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Discursos dados por Sai Baba

20. 21/07/94 Una orientación espiritual a la educación

Sai Ramesh Hall

Conferencia Nacional de Bal Vikas

¡Maestros! ¡Encarnaciones del Amor! ¡Educadores! ¡Estudiantes! Ustedes ven la luz de un foco. Disfrutan de la brisa de un ventilador. Experimentan el aire frío de un aire acondicionado y el calor de un calefactor. Sin embargo, lo que los hace funcionar a todos es la misma corriente eléctrica.

Del mismo modo, lo que oyen, lo que ven y lo que piensan parecen ser externamente diferentes experiencias sensoriales, pero es el intelecto el que permite que las impresiones recibidas a través de los sentidos sean experimentadas.

La educación correcta conduce al refinamiento de la conducta. Con el refinamiento del comportamiento, la vida de uno se sublima. Sólo el buen intelecto puede conducir a la felicidad, que es la fuente de la paz. La educación correcta produce la asociación con buenas personas. La compañía de los buenos es la paz misma. La buena educación redime la vida de uno y asegura, como consecuencia, la liberación.

Cuando alguien recibe una educación

basada en la verdad y los valores eternos,

el será capaz de alcanzar la liberación

sin tener que pasar por el proceso

de la sumersión en Samsara.

Por lo tanto, acérquense a recibir

el beneficio de tal educación.

La humildad es una actitud de la mente libre de egoísmo

“Vidya dhadhati Vinayam” (La educación confiere humildad). Humildad no significa meramente inclinar la cabeza. Sólo una actitud mental libre de egoísmo, ostentación y apego puede llamarse humildad. Hoy ni los maestros ni los padres son capaces de enseñar tal humildad a los niños porque ellos mismos no han cultivado esa actitud. El agua que se puede extraer de una canilla depende de la naturaleza del agua en el tanque. Hoy los maestros y los padres no han llenado sus mentes de sentimientos divinos y sagrados. ¿Cómo puede esperarse que ellos infundan tales sentimientos en los niños?

Tomen el ejemplo de un trozo de carbón ardiente. Si lo cuidan adecuadamente, seguirá ardiendo. Pero si lo descuidan, pronto se cubrirá de cenizas. En el corazón de cada ser humano, hay Jñana-Agni (el fuego de la sabiduría). Ese fuego significa un corazón puro. Hoy no podemos ver ese fuego porque el corazón está envuelto en la ceniza de los deseos mundanos. Cuando se sople la ceniza, el fuego será visible. Los hombres tienden a olvidar los sentimientos nobles e ideales en sus corazones porque están cubiertos por los deseos mundanos materiales y sensuales.

Sri Krishna declaró: “Adhyatma-Vidya Vidyanam” (Entre los diversos tipos de conocimiento, Yo soy el Conocimiento del Espíritu). Bharat ha dado nacimiento a innumerables almas nobles que poseían este conocimiento espiritual. Hoy las personas han olvidado el mensaje de tales seres nobles. Hoy las enseñanzas nobles, sublimes e inspiradoras de estos sabios de almas elevadas deben impartirse a nuestros niños y niñas.

Un escultor convierte un bloque de piedra en un hermoso ídolo. El idioma expresa el sentimiento con palabras apropiadas. El carácter lleva al hombre por el camino recto. Es el maestro el que moldea a los niños hasta convertirlos en seres humanos ejemplares.

El verdadero maestro enseña a otros cómo vivir

Los ignorantes y los ciegos declaran que un hombre que no puede ganarse la vida de otro modo se vuelve maestro. Por el contrario, el maestro es realmente el que les enseña a otros cómo vivir.

Sólo son verdaderos maestros

aquellos hombres y mujeres buenos

que les enseñan a los niños a actuar rectamente

en el futuro que tienen por delante,

y promueven en ellos

el espíritu de igualdad y afecto.

Hoy se trata a los maestros como meros empleados y se los menosprecia. De hecho, los maestros son los que indican el camino real para la vida humana. Los maestros iluminan a la nación promoviendo grandes ideales. Son los responsables del florecimiento de los ideales en los jóvenes. Ellos despiertan en los niños Prajña (la conciencia integrada), que es sutil y difícil de reconocer. Ellos extraen las potencialidades latentes en los estudiantes. Si se los alienta a hacer el esfuerzo, los estudiantes pueden lograr cualquier cosa.

Los maestros son faros de idealismo. Sólo cuando la luz de los maestros brille con refulgencia la luz en los estudiantes podrá brillar. La luz de un maestro puede encender muchas lámparas.

Reconozcan la importancia de la educación espiritual

¡Maestros! Tienen que esforzarse sin cesar por impartirles a sus estudiantes sus pensamientos sagrados, su conducta ejemplar y sus ideales. Los maestros son como postes indicadores. Sólo cuando desempeñen bien este papel habrán cumplido con su deber de divinizar las vidas de los niños y las niñas. Aunque la educación secular pueda parecer necesaria para la existencia mundana, la importancia de una base espiritual para ella debe ser reconocida. No obstante, la responsabilidad de impartir una orientación espiritual a la educación no reside sólo en los maestros, sino también en los padres y las autoridades.

En este contexto, los estudiantes tienen que cultivar tres cualidades. “Sarvaloka hite ratah” (Uno debe interesarse por el bienestar de todos en el mundo). “Sarva Jñana ratah” (Uno debe estar interesado en todo el conocimiento). “Sarva sadguna ratah” (Uno debe cultivar todas las buenas cualidades). Sin buenas cualidades, sin buscar el bienestar del país y sin buenos pensamientos centrados en Dios, ¿cómo puede uno ser un verdadero ser humano?

Sólo cuando el individuo sea bueno la sociedad progresará. Cuando la sociedad mejore, la nación progresará. El bienestar del individuo, la sociedad y la nación está basado en la observancia de los valores humanos.

Desde la antigüedad la sagrada tierra de Bharat se ha destacado como líder entre las naciones por su riqueza espiritual, garantizando su paz y seguridad. Ella proclamó el gran mensaje: “Que todos los seres de todos los mundos sean felices”.

Debe enseñarse a los estudiantes a usar adecuadamente todos los talentos y las cualidades que Dios les otorgó. Sin buenas cualidades la vida carece de valor. Por sus malas cualidades hoy los estudiantes hacen un mal uso de su conocimiento. Ellos deben cultivar la humildad, que puede conferir muchos beneficios.

Deben aprender las lecciones de servicio desinteresado que ofrece la Naturaleza. Cada elemento de la naturaleza –la tierra, el agua, el sol- demuestra el servicio desinteresado que le está prestando al hombre. El hombre, que es un hijo de la Naturaleza, se ha vuelto ajeno a la compasión y otras cualidades naturales. Al caer presa de todo tipo de deseos, el hombre se ha alejado de la senda correcta. Él no sólo tiene que adquirir conocimiento, sino también sabiduría. Tiene que combinar las buenas cualidades con las buenas prácticas. El conocimiento libresco tiene que traducirse en buenas obras.

Demuestren su unidad y su divinidad

¡Maestros! Ustedes tienen la responsabilidad de reformular el futuro. Hay una gran diferencia entre la conferencia que han celebrado aquí y las conferencias en otras partes. En otras conferencias, la tendencia es considerarlas como una ocasión para picnics y excursiones. Ustedes, que han venido aquí realizando grandes gastos, desde grandes distancias, deben demostrar su unidad y su divinidad. No abriguen diferencias de raza, religión y comunidad. Promuevan la Casta de la Humanidad, la Religión del Amor y el Lenguaje del Corazón.

Enseñen a sus estudiantes que el mismo Atma (Espíritu) mora en todos los seres. Deben emular el ejemplo de los antiguos rishis, que eran los preceptores en los Gurukulam. Mediante su conducta deben asegurarse la estima y el respeto de sus estudiantes, que son sumamente inteligentes. Moldear a los estudiantes hasta convertirlos en buenos ciudadanos es un sadhana espiritual. Un mal maestro arruinará las vidas de muchas generaciones de estudiantes.

La dedicación mostrada por los Gurús

De hecho, nuestros maestros son muy buenas personas. Ellos pasan por dificultades considerables al prestar su servicio. Muchas damas, que tienen que ocuparse de sus quehaceres diarios en el hogar, están llevando a cabo su trabajo educativo por devoción a Swami. Lo están considerando un ejercicio espiritual. Ninguna otra institución en el mundo puede afirmar que realiza el tipo de servicio desinteresado y dedicado que están prestando los miembros de nuestros Samitis, nuestro Seva Dal y nuestros maestros de Bala Vikas. Cualesquiera sean sus dificultades, ellos están viniendo aquí por cuenta propia y asumiendo sus gastos de alimentación. Las Fundaciones Sathya Sai no están proporcionándoles fondos, y ellos tampoco solicitan ninguna ayuda a las Fundaciones.

Sean cuales sean las dificultades que puedan enfrentar, deben aprender a sentirse felices en cualquier circunstancia. Si son picados por un escorpión, deben consolarse pensando que no fueron mordidos por una serpiente; y si son mordidos por una serpiente, deben consolarse pensando que no ha sido fatal. Incluso si no pueden poseer un auto, estén felices de tener las piernas intactas, que les permiten caminar. Si no son millonarios, estén felices de tener suficientes recursos para alimentarse a sí mismos y a sus familias. Éste es el modo de experimentar alegría aun en circunstancias adversas. El límite a los deseos es imprescindible para llevar una vida pacífica y con sentido. Deben refrenar el deseo de buscar más y más riquezas y dirigir sus esfuerzos a la realización de la Realidad interna. Al llevar a cabo este esfuerzo, deben evitar malgastar el alimento, el dinero, el tiempo, la energía y el conocimiento pues todos ellos son formas de Dios. La charla innecesaria debe ser evitada ya que resulta en el desperdicio de energía y la reducción del poder de la memoria.

Enséñenles a los niños a hablar suave y dulcemente

Además de observar el límite a los deseos, los estudiantes también deben practicar la disciplina de no ver lo malo, no oír lo malo, no pensar lo malo y no hacer lo malo. Sólo cuando se les enseñen a los niños estas buenas disciplinas en la etapa formativa, ellos crecerán como buenas personas. Si llevan una vida sin disciplina, los estudiantes serán prácticamente como autos sin frenos, que representarán un peligro para sus ocupantes. El control de los sentidos es un requisito esencial para los estudiantes, que se hallan en la etapa vulnerable de sucumbir a las tentaciones de los placeres sensuales.

Deben enseñarles a hablar suave y dulcemente mientras se adhieren a la verdad. Algunas madres se quejan de que sus hijos no escuchan sus consejos y les contestan “No hables. Yo sé”. Sólo las madres son las culpables de esta situación porque es el resultado de haber sido indulgentes con sus hijos en las primeras etapas. Desde la niñez, deben enseñárseles cosas buenas. Cuando envían a sus hijos a la escuela, su responsabilidad no termina ahí. Deben asegurarse de que sus hijos no sólo estudien correctamente sino que también desarrollen buen comportamiento, respeten a los padres y los mayores, digan la verdad y eviten las acciones incorrectas.


Traduccion Mercedes Wesley