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Discursos dados por Sai Baba

31. 09/03/74 Aquellos que son Míos

Aquellos que son Míos

Aquellos que son Míos

9 de Marzo de 1974

Minas Deogiri

El mundo es un horno y una fábrica, donde el hombre tiene que moldear su destino mediante incansables esfuerzos honestos.

Aquel que emprende este desafío y dedica sus años asignados, y la habilidad e inteligencia con las que está dotado, a una actividad significativa, tiene realmente derecho a la condición de Karma Yogi. Ustedes, que trabajan en estas Minas de Deogiri, son genuinos Karma Yogis. Pues, desde el amanecer hasta el anochecer utilizan cada pizca de vuestra energía en trabajo que es beneficioso para ustedes mismos y para las personas de este país. Ustedes no desperdician el tiempo en hábitos derrochadores; dedican vuestra fuerza y resistencia para propósitos productivos; se esfuerzan por alimentar y criar a vuestras esposas e hijos y sentarse con ellos para vuestras comidas en un círculo familiar feliz. Realmente, Dios está encantado de residir en vuestros corazones. Mantengan el corazón puro, impoluto de mal o de vicio. Permitan que los rayos del Amor lo iluminen. Dejen que los repugnantes murciélagos del odio y de la codicia se vayan volando de la cavidad de vuestros corazones; permitan que el aire limpio de la mutua cooperación y ayuda haga la cavidad segura y dulce.

Ustedes ven estos árboles; ellos pueden estar de pie, firmes, y crecer debido a las raíces que se han extendido fuera de nuestra visión. Ustedes ven esta guirnalda en Mi mano. Las centenas de flores se mantienen unidas por un hilo que no ven.

Ven este edificio más allá; las paredes han sido levantadas altas porque los cimientos adentro de la tierra también son altos, aunque no los puedan ver. Así también, este mundo es tan exuberante, tan encantador, tan rico, tan cómodo, tan regular en sus movimientos y humores, porque tiene un maestro y un legislador invisible, Dios. El invisible es el sostenedor de lo Visto.

Los ricos desean más y por eso se decepcionan más.

Tengan fe en Su Gracia y lleven una vida virtuosa, una vida dedicada al servicio del débil, una vida transcurrida en pensamientos sobre el poder y la gloria de Dios. La Nación depende de ustedes para suministrarle todas las mercancías; están obligados a responder a ese llamado. Oren para que puedan desempeñar bien ese deber. Con seguridad, Dios responderá a vuestra plegaria, pues ustedes son tan sencillos e inocentes.

Permítanme decirles que son realmente más afortunados que la mayoría de los así llamados ricos, ya que los ricos no duermen tan profundamente como ustedes. Su carga de preocupación es mucho más pesada; desean más y de esta manera se decepcionan más. Son tentados hacia peores y peores formas de vida, y así se distancian más y más de la Gracia.

Cuando pasan vuestras horas con el pensamiento en Dios, también están libres de los caminos perniciosos. Ustedes no serán tentados a abusarse de otros o a dañarlos de manera alguna.

Viven en Amor, aceptando todos los hechos de la vida como Sus Regalos. Los hogares como los vuestros son, verdaderamente hablando, Paraísos sobre la Tierra; la dicha que burbujea en vuestros corazones es el símbolo de Vaikuntha; la honestidad y el cuidado que muestran en vuestro trabajo es la señal de Kailash, la morada de Shiva. Los corazones dedicados a estos nobles ideales son realmente “dorados”. No pueden ser manchados por las altas y bajas de la vida; pueden permanecer inafectados y puros.

Aborden vuestro trabajo con espíritu reverencial.

Ustedes están extrayendo riqueza de Pakrithi (Naturaleza).

Pakrithi es la manifestación de Purusha (Dios). Cuando desean dominar a Pakrithi y aplicarla a vuestras necesidades, tienen que obtener la Gracia de Purusha. Por eso, aborden vuestro trabajo con un espíritu reverencial. Ravana buscó a Sita (quien es Pakrithi, ya que era la hija de la Tierra, descubierta por Janaka en un surco en el campo que estaba arando). Pero él no ganó primero la Gracia de Rama, el Purusha (Dios), quien es el amo de la Naturaleza. De esta manera trajo un desastre incalculable sobre sí mismo y sobre todos sus parientes, su clan y sus seguidores. Todos los días, antes de comenzar el trabajo, oren a Dios al menos durante unos pocos minutos; y, al finalizar el día, cuando terminen el trabajo, reúnanse en algún sitio consagrado, un mandir (sala de adoración), y den reconocidas gracias al Señor, cantando Su nombre y meditando en Su majestad.

Esto los hará verdaderos Karmyoguis, incluso héroes del sendero del Karma.

Este lugar está lleno de encanto; es tranquilo, con un bosque alrededor. Tales refugios son buscados por los sadhakas (aspirantes espirituales) y sabios, pero ustedes tienen la suerte de trabajar en este entorno. Esta es una thapovan (ermita), diría Yo, un sitio en el que los aspirantes les encantaría instalarse.

Doy bendiciones para que todos ustedes tengan vidas de dicha y felicidad, de amor y servicio, de una incesante lluvia de Gracia Divina.

Minas Deogiri, 9/3/1974