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Libros escritos por Sai Baba

06. Los sentidos internos y externos

Devoto: Buenas noches, Swami.

Swami: Que todo sea bueno para ti.

Devoto: Con Tu Gracia, todo es bueno, sin ella, todo es malo.

Swami: Bien, ¿pero te has dado cuenta de cómo ambos están basados en la Gracia? En uno, ambos subsisten; ambos son conferidos por la misma Gracia. Bien, dejemos este tópico. La última vez recibiste un poema popular para digerir y debe haber afectado tus pensamientos profundamente. Ahora, ¿en qué estado de ecuanimidad está tu cerebro?

Devoto: Ah. Todo parece ahora como una función de títeres, Swami. Pero sólo intermitentemente. La mente olvida y es atrapada por la fascinación de los objetos. ¿Cuál es el misterio de esto, Swami?

Swami: Bueno, la mente está asociada con toda clase de actividades. Siempre persigue la huella de los deseos, o el rastro de los impulsos e instintos. Esta es su misma naturaleza.

Devoto: Esto es como decir que no podemos corregirla. Entonces, ¿cuál es la esperanza? Por último, Swami, ¿debemos sumergirnos en tendencias, deseos, y así degradarnos?

Swami: ¡Hay esperanza, mi muchacho! No hay necesidad de sumergirse y perderse. Aunque es su naturaleza, puede ser cambiada. El carbón, por su naturaleza, oscurece todo lo que toca. Pero no debes tomar esto como determinante. Cuando el fuego lo penetra, se torna rojo. Así también, aun cuando la mente siempre vaga en la ilusión de la oscuridad, cuando a través de la Gracia del Señor el fuego de la Sabiduría la penetra, su naturaleza cambia y la Naturaleza Pura y Buena perteneciente a lo Divino, comienza a hacerse presente.

Devoto: Swami, se habla de algo llamado antah karana* ¿qué es esto?

Swami: Es una referencia a la mente: karana significa sentido y antah karana significa sentido interior.

Devoto: ¿De modo que hay dos tipos de sentidos (indriyas), exteriores e interiores?

Swami: Sí, por supuesto. Los sentidos externos llamados karmendriyas, y los internos o sentidos de percepción o conocimiento, llamados jñanendriyas.

Devoto: Swami, por favor, dime cuáles son unos y otros.

Swami: Bien, todos los actos realizados corporalmente, lo son por medio de los sentidos externos o karmendriyas: son cinco en número (manipulación, traslación, uso del lenguaje, reproducción y el manejo de los esfínteres). Aquellos que imparten Sabiduría desde adentro, son llamados los sentidos del conocimiento o jñanendriyas. Estos son: audición, tacto, vista, gusto y olfato. Los dos juntos son llamados dasendriyas.

Devoto: Entonces, ¿cuál es el trabajo que ambos realizan en conjunto? ¿Cuál es la conexión entre sus funciones y la mente?

Swami: Bueno, realmente, cualquiera sea el trabajo que realicen, no pueden obtener nada sin la mediación de la mente. Los sentidos exteriores o karmendriyas realizan hechos en el mundo y reciben conocimiento; y los sentidos interiores o jñanendriyas discriminan entre el bien y el mal y se lo ofrecen al Alma, a través de la mente. Si no existiera la mente, ¿cómo pueden éstos transmitir?

Cuando tenemos que alcanzar la otra orilla de un río, contamos con un medio como un bote o una balsa.

Cuando los karmendriyas y los jñanendriyas que están conectados con la Naturaleza (Prakriti) desean llegar al Alma, deben aceptar la ayuda del bote, que es la mente. De otra forma, no pueden lograrlo.

Antah karana: El órgano interno que comprende la mente, el intelecto, la conciencia: la función que busca el placer y el ego.

Devoto: Si es así, ¿dónde residen esos otros elementos que Tú mencionaste? Inteligencia, discernimiento y ego.

Swami: Ellos también sólo están aquí. Los karmendriyas y los jñanendriyas juntos constituyen los dasendriyas. De éstos, cuatro son distinguidos y referidos como Antah chathushtaya, o los cuatro sentidos interiores. Ellos son: mente, inteligencia, discernimiento y ego.

Devoto: Muy lindo. Así que todos son la misma cosa. La vida es ciertamente cómica. Pero Swami, ¿cuál es la función de estos cuatro?

Swami: La mente aprehende el objeto; la inteligencia examina los argumentos en pro y en contra; el discernimiento comprende al objeto por medio de éstos; el ego o "conciencia del Yo" cambia la decisión a favor o en contra por afectos y apegos, esto debilita el dominio de la Sabiduría. Eso es lo que hacen.

Devoto: Discúlpame, Swami, sólo pregunto para saber, ¿en qué parte del cuerpo se encuentran?

Swami: No te preocupes, me agrada tu pregunta. La mente está en la cabeza, la inteligencia en la lengua, el discernimiento en el ombligo y la conciencia del "Yo" en el corazón.

Devoto: Excelente. Luego, la inteligencia y la conciencia del "Yo" están en los lugares más importantes. Estos tienen la mayor responsabilidad de las miserias del mundo. Por lo tanto, si examinamos esto a la Luz de Tus Palabras, parecería que no habría más miseria si estos dos lugares llegaran a ser purificados.

Swami: En verdad, has escuchado atentamente. Sí, esto es cierto. Primero, si las palabras se usan de manera límpida y pura, es prueba de que la inteligencia está transitando el camino correcto. Cuando se conquista y suprime el ego, es prueba de que el corazón se vuelve puro. Por lo tanto, ten mucho cuidado en lo referente a estos dos. Entonces, de igual modo, tu mente y discernimiento, llegarán a tener un buen funcionamiento. Sólo entonces tú estarás libre del dolor y la miseria. Estos nunca te podrán alcanzar.

Devoto: Luego, entre todos estos: ¿Quién es el "Yo"? ¿Quién es el que experimenta todo esto?

Swami: Hemos llegado al punto crucial. "Tú" no eres nada entre todos ellos. Todos ellos existen sólo mientras exista el sentímiento de "este cuerpo es mío". Todos están asociados con algunas actividades o algún contacto con el mundo físico. El Alma que observa todo esto, ése eres "Tú". La alegría y el dolor, la pérdida y la miseria, lo bueno y lo malo de estas actividades están sólo conectadas al cuerpo y, por lo tanto, no son tuyas, no serán tuyas. Tú eres el Alma. Hasta que esta Verdad se realice, tú duermes el sueño del "yo" y "lo mío". En este sueño, aparecen la pérdida, la miseria, el dolor y el gozo. Los sueños persisten solamente hasta que despiertas, y cuando esto ocurre, el miedo que tenías cuando dormías, el pesar que experimentabas, todo desaparece y ya no existe. Igualmente, cuando la desilusión se arroja afuera y posees aquel conocimiento de que "Dios es Todo", comprenderás que todo eso no eras Tú; que Tú eres el Alma.

Devoto: Entonces, Swami, ¿para quién hacen este trabajo la mente, el discernimiento, la inteligencia y la conciencia del "Yo"?

Swami: Para nadie. Ellos están cumpliendo con su propio trabajo. El Alma observa todo y su sombra, el "yo" mutable (el individuo), que está engañada por la asociación del cuerpoconciencia, representa este drama, a través de todos estos actos.