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Libros escritos por Sai Baba

4. Todo axioma vedántico postula solo a Brahman

(Thath thu Samanvayât)

That Thu samkanvayâth: es claramente demostrable que todos los axiomas védicos postulan solo a Brahman. Las declaraciones en los sruthis, cuando son estudiados con un espíritu de reconciliación revelan lo Brahman y hacen conocer Su Realidad. Además está la pregunta si las escrituras sostienen tanto la supremacía de la acción, de la adoración. Aunque el profundo misterio de Brahman es incomunicable a otros, tiene que ser dado a entender por algunas categorías de conocimiento, no obstante que sean un tanto insatisfactorias. Si no, pudiese quedarse más allá de toda percepción.

Hay una escuela de pensamiento que cree que los Vedas colocan al karma como medio de liberación y que la vedanta (las upanishad-s), no. Pero, las escrituras o sastras atañen a la guía y al consejo y no con la exclusiva adherencia a uno u otro sistema. La defensa del karma o acciones no es la meta suprema de las escrituras. Cuando uno está activo a través del karma, tiene que hacer muchas acciones meritorias y éstas promueven la pureza de la mente. Desde que el karma limpia la conciencia, algunos arguyen que los sastras enseñan solo esto como el único camino, ignorando el factor que el karma (las acciones) es solamente el medio para alcanzar el fin.

En este contexto, debemos prestar atención a otro factor. Los deseos del hombre, sus necesidades, anhelos, resoluciones y aspiraciones, son multiplicadas e incitadas por el karma (acciones) Y, el impulso inicial por el deseo es ajñana o desconocimiento de la Realidad. La duda se origina, naturalmente, ¿cómo puede la conciencia que es ignorante transformarse en conciencia conocedora (jñana)? La oscuridad no puede jamás remover la oscuridad, ¿verdad? Así también, ajñana no puede nunca destruir a ajñana. Puede ser lograda solo por jñana, la percepción de la verdad. Este es el dictamen promulgado por Shankara. El mundo necesita mucha armonía. Necesita también conocimiento en la misma magnitud, no importa cuan dificultoso pueda ser comunicar el conocimiento de Brahman a otros.

Ha sido dicho que hay una vasta diferencia entre el impacto de Brahma vidya (El conocimiento de Brahman) y el impacto del karma. Mérito y demérito, felicidad y miseria, son las consecuencias del karma. La felicidad accesible al hombre a través del karma alcanza desde el nivel de Manushya Loka (la región de los humanos) hasta el estado más alto del Brahma Loka (la región de lo Divino). Así, también, debajo del nivel de la región humana, están las regiones donde la miseria es cada vez más profunda, más y más agonizante. Son relativamente irreales y no absolutamente reales. La conciencia y por consiguiente la bienaventuranza es innata, existiendo por derecho propio. Está exteriormente presente. Es una invariable, inafectada verdad. No puede ser adquirida por prescripciones prácticas y ejercicios. El estado de liberación (moksha) trasciende el complejo cuerpo – mente – ego. Por consiguiente, lo trascendente está más allá del esfuerzo físico, mental o intelectual. Cuando la Conciencia alborea, la oscuridad de ajñana desaparece. Cuando la lámpara está encendida nunca más hay oscuridad.

Algunos argumentan que no es justo del todo declarar que el conocimiento de Brahman como la sola verdad no pueda ser ganado por el esfuerzo personal. Shankara reconcilia este punto de vista con su tesis principal mencionada ya. El jñana de que uno es Brahman y nada más es latente en las conciencias de cada uno pero no podemos reconocerlo y establecernos firmemente en Él por medio del karma o la actividad, tampoco por vichara o la indagación escolástica. El karma solo nos ata más, porque trata a la adversidad como si fuera real; no suelta sus ataduras y nos libera. Como mucho puede purificar las pasiones y emociones. Vichara puede tal vez clarificar el intelecto e indicar el criterio de jñana. Solo Brahma vidya puede liberarnos de las ataduras. Por eso es mejor no desarrollar demasiado apego al Karma.

De todas formas encontramos a los sastras de vez en cuando meditando en el valor del Karma. Los sastras son como una madre afectuosa. Nos enseñan lecciones como una madre a sus hijos conforme con el nivel de inteligencia, y de acuerdo a las necesidades del tiempo y circunstancias. Una madre con dos hijos le da al que es fuerte y saludable toda la comida que pida, pero tiene mucho cuidado en dar al niño que no está bien solo aquello que restaure su salud. ¿Podemos desde este punto de vista acusar a ella de ser parcial con uno y perjudicial con el otro en dispensar amor? Los sastras también llaman la atención de aquellos que conocen el secreto del Karma a valuar el Karma. Porque el Karma o Trabajo mejora la vida y marca sus ideales correctamente. Cada uno tiene que ser instruido en como transformar el trabajo en una actividad beneficiosa. Igualmente Karma no lo es todo.

La vida humana dura solo un momento, es una burbuja en el agua. Sobre esta efímera burbuja de vida, el hombre construye para sí una estructura de deseos y apegos. La sabiduría le advierte que puede colapsar o desmoronarse en cualquier momento. El Atma Suprema, el Paramatma, que está desapegado y libre de encarnación, ha tomado un cuerpo y llega a ser hombre. Visto grosso modo, el cuerpo es un material de embalaje formado por la comida consumida, el annamaya kosa. Dentro de esta funda o vaina yacen las vainas sutiles del aire vital o Prana, la vaina mental, la vaina del intelecto y la más profunda de todas –la envoltura de la bienaventuranza, anandamaya Kosa.

Este aforismo del sutra (Thath thu Samanvayâth) hace conocida aquella investigación espiritual o vicharana que involucra el recorrido desde la envoltura annamaya como la base hasta la fase y naturaleza de anandamaya. Sin embargo, el ordinario tiene dos aspectos - la estructura dependiente y la base independiente.

En la corriente espiritual de las creencias humanas, uno no puede discernir en cualquier sitio un factor armonizante, un samanvaya. Los principios de coordinación y reconciliación tienen que ser expandidos y explicados. Sin embargo, hay religiones con distintos nombres, y las doctrinas son distintas para cada una, considerando que son para todas las personas de la humanidad. El Sutra se empeña para enfatizar el centro o punto común. Desafortunadamente, las diferencias aparentes entre las religiones han subvertido la amistad de todos los hombres y el sentimiento de fraternidad internacional. La experiencia y sabiduría de grandes visionarios que han revelado el misterio del Cosmos y sus sentimientos de amor universal no son apreciados, aceptados y respetados por los hombres de hoy. Todos los dogmas religiosos, excepto unos pocos, pueden ser fácilmente armonizados y reconciliados. El mismos Dios está siendo ensalzado y adorado bajo varios nombres a través de varias ceremonias y rituales, en muchas religiones del hombre. En todas las épocas, por todas las razas o comunidades, Dios ha enviado profetas a establecer la paz y la buena voluntad. Desde entones, hasta el presente, muchas religiones se han esparcido a lo ancho del mundo, perdiendo los sentimientos fraternales y han carecido de validez consiguientemente. Hay una urgente necesidad de armonía. Todos los grandes hombres son imágenes de Dios. Ellos forman una casta singular en el reino de Dios; pertenecen a una nación, la Confraternidad Divina. Cada uno debe interesarse en entender las prácticas y creencias de otros. Entonces solo puede cada uno, con la mente limpia y el corazón amoroso, realizar la presencia divina en los otros. El principio de armonía o samannyaya es el corazón de todas las religiones y fes.