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Libros escritos por Sai Baba

2. Paz, amor y el Atma

El mundo sufre ahora de políticas egoístas, ideología nihilista y competencias sin escrúpulos; es éste por cierto el estado de las cosas. El hombre ha olvidado completamente su naturaleza divina. En tal crisis, lo más urgente es Paz y Amor Puro. Estos son los medicamentos necesarios para esta terrible enfermedad. El Amor Puro e lnegoísta es el único medio para obtener Paz. Amor es el combustible que proporciona la divina llama de la Paz y da como resultado la unión de toda la humanidad y ésta, instruida en el conocimiento espiritual, hará de la paz mundial una realidad.

La disciplina del ser es el cimiento para una vida próspera. Sólo a través de ésta el hombre puede saborear la paz real y perdurable, sin la cual no puede haber felicidad. La Paz es la misma naturaleza del Alma y coexiste solamente con un corazón puro; no puede asociarse con uno codicioso y lleno de deseos. Shanti (la Paz) es la señal que distingue a los aspirantes espirituales, los iluminados y los verdaderos seres humanos; no depende de condiciones externas. Ella hace que sus poseedores se alejen de egoístas o sensuales y que incluso sientan aversión por la compañía de estas personas. La Paz es la característica del Alma interna, maravillosa, estable y permanente.

La Paz está llena de elevación espiritual y sabiduría, que son el acompañamiento natural de la Bienaventuranza. La Paz genuina es obtenida por el control de los sentidos; sólo cuando esto se alcanza podrá llamársele Paz Suprema. La experiencia de tal estado es el flujo de la paz que calma la agitación mental, nivelando los torbellinos de los gustos y aversiones, el amor y el odio, el dolor y la alegría, la esperanza y la desesperación. La Paz debe ser obtenida y mantenida sin perturbaciones.

La Paz es de la naturaleza del Alma, infinita e imperecedera, a diferencia del cuerpo y la mente; universal, sutil, y su esencia misma es el Conocimiento; por consiguiente, la Paz también posee estas características. El Conocimiento del Alma destruye lo ilusorio, la duda y el temor, de ahí que confiera la Paz más inmutable y, con ella, la santidad y la felicidad.

El Alma no es el objeto del Conocimiento, sino su fuente y manantial. Jñana o el Conocimiento es aquello que muestra el camino hacia la madurez, la libertad, la inmortalidad, la felicidad y la paz eternas. Aquel que se deja dominar por los caprichos de los sentidos no puede conocer el Alma. Brahman (Dios) es el único, el inalterable en este mundo de mutaciones, por eso el Alma no es afectada por las transformaciones y cambios externos; la gloria del cuerpo no es la del Alma. El Alma, en pocas palabras, no es nada que pueda asirse; sólo puede decirse que es "Eso", el Alma, el Brahman (Dios). Brahman se ha convertido por sí mismo en Verdad, Amor, Luz, Paz, Conocimiento y Suprema Bienaventuranza. A través de cualquiera de estos caminos se puede, sin duda, alcanzar a Dios. Esta es la verdad.

El Alma no puede ser los cinco sentidos, tampoco el intelecto, o el aliento vital; ni siquiera el aliento de vida. Sólo puede ser descrita por lo que no es y nadie puede definirla como esto o aquello; y si lo hiciera, podemos concluir que no sabe nada del asunto. Puede decirse mucho acerca de algo que es desconocido; se le puede aplicar cualquier nombre, pero, finalmente, el Alma no puede ser descrita mediante palabras.