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Discursos dados por Sai Baba

18. 21/04/67 El Servicio Sathya Sai

El Servicio Sathya Sai

El Servicio Sathya Sai

21 de Abril de 1967

Madrás

Primera Conferencia India de las Organizaciones Sathya Sai de Servicio

LOS VEDAS ESTÁN imbuidos del sagrado espíritu de la misericordia divina; buscan transmitir a la humanidad los secretos de una vida feliz aquí y de la liberación para siempre. Revelan la esencia de la gloria divina y son la fuente milenaria de conocimiento espiritual para toda la humanidad. Los Vedas y el intelecto, del cual el hombre está provisto como un don de Dios para que pueda distinguir el bien del mal, son los medios por los cuales la cultura de esta tierra debe ser preservada y fomentada. Si se explora este tesoro védico con inteligencia, el principio del Alma se vuelve claro y al reconocerlo, el hombre se vuelve eternamente feliz y lleno de paz. Este tesoro ha sido despreciado y descuidado como consecuencia de la fascinación por maneras extrañas de vivir pero, desde hace algunos años, ha reaparecido entre la gente el sentimiento de reverencia y el deseo de arrepentimiento.

Esta Conferencia es en sí una señal de ese renacimiento. Se les ha asignado la tarea de volver a llevar a la gente el mensaje de la fuerza y la unidad átmicas. Transmutar al "hombre" en "Dios" y experimentar esa bienaventuranza es el único logro para el cual se debe dedicar la vida. Los esfuerzos que ustedes hacen en sus propios lugares están dirigidos a llevar esa meta a la conciencia de todas las personas. Claro está que existen muchas organizaciones y sociedades dedicadas a distribuir distintas curas para los males "espirituales" de sus miembros y, por lo tanto, puede surgir la pregunta acerca de la necesidad de una institución más. Ha surgido la necesidad de enfatizar la disciplina básica y esencial, práctica y universal, establecida desde la edad más remota para la revelación de lo divino en el hombre.

En los Vedas, él universo en su totalidad es descrito como el cuerpo de Vishnú, y Bharat (la India) es como el ojo del universo, y la razón de ello es que tiene la visión del cosmos más correcta en el contexto del tiempo. La madre desea que el hijo sostenga el honor de la familia; el hijo debe defender el buen nombre de la madre y del padre. Así, cada hindú debe aprender y prácticar la ciencia espiritual que los sabios de esta tierra han explorado y descubierto. Sin embargo, debido a fuerzas hostiles, las malas compañías y una ignorante fascinación por otras cosas, los hindúes han descuidado este deber primordial. La infección se ha expandido y está bien instalada en el organismo. Ahora debe ser eliminada. Esta Conferencia y las organizaciones que ustedes representan son intentos para curar esa enfermedad. El propósito es el mismo, cualquiera que sea el nombre: Prashanti Vidvanmahasabha, Sathya Sai Seva Samithi, Sathya Sai Seva Dalo Sathya Sai 8hakfa Mandali.

La primera meta es promover y cultivar la cultura de la India. Hagan que su validez sea reconocida por medio de su vida misma y del propio descubrimiento de sus valores, y que sea comunicada a otros por aquellos que han experimentado la paz y la alegría que se pueden obtener de ella. No quiero que la medicina sea recomendada por personas que no han sido curadas por ella. Hoy, en el mismo país donde se desarrolló y floreció esta cultura, la inmoralidad y la corrupción han destruido el regocijo y la felicidad. Muchos condenan estas cosas, pero son esas mismas personas las que cometen los errores que deploran. Aquellos que afirman conducir a la gente son los mismos que caen en la tentación. Así, el primer ideal que ustedes deben tener en mente cuando inician y dirigen estas organizaciones es: no ansíen tener posición o autoridad; no permitan pompa o exhibición alguna; no compitan por publicidad, reconocimiento ni alabanza.

El deber es Dios. Cumplan con él y estén contentos. Pueden anhelar el autoengrandecimiento; sé que algunos han hecho planes para obtener posiciones oficiales; pero ustedes deben someter y destruir esos deseos. Seguir mis instrucciones sin demora es el mejor plan. Cuando se dedican al servicio, es equivocado ceder a anhelos más bajos o actuar impulsivamente. Los Vedas declaran que sólo mediante el renunciamiento, la entrega y la obediencia se puede ganar la inmortalidad.

Deben de haber notado en la historia de la India que todos los grandes movimientos e imperios fueron motivados por corrientes espirituales subyacentes y no por tensiones políticas o económicas. Es sólo después del advenimiento de la East India Company que predominaron la política y la lucha por el poder. Deben velar por que la política ayude a la necesidad de promover y proteger los fundamentos de la cultura de la India.

El universo es el cuerpo de Dios; en ese cuerpo, la conciencia de la unidad es Bharat, o la conciencia del Uno. "Ekam sat", "Él es uno", declararon los Vedas hace eras. Hoy en día, es el latido del corazón de India. Ésta es la razón por la cual sabios, santos, personajes divinos y encarnaciones de Dios aparecen aquí y proclaman su mensaje a la humanidad desde este país. El precioso mensaje está siendo exportado ahora, pero se está usando muy poco dentro del país. Ésa es la tragedia. Por la influencia que proviene de las posiciones de autoridad y para adquirir y acumular poder, los individuos hablan mal de los demás y fomentan el odio. Desde el amanecer hasta el anochecer y desde el anochecer hasta el amanecer, la principal ocupación de la gente hoy en día es encontrar defectos en los demás, tratando de divulgar sus fallas. Este estado de cosas es un insulto a nuestra antiquísima cultura. Surge del anhelo por una popularidad barata y una fama temporal.

Sus organizaciones deben esforzarse por promover la fe en Dios. Si carecen de esta base, la adoración, los cantos, las ceremonias y las buenas obras se volverán todos rituales automáticos sin sentido, hechos bajo compulsión social. La transformación interna, que es su fruto, puede obtenerse sólo cuando estos actos son hechos con fe. La fe puede crecer sólo a partir de la raíz de la indagación, y puede reafirmarse por la indagación. Deben alentar la indagación entre los miembros de las organizaciones con quienes tienen contacto y acoger sus esfuerzos por ganar la experiencia directa por sí mismos.

El hombre se esfuerza por proveerse de alimento, ropa y abrigo para beneficio del cuerpo; él debe también proveerse con algunas cosas para mantener la mente sana y feliz. La mente es la que condiciona incluso al cuerpo. La mente es el instrumento, el timón, el compañero más cercano del hombre. Por ella él puede arruinarse o salvarse. Regulada, controlada y canalizada de manera apropiada, puede liberarlo; si la deja vagar suelta, puede enredarlo y atarlo muy rápidamente. Intenten averiguar exactamente cuándo tiene el hombre paz imperturbable. Verán que está en paz solamente durante el sueño profundo, pues en ese momento sus sentidos están inactivos y su mente, inerte y desapegada de los sentidos o de sus objetos. De modo que el hombre puede lograr la paz cuando les impide a los sentidos arrastrar a la mente.

Ésa es sadhana, la práctica espiritual básica: el retiro de los sentidos del mundo objetivo. Adiestren a la mente para que more en su instrumento interno más que en las atracciones externas. Usen la mente para purificar los sentimientos, impulsos, actitudes, tendencias y niveles de conciencia. No la dejen acumular suciedad del mundo externo. Si se apega al trabajo, las consecuencias del trabajo se apegan a ella. El trabajo que se hace sin apego es el más puro; no recarga la mente de júbilo o desilusión. "Yo lo hice", "Esto es mío", son los dos colmillos que hacen que el individuo sea venenoso. Arranquen estos colmillos y la serpiente podrá ser atrapada y se podrá jugar con ella como mascota. Estas organizaciones deben cuidar que el egoísmo, el sentido de posesión personal o el orgullo no las invadan. Ésa es la meta que deben mantener en su mira.

Cuando se inicia una organización, deben establecerse ciertas normas y reglamentos. Sin embargo, nuestras reglas son de una naturaleza totalmente diferente. Enfatizan que los miembros deben primero practicar lo que predican. Cualquier cosa que ustedes deseen que los otros hagan, deben primero ponerlo en práctica diariamente con sinceridad y firmeza. Deben cantar bhajans (cantos devocionales) regular y sistemáticamente antes de aconsejar a otros acerca de su eficacia. Si desean ser honrados por otros, deben aprender a honrarlos primero. El servicio se ha vuelto una palabra muy común, pero su valor queda muy reducido por la hipocresía de los que la pronuncian. Realmente, sólo aquellos que sufren en agonía, un dolor igual a la vista del dolor, de la aflicción o de la enfermedad, tienen el derecho de ofrecer servicio, pues no están sirviendo a los demás, se están sirviendo a sí mismos para eliminar lo más rápida y efectivamente su propia aflicción. El servicio a los demás es la medicina que se necesita para aliviar la angustia que nos invade al ver la angustia del otro ser. Sientan que se están sirviendo a sí mismos, que están domando a su propio ego. De otra forma, el servicio eleva su amor propio y desarrolla un sentido de superioridad que son ambos espiritualmente dañinos. El alimento es la medicina para la enfermedad del hambre; la bebida, para la enfermedad de la sed; para la enfermedad del ciclo de nacimientos y muertes, Bhagavan es la medicina; para la enfermedad del deseo, el conocimiento es el específico. Para las enfermedades de la duda, la desesperación y la vacilación, que son las enfermedades ocupacionales de los aspirantes, el remedio más efectivo es el servicio. Para la grave infección de la ansiedad, el tratamiento son los cantos devocionales. La Organización debe dedicarse a proveer de estos remedios a los sufrientes.

Una organización espiritual está realmente por encima de todas las normas y regulaciones; el reino del Alma está más allá de las reglas. En esté sentido, las reglas o bien carecen de significación o son superfluas en las Organizaciones Sathya Sai, pero con el fin de satisfacer por lo menos las leyes del país que tienen que ver con las asociaciones de esta clase, deben adoptarse algunas reglas. Por ejemplo, ¿quiénes pueden ser miembros de estas organizaciones y cuáles son sus requisitos? 1) Por supuesto, deben ser ansiosos aspirantes al progreso espiritual. 2) Deben tener. plena fe en. el nombre que lleva la Organización y difundir ese nombre de la manera adecuada a su mensaje y majestad. 3) Además, el miembro debe haber sido reconocido como una buena persona. Ésas son todas las aptitudes requeridas; nada más cuenta. No hay ninguna necesidad de tener dinero o tierras, erudición, influencia, autoridad o posición oficial. Si poseen las tres cualidades mencionadas, yo les aseguro que aun si no tienen ningún lugar en alguna organización que lleve mi nombre, ustedes tendrán un lugar aquí (Baba indicó su corazón como el lugar donde serán aceptados). Las organizaciones deben ser tales que los miembros las encuentren convenientes para profundizar sus prácticas espirituales, para cultivar sus virtudes y superar su ego por medio del contacto con trabajadores que están libres de la más mínima traza de ese mortal veneno. Si logran esto, su éxito estará asegurado.

Segundo, ¿cuáles son los deberes de los miembros y dirigentes? Ustedes saben que el Estado les exige hacer un juramento solemne cuando asumen un cargo o inician una tarea importante. Del mismo modo, cada miembro y funcionario de nuestras organizaciones debe hacer un juramento desde las profundidades de su corazón antes de dedicarse a las actividades: "Swami, sálvame de cualquier acto u omisión que afecte adversamente las tres cualidades que tú has establecido. Bendíceme con la destreza, inteligencia y entusiasmo necesarios para la tarea que estoy asumiendo para mi propia elevación. Guíame por el camino recto; derrama sobre mí tu gracia para que pueda lograr un buen nombre en este intento; protégeme de la tentación y de los pasos equivocados". Digan esta oración cuando se levanten al amanecer. De noche, al acostarse, reflexionen sobre sus actividades del día, examínenlas para ver si estuvieron en contra de cualquiera de los requisitos fijados para poder ser miembros, y si han cometido cualquier equivocación inconcientemente, oren para que no vuelva a suceder. Decidan dedicarse de esta manera, con estos ideales, al trabajo que tienen por delante.

Otro punto que quiero enfatizar es éste: existen muchas otras organizaciones con objetivos espirituales en este país, funcionando bajo diferentes denominaciones y adheridas a otros nombres y formas de Dios, como Rama, Krishna, etcétera. Ustedes saben que la cultura india insiste en que deben hacer ofrendas a todos los nombres y formas de la Divinidad única. En sus organizaciones habrá personas que insistan en que se canten sólo bhajans dedicados a Sai y que sólo se use el nombre y la forma de Sathya Sai. Ése es un grave error. De esa manera están deshonrando a Sal. Si se apegan a Sai y se desapegan de Krishna, obtienen un más por allá y un menos por acá; la ganancia resultante es cero. En este asunto, no desarrollen fanatismo o sectarismo. Otros pueden tenerlos, pero ésa no es razón para que ustedes se igualen con ellos en las mismas fallas. Traten de evitar al máximo esta infección. Si las otras organizaciones requieren de ayuda, vayan y dénsela. Esto los hará comprenderla amorosa y universal naturaleza de su actitud.

Reitero: no alienten las diferencias basadas en región, lengua, religión o cualquier otra razón nimia. Por ejemplo, la gente que exagera estas diferencias arguye que en Madrás deben cantarse sólo canciones en tamil y en Andhra Pradesh sólo canciones en telugu. Si tales ideas son fomentadas, socavarán el punto de vista espiritual, la actitud de unidad y unicidad que es la característica fundamental del espíritu. Éste es un campo donde la alegría interna, la satisfacción interna, la pureza interna, son más importantes que la expresión externa.

No me gusta la recolección de fondos, pero en vista de que hay que hacer algunos gastos, tengo que permitirla bajo condiciones muy estrictas. Cada Organización tiene como miembros alrededor de diez o quince personas. Cualquieraque sea el dinero que decidan gastar para el trabajo de la Organización, lo tendrán que recolectar entre sí, sin buscar la ayuda de personas de fuera del comité. Deberán contribuir, claro está, de acuerdo con su capacidad y limitar el trabajo a los recursos que puedan reunir entre ustedes. No planifiquen nada fuera de su capacidad ni vayan de un lado a otro y de persona en persona para obtener fondos. La institución adquirirá un mal nombre y ustedes tampoco se salvarán. Pueden decir: "Pero si Swami viene a nuestra ciudad, debemos gastar mucho para la recepción". No, yo no necesito grandes decoraciones, enormes toldos, arcos, banderas y otros accesorios. Sólo necesito un micrófono para comunicar mi consejo a la gente. ¡Hasta una silla es superflua! Puedo hablar de pie. Gasten moderadamente para satisfacer las necesidades mínimas; eviten los costosos lujos. Quiero que gasten cualquier dinero extra que tengan en alimentar a los pobres o para cualquier otro propósito benéfico similar.

En muchos lugares se están haciendo intentos por construir templos Sathya Sai, pero Sathya Sai será feliz si él es instalado en sus corazones; ése es el templo que quiero, no aquellos. Si quieren construir ese otro templo, tendrán que andar por allí pidiendo donativos. La religión ha declinado en esta tierra debido a ese dar y pedir. En verdad, el don más precioso es una mente pura; denle eso a la Organización y ésta brillará.

Voy a indicarles un método mediante el cual deben recolectarse los fondos extras que puedan necesitar para cualquier tarea que el Centro Sai tenga en mente. Calculen por anticipado cuál ha de ser el gasto. Supongamos que suma mil rupias, den esta información a los quince miembros y fijen un día para que se reúnan. Ese día, pongan una caja en un cuarto separado; que cada uno vaya allí solo y deposite en la caja lo que siente que puede dar. Puede salir de allí sin depositar nada; tiene esa libertad; no hay ninguna obligación. Si se recolectan los fondos a la vista de todos, una persona que no puede dar tanto como otra puede sentirse humillada, y para evitarlo éste es el mejor método. Cuando todos han terminado, se abre la caja y se cuenta el monto recolectado. Si es menos de lo necesario, dividan la suma faltante entre todos los miembros por igual y que cada uno aporte su parte. Si hay algún sobrante, guárdenlo para la próxima ocasión. No tengan listas, solicitudes, cuadernos de recibos y todo el engorro de las campañas para recolección de fondos. Esto los hará caer en estratagemas y falsedades, competencias y calumnias. Háganlo de esta manera tranquila y sagrada, adecuada para los objetivos que se han propuesto.

Algunos delegados sugirieron que se formaran y reconocieran subcomités, pero eso va a aumentar el número de personas involucradas y así dará lugar a más errores. Dejen que la responsabilidad recaiga en unas pocas personas dedicadas. El presidente de distrito debe cuidar que las pequeñas asociaciones de los pueblos reciban la guía apropiada y ayuden a llevar a cabo la tarea global y encargarse de enviar a estas aldeas exponentes de la cultura védica a fin de instruirlos e inspirarlos. También deben hacerse intentos por difundir el conocimiento espiritual e inculcar el anhelo por la práctica espiritual entre los estudiantes y los jóvenes.

Los centros Sathya Sai deben tener en mente la palabra "servicio" y emprender las actividades con entusiasmo. El servicio debe estar dirigido a la eliminación de la aflicción física, al alivio del dolor mental y al cumplimiento del anhelo espiritual. Algunas regiones están afectadas por inundaciones, otras por sequías; el centro debe hacer esfuerzos por llevar alivio a los afectados por estas y otras calamidades naturales. Los grupos de cantos devocionales, satsangs (reuniones), grupos de devotos, que ya están establecidos, deben difundir el mensaje de la recordación del nombre de los cantos y cantos devocionales en procesión (nagarasamkirtan) en todas las épocas y en todos los lugares. Jayadeva, Gouranga, Tyagaraja, todos ellos anduvieron por los mercados y calles, entonando cantos devocionales y canciones acerca de la gloria de Dios y su éxtasis llenó de fervor divino a cientos de miles de personas.

Ayer, alguien leyó una lista de los días santos que las asociaciones deben celebrar. Esa lista incluía Shivaratri, Navaratri, el cumpleaños de Swami y el Gurú Purnima; pero deben celebrar también el cumpleaños de las grandes almas que condujeron al hombre al Dios que mora en él, así como todos los días que son considerados santos por sus hermanos. No limiten las celebraciones a estos días: hagan de cada día un día santo y llénenlo con la recordación de Dios y de sus mensajeros.

Establezcan la unidad entre ustedes primero; no busquen faltas en otros y cualidades en ustedes. Tengan plena fe en la paternidad de Dios y la hermandad del hombre y llenen cada acto con esa reverencia y amor. Reúnanse una vez a la semana o cada quince días; o por lo menos una vez al mes; tengan a alguien para que les dé algunas charlas o dedíquense a los cantos devocionales, estudio o meditación; experimenten la emoción del compañerismo espiritual. A cada miembro de la asociación se le debe asignar alguna área de trabajo y debe estar presente siempre que se realicen tales reuniones, a menos, claro está, que se le haga muy difícil.

Debo hablarles acerca de otro punto. Dondequiera que estén, cualquiera que sea el trabajo que hagan, háganlo como un acto de adoración, un acto de dedicación, un acto para la glorificación de Dios, quien es el inspirador, el testigo, el director. No dividan sus actividades diciendo "Éstas son para mi y "Éstas son para Dios". Aun si deciden dividir cero por cero, obtendrán uno. Cuando trabajen, no debe quedar ningún resto, nada debe quedar pendiente. Vean a todo trabajo como uno solo. No deben, dicen los Shastras, dejar ningún resto o saldo en sus deudas, enfermedades, rencor contra enemigos, en el ciclo de nacimientos y muertes. Termínenlo todo, hasta lo último. Esto es algo que no se debe olvidar. Si ofrecen todas las actividades a los pies del Señor y las libran de toda traza de apego egoísta, la consecuencia no los atará; ustedes estarán liberados.