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Discursos dados por Sai Baba

25. 06/10/97 El uso sagrado de los Indriyas

El uso sagrado de los Indriyas

El uso sagrado de los Indriyas

6 de Octubre de 1997

El hombre olvida su origen Divino en la búsqueda de placeres sensoriales. Podrá redimir su vida sólo cuando comprenda de dónde ha venido, cuál es su papel en la vida y cuál es su destino.

Lo primero que el hombre tiene que aprender es la función de los órganos sensoriales (Indriyas). Los órganos sensoriales reciben el nombre de Matras, que significa “instrumentos de medición”. Por ejemplo, la lengua mide el gusto de lo que uno come. El ojo evalúa la forma de lo que uno ve. Notará que un hombre con un rostro agradable tiene una nariz respingada. Los sentidos reconocen las diferencias entre los diversos objetos en cuanto a tamaño, cualidad, etc. Pero los sentidos también tienen que desempeñar otra función: indicarle al hombre los límites hasta los que deberían ser usados o disfrutados los objetos sensoriales. Como los sentidos son dones otorgados por Dios, abusar de ellos incurriendo en excesos no solo significará una transgresión de los límites divinamente ordenados, sino que también conducirá a muchas consecuencias perjudiciales. Por lo tanto, todos deben respetar los límites apropiados prescritos para el uso de los sentidos.

Por ejemplo, tomen el caso de los orificios nasales. Se los ha de usar para respirar y para oler objetos y descartar los que huelen mal. El proceso respiratorio transmite un mensaje espiritual importante cuando el aire es inhalado y exhalado. El mensaje se halla contenido en el mantra So-Ham, que también es conocido como Hamsa Gayatri. (Swami mostró cómo se produce el sonido “So...” durante la inhalación y cómo se produce el sonido “Ham” cuando el aire es exhalado.) So Ham transmite el mensaje de la identidad entre Dios, “So”, y el individuo, “Aham”. Este mantra contiene la esencia del no dualismo (Advaita). ¿Qué ocurre cuando la nariz, que es usada para propósitos tan sagrados, se utiliza para aspirar rapé? Esto no es meramente un abuso de la nariz, sino también la causa de diversas enfermedades respiratorias. La mayoría de las dolencias son el resultado del mal uso de los órganos sensoriales para propósitos incorrectos.

Reconozcan el papel correcto de los órganos sensoriales Jayadeva reprendía a los hombres por no usar la lengua otorgada por Dios para cantar el dulce y sagrado nombre del Señor. La lengua debería ser utilizada para decir la verdad, para hablar dulcemente y para consumir lo que es agradable y saludable para el cuerpo. El hombre se degrada a sí mismo al consumir bebidas alcohólicas y alimentos no vegetarianos, y al complacerse en fumar. Estos hábitos nocivos también afectan el cerebro.

El santo Surdas se lamentaba por el comportamiento de la gente que no estaba dispuesta a escuchar los himnos de alabanza a Dios con los oídos que Dios le había otorgado, o a contemplar la bella forma del Señor con los ojos que Dios le había concedido.

Las personas que caminan por la calle deberían concentrarse en el camino e impedir que sus ojos se desvíen hacia los carteles pegados en las paredes o las vidrieras.

Es necesario que todos reconozcan el papel correcto de los órganos sensoriales y los utilicen apropiadamente.

En este contexto ha de notarse que diferentes animales son víctimas de distintos tipos de experiencias sensoriales. Los ciervos son víctimas del sonido: el rugido de un león u otro animal salvaje.

El elefante le teme al toque de la aguijada del cornaca que lo guía.

Los insectos se ven atraídos por la luz o una llama y pierden la vida. Los peces son atraídos por el gusto de las lombrices colocadas en el anzuelo del pescador. Es una pena que el hombre, que posee los cinco sentidos de percepción (oído, tacto, vista, gusto y olfato), sea un esclavo de todos ellos. De este modo, olvida su libertad.

Los sentidos deben utilizarse para propósitos sagrados Entonces, ¿cómo puede el hombre experimentar verdadera felicidad?

Solo dirigiendo sus sentidos hacia Dios. El hombre posee cinco sentidos de percepción y cinco sentidos de acción. Quien controla estos diez sentidos es la mente. Los diez sentidos son como diez esposas que tiran de la mente en diferentes direcciones.

Es difícil para la mente controlar los sentidos.

El hombre debería comprender que todos los placeres derivados de la sumisión a los sentidos son momentáneos y dejan una estela de sufrimientos detrás. Tiene que entender que los sentidos han de ser utilizados para propósitos sagrados y para la práctica de los Valores Humanos. Solo entonces él comprenderá el verdadero propósito de la existencia humana. Dios otorga los sentidos a los seres humanos para que lleven vidas ideales. Vean lo bueno, tengan buenos pensamientos, pronuncien palabras dulces y escuchen lo que es bueno. Sean buenos y hagan el bien.

Un joven estudiante que habló antes se refirió al consejo que Swami les dio a todos ellos de “hablar menos y trabajar más”. Los antiguos sabios indios practicaban el silencio como disciplina espiritual porque eran conscientes de los innumerables beneficios derivados del silencio (mounam). Swami Vivekananda aprendió una lección valiosa cuando descubrió que, después de diez días de charla incesante, había olvidado todos los slokas que había aprendido de memoria. Practicando el silencio completo durante dos semanas, recobró el poder de la memoria.

Las personas deberían comprender que la gracia de Dios se obtiene a través del uso sagrado de los sentidos que la Divinidad otorgó al hombre. El hombre posee cinco envolturas (koshas): las del alimento, el aire vital, la mente, el conocimiento y la bienaventuranza (Annamaya, Pranamaya, Manomaya, Vijñanamaya y Anandamaya). El hombre moderno sólo ha sido capaz de progresar hasta la etapa de Manomaya. Debe esforzarse por ir más allá de la mente hasta la etapa de la bienaventuranza.

Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, el 6 de octubre de 1997.

Ustedes llevan puestos anteojos coloreados. Corrijan su visión y el mundo será corregido. Refórmense a sí mismos y el mundo será reformado. Ustedes crean el mundo de su elección. Ustedes ven los muchos porque buscan los muchos, no el Uno. Traten de incluir a los muchos en el Uno: sus cuerpos físicos y los de otros, la familia, el pueblo, la comunidad, el estado, la nación, el mundo. Así, avanzarán progresivamente hasta incluir más y más lealtades y alcanzarán el estado de unidad de pensamiento, palabra y acción.

Baba