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Discursos dados por Sai Baba

14. 16/07/97 El papel de la juventud Sai en la crisis mundial

El papel de la juventud Sai en la crisis mundial

El papel de la juventud Sai en la crisis mundial

16 de Julio de 1997

Si se pierde la riqueza, esta puede ser recuperada; un amigo perdido puede ser reemplazado; una esposa perdida puede ser reemplazada; una tierra perdida puede ser recuperada; pero el tiempo que se ha ido no puede ser recobrado.

¡Encarnaciones del Amor! ¡Jóvenes hombres y mujeres! ¡Futuros ciudadanos del mundo! Cuando uno pierde la riqueza, puede adquirirla nuevamente. Si se pierde a un amigo, puede conseguirse otro. Si la esposa muere, uno puede volver a casarse. Si se pierde la tierra, puede ser adquirida nuevamente. Sin embargo, si se pierde el tiempo, no se lo puede recuperar.

En este vasto cosmos y entre las innumerables especies, el hombre es el ser más elevado y noble. Es sublime. Está lleno de buenas cualidades. Si un hombre pierde estos atributos de su condición humana, no los podrá recuperar fácilmente.

¡Jóvenes hombres y mujeres!, la prosperidad y el bienestar del mundo dependen de la conducta de los jóvenes. Solo cuando su conducta sea buena, el mundo podrá tener un futuro ideal.

La noche que ha pasado no puede ser recobrada de ninguna forma. Cuando las aguas del Yamuna se han fusionado con las del océano, no se las puede hacer regresar. Una fruta que ha sido comida y digerida no puede ser recuperada. El hombre pasa sus días sin un propósito, sin ninguna conciencia de lo que le depara el futuro. No toma conciencia de que el paso del tiempo erosiona continuamente su tiempo de vida.

La vida es como un gran reloj. Sus tres manecillas indican la velocidad con que pasan los días, los meses y los años. El hombre se regocija con el movimiento de las manecillas del reloj, pero no se da cuenta de que cada momento es un recordatorio de la disminución de su tiempo de vida. Por lo tanto, antes de que marque la hora final, cada hombre debería comprender cuáles son sus deberes y ocuparse de que el tiempo restante esté bien empleado.

¿Cuál es la causa fundamental del nacimiento del hombre en el mundo? ¿Cuáles son los deberes del hombre? Nadie trata de reconocer la divinidad inherente al hombre. Hoy los jóvenes hombres y mujeres malgastan gran parte de su tiempo sin tomar conciencia de lo preciosa que es la vida humana.

Transfórmense en lo Divino El hombre posee dos cualidades: una es la naturaleza animal; la otra es la condición humana. Desafortunadamente, el hombre olvida su condición humana al ser víctima de los seis enemigos –la lujuria, la ira, la codicia, la envidia, y demás– y al utilizar mal los talentos que Dios le ha dado. De este modo se degrada a sí mismo hasta el nivel del animal. Por otro lado, el hombre debería usar su mente, su condición y sus talentos para volverse virtuoso, seguir la senda de la rectitud y esforzarse por elevarse de lo humano a lo Divino. Todas las cosas en el mundo deberían ser utilizadas en forma correcta y no de manera equivocada. Un cuchillo puede usarse para cortar vegetales o el cuello de otra persona. Eso depende del hombre que lo utiliza. Su estado mental debe ser el apropiado. La conducta de un hombre está relacionada con sus pensamientos y sus sentimientos. El corazón es intrínsecamente puro. Sin embargo, los pensamientos pueden contaminarlo o mantenerlo puro. Uno puede construir su destino o echarlo a perder con sus pensamientos y acciones. Hoy el mundo entero se halla atormentado por el sufrimiento, la inquietud, el desorden y la agitación.

Cualquier país lleno de seres nobles está destinado a ser pacífico y feliz. ¿Por qué razón un país se halla en una situación triste? Por la falta de hombres y mujeres de elevado carácter. Para proteger a un país, no es tan importante poseer armas, misiles y bombas atómicas.

Lo esencial es que haya hombres y mujeres virtuosos.

La prosperidad o el deterioro del mundo se basan en el carácter de los jóvenes, hombres y mujeres. Por lo tanto, los jóvenes deben tener un corazón puro y servir desinteresadamente al país.

Deben mantener compañías buenas y pías. Al haber perdido el temor al pecado (Papabhiti) y no cultivar el amor a Dios (Daiva priti), hoy los hombres han perdido la cualidad esencial de la condición humana. Como resultado, ya no hay paz en el mundo.

Demuestren gratitud sirviendo a la sociedad Cada uno debe tomar conciencia de la deuda que tiene con la sociedad en la que nació y de la cual obtiene tantos beneficios. Los jóvenes deberían reflexionar acerca de la gratitud que pueden demostrarle a la sociedad que les ha dado tanto. ¿Qué servicio prestan a la sociedad?

Todos deberían demostrar su sentido de gratitud a la sociedad prestando un servicio desinteresado. Para este propósito se creó la Organización de Servicio. Sin embargo, incluso aquí las Organizaciones de Servicio se usan para promover el nombre y la fama propios y no para prestar un servicio en sí.

El cuerpo es otorgado para prestar servicios a la sociedad. Hoy, dondequiera que miren –en la administración, el mundo de los negocios, la política u otros ámbitos–, no verán espíritu de sacrificio.

En cada campo, la atmósfera está completamente contaminada.

Esta suciedad debe eliminarse. Hoy la contaminación afecta a las personas en puestos de autoridad, a los padres, los educadores y los intelectuales. Aquellos que se jactan de su erudición no tienen la humildad que debería caracterizar a la verdadera erudición.

Las personas deben considerar al mundo entero la mansión de una familia humana. Cuando prevalezca este espíritu de unidad, no existirá la tendencia a dañar a otros. Deben perdonar incluso a aquellos que los dañan. La juventud debería cultivar la cualidad de la tolerancia. Esta es una cualidad suprema en el hombre.

El amor a Dios es desinteresado y eterno ¡Encarnaciones del Amor!, el hombre debería estar libre de temor. Los animales inspiran temor, y las aves son propensas a sentirlo.

Sin embargo, el hombre no debería causarles temor a otros ni sentir miedo él mismo. Hoy los jóvenes hombres y mujeres deberían desarrollar la valentía como cualidad esencial. Deberían temerle a una sola cosa: el pecado. Dios es el único ser que ha de ser amado. Todas las otras formas de amor son transitorias y egoístas.

El amor a Dios es desinteresado y eterno.

Dios no quiere nada de ustedes. Él es absolutamente desinteresado.

Hoy, si desean ganarse la estima de la sociedad, tienen que cultivar el amor a Dios (Daiva priti). Para esto tienen que temer al pecado. ¿Qué es el pecado? Abarca todas aquellas actividades que están motivadas por el egoísmo nacido de considerar al cuerpo y a los placeres sensuales lo principal en la vida. El mérito (Punya) surge de todas las acciones que acercan a uno a Dios:

para + upa + kara = Paropakara. El pecado ha sido definido como lo que causa daño u olvida a lo Divino (Parapidanam). Recordar la Divinidad en todos es la forma de adquirir mérito.

Los jóvenes han perdido el sentimiento de tolerancia y, como resultado, padecen de muchas malas cualidades, como la ira y la envidia. Deberían recordar que hoy la mayoría de los jóvenes padece, en distintas medidas, de la enfermedad del orgullo egoísta (Ahamkara). Y esta es la causa de toda la enfermedad en el mundo. Este egoísmo no tiene una base real, porque el individuo es una partícula insignificante en el vasto cosmos. Nace de la ignorancia.

Esta ignorancia desaparecerá si el hombre comprende que todo el universo está saturado de lo Divino y pertenece a lo Divino.

Todos tienen que hacer el bien y no olvidar jamás a Dios. Esa es la forma de vencer el egoísmo.

“Las manos en la sociedad, la cabeza en el bosque” Es el privilegio y el deber de los jóvenes promover el bienestar, el progreso y la paz en el mundo. Transformen todas sus acciones en deberes sagrados. Experimenten el amor de lo Divino. Ese es el significado de la declaración de Swami: “Mi vida es Mi mensaje”.

Persigan los ideales que Swami establece para ustedes.

Hoy las personas tienden a olvidar los ideales (Asayalu) y a fomentar los deseos (Asalu). El egoísmo prevalece sobre el patriotismo.

Esto debe cambiar. Jamás olviden a su madre patria.

Recuerden que nuestros antiguos entronizaban al sacrificio como la virtud suprema. Defendían la justicia y la verdad. Y como resultado disfrutaban de paz.

Hoy la humanidad está atormentada por el temor, porque no hay espíritu de sacrificio, la rectitud ha disminuido y la verdad se ha vuelto rara. Los jóvenes deberían entronizar al sacrificio (Thyaga) en sus corazones, llevar la corona de la justicia sobre sus cabezas y portar la espada de la Verdad en sus manos. Estas son las armas que se necesitan para defender a la nación.

Los jóvenes deben pensar cuál es el verdadero propósito de la vida. Deben librarse de todas las impurezas en sus corazones. Con corazones puros, deben prestar servicio en todo momento y en todo lugar: “Las manos en la sociedad, la cabeza en el bosque”. A partir de hoy, desarrollen una mente firme y una visión estable. Ese es el modo de divinizar al mundo.

La bondad es más vital que la grandeza Las personas deberían comprender la diferencia entre “grandeza” y “bondad”. La mayoría de los padres quieren que sus hijos adquieran grandeza. Sin embargo, no tienen una idea verdadera de lo que eso significa. Quizá deseen que sus hijos se conviertan en grandes eruditos, consigan empleos importantes y adquieran una enorme riqueza. ¿Esto constituye la grandeza? No. Hombre es aquel que ve lo humano en Dios, pero quien ve a Dios en lo humano es un buen hombre. La señal de bondad es ver la divinidad en cada hombre. No tiene sentido adquirir grandeza sin bondad.

Deben aspirar a la bondad y no, a la grandeza.

Hoy hay muchos “grandes” hombres en este país. ¿Qué beneficio ha obtenido de ellos el país? Ravana era un gran erudito.

Rama era igualmente grande como erudito. Sin embargo, era mucho más que eso. Era un buen hombre. Ravana llevó a cabo rigurosas penitencias y dominó una gran cantidad de conocimientos.

El resultado fue la ignorancia provocada por la indigestión.

Incapaz de controlar sus deseos, llevó a su clan y a su reino a la ruina. Sus estudios no lo salvaron de sus malas cualidades, que causaron su ruina. El único deseo que todos deberían albergar es obtener la gracia de Dios (Daiva priti).

Rama estaba consagrado a la verdad y la rectitud. Por lo tanto, se convirtió en un buen hombre y no, meramente en un gran hombre.

Después de miles de años, el solo nombre de Rama evoca veneración.

Rama manifestó la Divinidad en lo humano. Esa es la señal de bondad. Ver lo humano en Rama no tiene nada de especial. Siendo humanos ustedes mismos, pueden ver las características humanas en otros. Lo que deben ver es lo Divino en los seres humanos.

Deben comprender que la grandeza relacionada con el poder, la posición o la riqueza es transitoria. Se pierde cuando el poder y la posición desaparecen. Sin embargo, la bondad siempre es respetada.

Por lo tanto, dediquen sus vidas a la bondad. ¿Qué es la bondad? Es vivir de acuerdo con el Dharma y la justicia, amar a todos y cultivar la fe en Dios, para ayudar a los necesitados y elevar a los humildes: todo esto constituye la bondad.

¡Jóvenes hombres y mujeres!, hoy, en la función inaugural, solo se les han presentado las pautas generales de la tarea que tienen ante ustedes. En los próximos días se considerarán los detalles de los deberes que han venido a cumplir y el programa de actividades que tienen que llevar a cabo. Lo fundamental para todo en la senda espiritual es cantar el nombre del Señor. Así podrán experimentar a Dios. Deben cantar el nombre con amor.

Discurso inaugural de la Conferencia Mundial de la Juventud, pronunciado en el Sai Kulwant Mandap, el 16 de julio de 1997.

Lo que se requiere es la transformación del corazón.

Todo lo que hagan debería acercarlos a Dios. Cuando actúen de este modo, nada malo los tocará.

Baba