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Discursos dados por Sai Baba

24. 05/10/97 De lo corpóreo a lo Divino

De lo corpóreo a lo Divino

De lo corpóreo a lo Divino

5 de Octubre de 1997

¡Encarnaciones del Amor!, el cuerpo, los órganos de los sentidos, la mente y el intelecto son los instrumentos de un ser humano.

Solo la persona que comprende el secreto de estos instrumentos será capaz de entender el Principio Átmico. Si un hombre no puede comprender la vestidura que lleva, ¿cómo podrá entender el misterio del Espíritu Infinito que mora en su interior?

Primero viene el cuerpo. Se lo llama Deha porque su destino final es la cremación. El cuerpo es quemado una vez que la vida ha salido de él. El cuerpo puede ser juzgado por su forma, pero de hecho es un receptáculo para todo tipo de desechos y está sujeto a numerosas enfermedades de la carne. Reconociendo su temporalidad, el hombre debería dirigir su mente hacia los pies de la Divinidad.

El cuerpo también recibe otro nombre, Sarira, que significa aquello que está sujeto a la descomposición. El cuerpo es, en un comienzo, una masa de carne (feto). Luego adquiere una forma atractiva. La juventud le confiere un encanto especial. En la vejez desarrolla deformidades.

El cuerpo es consumido por el fuego de la preocupación cuando el hombre está vivo, o es quemado en la pira funeraria cuando está muerto.

Las Escrituras declaran que el hombre ha sido dotado de un cuerpo fundamentalmente para que lleve una vida recta. El Bhagavad Gita describe al cuerpo como Kshetra. Un significado de este término es aquello que constituye la morada de la Divinidad.

Los sitios de peregrinaje se denominan Kshetras. El término Kshetra también quiere decir “un campo”. Si quieren cultivar algo en un campo, tienen que prepararlo adecuadamente para ese propósito.

Hay que ararlo, sembrarlo y regarlo para que el cultivo crezca.

Así como es la semilla será el cultivo. Del mismo modo, las acciones del cuerpo determinan la naturaleza de la propia vida.

Todos deberían tomar la decisión de realizar buenas acciones para disfrutar buenos resultados.

“Tanto el cuerpo como el Atma son Divinos” El cuerpo como Kshetra es un templo en el que la Divinidad mora como Kshetrajna, el conocedor del Kshetra. El Kshetrajna es el Ser (el Atma). El Gita declara que tanto el cuerpo como el Atma son divinos.

Por más grande que sea un erudito, por más profundo que sea su conocimiento de las escrituras, él debe aprenderlo todo acerca del cuerpo, porque este trae consigo las consecuencias de las vidas previas del individuo. El cuerpo es el instrumento básico para todas las acciones en esta vida y para la adquisición de todo el conocimiento y las habilidades. En el momento del nacimiento, todos traen consigo un collar entregado por el Creador, formado por los resultados de sus buenas y malas acciones en vidas pasadas.

Todos cosechan solo los frutos de lo que siembran. Solo las buenas acciones pueden producir buenos resultados. La felicidad o la desdicha están relacionadas con la naturaleza de sus acciones.

En un sentido, todas las acciones del hombre pueden considerarse Yajnas. Para cruzar el océano del ciclo de nacimiento y muerte (Samsara), todo lo que se necesita es prestar servicio a las personas buenas y ningún otro rito religioso. Mediante tal servicio, uno recibe la gracia de lo Divino. Todas las acciones han de ser realizadas como ofrendas a Dios para obtener esta gracia.

Entonces estas se vuelven rituales de sacrificio sagrados (Yajnas).

Uno debería pensar en Dios y ofrecer plegarias al menos cuatro veces al día –al amanecer, al mediodía, al atardecer y antes de ir a dormir– como alimento para el alma.

El cuerpo es sagrado y precioso como morada del Atma El cuerpo debería considerarse fundamentalmente un instrumento para la realización de lo Divino a través de las nueve formas de devoción. Debe abandonarse el apego al cuerpo para obtener placeres físicos. Es esencialmente sagrado y precioso como morada del Atma y debe ser usado sólo para propósitos sagrados. Dios es uno, cualquiera sea el nombre o la forma en la que sea adorado.

Dios bendice a un devoto de acuerdo con la profundidad de su devoción, sin tomar en cuenta el nombre o la forma usados para la adoración.

Hoy, antes del comienzo del Yajna, los sacerdotes principales (ritviks) frotaron dos palos entre sí para producir fuego para el ritual de sacrificio (homam). ¿Cuál es el significado de este procedimiento?

Indica que para un Yajna el fuego debe ser encendido en forma natural y no, por algún método artificial. Se utilizan dos palos para ese fin. Del mismo modo, el cuerpo y la mente deberían ser frotados entre sí para generar el fuego de la sabiduría (Jñanaagni).

También debe comprenderse que hay una energía divina latente en el hombre –así como hay fuego en la madera–, que le permite al ojo ver; a los oídos, oír; a la mente, pensar; y al cuerpo, moverse. Todos los órganos pueden funcionar gracias a esta energía divina. El hombre se siente orgulloso de ser el hacedor de todas las cosas. No hay fundamento para este orgullo. Tal egoísmo es una enfermedad fatal. Al egoísmo lo acompaña otra enfermedad terrible llamada envidia (Asuya). Hay curación para todo tipo de enfermedades en el mundo, pero no hay remedios para el egoísmo y la envidia. La ruina total es la única cura para estas dos enfermedades.

El hombre tiene que comprender que no debería haber una excesiva complacencia con respecto a ningún deseo, ya sea de comida u otra necesidad. Esta es la lección que debemos aprender de nuestros ancestros, que practicaban la moderación en todos los aspectos de la vida. En la Antigüedad no existía la clase de educación que se imparte hoy en día. Ellos no obtenían elevados títulos académicos. Sin embargo, llevaban una vida de pureza e integridad con el nombre de Narayana en los labios.

Solo Dios puede conferir la paz triple Hoy las personas deberían desarrollar corazones puros y mentes estables para obtener paz. Ni toda la riqueza del mundo ni los grandes avances en tecnología espacial darán paz a las personas que no la hayan encontrado en su interior. Cuando al final de un bhajan decimos Shanti tres veces, la plegaria es para la paz del cuerpo, la mente y el Espíritu. Sin esta paz triple, el hombre no puede tener verdadera paz. Y solo Dios la puede otorgar. Esto significa que la espiritualidad es esencial para la salud del cuerpo, la paz de la mente y la bienaventuranza del Espíritu.

El Espíritu Cósmico es uno solo, aunque se lo pueda llamar por muchos nombres y adorar bajo diversas formas. Deben ver lo Divino en todos, incluso en aquellos a quienes quizá consideran extraños o enemigos. La verdadera espiritualidad consiste en este sentido de unidad espiritual. Solo puede surgir cuando se abandona el apego al cuerpo. Las personas piensan que es difícil abandonar este apego. No es así. Cuando desarrollen la convicción de que son el Ser (el Atma), entonces será fácil abandonar el apego al cuerpo. Cuando la gente en general desarrolle este sentimiento, habrá una gran transformación en la vida de la humanidad. La paz debería extenderse desde el individuo hacia la familia, la sociedad, la nación y el mundo, y no viceversa.

El efecto espiritualizador de las vibraciones de los Vedas ¡Encarnaciones del Amor!, hoy el Veda Purusha Jnana Saptaha Yajna ha sido inaugurado para promover el bienestar del universo.

Cada individuo tiene que desempeñar un papel en este esfuerzo por lograr la paz y la prosperidad mundial. Ya sea que comprendan el significado de los mantras o no, las vibraciones que emanan de la recitación de los Vedas tendrán un efecto espiritualizador sobre quienes los escuchan. Hay bienaventuranza en las vibraciones de los himnos Védicos. El Ser Cósmico (Brahman) es descripto como la encarnación de las vibraciones cósmicas que saturan el universo y lo llenan de refulgencia, sabiduría y bienaventuranza.

Aprovechen la oportunidad proporcionada por el Yajna para purificar sus vidas y elevarse de lo humano a lo Divino.

Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, el 5 de octubre de 1997.