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Libros escritos por Sai Baba

12. Lo denso y lo sutil

Devoto: Swami, en Vinkatagiri, durante la Asamblea de aspectos espirituales metafísicos, Tú dijiste algunas cosas que no pude comprender claramente. ¿Puedo preguntarte sobre ellas ahora?

Swami: Me siento feliz cuando alguien me pregunta acerca de algo que no ha entendido. Por supuesto, tienes todo el derecho.

Devoto: Tú dijiste la forma grosera y la forma sutil, ¿no es así? ¿Estas dos son las características de la mente, solamente? ¿O están relacionadas con todo?

Swami: Son características de todo; de hecho, todos los nombres y formas que se encuentran en lo corpóreo, existen también en el estado sutil. Pues lo denso existe, sólo para hacerte comprender lo sutil.

Devoto: Bien, entonces Swami, nosotros vemos el firmamento denso pero, ¿tiene también un elemento cielo éter, es decir, sutil?

Swami: Mi querido muchacho, todo existe en ese espacio sutil. El espacio sutil es tan imperceptible y tan omnipenetrante como el espacio denso.

Devoto: ¿Cuál es su nombre, Swami?

Swami: Se conoce como sukshma hridayakasa o el cielo sutil del corazón.

Devoto: ¿Cómo puede ser eso omnipenetrante en todo?

Swami: Ninguna otra cosa posee la extensión, el espacio, el ancho que tiene este sukshma hridayakasa. Mira cuántas escenas, cuántos sentimientos, cuántas conjeturas están inmersas y encastradas en él.

Devoto: Entonces, ¿tenemos también un sol en ese cielo sutil?

Swami: ¡Por supuesto! ¿Quién dijo que no? Sin eso, ¿cómo podría haber todo este esplendor, toda esta luz y sabiduría y brillo?

Devoto: ¿Cuál es su nombre, Swami?

Swami: Cuando el corazón es el espacio, el sol, naturalmente, es el intelecto que ilumina ese cielo. El resplandor de la inteligencia es tan brillante como los rayos del sol. Luego, el sol sutil es el poder interior de discernimiento.

Devoto: Luego es posible que la luna también en su forma sutil esté en el espacio del corazón.

Swami: ¿Por qué preguntas las cosas una por una? ¿No te lo dije al principio? Todo nombre y forma densa tiene su correspondiente forma y nombre sutil. La luna en su forma sutil es Amor con sus frescos rayos agradando el corazón. El Amor es la forma sutil de la luna.

Devoto: Discúlpame, Swami; los Pandavas y los Kauravas sostuvieron una guerra, ¿verdad? ¿Cómo debe suponerse que sostuvieron la guerra "sutil", estos "sutiles" Pandavas y sus contrarios, los "sutiles" Kauravas?

Swami: ¿Por qué dices "se supone que sostuvieron"? Ellos la sostienen aún hoy en la forma sutil. En esta guerra las cualidades Malas son los Kauravas; las cualidades Buenas: la Verdad, la práctica de la Rectitud, la Paz, el Amor, y la No Violencia, son los cinco hermanos Pandavas. Las cualidades malas son muchas y los Kauravas son también una horda. Cada uno bajo su propio Campo de la Conciencia está librando esa lucha en todo momento en el corazón como asiento de Dios, donde la lámpara de la Sabiduría está encendida.

Devoto: Swami, se dice que los Pandavas son los hijos del Rey Pandu y que los Kauravas son la progenie del Rey Dhritharashtra. En la forma "sutil", ¿cómo debemos reconocerlos?

Swami: Ambos disputan el reino del mismo corazón. Están en cada uno de nosotros como la personalidad necia y la personalidad sabia. El gobernante ciego y necio es Dhritharashtra; el sabio Pandu es el padre de todas las buenas cualidades. ¿Has comprendido?

Devoto: Discúlpame, Swami, pero entonces, en esa guerfa hubo millones de soldados y carros; y los sujetos, ¿quiénes son ellos, en este conflicto "sutil"?

Swami: Por supuesto, están todos allí, dentro del hombre. El millón de sentimientos, pensamientos e impresiones son los soldados y los sujetos. Los diez indriyas*

* Indriyas: Ver sentidos exteriores e interiores en pág. 44

son los regimientos, los cinco sentidos son los carros. En el Corazón de cada uno existe esta guerra perpetua que se está librando entre el Bien y el Mal, entre los Pandavas y los Kauravas. ¿Está claro?

Devoto: Bien, ¿quién es el Señor Krishna en esta guerra sutil, El que era entonces neutral en esa lucha por el poder?

Swami: ¿No lo sabes? El es el Testigo, conocido como Alma. El es el Conductor, el Auriga Testigo, del carro del individuo.

Devoto: Otra pregunta. Toda esta gente tenía a Hasthinapura como su capital. En el hombre, ¿cuál es Hasthinapura?

Swami: La base de todas estas manifestaciones sutiles, estos hombres, carros, Pandavas y Kauravas es, como sabes, esta Hasthinapura, la ciudad de los Huesos, este Cuerpo. ¡Este esqueleto es Hasthinapura! Ambos tienen nueve puertas. Allí nacieron tanto los Pandavas como los Kauravas; jugaron allí, allí fueron entrenados; crecieron juntos allí. Así también, en esa misma Hasthinapura todas las cualidades, buenas y malas, nacieron y crecen; se desarrollan y subsisten, se observan y se odian, todas en el mismo cuerpo. ¿No son también los rectores guerreros en este cuerpo, la personalidad ignorante y la personalidad sabia?

Devoto: Sí, Swami. Hay una conexión intima entre la guerra del Mahabharata (antigua saga épica), y las cualidades y conductas del hombre. Realmente, la relación está allí, sin duda. ¡Qué estupenda comparación! Como Tú dijiste, este tipo de lucha está desarrollándose en cada uno, aún ahora. Bien, Swami, ¿cuándo finalizará esta guerra?

Swami: Me preguntas ¿cuándo terminará? Cuando tanto las "malas cualidades" como las "buenas cualidades" se desvanezcan y el hombre quede sin cualidades, sólo entonces puede el hombre tener Paz.

Devoto: En ese momento, este campo de batalla, esta Hasthinapura, la ciudad de los Huesos no existirá, ¿verdad?

Swami: Cuando hay una batalla, debe haber un campo de batalla. Cuando no hay batalla, ¿por qué preocuparse por un campo?

Devoto: ¿No podemos evitar la batalla?

Swami: ¿Por qué no? Los reyes desarrollan el espíritu de guerra porque confían en sus súbditos. Estos súbditos alientan a los gobernantes a desatar los perros de la guerra. Las ilusiones son los súbditos, que empujan al individuo a la batalla. Cuando hay escasez de tales súbditos, la guerra no se declarará. Así que aléjate de tales súbditos como ilusión, engaños, sentimientos del "Yo" y lo "Mío" y luego puedes estar en paz, gozando una imperturbable Paz, mi muchacho. ¡Puedes irte ahora! ¡Espera! Déjame decirte una cosa; alimentar dudas de toda clase es también un engaño, una ilusión. Lucha para librarte aun de esta atadura. Bueno, ve y vuelve más tarde.