21. 18/08/95 Dediquenr todas sus acciones a Dios | 18 de Agosto de 1995
Sai Kulwant Mandap
día de Gokulashtami

No hay ascetismo más grande
que el contento para alcanzar la felicidad.
No hay peor enfermedad que el deseo insaciable.
No hay mayor virtud que la compasión.
La paz es la disciplina espiritual más elevada.
¡Encarnaciones del Amor! No hay ascetismo más grande que santam (la tranquilidad o paz). La paz es el premio más importante para el hombre. La paz confiere belleza a los sabios. La paz es el encanto fascinante de la Divinidad. “Sin esta paz no puede haber felicidad”, declaró Tyagaraja (el santo compositor del sur de la India).
No hay santosham (felicidad) más grande que el contento. El hombre busca la felicidad de diversas formas. Sin embargo, no hay felicidad igual a shanti (la paz). Tyagaraja se refirió a esto en una canción, declarando que sin paz no puede haber felicidad. No hay mayor felicidad que la que se obtiene de santrupti (el contento). ¿Qué cielo más grande puede haber que el contento?
“No hay peor enfermedad que el deseo.” El hombre contemporáneo se ve afectado por deseos sin fin. Estos deseos son la causa de innumerables enfermedades. Debe haber un límite para los deseos. Hoy los deseos aumentan en forma ilimitada. En consecuencia, las enfermedades también aumentan en forma ilimitada. Debido a los deseos sin fin, el hombre se ve afectado mentalmente y esto da lugar a muchas dolencias físicas. Por ende, todos deben tratar de controlar los deseos en la medida de lo posible.
Un corazón lleno de compasión es el templo de Dios
“Na dharma daya samah” (No hay virtud igual a la compasión). ¿Qué es el dharma? La compasión es el dharma más elevado. Un corazón lleno de compasión es el templo de Dios. Cada hombre debería tener un corazón lleno de compasión.
Hay una lección que cada hombre debería aprender. La potencia de un mantra (una fórmula sagrada) está presente en cada palabra. Cada planta posee propiedades medicinales. Cada ser humano es precioso. Un verdadero individuo es aquel que conoce la verdad y vive de acuerdo a ella.
Hoy el hombre no reconoce el valor de ser humano y lo precioso que es el tiempo.
Ustedes pasan su día entero en una actividad frenética.
¿A esto le llaman vivir?
Comen tres veces por día.
¿Eso constituye vivir?
¿Acaso creen que vivir
consiste en dormir cómodamente?
¿Consideran que la complacencia en el chisme
es el objetivo de la vida?
¿Acaso Dios les dio la vida para estos propósitos?
Sabiendo qué es mérito y que es pecado,
ustedes son indiferentes a eso.
¿Es ese el modo en que pasan su tiempo de vida?
Al menos a partir de ahora
aprendan a llevar una vida verdaderamente humana.
La energía Divina
El cosmos es una creación de Dios. Está cargado de energía. Esta energía no se localiza en un punto en particular del espacio o del tiempo. Aunque esta energía lo satura todo, el hombre no es capaz de reconocer su naturaleza divina. Como no puede reconocerla, él supone que no existe. La energía eléctrica está presente todo el tiempo (en las instalaciones eléctricas). Sin embargo, su presencia sólo es reconocida cuando se enciende un foco. Del mismo modo, aunque Dios es omnipresente Su refulgencia divina brillará sólo en aquellos que lo adoran con un corazón puro.
Hoy el hombre es incapaz de entender qué es la vida, cuál es su propósito, cuál es su deber, y cuál debería ser su meta. El tiempo se mueve rápidamente como un torbellino. El tiempo de vida asignado al hombre se derrite a cada instante como un bloque de hielo. La vida del hombre termina incluso antes de que él tome conciencia de su deber. ¿Cuál es su deber? Cada individuo tiene algunas aspiraciones, algunos ideales a realizar y algunas sendas sagradas a transitar. Él no hace ningún esfuerzo por alcanzar estos objetivos. ¿Cuál es el objetivo y el propósito de la vida, cuál es su secreto? El hombre apenas se hace estas preguntas. Se contenta con dedicarse a los placeres sensuales. Esto no es lo que debería hacer; no es el propósito de la vida.
Cada individuo debería manifestar un ideal divino en su vida. Este ideal debería absorber toda su vida y sus actividades. ¡Qué lamentable! Hoy el hombre no sigue esta senda sagrada.
Todo está basado en los pensamientos del hombre, que se expresan en formas externas, un reflejo de su ser interno. Esto puede ilustrarse mediante un ejemplo simple. Cuando uno quiere construir una casa, planifica por adelantado dónde deberían estar situadas las diferentes habitaciones. Estos ideales son incorporados más tarde en los planos. Los pensamientos vienen primero y luego se les da una forma concreta. De un modo similar, cuando quieren escribir una carta, primero piensan en lo que deberían escribir y luego comienzan a hacerlo.
Los pensamientos conducen a la acción. No puede haber acción sin sankalpas (pensamientos firmes). Por ende, es esencial abrigar pensamientos sagrados. Todos deben tomar conciencia de que todas las penas y miserias del hombre moderno se deben a sus malos pensamientos. Cada hombre piensa que algún otro es responsable por lo bueno y lo malo que le acontece. Ustedes culpan a otros a causa de su debilidad.
La transformación de Valmiki
El Kenopanishad ha proclamado esta verdad bellamente. “Brahmavid Brahmaiva Bhavati” (El conocedor de Dios se vuelve Dios). Sean cuales sean sus aspiraciones, sean cuales sean sus anhelos, en eso se convierten ustedes mismos. Cuando Valmiki deseó escribir el Ramayana, primero meditó en todas las cualidades de Rama y sólo entonces pudo comenzar su epopeya. Debido a la constante repetición del nombre de Rama y la continua meditación en el Principio de Rama, él brilló con la refulgencia de Rama. Uno de los milagros de Rama es que el salteador de caminos Ratnakara pudiera convertirse en el autor de la gran epopeya.
Cuando meditan en la refulgencia de alguien, una parte de esa refulgencia entra en ustedes. Tal fue el caso de Prahlada. Al cantar constantemente el nombre del Señor, al dedicar todos sus pensamientos a Narayana, él se llenó del poder de Dios y experimentó una bienaventuranza inefable. Pudo enfrentar con total ecuanimidad todas las duras pruebas a las que fue sometido por los esbirros de su padre. (Swami cantó un poema del Bhagavatam en el que Potana describe cómo Prahlada sólo cantaba los nombres del Señor mientras los rakshasas lo atormentaban.) Prahlada no tenía ningún sentimiento de temor. La refulgencia de Vishnu brillaba en su rostro.
El hombre es una chispa de Dios
Hoy el hombre debería reflexionar acerca de su verdadera naturaleza. El Señor declara en el Gita: “El individuo en la tierra es un fragmento de mi Ser Eterno”. El significado de esta declaración es: “¡Oh, hombre necio! ¿Crees que sólo eres una combinación de los cinco elementos? Tú eres un Amsa (fragmento) de Mi Ser”.
Una rama es una parte de un árbol. Un niño es una parte de la madre. La rama no puede sobrevivir sin el árbol. El niño no puede sobrevivir sin la madre. El hombre es un fragmento de Madhava (el Ser Supremo). Por ende, él no puede existir sin Madhava. Alguien podría preguntar: “¿Acaso el hombre no está sobreviviendo hoy? ¿Cómo lo está haciendo?”. Sin embargo, ¿qué clase de vida está llevando? ¿Está viviendo como un ser humano? No. Él está viviendo como un animal. Si fuera consciente de que es una chispa de Dios, ¿por qué es víctima del sufrimiento? ¿Acaso Dios tiene preocupaciones o problemas? En absoluto. “Él está en eterna bienaventuranza, es el otorgador de toda la felicidad, es la encarnación de toda la sabiduría”, dice un sloka sánscrito. Si ustedes son un fragmento de esa Divinidad, ¿por qué habrían de padecer todo este sufrimiento? Si indagan de este modo tomarán conciencia de que no se están comportando como una chispa de Dios. A partir de hoy, deben comprometerse a llevar una vida sagrada.
Consideren también cómo ha sido tratado esto en otras religiones. En la Biblia, Dios es descrito como omnipotente y omnipresente. Moisés meditaba siempre en Dios y dedicó su vida entera a Dios. Debido a esto, él adquirió la refulgencia de Dios. Jesucristo declaró repetidas veces: “Yo y ustedes somos uno”.
Un gran científico, Charles Darwin, estaba tan dedicado a su maestro, Henslow, que se convirtió en la imagen misma de su preceptor. Estos sentimientos deben surgir en los corazones de todos. Hoy, los sentimientos de las personas varían de un momento a otro. El resultado es que los hombres llevan vidas sin sentido. Habiendo nacido como un ser humano, habiendo comprendido que es una chispa de Dios, uno debe llevar una vida sagrada.
La búsqueda de la perfección
Hubo un gran fabricante (italiano) de violines llamado Antonio (Stradivarius). Le solía llevar un año entero fabricar un solo violín, perfecto en cada aspecto. Una vez un amigo le preguntó: “Antonio, si te lleva un año hacer un solo violín, ¿cómo te ganas la vida?”. Antonio respondió: “¡Hermano! Dios es la encarnación de la perfección. En armonía con Su perfección, yo debo hacer un violín perfecto. Si no hago un violín perfecto, seré un traidor a Dios. Dios es la plenitud, la perfección total. Si quieres agradar a Dios, tus pensamientos, palabras y acciones deben ser completamente puras”. Eso es perfecto y esto también tiene que ser perfecto. Algunas de las grandes figuras del mundo occidental adoraban y servían a Dios con este espíritu.
Dios es la perfección total. Por ende, al adorarlo el sentimiento debe ser total. Dios no debe ser adorado en mitades o fracciones. El devoto debe alcanzar la dedicación total a Dios. Cuantitativamente habrá una diferencia entre Dios, que es el océano de amor, y el devoto, cuyo amor es una gota de ese océano. Sin embargo, la cualidad del amor es la misma.
La devoción de las Gopikas
Cualquier cosa que hagan para complacer a Dios debe estar en armonía con la perfección de Dios. Sus palabras deben ser la verdad absoluta. Sus acciones deben estar totalmente orientadas hacia Dios. Todos los pensamientos deben ser divinizados. Se debe tomar conciencia de que Dios es el Morador interno en todos los seres. Como el hombre no ha logrado comprender esta verdad, él lleva una doble vida y es víctima de problemas y preocupaciones. El hombre puede redimirse sólo llevando una vida sagrada.
Las Gopikas (las pastoras de vacas) eran un ejemplo de devoción pura y total. Ellas estaban totalmente absortas en Krishna. Hicieron caso omiso del mensaje que les llevó Uddhava. Ellas le dijeron a Uddhava que estaban tan inmersas en la adoración de Krishna que no tenían ni tiempo ni inclinación para hacer otra cosa. Se habían identificado totalmente con Krishna.
Krishna era un niño de seis años cuando jugaba con las Gopikas. Hasta los bharatiyas tienen nociones equivocadas acerca de los juegos de Krishna con las pastoras. Sus juegos eran los de un niño pequeño con sus hermanos y hermanas. Mediante sus juegos, Krishna conmovía los corazones de las Gopikas. Ellas veían la imagen de Krishna en cada enredadera, en cada flor y en cada planta. Cuando Krishna se ausentaba del Gokulam, las Gopikas iban a Brindavan y le suplicaban a cada enredadera y a cada flor que les dijeran dónde se estaba escondiendo Krishna, que les había robado los corazones. (Swami cantó la canción de las Gopikas describiendo a Krishna y suplicándoles a las enredaderas que les dijeran que Él no se estaba ocultando entre ellas.) Las Gopikas tenían una sola imagen ante ellas, la de Krishna. Ellas tenían una sola visión, la de Krishna.
La naturaleza del amor verdadero entre el devoto y Dios no puede ser comprendida por los no creyentes, los ateos. Sólo el devoto que ama puede experimentar la refulgencia de lo Divino. El hombre sin amor está perdido en controversias dialécticas, con el resultado de que desarrolla amargura con las discusiones.
La vida humana es preciosa
La encarnación de Krishna proclamó la doctrina del amor divino, manifestado por las Gopikas. Hoy el hombre es como una vasija de arcilla llena de néctar. Su cuerpo puede estar hecho de arcilla, pero su espíritu es eterno. La Divinidad tiene que ser experimentada a través del cuerpo. Por ende, el nacimiento humano no debe ser considerado algo trivial. La vida humana es digna de ser vivida, debe ser valorada como algo precioso.
Sin embargo, un regalo tan precioso está siendo tratado hoy como basura. Es esencial tomar conciencia del valor de la existencia humana. ¿Cuál es la meta de la vida humana? Es regresar a la fuente de la que vinieron. El deber de ustedes es regresar a su hogar primordial, original.
Todos los que están aquí han venido de diferentes partes de la India y del mundo. Luego de su estadía aquí, tienen que regresar a sus lugares de origen. Del mismo modo, los seres humanos han venido al planeta tierra como peregrinos. Tienen que regresar a su hogar original. Ustedes han venido del Atma. Tienen que regresar al Atma. Han venido de Brahmán (el Ser Supremo). Tienen que fundirse en Brahmán. Han encarnado como una chispa de Brahmán. Tienen que volverse Brahmán. En el medio puede haber muchos impedimentos. Deben hacer caso omiso de ellos. Tengan fe inquebrantable. Eso es verdadera devoción.
El amor es el regalo de Dios
La devoción no consiste meramente en diferentes formas de adoración. Es la ofrenda dedicada de sí mismos al Señor con un amor inmaculado. Ustedes han venido de Dios con amor. Tienen que basar sus vidas en ese amor. Ese amor es un regalo de Dios. Tienen que tratarlo como una propiedad divina y no como su posesión personal. Mientras tengan el sentimiento de propiedad personal, jamás podrán comprender el Principio Átmico.
El sentimiento del “yo” y “lo mío” es la causa fundamental de todos los problemas del hombre. El apego y la posesividad no pueden ser eliminados totalmente. Sin embargo, debe haber límites para ellos. Los deseos insaciables son la causa de que haya cada vez menos paz. Las Gopikas y los Gopalas vivían una vida de contento. Sólo tenían un deseo: el anhelo de Dios.
Las personas a menudo se ven afectadas por el poder ilusorio de Maya. Hasta las Gopikas una vez dudaron de que un niño pequeño como Krishna pudiera ser capaz de levantar el monte Govardhana para refugiar a los habitantes de Repalle de un fuerte aguacero. Los devotos no deben dar cabida a las dudas. La fe en Dios debe ser firme hasta su último aliento.
La triple pureza |