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Discursos dados por Sai Baba

21. 29/06/89 El autocontrol y la autorrealización

El autocontrol y la autorrealización

El autocontrol y la autorrealización

29 de Junio de 1989

¡Queridos estudiantes! Todas las cosas en el cosmos son regalos de Dios. Son manifestaciones de Su Voluntad. Algunas de ellas, sin embargo, tienen que usarse con cuidado. Cuando se usan inteligentemente, después de la debida indagación, pueden ser compañeros constantes y darnos felicidad. El uso indiscriminado y temerario de estas cosas puede tornarlas en nuestros peores enemigos.

Por ejemplo: hay objetos como el fuego, un cuchillo y la corriente eléctrica, que sólo si se usan del modo correcto pueden servirles provechosamente. Si el fuego no se maneja apropiadamente, puede causar un gran daño. Un cuchillo es de ayuda sólo cuando se usa cuidadosamente. La electricidad nos sirve de muchas maneras para el alumbrado eléctrico, mover ventiladores, etc. Si debido a sus múltiples usos, uno trata de ser amistoso con ella tocando un alambre vivo, conseguirá un choque. De la misma manera, los órganos de los sentidos del hombre tienen que usarse con extremo cuidado.

Cuando los sentidos se usan de manera correcta, son de inmensa ayuda, pero, si se usan de la manera equivocada, pueden causar enorme daño.

El control de las dos funciones de la lengua Entre los sentidos, la lengua es un órgano muy importante.

Cada órgano de los sentidos tiene una función específica que ejecutar, pero la lengua tiene dos: hablar y gustar. Jayadeva encomiaba la lengua como la autora de todas las dulzuras y declaró que él la usaba sólo para cantar los nombres del Señor: “Govinda, Damodara, Madhava”, y no la usaría mal para propósitos no santos. “Yo usaré la lengua sólo para hablar la verdad y lo bueno”, dijo. En el Gita también ha sido establecido que cualquier cosa que se diga debe ser suave, verdadera y bien intencionada. La lengua es así dotada de sagradas cualidades. Ustedes tienen que ser vigilantes siempre en el uso de la lengua. Puede ser el medio para la liberación o para la esclavitud. De aquí que se le haya acordado un lugar muy destacado entre los órganos de los sentidos.

Los antiguos sabios le atribuían gran importancia al control de los sentidos y desarrollaron varias prácticas para lograrlo.

Por ejemplo, a la lengua no debía permitírsele ir por su lado con respecto al alimento. Si se la mima dándole todo lo que desea, ulteriormente se tragará al hombre mismo.

Para controlar el paladar, los antiguos sabios prescribieron varias regulaciones. Principal entre ellas es la observancia por cuatro meses (Chaturmasya vrata). El propósito de este sacrificio es imponer severa disciplina en la lengua. Este sacrificio es observado cada año durante cuatro meses, comenzando a partir del mes de Ashada (junio-julio). Hay otra razón para esta observancia. Ya que los siguientes tres meses son un período de grandes lluvias, sería difícil para los renunciantes (sannyasins) moverse de un lugar a otro. Por esto se les manda quedarse en un lugar y dedicarse a la meditación durante cuatro meses. Al vivir en una selva durante esos cuatro meses, tenían que vivir de frutas y raíces.

De ese modo se controlaba la lengua.

En la actualidad, debido a las perversiones de la Edad de Kali, este antiguo ritual de cuatro meses de austeridad se ha vuelto una observancia ostentosa. Los sannyasins piden comestibles gustosos. Mientras permanecen en una ciudad esperan que cada devoto, por turnos, les provean de un festín. Esto se hace en el nombre de “bhiksha”, ofrenda piadosa de los devotos. Con el cambio del carácter de las observancias religiosas, la conducta de la gente ha cambiado también.

El propósito real del “vrata” Los sannyasins de hoy en día deben darse cuenta de que el propósito de estas observancias es lograr control sobre el paladar. ¿Cómo pueden ellos esperar la realización de la Divinidad sin adquirir control de los sentidos? Si su casa está ardiendo, pueden tratar de escapar corriendo fuera de ella, pero si sus órganos de los sentidos arden, ¿cómo pueden esperar escaparse de ellos? Lo que está pasando hoy en día en el caso de los aspirantes espirituales, es que sus órganos de los sentidos están ardiendo. Los sannyasins y los sadhakas de hoy día permiten que sus órganos sensoriales ardan como una hoguera viva.

En un templo en Jerusalén se vendían palomas. Jesús entró a este templo y objetó el tráfico de aves en un templo sagrado.

Los sacerdotes en conjunto cuestionaron la autoridad que tenía Jesús para hacer tal objeción y Jesús, entonces, les relató la siguiente parábola: Un granjero tenía dos hijos; le ordenó al mayor que fuera y vigilara los cultivos en el campo. Él le dijo que no podía ir. Se le preguntó al hijo menor y él accedió a ir a vigilar el campo. El hijo mayor, aunque al principio había declinado ir, sintió que no tenía derecho a desobedecer a su padre, y así también fue al campo. El segundo hijo, a despecho de su promesa, no fue al campo. Jesús preguntó a los sacerdotes: “De entre estos dos hijos, ¿quién piensan ustedes que obedeció el mandato del padre?”. Ellos respondieron: “El hijo mayor. Él actuó según el mandato de su padre; el segundo prometió ir pero no fue”.

“Los sacerdotes y maestros proclaman que se adhieren a los mandatos de las escrituras, pero, en la actual práctica, no los están siguiendo. Todos ustedes actúan de la misma manera”, declaró Jesús.

Los sacerdotes se encolerizaron y levantaron un número de cargos contra Jesús, acerca de que estaba predicando en contra del credo establecido y promoviendo descontento en contra de las autoridades.

La verdad no siempre es placentera Hay un viejo dicho: “La verdad crea enemigos. La falsedad complace a muchos”. La verdad no siempre es agradable y, por ende, provoca enemigos. Las mentiras y falsedades aparecen atractivas y placenteras, sin embargo, la gente debe adherirse a la verdad por su propio bien. Decir una cosa y actuar en forma diferente, es destructivo para el Ser. Es opuesto a las escrituras.

Uno debe de tratar de practicar, al menos, uno o dos de los preceptos que uno profesa.

Los antiguos sabios se trasladaron a los bosques para practicar yoga. ¿Puede la autorrealización obtenerse a través del yoga? No. Los rishis practicaban yoga con el objeto de adquirir control sobre los sentidos. Patañjali declaró: “Yoga es control de los movimientos de la mente” (Yoga chittavritti nirodhah). Se cree que controlando los sentidos, se puede prolongar la vida.

¿Quién debe vivir más? Las personas buenas, las personas rectas, las personas de corazón amable; si ellas viven más, el mundo se beneficiará. El mundo solamente sufrirá si los perversos, de mente malvada, viven más. Por esta razón, los antiguos establecieron que sólo las personas dedicadas y desinteresadas debían practicar yoga para vivir más largamente. La sociedad se beneficia inmensamente de su longevidad. Ellos prescribieron disciplinas para este propósito. Los estudiantes deben tomar nota de estas disciplinas.

La respiración y la longevidad están relacionadas El cuerpo físico está sujeto a ciertas limitaciones. Por ejemplo, hay un proceso continuo de inhalar y exhalar el aire.

Se ha encontrado que espaciando y calmando el tiempo que se necesita para inhalar y exhalar, la vida puede prolongarse.

Hay ejemplos de cómo opera esta regla. Los elefantes y los hombres inhalan y exhalan 12–13 veces por minuto. Adhiriéndose a esta escala de tiempo, el hombre puede esperar vivir 100 años. Las serpientes y tortugas respiran a una tasa de 7–8 veces por minuto, consecuentemente, su promedio de vida se extiende a 200–300 años. Los monos, perros y gatos, respiran a la tasa de 30–40 veces por minuto, de aquí que su promedio de vida no dure más allá de 12–13 años. El conejo respira a la velocidad de 40–50 veces por minuto, su lapso de vida es escasamente de 5–6 años.

Cuanto más rápida es la respiración, más corta es el lapso de vida y viceversa. ¿Cómo se regula la respiración? La respiración debe ser tan lenta de manera tal que un polvo fino colocado cerca de las ventanas de la nariz no se perturbe.

La práctica del yoga ayuda a disminuir la velocidad de la respiración de esta manera.

Dharana, Dhyana, Samadhi ¿Cómo se hace la meditación? El primer paso es dharana. Doce dharanas hacen una dhyana. Doce dhyanas son iguales a un samadhi. Dharana es una firme concentración visualizando cualquier objeto por doce segundos. Tienen que mirar algún objeto, una llama, un cuadro o un ídolo por doce segundos solamente, con total concentración, sin parpadear. Esto es dharana.

Practicar dharana es una preparación para la meditación o dhyana. La duración de dhyana es doce dharanas. Esto significa que la meditación debe durar 12 x 12 = 144 segundos, esto es, dos minutos y 24 segundos. Para practicar dhyana no es necesario sentarse en meditación por horas. La meditación apropiada no necesita más de 2 minutos 24 segundos.

Sólo después de que se haya practicado correctamente la concentración, puede uno meditar bien.

Doce dhyanas son iguales a un samadhi. Esto significa 144 x 12 segundos, es decir, 28 minutos y 48 segundos –mucho menos que una hora–. Si el samadhi se prolonga, puede resultar fatal.

Estas son las disciplinas que practicaban los yoguis. Estas disciplinas no se explican en ninguno de los shastras. Si quieren proceder correctamente en la práctica de estas disciplinas, tienen que comenzar con dharana. Empiecen practicando dharana por 12 segundos al día de ahora en adelante. Esto es muy importante para los estudiantes. En el pasado, los yoguis como Aurobindo y Ramana Maharishi acostumbraban subir a la terraza y concentrarse en una estrella en particular durante 12 segundos. En ese estado la mente también estaba quieta y firme.

Continuando con esta práctica de dharana por 2 minutos y 24 segundos, ustedes desarrollarán la capacidad de meditar por 2 minutos y 24 segundos. Si continúan con la práctica de dhyana en esta forma, desarrollarán la capacidad de estar en estado de samadhi por 28 minutos y 48 segundos.

La ecuanimidad es el verdadero fruto de la meditación ¿Cuál es el significado interno de samadhi? No es el estado de inconsciencia o de alguna otra clase de conciencia. No es nada de eso. El correcto significado de samadhi es “Sama-dhi” –el estado en el cual el intelecto ha alcanzado ecuanimidad–.

En el placer o en el dolor, en la fama o en el desprestigio, en la ganancia o en la pérdida, en el frío o en el calor, el tener la capacidad de mantener una mente ecuánime es samadhi. Ese es el verdadero fruto de la “meditación”.

El día de hoy es un día sagrado en el cual pueden comenzar esta práctica yóguica. Esto les permitirá agudizar su mente y desarrollar la sutileza de su intelecto. Yo no había revelado esto a nadie hasta ahora.

De la misma manera, la meditación o dhyana es un proceso extremadamente fácil. Samadhi es aún más fácil, pero, debido a una inapropiada comprensión de los métodos, los aspirantes se ven envueltos en dificultades. Muchos se imaginan que todo lo que la meditación exige es sentarse en la postura de loto, pero no se tiene conciencia de adónde va vagando su mente mientras tanto. La concentración es perturbada por un mosquito que se le para en la nariz. Cuando el mosquito repite sus ataques, el hombre pierde la paciencia y el propósito entero de la meditación se ve frustrado.

Para mantener la calma y la concentración durante la meditación, permaneciendo inafectado por cualquier elemento perturbador, es necesario practicar la concentración o dharana.

Mediante dharana se alcanza el control de los sentidos. También se asegura la pureza de la mente. Por medio de la pureza mental, se experimenta la Divinidad.

¡Estudiantes! Practiquen la concentración y la meditación y experimenten los resultados. Su alegría, su pureza y su brillantez serán incrementadas más allá de toda medida. Ahora ustedes lucen endebles y enfermizos debido a toda clase de impurezas en ustedes. No hay brillo en sus caras. Es la pureza la que imparte refulgencia al rostro. Cuando hay pureza en ustedes, su cara brilla y es radiante. Tengo ahora 64 años (el reloj en el Mandir dio la hora y Swami lo acentuó diciendo “Está diciendo sí, sí, sí”). Mírenme a Mí y mírense ustedes, que están en su adolescencia; lucen cansados, han perdido su brillo debido a pensamientos impuros. Cuanto más desarrollen su pureza, tanto más jóvenes serán. Ninguna enfermedad los afectará. Esto es lo a que deben apuntar. Y esto se puede obtener a través del amor.

Dhyana significa absorción del pensamiento La meditación en estos días está a menudo confinada al cuarto del santuario. Tan pronto como salen del santuario, están llenos de agitaciones mentales. De aquí que se ha declarado:

“Satatam yoginah” (Establézcanse en el yoga todo el tiempo).

Esto no significa el abandonar todos los asuntos mundanos. Sigan con sus estudios. Cumplan con sus deberes.

Pero en todas estas actividades, usen su poder de concentración.

En el proceso, desarrollarán sus poderes de meditación.

Dhyana significa la contemplación fija en un punto. Aun en la vida diaria, cuando uno está de un humor reflexivo, le preguntan:

“¿Estás haciendo dhyana?”. Dhyana significa absorción del pensamiento. Debe estar centrado en un solo objeto específico, lo cual en lenguaje vedántico se llama salokyam, que significa concentrar su pensamiento en lo que ustedes deseen, cualquiera sea el objeto o el sujeto. Si es una persona, su pensamiento estará centrado en esa persona. “Sa” comprende cada aspecto de la Divinidad. Salokya significa absorción en pensamientos de la Divinidad.

A través de la meditación ustedes deben alcanzar el sentido de unicidad con la Divinidad. Los varios tipos de meditación practicados hoy en día se concentran en lo trivial. No puede realizarse la Divinidad a través de estos métodos. El primer requisito es el control de los vagabundeos de la mente. Sólo entonces puede la meditación ser efectiva.

Los credos pueden variar, pero el proceso espiritual es uno Los estudiantes deben practicar primero la concentración o dharana. Pueden escoger cualquier objeto para el propósito de la concentración: un cuadro o un objeto físico. También hay un método interno de practicar dharana. Cuando cierren sus ojos, aparece un pequeño punto oscuro delante del ojo interno. Pueden concentrarse en este punto por 12 segundos sin dejar que se mueva. Mediante esta práctica, se puede desarrollar el poder de meditación.

La práctica de la meditación conduce a la proximidad con el Señor o samipya. Esto conduce al siguiente paso –sarupyam o la experiencia de la visión del Señor–, lo cual puede compararse a la llegada de un río para fundirse con el océano. Al principio el océano repele el avance del río. Después de repetidos intentos del río para sumergirse en el océano, éste permite al río pasar debajo de sus olas. Espiritualmente, este proceso de fusión del jivatma con el Paramatma se describe como sayujyam o fusión en la Divinidad.

El primer paso en el proceso es salokyam, la continua contemplación de la Divinidad. Piensen en el Señor en cualquier acción que hagan; entonces alcanzarán samipyam, la cercanía con el Señor. Al llegar cerca, desarrollen relaciones más estrechas con lo Divino. Con el debido paso del tiempo se alcanza el estado de Sarupyam. La realización de que “tú y yo somos uno” va alboreando. Entonces se experimenta la fusión o sayujyam – la completa unidad con lo Divino–.

Este método de cuatro pasos de acercamiento a la Divinidad se puede encontrar en cualquier filosofía o religión. Los credos pueden variar, pero el proceso espiritual es uno.

Discurso pronunciado en el Mandir de Prashanti el 29 de junio de 1989.

La devoción o bhakti no debe calcularse sobre la base de las instituciones que uno haya iniciado o fomentado, de los templos que uno haya construido o renovado, de las donaciones que uno haya dado, ni depende del número de veces que uno haya escrito el nombre del Señor, o el tiempo y energía que uno haya gastado en la adoración del Señor. Esto no es vital en absoluto. No, ni siquiera secundario. La devoción es amor, prema, sin la mácula del menor tinte de deseo por el beneficio que fluye de ello, ni por los frutos o consecuencias de ese amor.

Baba