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Libros escritos por Sai Baba

3.LA EDUCACIÓN ACTUAL

En la actualidad, aun siendo costoso y elaborado, el sistema educativo ignora la instrucción moral. En los Gurukulas* del pasado se daba instrucción para la correcta manera de vivir, el progreso espiritual y la conducta y comportamiento éticos. En aquellos días, los estudiantes eran formados para llevar una vida caracterizada por la humildad, el control de los sentidos, la virtud y la disciplina. Hoy en día, estas cualidades no se reconocen en ellos, ni siquiera tienen idea del significado del control de los sentidos o de la forma de lograrlo. Desde la infancia se acostumbran a satisfacer cada capricho, se complacen en darle rienda suelta a los sentidos y creen sólo en el materialismo. Como consecuencia, resulta alarmante observar la situación de las instituciones de educación superior. El jefe del Departamento de Salud de Calcuta comprobó que 80 de cada 100 estudiantes de la universidad tenían una salud precaria. En la región de Bombay, la situación era aun peor, ya que afectaba al 90 por ciento del estudiantado. La razón para ello debe buscarse en el hecho de que los estudiantes se inclinan por la vida sensorial, persiguiendo de manera descontrolada los placeres de los sentidos y los hábitos malsanos. ¿Puede atribuirse una situación tal a logros de la educación? ¿O debería ser considerada más bien un "tesoro" acumulado por una ignorancia perversa? Los maestros tienen el deber de identificar el papel que les toca desempeñar y la responsabilidad que les corresponde. Son ellos los que deben asumir en mayor medida el cultivo y la preservación de la salud mental y física de sus tiernos e inocentes pupilos.

Todo ser viviente mira el mundo que le rodea, pero cada cual lo mira únicamente en la especial manera que le es propia. Un mismo objeto es visto por diez personas con diez tipos diferentes de sentimientos. Un hijo considera a un individuo como padre, su mujer lo considera como marido, su padre lo verá como hijo, su compañero de trabajo como amigo... Si se trata de un mismo individuo, ¿por qué no evoca la misma reacción en todos ellos? Y todos los que lo visualizan de distinta manera, también son afectados diversamente. Esta es la verdad.

* Gurukul: Lugar en el cual maestros y estudiantes crecen juntos en amor y sabiduría.

Una vez, un gurú (maestro espiritual) que vivía en Brahman Mutt, sintiéndose de buen humor, le preguntó a su discípulo: "Dime, querido, ¿cómo está el mundo?" Y el discípulo le respondió: "Guruji, cada cual tiene su propio mundo". Pese a que todos estamos en un mismo mundo, cada cual vive en su mundo propio, configurado por sus propias acciones y reacciones. Esta es la razón por la cual Shankaracharya declaró: "Llenen su visión de sabiduría y, entonces, todo lo que vean será Dios". Cuando la visión esté llena de conocimiento, el mundo estará pleno de Brahman.

En el lenguaje de la educación actual, dhana (riqueza) es dharma (lo correcto). La búsqueda de riquezas se considera la senda correcta: Dhana es el karma. No hay actividad que no tenga como meta la obtención de riquezas; no hay ideal más apreciado que el hacerse rico. Para ilustrar este punto, una pequeña historia. Narayana (Dios) posee dieciséis aspectos visibles y es también la latente Realidad inmanente. También el Narayana material (el dios dinero) cuenta con 16 fracciones que son sus armas. Cuando los hombres adoran al dinero como dios visible, Narayana se torna inalcanzable para ellos. Son muy pocos los que se detienen a calcular la inmensidad de la pérdida en que incurren por este motivo.

Un buen día, en medio de una conversación, Lakshmi, la divina consorte y Diosa de la Riqueza, se dirigió a Narayana en los siguientes términos: "Señor, todo el mundo me adora a mí. No hay uno en cien, o, mejor aún, en un millón, que te adore a ti". Esta declaración logró despertar la curiosidad del Señor, y luego Lakshmi propuso un plan para poner a prueba la sinceridad del hombre. Dijo: "Señor, es mejor que comprobemos por nosotros mismos la verdad de los hechos. Vayámos por el mundo para verificarlo". Narayana se mostró de acuerdo. Se transformó en un gran pandit (erudito) adornando sus muñecas y tobillos con brazaletes de oro, como señal de aprecio y admiración de famosos cuerpos académicos, colgando de su cuello un collar de cuentas y atravesando su frente con gruesos trazos de vibhuti (ceniza). Se manifestó así en la Tierra como renombrado erudito. Comenzó a viajar de pueblo en pueblo, encantando a la gente con sus inspirados discursos. Su esplendorosa personalidad y profundo saber atraían a la gente, miles se reunían para escucharle y le seguían de un lugar a otro. Los brahmines (aquellos que resguardan las escrituras) le invitaban para honrarle. Cada vez su llegada era celebrada con grandes banquetes, como un verdadero festival.

En tanto que Narayana era objeto de todos estos honores y recepciones, Lakshmi también se manifestó en la Tierra como una gran yoguini (asceta femenino); también viajó de poblado en poblado, entregándole iluminación sobre el Alma a la gente mediante sus discursos. Las mujeres se reunían a escuchar sus fascinantes disertaciones, en número cada vez mayor. Le rogaban que visitara sus hogares y participara en los banquetes que se desvivían por prepararle. Como respuesta, les informaba que, por estar atada por ciertos votos, le resultaba difícil aceptar las invitaciones; sin embargo, podía hacerlo si le permitían traer su propia vajilla. Las mujeres que anhelaban poder compartir con ella aceptaban sus condiciones, dispuestas a respetar sus votos, sin preguntas. Y fue así que siguió recibiendo las invitaciones de las mujeres en cada lugar al que viajaba.

Desde la primera casa que visitó, la yoguini sacó de su bolso un plato, un par de pocillos y un jarro para el agua, todos de oro macizo, ordenándolos frente a sí para los diferentes componentes del menú. Una vez terminada la comida, dejó la vajilla como regalo para la dueña de casa, indicando que tenía un juego diferente para cada día.

La noticia se esparció rápidamente. También en las aldeas a las que llegaba Narayana a dictar sus maravillosas charlas, empezó a conocerse el extraordinario suceso de los regalos de la yoguini. Incluso los brahmines, profundos y fieles admiradores del renombrado sabio, se apresuraron a invitar a la yoguini para que fuera a comer a sus casas. La yoguini les mandó decir que debían despedir al erudito antes de que ella aceptara. Se mostró intransigente en este punto: no se presentaría en tanto esa persona siguiera allí. La codicia por el oro fue mayor que la admiración que los brahmines sentían por el sabio, de modo que lo obligaron a abandonar sus aldeas, pese a haberlo venerado durante tanto tiempo de manera ostentosa y pública.

Después de esto, la yoguini entró en gloria y majestad en cada lugar, dictó discursos, participó en banquetes organizados en su honor y le regaló juegos de vajillas de oro a cada uno de sus anfitriones. Y fue así que ella logró que el erudito fuera expulsado de todos los lugares en que buscaba ser apreciado por su sabiduría, en tanto que ella acaparaba en cada lugar la adoración de todos. Incapaz de soportar este agravio generalizado, el erudito desechó el papel que estaba representando, y Narayana desapareció de la Tierra. Tan pronto la yoguini lo supo, se despojó de su disfraz y reasumió su forma real, yendo a reunirse con el Señor Narayana. Hablando con él, le preguntó: "¿Podrías decirme qué descubriste? ¿Quién de nosotros es mayormente honrado y venerado en la Tierra?" harayana sonrió ante su pregunta, y le respondió: "Tú; es verdad lo que habías afirmado".

Y es cierto. Hoy en día, la educación y el conocimiento son comercializados. El dinero lo es todo. Aquellos que han recibido una formación profesional desertan de la patria y salen a vagar por el mundo como mendigos en pos del dinero. ¿Podría considerarse esto como signo de una verdadera educación?