y Prajñâna Samhita. El Loka Samhita describe la tierra, los tres mundos (lokas) y las galaxias estelares. Es el viento (vâyu) el que ata la tierra y las galaxias estelares, dando lugar a la creación del espacio (âkâsha) El principio de mutua atracción gobierna las galaxias y la tierra. Hay siete clases de vientos que circulan entre la tierra y los tres mundos. El Shikshavalli enseña que un armonioso lazo entre los tres mundos y la tierra es asegurado por la presencia de estos siete vientos. Se debe a este íntimo lazo que los océanos se hinchan y se mueven a la vista de la luna y de las nubes.

El segundo, el Aloka Samhita, es también conocido como el Jyoti Samhita. Este describe la presencia del fuego y del sol y el lazo que los conecta a los dos. La radiación cósmica establece un eslabón entre el fuego en la tierra y los rayos provenientes del sol, causando la creación del agua en el proceso. El samhita atestigua que aquel que comprende la naturaleza del agua puede conocer la naturaleza del universo también. La segunda enseñanza de este samhita es que hay un vínculo entre el sol y el corazón del hombre. Las afirmaciones Chandramâ manasojâtah, Chakshos Suryo Ajâyata, en los Vedas destacan la conexión entre la luna y la mente y el sol y la vista.

Los derechos y deberes están inseparablemente interrelacionados

El tercer samhita, el Vijñâna Samhita, expone la conjunción entre el maestro y el estudiante, y el aprendizaje o sabiduría (vidyâ) que surge de ella. Destaca la importancia de la educación espiritual, además de la educación secular por medio de la educación del corazón. Este samhita imparte también algunas enseñanzas esenciales para la conducta en la vida. Las sagradas instrucciones contenidas en el samhita brillan como faros para la humanidad afligida de ilimitados deseos y anhelos carentes de significado. Estas instrucciones son: “Hablen la verdad (satya); Observen el dharma. Promuevan la sabiduría con diligencia; abstengánse de acciones viciosas: realicen obras merecedoras; respeten muy meticulosamente las regulaciones establecidas por la sociedad para llevar una vida disciplinada en la comunidad; practiquen la caridad como amos de casa de acuerdo con su capacidad; muestren reverencia y obediencia a los mayores: ejerzan extrema vigilancia con respecto a sus deberes y su relación con sus parientes y semejantes”.

Después de impartir estas instrucciones, el samhita establece que estas enseñanzas constituyen los mandamientos eternos para la conducta del hombre. El samhita enseña que en base a estos mandamientos, los estudiantes pueden llevar una vida de excelencia ejemplar.

Desgraciadamente, no encontramos tales pensamientos y sentimientos en los corazones de los estudiantes de hoy. El sistema educativo de hoy hace que una persona educada sea egoísta. La hace esclava de sus sentidos y, como consecuencia, olvida su propia naturaleza divina. Los hombres educados no están preparados para emprender servicio para la gente sufriente.

No son sólo los educados a quienes hay que culpar por esta situación. El gobierno, que ha fallado en alentar y entusiasmar a la gente, debe también ser culpado por ello. A los estudiantes no se les enseña en confiar en sí mismos y a ser autosuficientes. A pesar de la posición de altos grados, el hombre educado está persiguiendo frenéticamente trabajos asalariados en vez de buscar carreras independientes. El hombre educado lucha por sus derechos sin preocuparse por los deberes que debe cumplir. El hombre que descuida sus deberes perderá sus derechos también. Los derechos y los deberes están insepara-blemente interrelacionados. El amor es la conexión entre los dos. Los fieles en el reino espiritual ansían alegría, paz y comodidad sin esforzarse por saber cómo se pueden obtener.

Nuestros motivos deben ser sublimes, nuestras acciones correctas

No se desea a Dios ni se cultiva la devoción. Queremos que Dios derrame paz y bienaventuranza sobre nosotros. Si queremos paz, debemos conducir nuestra vida sobre líneas conducentes a la paz. ¿Cómo puede una persona que camina por vías malas e incorrectas, obtener jamás paz, verdad y alegría? ¿Podemos tener un eructo con sabor a tamarindo si comemos un mango? Así como son las acciones, así son las recompensas. Así como son los motivos, así son los dones de Dios. Por ende, nuestros motivos deben ser sublimes y nuestras acciones correctas.

Los estudiantes deben tratar de desarrollar los poderes latentes en ellos. Los hombres educados de hoy creen en lo que leen en las novelas y los periódicos, lo que ven en películas, y hasta en las caprichosas palabras de un transeunte. Pero no tienen fe en Dios. Esta es una gran desgracia. Los hombres que creen en las palabras de una astrólogo o un sacerdote, no confiarán en las palabras de la Madre Veda que ha enseñado las cuatro grandes verdades como: “Tat Tvam Asi, Prajñânam Brahma, Aham Brahmâsmi, Ayam Âtma Brahma” (Tú Eres Aquello, La Conciencia es Brahmán, Yo Soy Divino, Este Ser es el Ser Supremo), que en definitiva declaran: “¡Oh Hijo! Tú eres la Verdad Absoluta, el mismo Brahmán

El hombre educado desperdicia su vida desarrollando fe en mezquinas cosas mundanas y rehusando desarrollar fe en la sabiduría a ser ganada por el poder divino y el conocimiento espiritual.

Las instituciones Sai imparten una educación ideal

Es a fin de impartir una educación verdaderamente ideal y moldear a los estudiantes como ciudadanos ideales para el servicio del país que las instituciones educativas Sathya Sai han sido creadas. Muchas personas tienen la noción de que los estudiantes de nuestras instituciones educativas son capaces de realizar solamente pûjas y cantar bhajans y otras actividades espirituales similares. Esto es totalmente equivocado. Nuestros estudiantes están preparados para asumir actividades en el campo de la ética, la administración, la política, los negocios y varias otras profesiones. Nuestros estudiantes están logrando excelencia no sólo en danza, drama, música y literatura, sino también en las artes y en cultura física. Las hazañas gimnásticas que realizan son testimonio de esto.

Como nuestros estudiantes son recatados y humildes, sin boato ni pompa, ustedes les subestiman su excelencia y desprecian sus capacidades. Nuestros estudiantes rechazan y resienten toda pompa y boato. Los que aman la pompa y el boato no son estudiantes en absoluto. Nuestros estudiantes conocen la verdad de que el egotismo es causa de desastre. Nuestras instituciones educativas están haciendo todos los esfuerzos por producir miles de estudiantes ideales para ayudar a la gente a vivir vidas ideales.

¡Amados Estudiantes! Cuando salgan al mundo, deben mantener en su vida diaria los sentimientos y hábitos sagrados que han adquirido aquí. Consideren esto como la verdadera educación. Atesoren las enseñanzas y preceptos que han recibido en esta convocación como si fueran su aliento vital y condúzcanse como hombres ideales e iluminen el mundo entero con su precepto y práctica.

Auditorio Purnachandra, Convocación del

Instituto Shri Sathya Sai de Educación Superior.

Prashanti Nilayam, 22-11-1984

No sirvan para recibir una recompensa, atraer la atención o la gratitud, o con un sentido de orgullo ante su propia superiori-dad en destreza, riqueza, posición o autoridad. Sirvan porque son impulsados por el amor. Si tienen éxito, atribúyanle ese éxito a la gracia de Dios, quien los impulsó como el amor dentro de ustedes. Si fracasan, atribuyan el fracaso a su propia inadecuabilidad, insinceridad o ignorancia. Examinen las fuentes de la acción, desinféctenlas de toda traza de ego. No les echen la culpa a los receptores del servicio o a sus colaboradores y compañeros o a Dios.

Shri Sathya Sai