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Discursos dados por Sai Baba

33. 25/12/97 Dediquen sus vidas a lo Divino

Dediquen sus vidas a lo Divino

Dediquen sus vidas a lo Divino

25 de Diciembre de 1997

La fe, la osadía, el coraje y la inteligencia, la energía y el valor: dondequiera que existan estas seis cualidades, la protección Divina estará asegurada.

¡Encarnaciones del Amor!, cuando un hombre posee las seis cualidades de la fe o confianza (Vishvasam), la osadía o determinación (Sahasam), el coraje (Dhairyam), la inteligencia (Budhi), la energía (Shakti) y el valor (Parakramam), la Divinidad lo ayudará en todos sus esfuerzos. En cualquier era, lugar o circunstancia, estas seis cualidades buenas son esenciales. Ninguna preocupación perturbará a un hombre que posea estas virtudes.

Estas seis cualidades no pueden adquirirse con la educación, ni pueden ser impartidas por ningún preceptor. Tampoco pueden heredarse de los padres. Se obtienen solo a través de la confianza en el Ser (Atma-vishvasam).

La fe es esencial para todas las actividades La primera de las seis cualidades es la fe (Vishvasam). En nuestra experiencia diaria, la fe es evidente hasta en el simple acto de despachar una carta por correo. Nadie enviaría una carta si no tuviera fe en el sistema postal. La dirección y la estampilla del sobre no se ven afectadas por la distancia. Del mismo modo, Dios no hace distinción entre los que están cerca y los que están lejos de Él. Uno debería dirigir la fe en la dirección correcta. La fe debe ser firme, total, y estar libre de dudas de toda clase. La carta de la Fe también tiene que llevar la estampilla del Amor (Prema). Tiene que ser amor desinteresado. El amor egoísta será inútil. Cuando la fe firme se asocia con el amor desinteresado, las plegarias dirigidas a Bhagavan están destinadas a llegar a Él.

Esta clase de fe se ha vuelto rara. Hoy la confianza en el Ser está totalmente ausente. ¿Cómo puede tener fe en Dios alguien que no posee confianza en sí mismo? ¿Y cómo puede esa persona esperar recibir la gracia de Dios? Por lo tanto, cada hombre debe cultivar una fe firme.

Hoy, en todos los ámbitos, tener una fe firme es esencial.

Alguien que sale de su hogar para ir a su oficina lo hace confiando en que regresará al hogar al atardecer. Nadie emprende ninguna actividad a menos que, desde el principio, tenga confianza en que puede hacer el trabajo. Así, la fe es esencial para todas las actividades en la vida.

Los antiguos sabios lograron muchas cosas gracias a su fe.

Hoy sus logros son apreciados por la gente, aun después de miles de años.

Desafortunadamente, debido a la influencia de Kali en la era actual, la fe está declinando minuto a minuto. Las personas cambian sus creencias constantemente. Tales cambios son aberraciones mentales. No pertenecen al Espíritu (que habita en el corazón).

¿Qué son los Valores Humanos?

La humanidad tiene una historia de miles de años. Sin embargo, todavía no ha tomado conciencia de la grandeza de la condición humana. Después de todos estos años, el hombre aún es incapaz de responder a la pregunta: “¿Qué son los Valores Humanos?”.

Los hombres estudian libros, escuchan discursos, experimentan ganancias y pérdidas, alegrías y penas, pero todo esto no les da una comprensión clara de lo que es permanente en la vida. Si lo entendieran, se darían cuenta de que el mundo es una familia.

Los Vedas enseñan el concepto de una familia humana.

Declaran que el Supremo Principio Cósmico (Brihat) no tiene límites.

Es infinito.

La humanidad tampoco tiene límites ni barreras. De hecho, no hay barreras entre la humanidad y todas las demás especies de seres vivientes, como aves, bestias, insectos e incluso árboles.

Todos ellos pertenecen a una sola familia de seres vivientes. En el Árbol de la Vida, el hombre aparece con muchas formas: como animal, ave e insecto. En todas estas formas él experimenta su esencia divina.

Todos ustedes saben que Ganapati tiene dos madres, Gauri y Ganga. Para cada hombre hay cuatro madres. La primera madre es la Verdad (Sathyam). La segunda madre es la Rectitud (Dharmam). La tercera es el Amor (Prema). La cuarta es la Paz (Shanti). Cada persona debe vivir de manera tal que complazca a las cuatro madres. Sin embargo, el hombre ha abandonado a estas cuatro madres sagradas y adora a otras cuatro, que son madres adoptivas: la injusticia, la inmoralidad, la maldad y la falsedad.

Como resultado, el hombre es víctima de numerosas dificultades.

En lugar de adherirse a la Verdad, la Rectitud y el Amor, se ha convertido en una criatura que manifiesta injusticia, maldad y falsedad.

Al haber abandonado a las madres naturales y haberse aferrado a relaciones artificiales, el hombre lleva una vida contaminada y está perdiendo la paz.

En una era anterior, Rama declaró que la madre y la Madre Patria son más grandes que el Cielo mismo. Sin embargo, hoy el hombre ha abandonado a su madre natural y está adorando a madres engañosas. El hombre debería amar a la Verdad, la Rectitud, el Amor y la Paz como si fueran sus madres. Por ninguna circunstancia debe causarles dolor porque eso lo hará pasar por grandes sufrimientos.

Los seis enemigos internos del hombre El Creador ha dotado al hombre de muchas cualidades maravillosas.

Además de las seis virtudes mencionadas antes, el hombre también tiene vicios. A las seis virtudes se oponen el Deseo (Kama), la Ira (Krodha), la Codicia (Lobha), la Fascinación (Moha), el Orgullo (Madha) y la Envidia (Mathsarya). Se los conoce como los seis enemigos del hombre. Son parte de la creación. La mente es el amo de estos vicios. El hombre trata de capacitar a la mente para superar estos vicios. Sin embargo, esto no es fácil para todos, pues, al no saber cómo controlar la mente, el hombre se vuelve una presa fácil de sus caprichos. Todos deberían esforzarse por descubrir cómo usar la mente en cualquier situación, momento y circunstancia.

Hoy los hombres están dominados por tres cualidades malas: la ira, el odio y la envidia. Estas tres cualidades envenenan la mente del hombre. En consecuencia, cada acción del hombre es envenenada.

Cada palabra que pronuncia es venenosa. Todas las acciones incitadas por la mente están contaminadas. Todas las acciones sensoriales están igualmente contaminadas. Para transformar a estos malos pensamientos y acciones en buenos, es necesario infundir amor en cada pensamiento y acción. Cuando la mente está llena de Amor, todas las acciones quedan saturadas de Amor.

Hoy el hombre no tiene la menor conciencia de lo que significa Amor. Considera al deseo idéntico al Amor. Imagina que el Amor lo incita a anhelar cualquier cosa. Eso no es verdadero Amor (Prema). Prema está totalmente libre de deseos. Es completamente desinteresado. No busca retribución. Lo abarca todo. No hace distinción entre amigos y enemigos.

Al olvidarse de este concepto de amor desinteresado y universal, y al llenarse de deseos egoístas, el hombre imagina que está lleno de Amor. Esto es apego mundano. Es completamente diferente del Amor que fluye del Espíritu interno. El Amor espiritual es ilimitado. Está libre del sentimiento de odio. Es capaz de expresarse a sí mismo en términos universales.

Es fundamental llenar la mente de Amor y expulsar a los seis enemigos que residen en ella. Cada parte del cuerpo debería estar llena de Amor Divino. Esa es la forma de divinizar al hombre.

Llenen los corazones de Amor y presten servicio Muchas personas piensan que es un ejercicio sobrehumano divinizar al hombre y convertirlo en un ser divino. Esto no es así. El Amor Divino está dentro de la capacidad del hombre. Es natural en él. Tiene derecho a poseerlo. No debería considerarse al Amor Divino algo trascendental y ajeno al hombre. Sin embargo, los hombres tienden a degradar este amor dándole distintos nombres y formas, y se degradan a sí mismos.

El defecto reside en la perversión del Amor y no es inherente a él. Conviertan la ira en Amor. Conviertan el odio en Amor. Para efectuar este cambio, lo que se necesita es un cambio en el corazón:

llenarlo de Amor. Cuando el corazón está lleno de Amor, el mundo entero se vuelve digno de ser amado.

La mente es inquieta e inestable. Todas las dificultades que afligen al hombre se originan en la mente. Los pensamientos que se originan en la mente son la causa del nacimiento humano.

Los Vedas describen al hombre como Manuja. Esto implica que el hombre nace para experimentar el cumplimiento de sus deseos.

Por ello, es preciso que el hombre haga que sus deseos sean sublimes.

Debería tratar de averiguar qué es lo que podría convertir su vida en ideal y ejemplar. ¿Qué puede contribuir al bienestar de la sociedad? ¿Qué es ideal para el mundo entero? Pensando en estas preguntas, uno debería desarrollar ideas sublimes. Las personas no deben actuar en forma apresurada siguiendo los impulsos de la mente. Se dice que el cuerpo es un requisito previo para lograr la rectitud, pero es importante advertir que el hombre está dotado de un cuerpo para prestar servicio a otros. De estas dos máximas se infiere que, mientras el hombre cumple con sus deberes, también debería prestar servicio a otros.

Hay cualquier cantidad de servicios útiles que los hombres pueden prestar en este mundo actual. Aquí tenemos tres tipos de devotos: aquellos que no son conscientes de sus habilidades; los que solo buscan a Dios y no desean nada más de Dios; aquellos que adoran a Dios como la encarnación de la Verdad y ven cumplidos sus deseos a través de sus plegarias a Él como el Señor omnipotente. Dios es uno. Sin embargo, los devotos pueden adorarlo con diferentes nombres y formas.

Lo Divino existe en el microcosmos y el macrocosmos El hombre no necesita buscar nada afuera. Tiene al universo dentro de su corazón. Él es potencialmente el Ser Cósmico. Posee el poder magnético de atracción, que proviene de la Divinidad.

Cada átomo tiene poder Divino. Los hombres piensan que solo lo que los sentidos perciben es real y que lo que está más allá de la percepción humana es irreal. Esto es erróneo. Lo que no se ve lo contiene todo. Cuando miran a un hombre, ustedes consideran que sus características físicas son la única realidad acerca de él. Sin embargo, pueden tener una noción mayor de sus poderes y talentos, que no son visibles. Él posee Compasión, Amor, espíritu de Sacrificio, pensamientos sublimes, ninguno de los cuales es visible para ustedes. ¿Pueden decir, por esa razón, que no existen? Del mismo modo, el secreto de muchas acciones del hombre puede no ser aparente. Una flor, por ejemplo, posee fragancia, que no tiene una forma visible. La forma de la fragancia ha de hallarse en la forma de la flor. Sin la flor no hay fragancia. Se dice que el amor (Prema) no tiene forma. Sin embargo, el amor tiene una forma. La madre, que ama a su hijo, expresa la forma del amor.

Del mismo modo, todo tiene una forma. Sin embargo, los ignorantes, al no ser conscientes de esta verdad, declaran que lo que no tiene forma no existe. No hay nada en el universo que carezca de forma. Para que uno comprenda esta verdad, tiene que tomar conciencia de que lo Divino existe en el microcosmos y el macrocosmos.

¡Todos son uno! Sean iguales con todos Hubo controversias con respecto a Jesús. Estas diferencias fueron la causa de las duras pruebas que Él tuvo que atravesar. Sin embargo, Jesús estaba preparado para enfrentar cualquier infortunio o castigo. Consideraba a la Compasión la cualidad suprema. Al principio, declaró que era un “Mensajero de Dios”. Luego, anunció:

“Yo soy el Hijo de Dios”. Finalmente declaró: “Yo y mi Padre somos Uno”. Deben prestar atención a esta unidad. Deben proclamar su unidad y no, su diversidad.

Hoy las personas hablan sobre la unidad, pero no la practican.

En cada discurso Swami habla sobre el Amor. ¿Cuántos lo practican?

¿Cuántos han tratado de comprender el Principio del Amor?

¿Quién posee este Amor? No se ve Amor en ninguna parte.

Donde hay Amor, no hay lugar para el odio. No envidien a nadie. Cuando las malas cualidades aparecen, el Amor huye. Un corazón puro es la morada del Amor. Donde hay Pureza, hay Unidad. La Unidad conduce a la Divinidad.

Hoy la pureza está ausente. ¿Cómo pueden entonces realizar la Divinidad? Deben ofrecerle todo a Dios sin ningún deseo.

Dediquen todo a Dios. Esa fue la enseñanza de Jesús. Él consideraba que todo era una ofrenda a Dios. Cuando lo estaban clavando en la cruz, las personas alrededor de Él lloraban. En ese momento, una voz etérea declaró: “¡Todos son uno, Mi querido hijo! Sé igual con todos”. Jesús dijo: “La muerte es la vestidura de la vida”. Así como cambiamos de ropa, también cambiamos nuestros cuerpos. Los cuerpos son vestiduras (del Espíritu que mora en el interior). Por lo tanto, los cuerpos deberían ser considerados meras vestiduras. No tenemos que preocuparnos por el cuerpo.

Amen a Dios. Vivan en el Amor También Buda, antes de alcanzar el Nirvana, enunció sus enseñanzas claramente. Ananda, el hijo de su madrastra, derramaba lágrimas en ese momento. Buda le dijo: “¡Ananda! No deberías derramar lágrimas de este modo. ¿Por qué lloras?”. Ananda respondió:

“Me apena tu muerte inminente”. Buda declaró: “No estoy muriendo. Y tú tampoco estás viviendo. Todos tenemos que abandonar este cuerpo. Por lo tanto, no debes llorar”.

¿Cuántos prestan atención a estas palabras? Deben aprender a llevar vidas ideales. Esa es la forma correcta de observar el nacimiento de Cristo. A pocos les interesa cumplir los ideales de los grandes maestros.

Deben comprender que no hay nada más divino que el Amor. El Amor es Dios. Vivan en Amor. Ese es su deber. Llenen sus corazones de Amor. Entonces estarán libres de toda aflicción.

Quizá sientan que están sufriendo a causa del Amor. Sin embargo, ese sufrimiento se debe al amor constrictivo. Cuando su amor lo abarque todo, no habrá lugar para el sufrimiento.

Hacia el final de su vida, Ramakrishna Paramahamsa padeció cáncer de garganta. Todos sus discípulos le pedían que le rezara a la Madre, Durga Devi, a quien Ramakrishna adoraba, para que ella curara su enfermedad. Ramakrishna dijo: “Le he orado a la Madre”.

Ellos le preguntaron cuál había sido la respuesta de la Madre.

Ramakrishna repuso: “La Madre me dijo: ‘Si estoy comiendo tantas cosas con tantas bocas, ¿acaso importa mucho si tú no puedes comer con tu boca?’. Sus palabras me abrieron los ojos”.

Canten las glorias de Dios y sirvan a otros Todas las bocas son las bocas de Dios. Los Vedas proclaman que la Divinidad tiene innumerables cabezas, ojos y pies. Esto significa que todas las cabezas son Suyas, todos los ojos son Suyos y todos los pies son Suyos. Dios es infinito. El hombre es infinito.

La Divinidad infinita debe ser amada con Amor ilimitado. El amor de Dios es ilimitado y jamás decrece. Es siempre puro e inmaculado.

Deben servir a todos con un corazón amoroso.

Cristo fue víctima de personas envidiosas que se oponían a Sus enseñanzas y que levantaron acusaciones contra Él. Los devotos de Dios no deberían preocuparse por las críticas de personas envidiosas.

Todas las personas buenas tienen que enfrentar tales dificultades.

Deben considerar que todo es para su bien. Así tomaron los Pandavas todos los problemas que encontraron.

Ayer y hoy los devotos extranjeros llenaron a todos de alegría con sus programas musicales. Dios ama la música y disfruta de ella. Los devotos santos, como Narada y Thumburu, que están próximos a Dios, cantan siempre la gloria de Dios. Nada puede proporcionar tanta alegría como la música. Pueden complacer a Dios con su música. La música deleita a Dios. Por lo tanto, la música es sagrada. Refleja el estado del propio ser interno. Cantando las glorias de Dios, presten servicio a la gente. Obtendrán la alegría más grande cuando canten y sirvan.

Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, la tarde del 25 de diciembre de 1997.